?Pueden 17 segundos cambiar el curso de la historia? En f¨²tbol, s¨ª. Se constat¨® la noche del 9 de junio de 2007, cuando un t¨ªtulo de Liga que ya se te?¨ªa de azulgrana vari¨® de manos con dos goles casi simult¨¢neos. Van Nistelrooy en La Romareda. Y en el Camp Nou, Tamudo. "Me lo siguen recordando cada d¨ªa de mi vida seguidores de Barcelona y Madrid", afirma.
Ni la hist¨®rica final de Berna, en 1961 contra el Benfica de B¨¦la Guttmann antes de maldiciones y los postes cuadrados que s¨ª lo fueron. Tampoco otras dos finales posteriores de la Copa de Europa. La de 1986, en Sevilla, con Helmuth Duckadam como verdugo. Y la de 1994 en Atenas, ya en formato Liga de Campeones, frente a un Mil¨¢n que hizo a?icos al 'Dream Team' de Johan Cruyff. Ni siquiera el 'show' de los aspersores tras ser apeados en semifinales por el Inter de Mil¨¢n de Jose Mourinho, una d¨¦cada atr¨¢s. O el 5-0 de hace un cuarto de siglo en el Bernab¨¦u a manos del Real Madrid de Jorge Valdano.
Nada de todo eso. A la pregunta "?Qu¨¦ partido de la historia del Bar?a ha hecho m¨¢s da?o?", formulada hace justo un mes por el programa 'Tot Gira', de Catalunya R¨¤dio, los oyentes se decantaron mayoritariamente por una opci¨®n. Las anteriores pesadillas se quedaron por el camino, con menos votos, y hasta la final lleg¨® el 4-0 del Liverpool en Anfield la temporada pasada, en semifinales de Champions. Pero ni por estar m¨¢s fresca la velada protagonizada por Divock Origi y Georginio Wijnaldum venci¨® al m¨¢s doloroso encuentro de los azulgrana: el Tamudazo.
La endiablada noche del 9 de junio de 2007 se llev¨® el 62,6 por ciento de los votos, frente al 37,4 por ciento de Anfield, del mismo modo que hace 13 a?os hab¨ªa arrasado como un furibundo tornado con las ilusiones de un Barcelona que acarici¨® el t¨ªtulo de LaLiga, pero que se qued¨® a las puertas a resultas de 17 segundos que tan velozmente como llegaron pasaron a integrarse dentro de los hitos de la historia del f¨²tbol.
En ausencia de 'smartphones', curiosamente faltaban 20 d¨ªas para que un tal Steve Jobs presentase en Estados Unidos el iPhone (invento del a?o para la revista 'Times'), el bien m¨¢s preciado en las gradas del Camp Nou y La Romareda eran los transistores de toda la vida. Pilas cargadas y encendido del carrusel a las nueve de la noche, hora en que daba inicio toda la pen¨²ltima jornada.
Llegaba LaLiga al rojo vivo, en lo que se consideraba la ¨²ltima oportunidad para que se sucedieran las sorpresas, ya que visitaba al Real Madrid a un temible Real Zaragoza, con entradas agotadas desde mitad de semana y por tercera vez en la historia de La Romareda, y tambi¨¦n se vend¨ªan todas en Can Bar?a, aunque acabaron acudiendo 90.695 espectadores, sin alcanzar el lleno, para degustar a priori un derbi asequible para los azulgrana ante un Espanyol que no se jugaba nada.
La clasificaci¨®n no pod¨ªa presentarse m¨¢s igualada, con los blancos l¨ªderes con 72 puntos, los mismos que el Barcelona, segundo, al que superaba por los enfrentamientos directos (3-3 en el Camp Nou y 2-0 en el Bernab¨¦u). Y, por si ambos fallaban, al acecho con 70 unidades aguardaba un ilustre 'outsider', el Sevilla, que ven¨ªa de conquistar su segunda Copa UEFA consecutiva, el 16 de mayo, ante el Espanyol.
"Al menos, el s¨¢bado no habr¨¢ penaltis"
Valverde, tras caer en la Copa Catalunya esa misma semana ante el Bar?a y dos antes en la final de la Copa UEFA
Se hab¨ªa resuelto la final de Glasgow en los penaltis, igual que suceder¨ªa el martes 5 de junio con el primer derbi de la semana del Tamudazo, este repleto de suplentes y correspondiente a la final de la Copa de Catalunya, que enfrent¨® en Sabadell al Barcelona y a los pericos de Ernesto Valverde. El 'Txingurri', vista su reiterada suerte y a la espera de volver a medirse con los cul¨¦s cuatro d¨ªas despu¨¦s, respir¨® profundo e ironiz¨®: "Al menos, el s¨¢bado no habr¨¢ penaltis".
