Corren tiempos peculiares para los porteros. La nueva regla del saque de puerta puesta en vigor la temporada pasada ha modificado h¨¢bitos y propicia situaciones como la protagonizada por Piqu¨¦ y Neto la pasada semana en Vitoria. No ser¨¢ la ¨²ltima. Dos voces autorizadas para analizar el nuevo rol de los guardametas reconvertidos en m¨¢s jugadores de campo que nunca son Miguel y Pepe Reina. Dos generaciones, dos ¨¦pocas, casi 40 a?os entre los dos entre los tres palos y un denominador com¨²n: el dominio del juego con los pies. Cada uno en su momento. Y a su manera.
El padre responde desde su C¨®rdoba del alma; el hijo, desde Roma, la ¨²ltima casa de su viajera carrera profesional. Su relaci¨®n telef¨®nica es casi diaria. Sus trayectorias profesionales, separadas en el tiempo, tienen puntos en com¨²n. Miguel debut¨® en el C¨®rdoba en Primera con 18 a?os. Dos temporadas (1964-66) para ser fichado despu¨¦s por el Barcelona (1965-73) y acabar en el Atl¨¦tico (1973-80) con 33 a?os. Pepe tambi¨¦n se estren¨® en la Divisi¨®n de Honor con 18 a?os, exactamente el 2 de diciembre de 2000. El Barcelona jugaba contra el Celta y entr¨® por Dutruel, lesionado. Est¨¢ a punto de cumplir los 20 a?os en la ¨¦lite.
¡°?Y se me han pasado volando. La madre que me pari¨®! Bien est¨¢n y si miro atr¨¢s 20 a?os a ese nivel es para estar orgulloso. ?Que sean un par o tres m¨¢s! Tengo dos a?os firmados con el Lazio, con opci¨®n a un tercero. Si entramos en Europa la temporada pr¨®xima se ejecuta un tercero autom¨¢ticamente. Intentaremos hacer ese tercero¡ y despu¨¦s un cuarto. ?Hasta que el cuerpo aguante! La ventaja es que me gusta mucho lo que hago. En el momento en el que no vaya con una sonrisa a hacer lo que he estado haciendo hasta ahora, ser¨¢ la hora de bajarse del carro. Hasta aqu¨ª...¡±.
¡°Luis me hac¨ªa trabajar los saques de puerta. Yo ten¨ªa potencia y la pon¨ªa bien en largo¡±
Miguel
Miguel recuerda sus andanzas con el bal¨®n en los pies. ¡°Aunque me pasara lo del gol con Violeta jugando con la Selecci¨®n en aquel saque de puerta en el que no nos entendimos, yo, para aquella ¨¦poca, me manejaba bien con los pies. Aquella jugada la hac¨ªa mucho para ganar tiempo. Sacar r¨¢pido. Entrenaba bastante los saques desde mi ¨¢rea, tanto con el bal¨®n en tierra como cuando sacaba de volea. Entonces, claro, si me la daba un compa?ero la pod¨ªa coger con la mano y luego elegir el saque. Ten¨ªa potencia y no dirig¨ªa mal los balones. La pegaba muy larga. Siempre que pod¨ªa, jugaba de delantero en los partidillos y me met¨ªa en los rondos. Luis Aragon¨¦s me hac¨ªa trabajarlo en los entrenamientos. Nos ven¨ªa bien un saque preciso y bien puesto para nuestros contraataques. Pero claro, nada que ver con Pepe, que desde chaval comenz¨® a jugar con los pies. ?l es un privilegiado en ese sentido¡±.
¡°Con la llegada de Van Gaal tuve que aprender a dominar esa faceta deprisa y corriendo¡±
Pepe
El mencionado recuerda con nitidez esos comienzos en las categor¨ªas inferiores del Bar?a. ¡°Tuve la suerte de que cuando lleg¨® Van Gaal al Barcelona se trajo de preparador de porteros a Hoek, que ven¨ªa de la escuela holandesa. Posiblemente, la que antes se adapt¨® al cambio de regla de las cesiones al portero y que estos dominaran esa faceta del juego. Yo estaba en el juvenil, 14 o 15 a?os. Tuvimos que aprender sobre la marcha a jugar con los pies. Esa ha sido mi gran ventaja: trabajar espec¨ªficamente desde ni?o lo que otros porteros han hecho bastante despu¨¦s¡±.
