El f¨²tbol femenino espa?ol ha gozado en los ¨²ltimos a?os de un crecimiento imparable. Han sido tiempos de lucha, en los despachos y en los campos, y tambi¨¦n de innumerables ¨¦xitos. Unos logros que se deben al arduo trabajo de jugadoras, instituciones, clubes..., pero tambi¨¦n de todos aquellos pioneros y pioneras que dieron los primeros pasos en esta categor¨ªa. De su lucha se cumplen ya varias d¨¦cadas, concretamente medio siglo. Y pocos conocen sus nombres, pese a la importancia que tuvieron para esta disciplina.

Atr¨¢s quedan los portazos de las instituciones, los sacrificios personales sin ning¨²n beneficio econ¨®mico e incluso una mal llamada Selecci¨®n 'clandestina'. A esta ¨²ltima le cost¨® ganarse el respeto de la entonces Real Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol (RFEF) y sus primeras jugadoras internacionales han encontrado reconocimiento por parte del actual ente federativo casi en nuestros d¨ªas (noviembre de 2019).

Para conocer el inicio del f¨²tbol femenino en Espa?a hay que remontarse a principios de los a?os 70. En aquel momento, Espa?a se encontraba sumergida en una larga y ya debilitada dictadura, que comenzaba a encarrilar el camino a su fin. Eran a?os de protestas, de revolucionarios y, sobre todo, de revolucionarias. La mujer, relegada a tareas del hogar y a cuidar a los ni?os (hijos, hermanos, primos, sobrinos...), comenzaba a alzar su voz. Ellas tambi¨¦n quer¨ªan estudiar en las universidades, trabajar fuera de casa, tener su independencia e... incluso jugar al f¨²tbol. Esta ¨²ltima corriente se hab¨ªa generalizado por muchos pa¨ªses, consiguiendo que en 1970 la UEFA reconociera oficialmente el f¨²tbol femenino como nueva disciplina.

Con aquellas pioneras, el f¨²tbol femenino resurgi¨® de sus cenizas en Espa?a. No nac¨ªa, puesto que tanto en la II Rep¨²blica como en el periodo de entreguerras esta disciplina dej¨® algunos conatos, ahogados m¨¢s tarde por el franquismo. Lo que s¨ª que hizo fue emerger con m¨¢s fuerza. Los partidos llegaron, ante el asombro de muchos y el rechazo de otros. En este sentido, hay que distinguir que surgi¨® en aquel entonces dos tipos de f¨²tbol femenino: el f¨²tbol practicado de forma seria, con entrenamientos varios d¨ªas a la semana y con una organizaci¨®n capaz de "sortear" las dificultades impuestas por la sociedad machista del momento; y un f¨²tbol femenino "de ocasi¨®n" propiciado por el oportunismo y la novedad, que no buscaba m¨¢s all¨¢ de calcular alguna buena taquilla, sin mayores perspectivas de futuro.

Un ejemplo de esto ¨²ltimo ser¨ªa el partido de 'Folkl¨®ricas y Finolis', con artistas del nivel de Lola y Carmen Flores, Gracia Montes, Marujita D¨ªaz, Roc¨ªo Jurado, Encarnita Polo, etc. entre sus jugadoras. Lejos de ayudar al f¨²tbol femenino, esta y otras tantas citas de tal ¨ªndole, contribuyeron a un desprestigio de la figura de la futbolista en nuestro pa¨ªs. Tal fue la corriente, de uno y otro tipo, que desde la Secci¨®n Femenina de Falange se orden¨® sabotear cualquier partido o iniciativa en pro del f¨²tbol femenino. Esta organizaci¨®n fue la punta de un iceberg que logr¨® acabar con la efusividad con la que algunos levantaban los cimientos de esta disciplina en Espa?a.