El primer tramo de la pen¨²ltima jornada, sin goles, permiti¨® a los locutores ir afinando sus gargantas para lo que estaba por venir. Y para comentar, por ejemplo, los compromisos internacionales que hab¨ªan precedido al Zaragoza-Madrid y el Barcelona-Espanyol.
En la medular del Camp Nou, mov¨ªa el bal¨®n Xavi Hern¨¢ndez, quien hab¨ªa regresado antes de tiempo de la concentraci¨®n con la Selecci¨®n espa?ola. S¨ª hab¨ªa participado en el partido de una semana antes ante Letonia, pero se hab¨ªa apartado sin disimulo del siguiente, contra Liechtenstein, al provocar en el minuto 93 una amarilla que le acarreaba suspensi¨®n. Picaresca para preparar a conciencia una jornada decisiva.
Aunque sobre lo sucedido en Riga, el debate no estar¨ªa en su amonestaci¨®n, sino en la forma en que ¨¦l y Carlos Puyol se hab¨ªan doblado las medias, dejando por dentro el bordado con los colores de la bandera espa?ola. "Llevo diez a?os poni¨¦ndomelas as¨ª", resolvi¨® el mediocampista.
Arriba, y junto a Lionel Messi y Eidur Gudjohnsen, trataba en esos minutos iniciales de crear peligro un Samuel Etoo que esa semana se hab¨ªa jugado una cena a que marcaba al menos un gol con un amigo, probablemente el ¨²nico cul¨¦ que a la postre esa noche tendr¨ªa algo que celebrar.
De todos modos, desde el punto de vista azulgrana hubo otra noticia mayor en los d¨ªas previos al desenlace liguero, concretamente el jueves, que sin embargo alcanzar¨ªa su enorme valor solo con el tiempo, ya que en aquel momento acapar¨® poco m¨¢s que breves: Pep Guardiola firmaba como entrenador del Barcelona B para la siguiente temporada.
Pero en el minuto 29 se produc¨ªa el primer se¨ªsmo de la noche. El que enviaba a la papelera el primer guion elaborado por cualquier seguidor del Bar?a y daba la raz¨®n al m¨¢s optimista de los seguidores del Madrid. Filtraba Iv¨¢n de la Pe?a un pase entre l¨ªneas a Ra¨²l Tamudo, su inseparable pareja del 'd¨²o sacapuntos' del Espanyol, y pon¨ªa patas arriba el Camp Nou y LaLiga.
"Ser¨¢ una manera de homenajear a nuestra afici¨®n"
Dani Jarque, sobre un derbi en que te¨®ricamente el Espanyol no se jugaba nada
Es cierto que, sobre el papel, no se jugaba nada un conjunto perico que llegaba salvado y sin opciones de regresar a esa Europa en que, pese a tropezar en la final, no hab¨ªa perdido ni un solo partido. Sin embargo, y adem¨¢s de tratarse de un derbi, s¨ª se encontraba motivado. "Ser¨¢ una manera de homenajear a nuestra afici¨®n", aventuraba durante la semana el malogrado Dani Jarque, con ganas de devolver a los pericos el cari?o que mostraron al equipo a su desoladora vuelta de Glasgow. "Ganar en el Camp Nou ser¨ªa nuestro b¨¢lsamo", concedir¨ªa el presidente, Dani S¨¢nchez Llibre.
Con el 0-1, se repet¨ªan adem¨¢s los pasos de LaLiga 1956-57, justo medio siglo antes. Id¨¦nticos candidatos, mismos rivales. En aquella ocasi¨®n, lleg¨® el Real Madrid a la pen¨²ltima jornada con 40 puntos, dos m¨¢s que el Barcelona. Y los blancos derrotaron a domicilio al Zaragoza (1-2), mientras que los cul¨¦s sucumbieron contra el Espanyol (2-1), solo que en Sarri¨¤ en lugar del Camp Nou, lo que dio el t¨ªtulo directamente al Madrid de Jos¨¦ Vilallonga, mes y medio antes de conquistar tambi¨¦n la Copa de Europa.