Por supuesto que aquellos inicios no tienen nada que ver con el presente. ¡°Ahora se ha modernizado todo. Antes, si ten¨ªamos suerte de tenerlos, porque no todos los equipos los ten¨ªan, trabaj¨¢bamos con los entrenadores de porteros. Era un trabajo m¨¢s espec¨ªfico. Ahora entrenamos con el resto del equipo y estamos involucrados en su misma din¨¢mica. Participas en posesiones y todo tipo de t¨¢cticas, adem¨¢s de hacer despu¨¦s la preparaci¨®n m¨¢s com¨²n a nuestro puesto. Ahora somos uno m¨¢s en el grupo¡±.
¡°Ahora las pasas canutas si no manejas bien los pies, eres un menos dos en el equipo¡±
Miguel
Los dos coinciden en que la nueva norma y la predisposici¨®n mayoritaria de muchos equipos de salir jugando desde su ¨¢rea no debe ser perjudicial para ellos. Miguel lo contempla como espectador. ¡°No me parece mal, se trata de no rifar el bal¨®n con un saque largo, que luego hay que recuperarlo otra vez. Si lo tienes, lo cuidas. Es mejor salir desde atr¨¢s jugando. Con los cambios de normas desde mi ¨¦poca, los porteros se han acostumbrado a jugar con los pies y est¨¢n m¨¢s entrenados. No se entiende ya un portero que no maneje los pies con cierta destreza. Los que no se habit¨²en las pasar¨¢n canutas. Si no lo haces eres nulo, o un menos dos. Lo que pas¨® el otro d¨ªa entre Neto y Piqu¨¦ es normal, creo que el portero se la ten¨ªa que haber devuelto de primeras porque Piqu¨¦ se abre para darle esa opci¨®n¡±.
¡°Ahora tengo una ventaja, me gusta que el portero sea uno m¨¢s a la hora de sacar el bal¨®n¡±
Pepe
Pepe lo divisa desde dentro. ¡°A veces, jugando dentro del ¨¢rea, parece que estamos provocando la presi¨®n del rival, pero si lo haces bien y saltas esa l¨ªnea de presi¨®n, dejas al equipo en ventaja para jugar m¨¢s adelante. Es una batalla que hay que trabajar. La regla, entiendo yo, tiene como objetivo facilitar la salida del bal¨®n jugado. Desde luego, si no lo haces bien se convierte en un arma de doble filo. Me gusta porque llevo toda la vida jugando con los pies. Primero, en el Bar?a; luego, en el Liverpool, aunque no tanto. Pero en el N¨¢poles s¨ª hemos jugado as¨ª. Me siento c¨®modo. Me he sabido adaptar bien a los tiempos y lo trabajo mucho. Hay muchas maneras de afrontarlo. Puedes alargar los centrales, meterlos m¨¢s dentro. Cada uno puede elegir lo que quiere hacer, o incluso jugar en largo¡±.
Por el contrario, como buen especialista en la suerte de los penaltis, no opina lo mismo de la normativa que obliga a pisar la l¨ªnea de gol en los lanzamientos. ¡°Me parece una barbaridad. Lo opinamos todos los porteros. Admito que no se pueda uno adelantar un metro, pero unos cent¨ªmetros¡ no deber¨ªa pasar nada. Me parece rid¨ªculo. Y encima te amonestan. Bastante castigo es ya que te repitan el penalti¡±¡¤
Miguel y Pepe en sus largas conversaciones futbol¨ªsticas han incidido bastante en c¨®mo ha cambiado la vida del portero de entonces a ahora. Pepe lo recuerda bien. ¡°En este sentido mi padre lo pasaba peor. Pobrecito m¨ªo, si entonces la cog¨ªa 25 veces. La cog¨ªa, la soltaba¡ Poco me pod¨ªa decir a m¨ª, que tuve la suerte de estar entren¨¢ndome para jugar con los pies y crec¨ª en esa educaci¨®n. Los consejos que me ha dado, m¨¢s que t¨¦cnicos, m¨¢s que de dentro del campo, han sido de fuera. De actitud, de superar un error, de no venirme arriba cuando las cosas me van bien¡¡±
Holanda, el mi¨¦rcoles, es el pr¨®ximo rival de Espa?a. Y la selecci¨®n oranje forma parte de manera irremediable de la vida futbol¨ªstica de la familia Reina. Miguel nunca podr¨¢ olvidar ¡ªse lo recuerdan con m¨¢s asiduidad de lo que le gustar¨ªa¡ª que se marc¨® un autogol en un partido contra los holandeses en 1973 en una de las acciones m¨¢s rocambolescas de la historia del f¨²tbol. Por su parte, el hijo de la criatura vivi¨® ante los herederos de la naranja mec¨¢nica dos momentos estelares de su vida: la conquista del Mundial de Sud¨¢frica y cuatro a?os despu¨¦s, en Brasil 2014, el punto y final de esa generaci¨®n de los tres t¨ªtulos consecutivos.