"Pese a la persecuci¨®n, la semilla ya estaba echada. Y clubes consolidados se abr¨ªan paso en toda la geograf¨ªa espa?ola: Ol¨ªmpico Villaverde, Espanyol de Barcelona, Marcol de Valencia, Fuengirola, Isla Cristina, Pe?a Barcelonista Femenina, Sizam y tantos otros... Una verdadera revoluci¨®n que fue el origen de lo que es hoy el f¨²tbol femenino espa?ol", destaca en una entrevista a AS Rafael Muga, cuya figura es clave para entender el crecimiento de esta categor¨ªa en el ¨¢mbito nacional. Nacido en Badajoz, este profesor ya jubilado compagin¨® siempre su vida con el f¨²tbol, en el que empez¨® a entrenar a juveniles y adquiri¨® gran experiencia como organizador de torneos.

Madrid, 8 de diciembre de 1970. El f¨²tbol femenino volv¨ªa a irrumpir en Espa?a, con un partido pionero en esta disciplina, que hab¨ªa sido silenciada durante d¨¦cadas. Fue en el Campo de f¨²tbol de Boetticher, situado en el barrio madrile?o de Villaverde. Y la cita congreg¨® nada m¨¢s y nada menos que a 8.000 personas en las gradas, con la m¨ªtica Conchi Amancio como gran estrella. Sobre el campo, quedaban dos de los primeros clubes de esta categor¨ªa: el Sizam y el Mercacredit (m¨¢s tarde pas¨® a llamarse Ol¨ªmpico Villaverde). Todo estaba bajo la organizaci¨®n de Rafa Muga, que era tambi¨¦n presidente del Mercacredit y que cuenta a AS que el ¨¦xito fue tal que desbord¨® cualquier previsi¨®n inicial. Al t¨¦rmino del partido y los d¨ªas posteriores las peticiones de admisi¨®n se multiplicaron.

Las sorpresas no quedaron ah¨ª. El encuentro acab¨® con gran aclamo popular, pero tambi¨¦n con incredulidad por parte de las autoridades. Ya saben eso de que lo nuevo a veces asusta. Y que unas mujeres jugaran un partido de f¨²tbol con gran expectaci¨®n en aquella ¨¦poca era, cuando menos, extra?o. "Al finalizar el acontecimiento me vi obligado a pasar por el Cuartel de la Guardia Civil de Villaverde. La verdad es que iba bastante asustado, pese a que me acompa?aron unas 50 personas. All¨ª me esperaba el Comandante del puesto, que a¨²n no acababa de creerse que se hubiera celebrado un partido de f¨²tbol femenino", recuerda Muga, que fund¨® tambi¨¦n una revista de f¨²tbol femenino en Espa?a. "Se distribu¨ªa de manera gratuita por toda Espa?a, principalmente en la provincia de Madrid y en Catalu?a, y fue clave para la difusi¨®n del f¨²tbol femenino en todo el territorio nacional", destaca, tras admitir que fue un "adelantado a su ¨¦poca".

Aquel partido en Villaverde marc¨® el inicio de un largo camino que llega hasta nuestros d¨ªas. El siguiente paso de Rafa Muga y otros tantos pioneros y pioneras fue lanzar la primera Selecci¨®n, que tuvo un origen clandestino, sin reconocimiento de una RFEF que vivi¨® en el negacionismo hasta los a?os 80. El entonces presidente del ente federativo, Jos¨¦ Luis P¨¦rez-Pay¨¢, se refer¨ªa en 1970 a esta categor¨ªa en los siguientes t¨¦rminos: "No, no estoy contra el f¨²tbol femenino, pero tampoco me agrada. No lo veo muy femenino desde el punto de vista est¨¦tico. La mujer en camiseta y pantal¨®n no est¨¢ muy favorecida. Cualquier traje regional le sentar¨ªa mejor".