Cre¨ªan que hab¨ªan tenido poco tiempo para digerir o degustar el 0-1 de Tamudo (desconocedores de lo que iba a deparar la velada), cuando rug¨ªa La Romareda por partida doble. Primero, por una mano de Iv¨¢n Helguera ante Pablo Aimar que Alberto Undiano Mallenco decret¨® r¨¢pidamente como penalti. Acto seguido, porque Diego Milito no zozobr¨® para batir a Iker Casillas. Era el 32'.
Con el 1-0 para el Zaragoza, y a¨²n con el Madrid l¨ªder (todo volv¨ªa a estar como al principio, ambos equipos igualados a 72 puntos), sobrevolaba por el ambiente el abrumador 6-1 de la temporada anterior en las semifinales de la Copa del Rey, que los blancos trataron de enmendar en la vuelta, en el Bernab¨¦u (4-0), y que permiti¨® a los blanquillos disputar la final precisamente en Chamart¨ªn y contra el Espanyol (que gan¨® por 4-1).
En aquel 6-1, Milito hab¨ªa anotado un p¨®quer de goles. Y los otros dos hab¨ªan sido obra de Ewerthon Henrique de Souza. Y justamente esa era la delantera alineada por V¨ªctor Fern¨¢ndez el 9 de junio de 2007, ni que fuera por obligaci¨®n. Ese martes, en un entrenamiento, Sergio Garc¨ªa sufr¨ªa un esguince en la rodilla derecha. Y no ser¨ªa la ¨²nica lesi¨®n del Zaragoza, ya que en la previa Juanfran Garc¨ªa se romp¨ªa la clav¨ªcula y era operado de urgencia.
En el Madrid, sin embargo, Fabio Capello s¨ª pudo contar con su once de gala. Incluso con David Beckham, que forzaba tras ser v¨ªctima de un esguince en el tobillo izquierdo durante el Inglaterra-Estonia. Y aline¨® tambi¨¦n a Robson de Souza ¡®Robinho¡¯, que ven¨ªa de afirmar, concentrado con su selecci¨®n: "Me siento mejor jugador con Brasil que con el Madrid". Claro que dos d¨ªas despu¨¦s, de vuelta a Espa?a, enmendar¨ªa la plana as¨ª: "Va a ser el partido de nuestras vidas".
Conflicto tambi¨¦n hubo con la alineaci¨®n en el Barcelona, ya que Ronaldinho Ga¨²cho hab¨ªa sido expulsado la jornada anterior, ante el Getafe, por propinarle una patada a David Belenguer. El presidente, Joan Laporta, porfi¨® d¨ªa y noche con que el Comit¨¦ Espa?ol de Disciplina Deportiva le concediera la cautelar, que nunca lleg¨®.
Y tampoco estuvo exento el Espanyol de padecer bajas considerables. Como la de Walter Pandiani, que hab¨ªa sido 'pichichi' de la Copa UEFA, con 11 dianas. Y las de Pablo Zabaleta y David Garc¨ªa, titulares indiscutibles en los laterales, lo que oblig¨® a Valverde a experimentar con Mari Lacruz en banda derecha y Javi Chica por la izquierda.
Todo cambi¨® al borde del descanso, en el minuto 43. Un solo gol dio un vuelco a LaLiga. Y a millones de corazones. Esta vez nadie ech¨® una mano a nadie. O s¨ª. Porque el 1-1 de Messi, que pon¨ªa l¨ªder al Barcelona (73 puntos, por 72 del Madrid), se hab¨ªa anotado con la mano. Ni el ¨¢rbitro, Juli¨¢n Rodr¨ªguez Santiago, ni su asistente Carlos Vall¨¦s Mazariegos repararon en que sus 169 cent¨ªmetros se hab¨ªan anticipado a los 186 de Carlos Kameni, ni siquiera con las airadas protestas de los pericos.
Su mano izquierda avanzada para alcanzar un remate al que su cabeza no llegaba evoc¨® a la Mano de Dios de su compatriota Diego Armando Maradona, con la que clasific¨® a Argentina para las semifinales del Mundial de M¨¦xico-86 al anticiparse a Peter Shilton, el guardameta de Inglaterra, en el Estadio Azteca. Genialidad, picard¨ªa, burla, falta de respeto, antideportividad. Cada cual que elija su etiqueta.
