El decisivo Espa?a-Alemania del pr¨®ximo martes en Sevilla nos acerca a un f¨²tbol, el germano, siempre temido y ponderado y que vuelve a marcar tendencia en Europa. Preferentemente, ahora, m¨¢s por el potencial de sus clubes que por el de la selecci¨®n. Atraviesa la Mannschaft por un periodo de transici¨®n e indefinici¨®n que se refleja en sus resultados. Por el contrario, la conquista de la Champions y las formas c¨®mo lo consigui¨® han vuelto a entronizar al Bayern M¨²nich, bien secundado por el buen rendimiento de equipos como el Leipzig o el Borussia M?nchengladbach, cada vez m¨¢s competitivos.

Vuelve el juego f¨ªsico y veloz. Las transiciones r¨¢pidas. La sensaci¨®n de superioridad manifiesta. La selecci¨®n se encuentra en una fase de duda. Le sali¨® a la perfecci¨®n su apuesta por copiar el modelo organizativo del f¨²tbol espa?ol y hacer propio el estilo de juego de La Roja. Fue tan bueno el calco que gan¨® el Mundial 2014 en Brasil solo cuatro a?os despu¨¦s de que Espa?a venciera en Sud¨¢frica.

Joaquim L?w se encuentra en una disyuntiva. No tiene futbolistas para continuar jugando al toque y al juego de posesi¨®n, pero tampoco quiere renunciar a las ideas que tan buen resultaron le dieron: ser protagonista y llevar la iniciativa del los partidos. Intenta una mixtura. Apuesta por jugadores j¨®venes que se han hecho un hueco en sus respectivos equipos. Algunos han dado el salto a la Premier como es el caso de Havertz y Werner.

Aunque no haya sido el mercado donde hist¨®ricamente los clubes espa?oles m¨¢s fueran a comprar jugadores a lo largo de la historia, -el marco era muy caro en comparaci¨®n a la peseta- la Liga espa?ola puede presumir de haber tenido en sus clubes a futbolistas teutones de una calidad contrastada. Los elegidos, sin haber costado unas fortunas, ofrecieron un buen rendimiento e hicieron carrera.

Ah¨ª est¨¢n los casos en la d¨¦cada de los 70. Los Netzer, Stielike, Breitner, Bonhof. Posteriormente los Schuster, Illgner, Metzelder, Khedira, ?zil¡­ Y en la actualidad Ter Stegen y Kroos mantienen con creces la exigencia del siempre valorado f¨²tbol germano. Tradicionalmente ha sido el Real Madrid el club que m¨¢s ha mirado hacia Alemania: Netzer, Stielike, Breitner, Illgner, Metzelder, Khedira, ?zil, Kroos¡­ y Schuster, tras pasar por el Barcelona, jugaron en el Bernab¨¦u.

Si hay que se?alar un alem¨¢n por excelencia en el f¨²tbol espa?ol ¨¦ste no es otro que Bernd Schuster (Augsburgo, Alemania, 60 a?os). El ¨²nico que ha jugado en los tres grandes de siempre: Barcelona, Real Madrid y Atl¨¦tico. Ocho a?os de azulgrana (1980-88), dos de blanco (1988-90) y tres de rojiblanco (1990-93) para un total de 13 temporadas en las que dej¨® huella de su infinita calidad individual, respaldada en los primeros a?os por una exuberante condici¨®n f¨ªsica y t¨¦cnica y en las ¨²ltimas temporadas por su facilidad para acoplarse a sus ¡®otras¡¯ condiciones futbol¨ªsticas, hasta para jugar de l¨ªbero en una defensa de tres. Eso s¨ª, el bal¨®n nunca dej¨® de correrle con tanta precisi¨®n como intuici¨®n.

