Un estudio de MBD Analytics revela que los visitantes han pasado de ganar un 30 a un 36,1% de los partidos. Revoluci¨®n en la Bundesliga: sin p¨²blico, impera el '2' en la quiniela.
La pandemia ha transformado el mundo del f¨²tbol por completo. Ya no solo en t¨¦rminos econ¨®micos, con las grandes potencias europeas teniendo que recurrir a ERTES o reducciones salariales insospechadas meses atr¨¢s. Los clubes modestos, mientras tanto, luchan cada d¨ªa por sobrevivir, ante la falta de ingresos por taquilla, la ausencia de su publicidad tradicional, el excesivo gasto que implica tener que adecuar las instalaciones a las circunstancias y el hecho de tener que realizar pruebas de coronavirus a los miembros de la entidad de forma peri¨®dica. Pero quiz¨¢s lo m¨¢s impactante para aquellos ciudadanos de a pie, expectantes porque llegase el fin de semana para enfundarse la bufanda y sentarse en su butaca, es la ausencia de p¨²blico. Nadie imaginaba cuando las campanadas dieron la bienvenida a 2020 que el f¨²tbol, con su inherente belleza social, prescindir¨ªa de su gente, del aficionado, del runr¨²n en las gradas en las pol¨¦micas, el grito de gol o el sinf¨ªn de an¨¦cdotas que siempre caza la c¨¢mara de El D¨ªa Despu¨¦s.
Los partidos de f¨²tbol, en ocasiones, se han convertido en un g¨¦lido cruce entre 22 protagonistas. En ellos ha imperado el silencio, han bajado las revoluciones... En algunos pa¨ªses o categor¨ªas, s¨ª se ha permitido que los aficionados entren a los estadios, aunque con distancia de seguridad y bajos porcentajes de afluencia. Aun as¨ª, son minor¨ªa. Es m¨¢s, a excepci¨®n de la Champions y la Europa League, las grandes ligas europeas no se han atrevido a dar el paso. Ahora, con la segunda ola presente en el viejo continente, ni siquiera se plantea o, al menos, no en grandes proporciones. Eso, por supuesto, m¨¢s all¨¢ de la cara popular del deporte rey, ha tenido un considerable impacto sobre el c¨¦sped. Sin una afici¨®n alentando, el factor campo ya no es lo que era. Si bien en t¨¦rminos t¨¢cticos, no hay influencia alguna en lo que sucede en el terreno de juego, hay otros muchos condicionantes a valorar: recibimiento, presi¨®n, carisma del futbolista, temperamentos, decisiones arbitrales... MBD Analytics ha hecho un estudio sobre c¨®mo ha influido, en t¨¦rminos resultadistas, la falta de p¨²blico, tomando como referencia los datos de las cinco ¨²ltimas temporadas. Tambi¨¦n mide el n¨²mero total de disparos, de goles, incluso de faltas...
Es un secreto a voces que la ausencia de p¨²blico en los estadios favorece al visitante y perjudica al local. O, dicho de otra manera, iguala las fuerzas. De todos modos, el factor campo es mucho m¨¢s que el hecho de que haya p¨²blico alentando en las gradas. Tambi¨¦n cabe considerar el viaje, las condiciones del terreno de juego, las concentraciones a las que tienen que hacer frente los futbolistas o el clima de la ciudad en cuesti¨®n o, en pa¨ªses extranjeros, la altitud. Por ello, aunque la afici¨®n no ocupe su asiento, los locales siguen partiendo con una ligera ventaja con respecto a los visitantes y las estad¨ªsticas, salvo en casos muy concretos, as¨ª lo avalan.
Seg¨²n el estudio de MBD Analytics, la ausencia de p¨²blico ha disparado las victorias visitantes, aunque tan solo en un 6,1%. Antes, los que jugaban en casa ganaban un 45,7% de los partidos. Desde que la pandemia cambi¨® las variables del juego, solo lo hacen en un 40,6% de las ocasiones. Es llamativo, especialmente, el escaso cambio en los empates. Cuando hab¨ªa afici¨®n en los estadios, se empataban el 24,3% de los duelos. Desde marzo, el 23,3%. As¨ª pues, la estad¨ªstica que verdaderamente ha presentado una evoluci¨®n notable es la de los triunfos fuera del feudo habitual.
