Mateu Lahoz da la bienvenida a Rufete al banquillo perico
El Espanyol cae ante el Madrid y vislumbra la permanencia a diez puntos. El ¨¢rbitro tuvo un 'intercambio de opini¨®n' con Rufete en el cambio de Melamed.
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M¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa. Al Espanyol le espera un v¨ªa crucis. Sali¨® a calentar para medirse al Real Madrid con la losa de saber que el Eibar venci¨® en Granada y que, si no puntuaba, la permanencia se iba a quedar a diez puntos. No cambio nada. A esta distancia est¨¢ ahora el Celta, que marca la salvaci¨®n, para un conjunto blanquiazul que ha entrado en fase ralent¨ª. Rufete, que debut¨® como t¨¦cnico, trat¨® de imprimir car¨¢cter, constancia, sacrificio, humildad y orgullo (todo ello se puede leer en uno de los c¨®rners de Cornell¨¤-El Prat), pero el equipo dio pocos s¨ªntomas de poder domar al Real Madrid. Diego L¨®pez se hizo gigante en m¨¢s de una ocasi¨®n bajo palos, pero es que el gol parece olvidado. Rdt, Wu Lei, Embarba y, en especial, Darder, est¨¢n lejos de su mejor versi¨®n. Y as¨ª, conseguir lo imposible es justo eso, imposible.
El debut. Rufete ya sabe qu¨¦ es sufrir en el banquillo del Espanyol. Se estren¨® como t¨¦cnico y lo cierto es que ganas le puso. Con su inseparable gorra y de corto ya apareci¨® sobre el terreno de juego en el calentamiento. Y a su lado, atento, Ra¨²l Tamudo. Ambos compartieron confidencias y siguieron la puesta a punto de los titulares. Lo hicieron desde la banda y al lado de las risas y v¨ªtores que se dedicaban los suplentes despu¨¦s de cada ca?o en el rondo. Una vez se inici¨® el partido, Rufete no se sent¨®. Intent¨® ser did¨¢ctico, a Darder le anim¨® y aconsej¨® sin parar, y sus gestos m¨¢s repetidos fueron los de demandar calma con el bal¨®n y el de mantener la presi¨®n alta. Anim¨® hasta el final, pero el resultado fue el de casi siempre este a?o: derrota.?
Los sonidos. Jugar a puerta cerrada y estar en el estadio permite percatarse de aquellos detalles que suceden sobre el terreno de juego. Y el colegiado Mateu Lahoz no pas¨® desapercibido. Un showman. Dos comentarios suyos retumbaron en Cornell¨¤-El Prat y ambos tuvieron como protagonista al Espanyol. El primero fue para los jugadores pericos que estaban en la grada: ¡°Sois suplentes, dejadnos trabajar¡±. Y el segundo se lo dedic¨® a Rufete. Un bienvenido a Primera en toda regla en el instante previo al cambio de Melamed por Darder: ¡°Rufo, entiendo que es tu primer partido en esto, pero si no avis¨¢is al cuarto ¨¢rbitro no se puede hacer nada¡±. Tambi¨¦n fueron impactantes los gritos de Diego L¨®pez (¡°Venga, chavales, hay que morder¡±) y las peticiones a Melendo de que se ofreciera y buscara el bal¨®n. Al final del partido, ya sin los jugadores sobre el c¨¦sped, la nada. Justo lo que vive ahora el espa?olismo.