Con motivo de las semifinales de la Champions League 2018-19, internet se inund¨® de noticias con el mismo titular. ¡°La eliminatoria entre equipos jud¨ªos¡±, en relaci¨®n a la que enfrent¨® al Ajax con el Tottenham. El club holand¨¦s se ha identificado con esa religi¨®n con el paso de los a?os hasta llegar a un punto en el que nadie se extra?a al ver grupos de aficionados con camisetas rojiblancas, bufandas rojiblancas y banderas de Israel.

Sin embargo, no a todos les sienta bien esta apropiaci¨®n cultural, un concepto tan recurrente ¨²ltimamente. Y no hace falta remontarse sesenta a?os atr¨¢s ni escuchar a un perfil concreto para encontrar argumentos a favor y argumentos en contra. La pol¨¦mica sigue resonando en nuestros d¨ªas y as¨ª se ha llegado hasta ella.

Para entender la comunidad jud¨ªa que se form¨® en ?msterdam y, en consecuencia, en Pa¨ªses Bajos, muchos se remontan a la ¨¦poca de los Reyes Cat¨®licos. La expulsi¨®n de los jud¨ªos de Espa?a, denominados sefard¨ªes, les oblig¨® a emigrar a otros territorios. Entre tantos destinos, y previo paso por Portugal, hacia ?msterdam.

Otro de los factores es la descatolizaci¨®n del gobierno a ra¨ªz de la Alteratie, una revoluci¨®n social en ?msterdam el 26 de mayo de 1578 a trav¨¦s de la cu¨¢l las iglesias pasan a manos de los protestantes. Este lento y progresivo camino hacia la libertad de culto (en el art¨ªculo 13 de la Uni¨®n de Utrecht de un a?o despu¨¦s ya se reconoc¨ªa, aunque no era real) facilit¨® la expansi¨®n del juda¨ªsmo en el pa¨ªs, as¨ª como la declaraci¨®n de independencia de las provincias del norte de Pa¨ªses Bajos al rey espa?ol Felipe II. Un ejemplo de ello es que en 1675 se construye la sinagoga portuguesa, un edificio de referencia todav¨ªa hoy en la ciudad.

Los jud¨ªos centroeuropeos (asquenazis) tambi¨¦n fueron sum¨¢ndose al este de la ciudad, donde se cre¨® una importante comunidad jud¨ªa. Con la llegada del r¨¦gimen nazi, se concentraron m¨¢s si cabe en el mismo sitio, pero a la fuerza.

El pa¨ªs no fue capaz de detener la ocupaci¨®n alemana ni una semana y la poblaci¨®n de ?msterdam qued¨® bajo el dominio del III Reich. Todos los ciudadanos mayores de 14 a?os deb¨ªan poseer un documento de identidad y las personas de sangre total o parcialmente jud¨ªa registrarse como tal. Agrupar a los jud¨ªos en estos barrios y tenerlos controlados fue el primer paso para la deportaci¨®n. De los 140.000 jud¨ªos que se estiman que viv¨ªan en el pa¨ªs en mayo de 1940, alrededor de 100.000 murieron (hambre, enfermedades...) o fueron asesinados. Hasta 107.000 se los llevaron a campos de concentraci¨®n, de los cu¨¢les se estima que s¨®lo unos 5.000 sobrevivieron.

Es muy dif¨ªcil saber por qu¨¦ y, evidentemente, ser¨¢ culpa de un c¨²mulo de cosas y no s¨®lo de una, pero en Holanda fueron exterminados muchos m¨¢s jud¨ªos que en otros pa¨ªses que cayeron en manos del r¨¦gimen nazi. Esta pobre resistencia a los invasores o el incluso colaboracionismo a la hora de se?alar al vecino ser¨¢ un tema que volver¨¢ a mencionarse m¨¢s adelante.