Pese a que nivel resultados los locales sigan teniendo ese peque?o plus, lo cierto es que los partidos se han igualado. Tambi¨¦n impera la sensaci¨®n de que siempre puede puede resolverse para cualquiera de los dos equipos, como se estudiar¨¢ posteriormente. Las estad¨ªsticas no dejan dudas. Previo a la pandemia, los locales remataban un total de 13,7 veces en los partidos, siendo cinco de esos disparos entre los tres palos. Ahora, solo lo hacen en 11,7 ocasiones, 4,8 a puerta. Casi dos intentos menos por duelo dejan una clara conclusi¨®n: antes, el calor de la gente llevaba a los locales a echarse arriba, a volcarse en ataque, aunque el acierto no les acompa?ase. Sin tal apoyo, viven los 90 minutos de una forma m¨¢s fr¨ªa, dominando, pero sin herir de muerte al rival. Aunque, parad¨®jicamente, la incidencia ofensiva del for¨¢neo no marca un cambio dr¨¢stico: pasa de 11 tiros (4 a puerta) a 10,8 (4,3 entre los tres palos). En goles, los partidos pasan de quedar 1,6-1,2 a 1,5-1,4. En definitiva, fuerzas m¨¢s parejas.
El arbitraje es otra variable a considerar. Los colegiados, en ocasiones, sienten la presi¨®n del p¨²blico y eso les lleva a tomar determinadas decisiones. Es m¨¢s, centenares de circunstancias que antes eran habituales ya no se dan: por ejemplo, amonestar a un local nada m¨¢s arrancar el partido garantizaba una sonora pitada y el inevitable calentamiento de la grada. Ahora, simplemente enfada a los protagonistas. Las estad¨ªsticas, si bien no marcan una transformaci¨®n revolucionaria, s¨ª avalan el planteamiento. Ahora, los locales hacen 0,2 faltas m¨¢s por partido que su rival, cuando antes recib¨ªan 0,4 m¨¢s. Adem¨¢s, ven m¨¢s cartulinas amarillas que su adversario (2,1 frente a 1,9), mientras en las pasadas cuatro temporadas ten¨ªan ese factor a su favor (2 frente a 2.2). Los que juegan en casa siguen sufriendo exactamente las mismas expulsiones: 0,08. Sin embargo, el jaleo del respetable que a veces inclinaba a los colegiados a sacar segundas amarillas ahora ya no existe. Por ello, sus 0,11 rojas de promedio pasan a ser menos: 0,09.
En competiciones europeas, las burbujas que propuso UEFA para garantizar la viabilidad de los torneos cambiaron el formato, para hacerlo a partido ¨²nico y en sede neutral. As¨ª pues, no se pudo observar el impacto de la pandemia sobre el c¨¦sped. Aunque, eso s¨ª, dio tiempo a que se notara en encuentros como el Valencia-Atalanta, en el que salieron victoriosos los italianos por tres goles a cuatro. Por ello, MBD Analytics ha desglosado los principales factores sujetos a cambio en las cuatro principales ligas europeas: LaLiga Santander, la Premier League, la Serie A y la Bundesliga. En el caso de Espa?a, muy pocos equipos han conseguido sumar m¨¢s puntos en casa ahora que los que a?ad¨ªan antes a su casillero. Algunos de ellos son el Real Madrid, el Villarreal, el Sevilla, el Atl¨¦tico de Madrid o el Elche. No obstante, en algunos casos se puede deber al estado de forma y no tanto al poder que puede tener el factor campo sobre sus piernas. Otros, por el contrario, lo han notado en exceso como es el caso del Barcelona.