Bernardo toma la palabra. ¡°En el f¨²tbol espa?ol los alemanes hemos demostrado que somos fiables, seguros, profesionales, hombres de nuestra casa y de poca noche¡­ As¨ª somos. Yo soy el primer sorprendido de haber estado 13 temporadas en LaLiga. No me lo esperaba. No soy de los de estar mucho tiempo en un sitio, me aburro r¨¢pido, pero esta vez supe aguantar. Posiblemente la raz¨®n fuera que cambi¨¦ de club y estuve en tres grandes equipos. Yo no era de esos jugadores de un equipo para toda la vida. Al ir de uno a otro ten¨ªa m¨¢s motivaciones. Puede que sea el ¨²nico que ha jugado en el Barcelona, el Real Madrid y el Atl¨¦tico, un orgullo tambi¨¦n¡±.

Como ¨¦l mismo dice, ya no sabe bien si es alem¨¢n o espa?ol. ¡°All¨ª me dicen que soy espa?ol y aqu¨ª me siguen llamando ¡®el alem¨¢n¡¯. Me march¨¦ muy joven con 20 a?os y luego solo he vuelto de forma espor¨¢dica. Dos a?os en el Bayer Leverkusen (1993-95) como jugador y luego como t¨¦cnico en el Fortuna y en el Colonia antes de fichar por el Jerez de entrenador. Desde entonces no me llaman para trabajar. Muchos d¨ªas me pregunto ?por qu¨¦? pero no me voy a pegar cabezazos contra la pared. Aqu¨ª tengo mi casa, mi familia, todo¡­ pero me hubiera gustado entrenar m¨¢s en la Bundesliga.¡±

Desde Madrid, mantiene su relaci¨®n con el f¨²tbol alem¨¢n. Ve la Bundesliga habitualmente y habla con los contactos que le quedan en su pa¨ªs de nacimiento. Siempre ha defendido que la mezcla del f¨²tbol espa?ol y el alem¨¢n ser¨ªa letal por las cualidades de los futbolistas de los dos pa¨ªses.

¡°Esa fue la raz¨®n por la que hubo un momento que Joachim L?w vino a Espa?a para aprender cosas. El f¨²tbol espa?ol tiene una gran variedad t¨¢ctica. Cuando digo que me gustar¨ªa trabajar en el f¨²tbol alem¨¢n es porque pienso que despu¨¦s de tantos a?os podr¨ªa exportar esa riqueza de estilos que existe aqu¨ª y he acumulado en los muchos a?os que llevo en Espa?a. Si he entrenado al Real Madrid, creo que podr¨ªa entrenar all¨ª. Los alemanes, a veces, somos m¨¢s r¨ªgidos en ese sentido. Por supuesto que el f¨²tbol alem¨¢n est¨¢ cambiando y aprendiendo mucho, pero no tiene todav¨ªa las variantes que tenemos aqu¨ª. La mezcla entre un f¨²tbol y otro ser¨ªa perfecta.¡±

Reconoce que Alemania gan¨® el Mundial 2014 jugando a la espa?ola. ¡°Nos encontramos buenos ¡®jugones¡¯ del centro del campo hacia delante: Schweinsteiger, Kroos, ?zil, G?tze¡­ Lahm se incorporaba al medio. Pasamos a la l¨ªnea de cuatro atr¨¢s. Eso antes era impensable. Ahora se mezcla con la defensa de tres y no pasa nada. Nunca he estado de acuerdo en que hist¨®ricamente el f¨²tbol alem¨¢n solo haya sido f¨ªsico. Hemos tenido tambi¨¦n buenos jugadores, sobre todo organizadores: Beckenbauer, Netzer, Overath, Magath¡­ luego Matth?us. Jugones de verdad, de primera l¨ªnea. Lo que pasa es que corr¨ªamos tanto, salt¨¢bamos tanto, luch¨¢bamos tanto que parec¨ªa que no jug¨¢bamos al f¨²tbol...¡±

De la nueva selecci¨®n, la que el martes se enfrentar¨¢ a Espa?a, tiene sus dudas. ¡°Es un equipo en formaci¨®n. L?w prueba con muchos jugadores. Hay lesiones. Ya no est¨¢n los veteranos Hummels, M¨¹ller, Boateng, que no jugaron ya contra Espa?a hace un par de meses. Faltar¨¢ Kimmich, un jugador importante, diferente, donde juegue, como demuestra en el Bayern. Posiblemente el mejor jugador alem¨¢n del momento.¡±