Poco importaron a Muga y sus jugadoras estas palabras. El de Badajoz reuni¨® un equipo formado por jugadoras procedentes de todos los puntos de Espa?a para encauzar el camino de la primera Selecci¨®n, esa que vivi¨® en la clandestinidad durante nueve a?os. El 21 de febrero de 1971 se celebr¨® el primer partido internacional de Espa?a ante Portugal en el estadio de La Condomina. Con una igualada a tres en el marcador, lo deportivo pas¨® a un segundo plano ante problemas de toda clase: falta de organizaci¨®n, sin contratos a la vista; oposici¨®n frontal de la Federaci¨®n Murciana, con su presidente en las puertas del estadio intentando paralizar el partido; y ni el mism¨ªsimo colegiado S¨¢nchez R¨ªos tuvo garantizado el arbitraje, que se vio obligado a realizarlo con un ch¨¢ndal, sin el uniforme federativo a petici¨®n de la RFEF.

Sin duda, el primer encuentro de la Roja estuvo rodeado de mucho ruido. A¨²n as¨ª, nuestras representantes espa?olas en aquella cita quedaron fijadas en la historia de nuestro f¨²tbol. El once inicial estuvo formado por: Kubalita, Virginia II, Garc¨ªa, Herrero, Feij¨®o, Angelines, V¨¢zquez, Virginia I, Cruz, Conchi Amancio y Laura. "No hay palabras para describirlo. ?ramos ajenas a toda la espiral que hab¨ªa en contra del f¨²tbol femenino. Cuando jugamos en La Condomina, la Secci¨®n Femenina de La Falange dijo que el partido no se iba a jugar y lo dijo con La Condomina llena de gente. Pero nosotras no nos d¨¢bamos cuenta de todo aquello. Hab¨ªa una oposici¨®n de la RFEF que no ces¨® hasta que ahog¨® al f¨²tbol femenino. Apag¨® todos los focos que hab¨ªan surgido en el Pa¨ªs Vasco, Valencia, Madrid...", afirma a AS Carmen Arce 'Kubalita', primera portera internacional con Espa?a.

La exjugadora, que se inici¨® en el mundo del f¨²tbol en su Valencia natal, tras ver un anuncio en el peri¨®dico, recibi¨® este apodo por su parecido f¨ªsico con el exjugador del Bar?a, Ladislao Kubala, aunque finalmente fue portera. "Mi hermano era portero y yo quer¨ªa ser portera, pero en un inicio me pusieron de extremo. Cuando me vieron en un descanso parar balones bajo palos, no se lo pensaron (risas). Me gustaba el apodo de Kubala, aunque mis ¨ªdolos entonces eran jugadores del Valencia. Me gustaban mucho Arconada y Reina (padre)", cuenta.

El primer partido en suelo extranjero fue en Italia, que era entonces subcampeona del mundo. La cita se disput¨® en el estadio Comunale de Tur¨ªn cinco d¨ªas despu¨¦s de lo previsto (15 de julio de 1971) tras problemas burocr¨¢ticos en el viaje. Con una asistencia de unos 7.000 espectadores y un resultado por 8-1 a favor de las italianas, uno de los datos m¨¢s rese?ables del partido fue que las espa?olas jugaron sin escudo en sus camisetas por desautorizaci¨®n de la Federaci¨®n.

Muga resta importancia a este hecho, que fue puntual, ya que en partidos posteriores s¨ª que se port¨® el escudo nacional. "Particularmente no tuvimos ninguna 'guerra' con la federaci¨®n, que pasaba ol¨ªmpicamente del tema, ignor¨¢ndolo por completo. En consecuencia, resolvimos optar por la responsabilidad de hacer lo normal... Pasase lo que pasase", enfatiza.