En t¨¦rminos generales, LaLiga s¨ª que ha sufrido considerablemente los efectos de la pandemia. Ha pasado de ser la que m¨¢s triunfos locales deja de todas las grandes ligas europeas, con un 46,9%, a bajar del 40% (39,9). Los empates, a pesar de todo, se mantienen en una l¨ªnea similar: de un 25,3% de los partidos a un 27% en pandemia. Tal y como suced¨ªa en el balance general, el principal movimiento porcentual son los triunfos visitantes. Antes, solo supon¨ªan el 27,8% de los partidos. Ahora, ya son el 33,1%. Casa es menos casa bajo nuestras fronteras. Los anfitriones disparaban 13,5 veces por partido (4,8 a puerta) y ahora solo lo hacen en 11,2 en ocasiones por duelo (3,9 entre los tres palos). Pese a que los visitantes tambi¨¦n han reducido m¨ªnimamente sus oportunidades de gol, la flaqueza de sus contrincantes les ha dado m¨¢s posibilidades en los partidos. Espa?a lleva a?os con una importante crisis de cara a puerta y el coronavirus no ha hecho m¨¢s que agravar una situaci¨®n que ya era insostenible. Con p¨²blico, al menos se marcaban 2,8 goles por partido, una cifra aceptable pero que iba en ca¨ªda libre. Ahora, el balance es muy pobre: 2,3. A este ritmo, de hecho, el campeonato acabar¨ªa con 874 tantos, muy lejos de los 1.000. Otro baremo rese?able es el de las cartulinas. Todo se mantiene estable, excepto las amarillas visitantes, que pasan de 2,7 a 2,1 de promedio.
El Real Madrid apenas ha sufrido deportivamente los cambios futbol¨ªsticos de la COVID-19. Nadie imaginaba que Zinedine Zidane dirigir¨ªa a los suyos en el Alfredo Di St¨¦fano, en lugar del Santiago Bernab¨¦u. As¨ª ser¨¢, por ahora, para avanzar m¨¢s r¨¢pido en la obra que lo convertir¨¢ en uno de los estadios m¨¢s modernos del planeta. Pese a privarnos de la magn¨¢nima imagen del templo blanco en silencio y completamente vac¨ªo, el equipo cerr¨® la temporada con pleno de victorias locales. Solo fall¨® ante el City en Manchester y frente al Legan¨¦s, con la Liga ya ganada y su rival jug¨¢ndose el todo por el todo. Tampoco comenz¨® mal en la presente campa?a, con victoria ante el Valladolid por la m¨ªnima en casa y solo un empate fuera ante la exigente Real Sociedad. Pero lleg¨® la crisis, con doble hecatombe en Valdebebas: 0-1 ante el C¨¢diz y 2-3 con el Shakhtar de hu¨¦sped. Se arregl¨® con triunfos ante el Huesca y el Inter. Aunque, lejos de su territorio, siguen los problemas. El Monchengladbach y el Valencia as¨ª lo evidenciaron. Ahora, otras dos pruebas de fuego en Villarreal y en el Giuseppe Meazza.
Posiblemente, la mayor debacle de la pandemia en Espa?a la ha protagonizado el Barcelona. Lleg¨® al par¨®n forzado como l¨ªder de LaLiga y perdi¨® el campeonato en la reanudaci¨®n. Aunque en casa solo fall¨® en el comprensible empate frente al Atl¨¦tico y en un baj¨®n an¨ªmico en la pen¨²ltima jornada ante Osasuna (1-2). Fuera tampoco pudo ni con Sevilla ni con Celta, a lo que hay que a?adir la catastr¨®fica goleada en campo neutral del Bayern (2-8). En la 2020-21, tampoco se ha dado un paso al frente. Si bien Koeman trata de imponer su estilo poco a poco, lo cierto es que los resultados no llegan. En casa, el Bar?a ya ha flaqueado ante Sevilla (1-1) y Real Madrid (1-3) y cerca estuvo de pagar cara su relajaci¨®n con el Dynamo de Kiev como rival (2-1). Aunque su mayor problema es lejos del Camp Nou. Aun sin p¨²blico, los blaugranas no han podido marcar el ritmo ni ante Getafe (1-0) ni con el Alav¨¦s (1-1). En la 2019-20, firmaron antes del par¨®n casi un pleno de triunfos en Liga en casa excepto por un empate. En cuatro jornadas de local, en la actual Liga ya lamentan unas tablas y una derrota. Contraste significativo.