Y tampoco estar¨¢ el futbolista joven que m¨¢s le entra por los ojos a Schuster. Tiene COVID. ¡°Hubiera sido un jugador en el que fijarse, Havertz. Ha dado un paso importante del Bayer Leverkusen al Chelsea. Es un chico muy interesante para verle en un nivel m¨¢s alto. Es vers¨¢til, tiene muchas cosas, buena estampa y tiene gol. Muy verde pero interesante. Para m¨ª es un media punta. No s¨¦ c¨®mo se acoplar¨¢ con Werner, que es un nueve de verdad, que se mueve por toda la l¨ªnea de la defensa contraria, y busca bien las espaldas. A los chavales nuevos los conozco menos, est¨¢n entrando. Hay que verlos. L?w hace bien, estos son los partidos en los que puedes hacer esto, pero cuidado en este caso porque est¨¢s jugando contra Espa?a. Y si te mete un puro a un equipo as¨ª, tampoco te conviene. Espa?a tambi¨¦n tiene chicos nuevos. Todos lo hacen as¨ª. Esta clase de partidos valen m¨¢s para ver jugadores en un lado y en el otro, m¨¢s que el encuentro en s¨ª y el resultado¡±.

Gane quien gane, Bernardo, podr¨¢ cantar victoria mientras espera la llegada de una oferta para volver a entrenar. Echa de menos el banquillo y est¨¢ dispuesto a salir de Espa?a si es menester. Como ¨¦l dice del ¡°f¨²tbol no se va nadie¡±. Y ¨¦l, menos. Se lo ha ganado.

La estad¨ªstica hist¨®rica se?ala que las selecciones de Espa?a y Alemania se han enfrentado en 24 ocasiones y confirma que existe un antes y un despu¨¦s del gol de cabeza de Antonio Maceda en la Eurocopa de Francia 84. Hasta entonces el balance sonre¨ªa a los germanos: seis victorias, tres empates y tres derrotas. Desde entonces, r¨ªe La Roja: cuatro triunfos, tres de ellos trascendentes, cinco empates y tres derrotas.

En el Mundial de Italia 90 se hizo famosa una frase del delantero ingl¨¦s Gary Lineker tras sufrir en sus carnes la eliminaci¨®n en las semifinales a pies de los alemanes. ¡°El f¨²tbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan 11 contra 11 y siempre gana Alemania¡±. Sin embargo, para llevar la contraria al ahora comentarista de televisi¨®n, por lo que respecta a Espa?a en sus duelos con Alemania, el viento cambi¨® de rumbo aquella noche c¨¢lida del 20 de junio en el Parque de los Pr¨ªncipes de Par¨ªs.

Se disputaba el tercer partido de la fase de grupos. Alemania se clasificaba para las semifinales con el empate y a Espa?a le pod¨ªa valer dependiendo del resultado del otro partido entre Portugal y Ruman¨ªa. Los dos equipos navegaban en la especulaci¨®n. Marc¨® Portugal en Nantes, minuto 81. A Espa?a ya no le val¨ªa el 0-0. Desde el banquillo espa?ol intentaban explic¨¢rselo a sus jugadores con toda clase de gestos.

As¨ª lo contaba para AS hace unos meses el autor del tanto. Antonio Maceda. ¡°Est¨¢bamos pendientes del otro partido y no par¨¢bamos de mirar al banquillo. ?Qu¨¦ hago? ?Qu¨¦ hago? Me dec¨ªan que me quedara, que no subiera arriba. Y, de repente, cuando quedaban cinco o seis minutos nos dicen ¡®al ataque, al ataque¡¯. Entonces llega la falta. Yo no sab¨ªa si ir o no ir. Le digo a Gallego que no saque, que voy a subir. Casi no llego. De hecho llego tarde y por eso remat¨® desde donde remato, muy atr¨¢s. Por suerte lo hicimos bien porque llegu¨¦ en el momento adecuado para cabecear el pase de Se?or¡±.

Significaba el pase a semifinales. Luego Espa?a derrot¨® a Dinamarca en los penaltis de Lyon y de vuelta a Par¨ªs perdi¨® la final contra el anfitri¨®n, Francia.