?msterdam tiene una relaci¨®n con el juda¨ªsmo m¨¢s pronunciada que otras grandes capitales de Europa, ?pero lo tiene el Ajax como club? Johnny Roeg, Benni Muller, Dani?l de Ridder (ex del Celta de Vigo) o Eddy Hamel son algunos de los jugadores de la historia del Ajax con creencias jud¨ªas. El primero sobrevivi¨® a la guerra, el ¨²ltimo muri¨® en Auschwitz. Y alguno con pasado o ascendencia jud¨ªa, como Sjaak Swart ¡®se?or Ajax¡¯, una leyenda del club. Salo Muller, masajista del club conocido por su relaci¨®n con Cruyff, pertenec¨ªa a la misma religi¨®n.

Jack Reynolds, entrenador durante cuatro etapas del Ajax (1915-1925, 1928-1940, 1945-1947 y 1950) fue prisionero de guerra y termin¨® en el campo de concentraci¨®n de Gliwice, Polonia. All¨ª organiz¨® partidos entre irlandeses, escoceses, ingleses, belgas y franceses.

Otra de las figuras m¨¢s importantes es la de Jaap van Praag. El presidente que convirti¨® al Ajax en una potencia europea sobrevivi¨® al Holocausto escondido por un antiguo jugador del club, Wim Schoevaart. Tras la guerra perdi¨® a toda su familia. Van Praag tuvo la ayuda financiera de un jud¨ªo de origen portugu¨¦s, Maup Caransa, pero tambi¨¦n de los hermanos Van der Meijden, unos empresarios que hab¨ªan trabajado par el III Reich construyendo b¨²nkeres (cumplieron condena en prisi¨®n por ello).

Cruyff habl¨® de la cohesi¨®n del club en su autobiograf¨ªa, m¨¢s propio de un club de barrio que de uno tan medi¨¢tico, y Simon Kuper lo explic¨® en su libro Ajax, the Dutch, the War: ¡°Los jugadores no jud¨ªos del Ajax habitaban en un ambiente jud¨ªo que era casi ¨²nico en los Pa¨ªses Bajos de posguerra: el presidente, los viejos mecenas, el masajista, un par de compa?eros del equipo, los periodistas y hasta el panadero¡±. El estadio De Meer utilizado por el Ajax desde 1934 hasta 1996 estaba al sureste de la ciudad, muy cerca de los barrios jud¨ªos. Todo ajacied que llegase desde la ciudad ten¨ªa que pasar por la zona jud¨ªa. L¨®gicamente, muchos de los que iban al estadio proced¨ªan de esos barrios. Incluso el mercado cerraba antes los domingos que hab¨ªa f¨²tbol.

Sin embargo, oficialmente el Ajax no ten¨ªa nada de jud¨ªo. De hecho, s¨ª que hab¨ªa un club jud¨ªo en ?msterdam, el HEDW, que tuvo que parar de jugar por la ocupaci¨®n nazi, algo que no hizo el Ajax.

Aunque el Ajax no tenga nada de jud¨ªo, los aficionados lo sienten como tal. Sus c¨¢nticos lo reafirman y no tienen problema en gritar el Hava Nagila o mostrar banderas de Israel en las gradas.

Si los ajacied hablan de s¨ª mismos como jud¨ªos, los rivales, por desgracia, lo utilizan para unos insultos futbol¨ªsticos que inmediatamente tornan en racistas. En 2011, varios miembros del ADO den Haag fueron sancionados tras ser c¨®mplices de los c¨¢nticos antisemitas de su afici¨®n tales como ¡°Vamos a cazar jud¨ªos¡± o ¡°Hamas, Hamas, jud¨ªos a la c¨¢mara de gas¡±. ¡°Ssssssssssssss¡±, imitando el sonido del gas, tambi¨¦n es otro de los insultos habituales. En marzo de este mismo a?o, los aficionados del Utrecht fueron sancionados por lo mismo y hace en octubre en la retransmisi¨®n del Groningen-Ajax se pudieron escuchar estos mismos c¨¢nticos en el sonido ambiente artificial (grabaciones de partidos de hace a?os) que ofrece la televisi¨®n.