El Atl¨¦tico de Madrid, por el contrario, no ve alterados sus resultados habituales. Su afici¨®n es una de las m¨¢s constantes en la animaci¨®n no solo del campeonato, sino de todo el continente. Pese a ello, Simeone ha dado a los suyos un car¨¢cter ganador que se mantiene constante en su larga etapa en la capital. Tras el par¨®n, no perdi¨® ni un solo partido liguero. En casa, empat¨®, sin jugarse nada, con la Real Sociedad en la ¨²ltima jornada. En la nueva campa?a, gan¨® siempre salvo ante el Villarreal, una de las revelaciones del arranque. Eso s¨ª, la vida no cambia para los colchoneros, con o sin p¨²blico de por medio. Fuera de casa siguen dando una de cal y otra de arena. El empate ante Huesca o Lokomotiv de Mosc¨² son buenas se?ales. La derrota frente al Bayern en el Allianz, m¨¢s comprensible por el enorme potencial del actual campe¨®n de Europa. Qui¨¦n sabe si la afici¨®n tiene o no que ver, pero lo cierto es que el Atleti ha dado un paso al frente en f¨²tbol ofensivo. Antes, era poco habitual verle marcar tres tantos. Ya lo ha logrado estos meses frente a Granada (6-1), Salzburgo (3-2), Osasuna (1-3) o C¨¢diz (4-0).
En la Premier tambi¨¦n han aumentado considerablemente las victorias visitantes sin p¨²blico en las gradas y, sobre todo, ha presentado una competici¨®n atractiva, m¨¢s todav¨ªa de lo que ya era a?os atr¨¢s. Quiz¨¢s tras el contundente triunfo del Liverpool la pasada campa?a, se necesitaba de nuevo una batalla sin cuartel entre todos los clubes. La pandemia as¨ª lo ha facilitado. Los locales han pasado de ganar el 45,7% de sus partidos a hacerlo un 43,5%. Los visitantes han ganado alas. De sacar tres puntos en el 30,3% de sus viajes a conseguirlo en un 36,2% de las ocasiones. M¨¢s all¨¢ de eso, es la oportunidad de clubes no favoritos a priori de sacar mucho r¨¦dito fuera de su feudo para escalar en la tabla. Mismamente, el Leicester es el mejor fuera del King Power Stadium y tambi¨¦n el l¨ªder de la competici¨®n. El Aston Villa o el Southampton tambi¨¦n firman n¨²meros notables en esta condici¨®n. El Manchester City o el Liverpool no presentan registros tan an¨®malos. El problema es que el resto s¨ª ha mejorado. Eso, de hecho, le cuesta un disgusto al equipo de Guardiola en el Etihad, con cuatro puntos de nueve posibles, o al United, con uno de 12, un marcador paup¨¦rrimo.
Todo lo que implica el virus ha provocado un giro de tuerca en el f¨²tbol ingl¨¦s. Los locales, antes, disparaban 14 veces, 4,7 de ellas a puerta, por partido. La ausencia de p¨²blico ha generado que ahora solo lo hagan ?en 11,8 ocasiones! Los visitantes s¨ª mejoran algo sus estad¨ªsticas de peligro y marcan 0,2 goles m¨¢s por duelo. Pese a que no hay un contraste significativo, la Premier sigue creciendo en lo que a tantos respecta: de 2,7 a 3 por cita. El cambio de clima no solo afecta a los ¨¢rbitros espa?oles. Los colegiados brit¨¢nicos pitan m¨¢s faltas a los locales y sacan menos cartulinas amarillas a los visitantes que cuando los estadios vibraban con el deporte rey. Ahora, con el campeonato estudiando v¨ªas de volver a llenar los campos, siempre con aforo limitado y manteniendo las condiciones de seguridad, se pone en jaque esta evoluci¨®n, que ha favorecido al espect¨¢culo y a la competitividad m¨¢xima entre todos los protagonistas.
La Serie A ha enloquecido. Ya qued¨® a?ejo aquello del catenaccio y el f¨²tbol defensivo. Cada partido es una inc¨®gnita y los goles se suceden, uno tras otro. El Mil¨¢n ha renacido y es l¨ªder; le sigue el sorprendente Sassuolo; N¨¢poles y Roma completan puestos de Champions... Juventus, Atalanta e Inter, seguramente los m¨¢ximos candidatos antes del inicio, ocupan quinta, sexta y s¨¦ptima posici¨®n respectivamente. Qui¨¦n sabe si se debe a las gradas vac¨ªas o a la evoluci¨®n de la competici¨®n. No obstante, MBD Analytics presenta interesante estad¨ªsticas que marcan c¨®mo la circunstancia ha transformado el devenir de los partidos. Por ejemplo, la X es una casilla cada vez menos habitual en la quiniela italiana. Con aficionados, se empataban el 23,9% de los encuentros. Sin ellos, solo un 20,3%.