Tras aquel hist¨®rico encuentro lleg¨® el 'Trofeo Adri¨¢tico', con dos partidos en Italia, Padova y Udine, y dos en Espa?a, C¨®rdoba y Badajoz. "Aquellos partidos fueron un ejemplo a seguir cuando se planifica y organiza con seriedad y organizaci¨®n. Viajes en avi¨®n, hoteles de concentraci¨®n, vestimenta adecuada, ropa deportiva con el escudo nacional, himnos, intercambio de banderines... En fin, lo que deber¨ªa haber sido normal. Incluso el AS desplaz¨® al periodista Miguel Mir¨® a Italia, quien inform¨® en tiempo real de todo el acontecer de la Selecci¨®n", subraya Muga.

El extreme?o cuenta tambi¨¦n el ¨¦xito que se registr¨® en las dos ciudades espa?olas, con gran difusi¨®n medi¨¢tica. Un buen recuerdo que comparte Kubalita: "Cuando yo jugu¨¦ en C¨®rdoba contra Italia, estuve en el tren de mercanc¨ªas que ven¨ªa de Barcelona y lo cog¨ªa en Valencia toda la noche sentada. Llegu¨¦ a C¨®rdoba a las 9 ¨® 10 de las ma?anas, jugu¨¦ el partido y me volv¨ª de la misma forma a Valencia. Cuando veo aquel partido y me veo rodar por all¨ª, digo, madre de dios. Pero, lo sent¨ªamos mucho. Daba igual todo lo que nos rodeaba. S¨®lo quer¨ªamos jugar. Aquello fue muy especial y mereci¨® la pena el sacrificio".

Carmen, que posteriormente estudi¨® enfermer¨ªa y ha desarrollado una gran carrera profesional en varios pa¨ªses, asegura que su entorno acogi¨® muy bien que jugara al f¨²tbol. "En mi entorno hab¨ªa mucha curiosidad, pero yo lo tom¨¦ como algo positivo. Hab¨ªa personas que no eran respetuosas en las gradas, pero la mayor¨ªa iba a los partidos porque se hab¨ªan enganchado al f¨²tbol femenino. Yo no fui nunca protagonista de todos esos comentarios que sal¨ªan en el NO-DO, por suerte. Pero, claro. Olv¨ªdate de que es f¨²tbol. Est¨¢bamos en 1971 y cualquier aspecto de libertad o independencia de la mujer era impensable para las instituciones", apunta la ex portera espa?ola, que alaba la figura de Rafa Muga en el crecimiento y primeros a?os del f¨²tbol femenino espa?ol.

Espa?a hab¨ªa logrado unirse a la corriente internacional en esta categor¨ªa. Un hecho que le llev¨® a ser invitada a participar en el Mundial de M¨¦xico de 1971 y, m¨¢s tarde, a organizar el Mundial de 1972. ?Se imaginan rechazar dos propuestas de este nivel a d¨ªa de hoy? En 1971, la Real Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol (RFEF) lo hizo, con un no rotundo ante ambas propuestas. Las dos peticiones llegaron, como no pod¨ªa ser menos, de la mano de Rafa Muga.

"Asistir al mundial de M¨¦xico hubiera supuesto el espaldarazo definitivo al f¨²tbol espa?ol y a¨²n m¨¢s si el de 1972 se hubiera celebrado en Espa?a. En cuanto al primero, recib¨ª un comunicado de la Confederaci¨®n Mexicana de Deportes M¨¦xico D. F., refiri¨¦ndonos sobre la predisposici¨®n y posibilidad de acudir al Mundial. El resultado y las declaraciones del presidente de la Federaci¨®n, Jos¨¦ Luis P¨¦rez-Pay¨¢, es bien conocido. Recib¨ª toda la informaci¨®n del Mundial y la final reuni¨® en el Estadio Azteca a 100.000 espectadores", lamenta el propio Muga, que prosigui¨® hablando sobre la posibilidad de celebrar el Mundial de 1972 en Espa?a: "El Gobierno ni siquiera respondi¨® a este organismo. Por nuestra parte y, en comunicaci¨®n con los organizadores, est¨¢bamos a la espera del resultado, que fue, como todos saben negativo".