Pepe da prioridad en su retina y en su cerebro al triunfo del Mundial en Johannesburgo. ¡°Fue el momento m¨¢s feliz del f¨²tbol espa?ol. Poco m¨¢s puedo a?adir ahora que ni yo, ni todos, no hayamos dicho ya. Los 23 que fuimos los elegidos y los afortunados de estar all¨ª seremos recordados siempre, pero no me quiero olvidar de todas las generaciones anteriores que pusieron su granito de arena para que fuera posible al final. Si me dicen que voy a sufrir un 5-1 contra Holanda para acabar un ciclo ganador, despu¨¦s de ser campe¨®n del mundo, lo hubiera firmado encantado. El ciclo queda ah¨ª¡±.
Los diez a?os de aquel memorable gol de Iniesta se cumplieron el pasado mes de julio y Pepe lo celebr¨® abriendo un grupo de whatsApp en el que est¨¢n todos los campeones. ¡°Estamos los 23. Nos felicitamos entre nosotros y espero que cuando todos estemos retirados, que ya no nos falta mucho, nos podamos juntar y disfrutar de una comida recordando aquellos momentos. El grupo sigue abierto, nadie se ha dado de baja. Est¨¢ poco activo, pero es bonito para m¨ª seguir teniendo contacto con ellos y saber c¨®mo les van las cosas a cada uno de ellos¡±.
Del 5-1 del Mundial de Brasil, Pepe guarda sensaciones encontradas. ¡°Fue un partido raro. Si Silva hubiera marcado el 2-0 en la ocasi¨®n que tuvimos, todo hubiera sido distinto. No es una disculpa, los que llevamos muchos a?os sabemos que eso pasa en los partidos. Si marcamos ese tanto, a lo mejor est¨¢bamos hablando de otro Mundial. Qui¨¦n sabe. El gol de ellos antes del descanso nos hizo mucho da?o y las cosas se torcieron mucho en la segunda parte. Fueron muy superiores. Es verdad que en el descanso, aunque ¨ªbamos empatados, las sensaciones no eran positivas. Pasa muchas veces cuando te empatan al final. Es un mazazo. Unas veces te recuperas y otras no. Pero tampoco ten¨ªamos la premonici¨®n de que algo tan gordo iba a ocurrir despu¨¦s. El grupo en general no estaba como antes. Est¨¢bamos un poco en un final de ciclo. Se palpaba. No ten¨ªamos la solidez de vestuario de los a?os anteriores, pero siempre es m¨¢s f¨¢cil hablar cuando sabes que el partido acab¨® 5-1. Ahora recuerdas que los ¨¢nimos no eran buenos. No. Pas¨® lo que ten¨ªa que pasar y ya est¨¢¡±.
Miguel, a sus 74 a?os, se toma con buen humor el hecho de recordar su jugada contra los holandeses. ¡°No hay entrevista que me hagan en la que no salga el gol con Violeta o el de la final de la Copa de Europa de Heysel contra el Bayern. Me he acostumbrado a vivir con ello. Es algo que no puedo olvidar porque no paran de record¨¢rmelo. La cantidad de cosas que hice buenas en mi carrera y s¨®lo recuerdan esas dos. ?Qu¨¦ vamos a hacer!¡±.