Pero hay m¨¢s. Los locales, por el calor del respetable, disparaban m¨¢s de 13 veces en su casa. Ahora, solo lo hacen 10,9. Curiosamente, los visitantes tambi¨¦n han bajado su rendimiento: de 10,8 disparos a 9,9. Y s¨ª, es rese?able porque el porcentaje de tiros a puerta s¨ª que ha presentado una gran evoluci¨®n y positiva para el espect¨¢culo ofensivo de la competici¨®n. 13,2 disparos dejaban 5,3 a puerta; 10,9 ocasiones implican ?6,1! En otras palabras, tienen dos ocasiones menos, pero son m¨¢s claras de cara a gol. Igual con los visitantes, que pasan de chutar 4,3 veces entre los tres palos a hacerlo 5,3. Por supuesto, la calidad de las oportunidades se transforma en goles: antes el marcador promedio era 1,5-1,2. Ahora, es 1,9-1,5. N¨²meros a un lado, la conclusi¨®n es que en Italia se marcan m¨¢s goles porque las ocasiones son m¨¢s claras, pese a que sean menos que las que se ve¨ªan antes de la pandemia. En lo que respecta al arbitraje, se sacan menos amonestaciones al viajero.
Hasta llegar a estas l¨ªneas lo cierto es que si bien se presenta una evoluci¨®n en todas las competiciones presentadas y en t¨¦rminos generales, no hay una estad¨ªstica rompedora que presente evidencias de una transformaci¨®n profunda. Hasta el caso de Alemania. Habr¨ªa que tirar de hemeroteca para llegar a una competici¨®n en la que los visitantes sacaran bastantes m¨¢s puntos que los locales, durante un largo per¨ªodo de tiempo. Y, desde luego, no existen referencias de un torneo que haya cambiado tanto sus reglas marcadas en el ¨²ltimo lustro como lo ha hecho la Bundesliga. La quiniela en tierras alemanas es toda una inc¨®gnita y, si en Espa?a cuesta dar el paso para lanzarse a por el '2', all¨ª es casi lo m¨¢s recomendable.
Antes de la pandemia, el campeonato alem¨¢n presentaba estad¨ªsticas bien corrientes. Los locales ganaban el 45,5% de los partidos; los visitantes se llevaban la victoria en un 30,2%; y cerca del 25% de los encuentros finalizaban con tablas. Pero en aquel registro hab¨ªa una variable que era m¨¢s decisiva de lo que de primeras pudiera parecer: la gente. Desde que no hay aficionados en los estadios, en Alemania el equipo que no juega en su feudo es el gran favorito. Consigue el 42,2% de los triunfos. Rese?able el baj¨®n de los locales, que bajan su eficacia en un ?13%!: pasan de un 45,5% de ¨¦xito a solo un 32,3. Los empates apenas se ven alterados. Es decir, desde que no llega griter¨ªo desde la grada, los locales han pegado el mayor baj¨®n del continente, mientras que sus rivales se han crecido exponencialmente.
Adem¨¢s, es incluso parad¨®jico. En lo que respecta a los disparos, Alemania apenas ve transformaci¨®n en los partidos. Los locales tiran un poco menos (de 14.1 a 13.4), pero no es un cambio significativo. Los visitantes, pese a sus brillantes resultados, se mantienen en la misma l¨ªnea de antes de marzo. Las estad¨ªsticas hablan de partidos muy parecidos a los tiempos prepandemia, pero con resultados diametralmente opuestos. Tampoco cambi¨® mucho la tabla para los ¨¢rbitros. Pitan una falta menos de media a los for¨¢neos y sacan 0.4 cartulinas amarillas m¨¢s a sus adversarios. Eso s¨ª, todo lo expuesto anteriormente no cambia la ley universal que rige el deporte rey en el pa¨ªs: el Bayern de M¨²nich sigue dominando a su antojo.