De Par¨ªs a Viena. En la Eurocopa del 88, Espa?a y Alemania, como organizador, se volvieron a enfrentar en el partido decisivo de la fase de grupos. Los germanos se impusieron (2-0) y los de Mu?oz quedaron eliminados. Nueva cita en el Mundial de Estados Unidos y tambi¨¦n en la fase de grupos con empate (1-1) y un gol de Goikoetxea que nunca se sabr¨¢ si el navarro centr¨® o remat¨®, pero el bal¨®n se col¨® por la escuadra de Illgner. El siguiente compromiso oficial fue en la Eurocopa 2008. Nada menos que en la final. Viena. El Prater. 29 de junio.

En la retina de Fernando Torres un precedente. Un gol suyo, muy parecido en la ejecuci¨®n y con Lehmann en la porter¨ªa alemana, le hab¨ªa dado a Espa?a el triunfo en la final del Europeo Sub-19 disputado en Noruega en 2002. Entonces el pase fue de Iniesta. En esta ocasi¨®n de Xavi. Los dos al hueco, los dos con galopada de Fernando ganando en carrera al defensor germano.

En su momento, describi¨® el tanto desde la perspectiva del protagonista. ¡°Era el d¨ªa que llevaba mucho tiempo esperando. Ese gol fue un poco marca de la casa. Tengo que confesar que cre¨ªa que el bal¨®n no entraba, que sal¨ªa fuera por el efecto que llevaba, por la ¡®rosca¡¯ que met¨ª la vi fuera. Por suerte entr¨®. Estaba tan mojado el campo que el bal¨®n patin¨® y no gir¨®. Un gol inolvidable. Fue un poco un gol made in Spain. Todo surgi¨® de un robo, en vez de despejarla, la sacamos jugando y Xavi me dio un sensacional pase al espacio libre. Corr¨ª, llegu¨¦ y la toqu¨¦ lo justito para que Lehmann no pudiera desviarla. Me llev¨¦ la alegr¨ªa de mi vida¡±.

De Viena a Durban. Esta vez tuvo que pasar mucho menos tiempo. Dos a?os. De una final a una semifinal. Entre medias no hab¨ªa existido ning¨²n otro enfrentamiento. Alemania clamaba revancha. Espa?a, ya con Del Bosque en el banquillo, confirmaci¨®n al triunfo de la Eurocopa. Otro gol solitario. Casi tan trascendente como el de Torres. No daba el t¨ªtulo, pero s¨ª la opci¨®n a ganarlo en la final. Nunca se hab¨ªa contado el gol con tanta exactitud y detalle como Puyol lo hizo en AS cuando se cumplieron los diez a?os del t¨ªtulo de Johannesburgo.

¡°Ensayamos la acci¨®n del c¨®rner el d¨ªa anterior cuando est¨¢bamos preparando el partido. Vi como Alemania defend¨ªa esas jugadas y sab¨ªa que les pod¨ªamos hacer da?o si hac¨ªamos la pantalla con dos jugadores y Xavi la pon¨ªa como sab¨ªa ponerlas. Lo propuse en la charla. El m¨ªster nos dijo que ok y la hicimos. La jugada no la ten¨ªa que rematar yo, sino Sergio Ramos, que va muy bien de cabeza, y los que ten¨ªamos que hacer la pantalla ¨¦ramos Gerard (Piqu¨¦) y yo. Al final de la primera parte le dije a Xavi que por qu¨¦ est¨¢bamos tirando todos los c¨®rners en corto. Vamos a ponerlos arriba y ver¨¦is como va a funcionar. Le dije t¨² ponla que entro en carrera y o marco gol o un alem¨¢n entra dentro de la porter¨ªa. No te preocupes que algo pasar¨¢. Por suerte hicimos el gol. Yo estaba enfadado y entonces les dije que entrar¨ªa yo. Cambiamos las posiciones. Quien de verdad cre¨ªa en esa jugada era yo. El caso es que cre¨ªamos que esa era la f¨®rmula de hacer gol¡±.

Y lo fue. Iniesta, en la final, se encarg¨® del resto.