Y eso que de la historieta con la Selecci¨®n no existe rastro en im¨¢genes. Ni una se puede rastrear por internet. La acci¨®n qued¨® reflejada para la historia en una foto en la que se ve en primer plano el poste y el bal¨®n, blanco puro. A Violeta corriendo detr¨¢s del esf¨¦rico con cara de susto y a Reina y Cruyff al fondo, en segundo plano. Se jugaba un amistoso entre Espa?a y Holanda en ?msterdam (2-5-1973). Era la Selecci¨®n de Kubala en plena fase de clasificaci¨®n para el Mundial 74. Aquel partido era un buen ensayo por la categor¨ªa del rival con algunos jugadores del Feyenoord, campe¨®n de Europa en el 70 y mayor¨ªa del Ajax, campe¨®n en el 71 y 72 y camino de serlo por tercera vez consecutiva ese mismo a?o.
El empate (1-1), goles de Rep y Valdez, luc¨ªa en el marcador y se acababa la primera parte. Como tantas otras veces, Reina se acerc¨® a por un bal¨®n que hab¨ªa salido fuera por la l¨ªnea de fondo a la derecha de su porter¨ªa y se qued¨® en el lateral del ¨¢rea grande en espera de que su compa?ero Violeta, un volante cl¨¢sico de los que se incrustaba en la l¨ªnea defensiva cuando era menester y que hizo carrera buena en el Zaragoza, sacase hacia su posici¨®n. ?l ten¨ªa que esperar que el bal¨®n saliese del ¨¢rea, lo tocar¨ªa con el pie, lo meter¨ªa otra vez dentro y lo coger¨ªa con la mano para sacar en largo. Una jugada mecanizada que se estrope¨® porque por all¨ª merodeaba nada menos que Cruyff, que presion¨® a Reina. Ante su presencia, ¨¦ste quiso acelerar su toque y medio trastabillado devolvi¨® el bal¨®n de manera legal (ya hab¨ªa salido del ¨¢rea) a su compa?ero, que convencido de que Miguel ejecutar¨ªa con normalidad la acci¨®n, se hab¨ªa salido del ¨¢rea chica. Cuando quiso reaccionar, la pelota ya le hab¨ªa superado y mansamente se dispon¨ªa a traspasar la l¨ªnea de gol por el palo m¨¢s alejado.
¡°Violeta se qued¨® mirando a Cruyff en lugar de mirarme a m¨ª y seguir la trayectoria del bal¨®n que le devolv¨ªa. Yo pod¨ªa haber entrado en el ¨¢rea para anular el saque de mi compa?ero. Se hubiera repetido la jugada y nada m¨¢s. Ahora, claro, esa jugada con las nuevas reglas no se podr¨ªa dar. El caso es que no nos entendimos y el bal¨®n acab¨® entrando para escarnio generalizado y mi cabreo correspondiente. La verdad es que la pegu¨¦ con la izquierda y mi pierna fuerte era la derecha, pero no ten¨ªa que haber entrado de ninguna de las maneras, Yo le pegaba bien al bal¨®n¡±.
Kubala le fulmin¨® y le sustituy¨® en el descanso. Hizo debutar a Garc¨ªa Rem¨®n y Reina no volvi¨® a jugar con la Selecci¨®n. Se qued¨® en cinco partidos y eso que entonces era el guardameta mejor colocado para tomar el relevo de Iribar. Pag¨® cara aquella jugada. ¡°Kubala me lo dio y Kubala me lo quit¨®. Primero me bendijo y luego me desbendijo. No puedo decir nada. Los errores se pagan. Segu¨ª con mi carrera y a¨²n tuve siete a?os buenos en el Atl¨¦tico. Una pena porque la Selecci¨®n siempre me hac¨ªa una ilusi¨®n especial¡±.
El partido, en cuesti¨®n, acab¨® con derrota espa?ola. En la segunda parte, el valencianista Valdez volvi¨® a empatar el partido y en el ¨²ltimo minuto Cruyff (algunas cr¨®nicas dan el tanto a Israel) sell¨® la victoria holandesa (3-2).