Bale, del indulto al destierro

Un a?o puede ser un mundo en f¨²tbol, donde seg¨²n las circunstancias el pasado pesa lo que una pluma. Para Gareth Bale amenazaba tormenta en julio de 2019, pareci¨® salir el sol en agosto y se le fue nublando el panorama luego hasta el chaparr¨®n en el que se instal¨® hace meses, fuera incluso de las convocatorias. El Madrid anda loco por venderle y ¨¦l por complic¨¢rselo: con contrato hasta 2022, no perdonar¨¢ ni una libra.

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La pel¨ªcula es otra desde el pasado 17 de agosto al actual. Su marcha del club, al que lleg¨® en 2013 por 101 millones de euros, el jugador m¨¢s caro de siempre, estaba prevista para el verano de 2019. El asunto se calent¨® durante la gira de pretemporada y Zidane le abri¨® la puerta en la rueda de prensa posterior a la derrota (3-1) en el amistoso ante el Bayern. Preguntado el franc¨¦s por el futuro del gal¨¦s, huy¨® de los t¨®picos y coment¨® c¨®mo estaba el caso: "Creo que el club est¨¢ tratando su salida y por eso no ha jugado. No s¨¦ si en 24 o en 48 horas, pero la situaci¨®n va a cambiar y eso es bueno para todos. Si es ma?ana, mejor. Ojal¨¢ que sea inminente para todos, para ¨¦l tambi¨¦n".

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Esas palabras pusieron a Bale muy cerca del?Jiangsu Suning chino, quiz¨¢ hasta m¨¢s que la negociaci¨®n real. Porque en las conversaciones hubo un contratiempo definitivo, la voluntad del Madrid de embolsarse algunos millones por el adi¨®s del de Cardiff, y el '11' se tuvo que quedar. La relaci¨®n con Zidane estaba rota y a ambos les toc¨® poner de su parte para reconstruirla. Como primer acto de buena fe, el t¨¦cnico aprovech¨® la lesi¨®n de Hazard para empezar la Liga tendi¨¦ndole la mano.

Bale, de titular a jugar el 27,27% de los minutos de la 2019-20

Bale rescat¨® algo de estatus, titular en los cinco primeros encuentros de la temporada en los que estuvo disponible, cuatro ligueros y uno de Champions. El ¨²nico que se perdi¨® fue por ser expulsado en La Cer¨¢mica, en una noche en la que hizo un doblete para conseguir el empate a dos (su siguiente y ¨²ltima diana fue el 22 de enero, a Unionistas). Antes hab¨ªa dado una asistencia en Bala¨ªdos, en la primera jornada. La acumulaci¨®n de esos buenos indicios, de hecho, gener¨® cierto optimismo respecto a una posible recuperaci¨®n para la causa.

Pero contra Osasuna no entr¨® en la lista, te¨®ricamente por rotaci¨®n, y repiti¨® ausencia frente al Brujas. Eso enfad¨® a Bale much¨ªsimo, sobre todo porque Zidane argument¨® que ten¨ªa problemas f¨ªsicos. Con el calent¨®n se plante¨® incluso irse, como el Madrid m¨¢s adelante prescindir de ¨¦l en enero, aunque en las oficinas eran muy conscientes de que por su elevad¨ªsimo sueldo y su historial m¨¦dico era m¨¢s un deseo que una opci¨®n.

La reconciliaci¨®n hab¨ªa fracasado y Bale cambiaba de potencial soluci¨®n a evidente problema. Entre pol¨¦micas, decisiones t¨¦cnicas y lesiones, en Champions disput¨® hasta el final de la temporada s¨®lo 36 minutos, pidiendo no ser citado para el Etihad porque no quer¨ªa desplazarse para no jugar; en Liga, 747; en Copa, 53; y a la Supercopa de Espa?a en Yeda ni siquiera viaj¨® por una comentada infecci¨®n. En total, Bale ha tenido el 27,27% de los minutos posibles este curso. Los 1.260 minutos en los que ha intervenido es el registro m¨¢s bajo desde su aterrizaje, un dato que deja muy a las claras su lugar marginal en la plantilla ahora. De estrella a irrelevante y, en un a?o, de indultado a desterrado.