Y no solo lo rechazan desde la rivalidad deportiva. Miembros de la comunidad jud¨ªa se?alan que esta identificaci¨®n no tiene ning¨²n sentido y se sienten ofendidos por ello. Roonnie Naftaniel, director del Centro de Informaci¨®n y Documentaci¨®n de Israel, afirm¨®: ¡°Ya he propuesto al Ajax que lleve a sus aficionados a visitar Auschwitz¡±.

Por este motivo, en 2006 la directiva del Ajax se propuso desmarcarse de esta relaci¨®n oficialmente y que, en consecuencia, lo hicieran tambi¨¦n los aficionados, algo que no termin¨® ocurriendo. ¡°Las muestras de ostentaci¨®n de ser un ?presunto? equipo hebreo, hecho que no tiene una matriz hist¨®rica, es peligrosa, es dolorosa y no quiero que crezca el odio antisemita¡±, dijo el presidente John Jaakke. Michel van Praag, hijo del mencionado Jaap, fue presidente del club desde 1989 hasta 2003. Declar¨® que los fans del Ajax le explicaban que, al fin y al cabo, son un club jud¨ªo y que su familia ayud¨® a los escondidos durante los a?os de ocupaci¨®n. Sin embargo, tambi¨¦n que estos mismos aficionados ¡°no conocen nada de la historia de Israel¡± y que son ¡°tan jud¨ªos como yo chino¡±.

Bennie Muller, exfutbolista del club que sufri¨® la ocupaci¨®n nazi de primera mano, opina igual. Con cuatro a?os vio c¨®mo los soldados nazis casi se llevan a su madre quien, al contrario que ocho de sus diez hermanos, salv¨® la vida gracias a su matrimonio. ¡°La gente mayor sabe lo que sucedi¨® en la guerra, pero estos aficionados no. A m¨ª me gustar¨ªa que parasen. Cuando estoy en el estadio y veo a la gente euf¨®rica cantando ¡®Somos jud¨ªos y los jud¨ªos son campeones¡¯ me levanto y me voy a casa¡±. ?l mismo en su ¨¦poca de jugador sufri¨® las consecuencias del antisemitismo cuando el portero Jan Jongbloed le dijo ¡°sucio jud¨ªo bastardo¡±, unas palabras que, 35 a?os despu¨¦s, sigue recordando con dolor: ¡°Nunca perdon¨¦ a Jongbloed, nunca lo volv¨ª a mirar¡±.

La intenci¨®n de desmarcarse de esta asociaci¨®n con la religi¨®n jud¨ªa no ten¨ªa nada m¨¢s que el objetivo de evitar enfrentamientos con otras aficiones. Una motivaci¨®n muy razonable que pronto encontr¨® protestas. Vittorio Pavoncello, presidente de Maccabi Italia, una sociedad deportiva jud¨ªa, atribuy¨® esta decisi¨®n al temor: ¡°Realmente me siento perplejo y dolorido. El miedo es lo que m¨¢s me preocupa. La tradici¨®n jud¨ªa de Ajax no nace de la religi¨®n, sino de la solidaridad holandesa durante la ocupaci¨®n nazi. Las expresiones de la afici¨®n son un recuerdo en memoria de los fallecidos en los campos de concentraci¨®n. Cuando tambi¨¦n adoptaron la Estrella de David, la misma que en la final del Mundial de Alemania 1974 los jugadores de la selecci¨®n holandesa exhibieron cuando el plantel no contaba con jugadores jud¨ªos. ?Por qu¨¦ ahora los jud¨ªos holandeses piden no volver a lucir la Estrella de David? Por temor, y esto es lo que m¨¢s me preocupa".

El mencionado escritor Simon Kuper tambi¨¦n se quej¨® abiertamente: ¡°Negar la identidad jud¨ªa del Ajax es fundamentalmente negra la existencia de toda aquella alegre y fervorosa juder¨ªa seguidora del Ajax que ha sido asesinada¡±. Unas duras palabras desde el otro lado de la pol¨¦mica.

De momento, los aficionados del Ajax siguen portando estos s¨ªmbolos y desde la direcci¨®n parecen haber aceptado que no pueden controlar la identificaci¨®n de sus aficionados con el juda¨ªsmo.