La resistencia de la RFEF con respecto a acoger en su seno al f¨²tbol femenino dur¨® hasta el 21 de octubre de 1980, momento en el que lo reconoci¨® de manera oficial. "Hasta bien entrados los 70 lo intentamos por todos los medios legales a nuestro alcance", revela Muga. De la oficialidad al primer partido oficial hubo que esperar tres a?os, siendo la cita el 5 de febrero de 1983 en la Guardia, tambi¨¦n contra Portugal. El presidente nombrado para llevar las riendas del f¨²tbol femenino, A.Alberca, proced¨ªa del f¨²tbol-sala y "no hab¨ªa visto en su vida un partido de f¨²tbol femenino", tal y como desvela Muga, que celebra que aquella situaci¨®n haya cambiado tanto hoy en nuestros d¨ªas, con un f¨²tbol femenino que crece a pasos agigantados con el impulso de todos (instituciones, clubes...).

Dicen que m¨¢s vale tarde que nunca. Y, en esta ocasi¨®n, el fin merec¨ªa mucho la pena... Y es que el pasado mes de noviembre, la Real Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol homenaje¨® a las primeras internacionales espa?olas. Bajo el lema "Somos por vosotras", el m¨¢ximo organismo del f¨²tbol espa?ol quiso mostrar su admiraci¨®n a las pioneras que hicieron historia con La Roja. Fue una gala muy emotiva en la Ciudad del F¨²tbol de Las Rozas presidida por el presidente Luis Rubiales, que estuvo acompa?ado en esta ocasi¨®n por Alejandro Blanco, presidente del COE y Mar¨ªa Jos¨¦ Rienda, secretaria de Estado para el Deporte.

Al acto, celebrado en Madrid, acudieron jugadoras del primer combinado nacional de 1971. Fueron reconocidas 20 de las que disputaron los seis primeros partidos, las pioneras: Carmen Arce 'Kubalita', Amparo Herrera, Ana Seijo, Paquita Cruz, Virginia Cu?az, ?ngela Mart¨ªn, Isabel Fuentes, Mar¨ªa Oliva, Mar¨ªa ?ngeles P¨¦rez, Mar¨ª Carmen ?lvarez, Pilar Mart¨ªn, Elisabeth S¨¢nchez, Margarita Nu?ez, Rosa Nacimiento, Ana Mar¨ªa Astobieta, Marisa Conde, Isidoro Gavil¨¢n y por ¨²ltimo Concepci¨®n Sanchez Freire.

"Quiero agradecer a la Real Federaci¨®n el homenaje que prepararon el pasado noviembre en las Rozas a las primeras internacionales de f¨²tbol femenino espa?olas. Era, como lo expres¨¦ en el acto, la asignatura pendiente que, 50 a?os despu¨¦s, gracias al trabajo de la Federaci¨®n y la inestimable ayuda de I?aki Mikeo, y Alfredo Rela?o, constituy¨® un emotivo y rotundo ¨¦xito", expone Muga muy satisfecho. Su trabajo y el de todas aquellas luchadoras por fin se vio reconocido.

"Rafa Muga no se iba a morir sin conseguir que a nosotras se nos reconociera nuestra lucha. No ha parado hasta conseguir un homenaje. Lo de este hombre es incre¨ªble. La ¨²nica ganancia que tuvo fue la satisfacci¨®n de ayudarnos. Ahora se nos ha puesto en el lugar que nos ganamos entonces, cuando ten¨ªamos todo en contra", concluye Kubalita, que tambi¨¦n quiso agradecer el buen trato recibido por Mikeo y la RFEF el pasado mes de noviembre. "Fue un acto precioso y me ayud¨® mucho a curar las heridas del pasado", sentencia la primera portera internacional con Espa?a. Ella y todas sus compa?eras por fin tienen el lugar que se merecen en la historia de nuestro f¨²tbol. Ellas son el inicio del f¨²tbol femenino espa?ol.