Lo ¨²nico emp¨ªricamente demostrable, adem¨¢s de una mano que el VAR hoy s¨ª hubiese apreciado (cambiando, qui¨¦n sabe hasta qu¨¦ punto, el curso de la historia), es que recuperaba el Barcelona un liderato que hab¨ªa ostentado en 23 de las 36 jornadas precedentes, y que hab¨ªa perdido cuatro partidos antes, en el ¨²ltimo minuto, con un gol de Rafael Sobis para el Betis en el Camp Nou (1-1). Premonitorio.
Sin nuevas noticias que llegaran desde La Romareda, como reiteraba desde el banquillo del Barcelona Juan Antonio Ibarz, encargado de material y esa noche tambi¨¦n del transistor para transmitir el minuto a minuto a suplentes y t¨¦cnicos azulgrana, ser¨ªa de nuevo Messi el responsable de reafirmar la nueva coyuntura de LaLiga. La nueva normalidad, como se dir¨ªa ahora, que no era otra que confirmar en la primera posici¨®n al Barcelona.
"Les dir¨¦ un resultado: 2-0 y a esperar"
Messi se dirige a Zabaleta en As la previa del partido
Sin resquicio de pol¨¦mica, en el 56' serv¨ªa Anderson Luis de Souza 'Deco' un pase interior para que el 'Pulga' cruzara el bal¨®n con un derechazo en el 2-1 que inclinaba todav¨ªa m¨¢s el campeonato para un Barcelona que sumaba 75 puntos, por 72 del Madrid.
Curiosamente, Messi pr¨¢cticamente cumpl¨ªa el vaticinio que hab¨ªa formulado en las p¨¢ginas de este peri¨®dico a Zabaleta, compatriota suyo, amigo y perico: "Les dir¨¦ un resultado, 2-0 y a esperar". No fue 2-1, pero se le parec¨ªa. O eso cre¨ªa.
Mientras, en La Romareda, segu¨ªa el Madrid atenazado ante un Zaragoza que sobre el c¨¦sped contaba con un jovenc¨ªsimo central de 20 a?os, cedido por el Manchester United: Gerard Piqu¨¦. Apuntaba ya maneras de su l¨ªnea discursiva cuando brome¨®: "No he visto maletines, pero bienvenidos sean".
Hab¨ªan marcado Tamudo, Messi y Milito, tres de los grandes artilleros de LaLiga. Pero faltaba uno, el 'pichichi' de aquel campeonato. Se trataba de Ruud Van Nistelrooy. Al holand¨¦s no se le pod¨ªa dejar solo, tal como permiti¨® la zaga blanquilla en el 56' del Zaragoza-Madrid, para que cabeceara a placer ante C¨¦sar S¨¢nchez.
Segu¨ªa l¨ªder el Bar?a, 75 puntos por 73, pero el 1-1 de La Romareda ya encajaba m¨¢s en los planes de Capello. Sabedor de que no ten¨ªa ni un segundo que perder, el italiano hab¨ªa sido dr¨¢stico al retirar en el descanso a Ra¨²l Gonz¨¢lez y Emerson Ferreira para dar entrada a Jos¨¦ Mar¨ªa Guti¨¦rrez 'Guti' y Gonzalo Higua¨ªn. Mayor creatividad y m¨¢s aire para Van Nistelrooy. Conseguido.
Se acercaba tambi¨¦n con ese gol el compromiso que siete d¨ªas antes, el 2 de junio, hab¨ªa sostenido Ram¨®n Calder¨®n en el cementerio de Almansa. El presidente blanco visitaba la tumba de Santiago Bernab¨¦u en el aniversario de su defunci¨®n, para rendirle un homenaje y, entre ramos de flores y un respetuoso silencio, proponerse que le honrar¨ªa con el t¨ªtulo de Liga que estaba a¨²n por dirimirse.
Sin embargo, y aunque avanzaba la noche y restaba media hora para que finalizasen los partidos, la moneda al aire de LaLiga no hab¨ªa hecho m¨¢s que salir de entre los dedos ¨ªndice y pulgar del destino. Y Calder¨®n, el madridismo y el barcelonismo ver¨ªan c¨®mo en el minuto 63 volv¨ªa a la carga Diego Milito con el 2-1 del Zaragoza, tras una estupenda jugada de Aimar. Los mismos protagonistas del 1-0.
Conviene recordar en este punto que, a diferencia del Espanyol, los blanquillos se estaban jugando nada menos que su clasificaci¨®n para la Copa UEFA. Llegaban a la jornada quintos, un punto por encima del Atl¨¦tico de Madrid y dos sobre el Villarreal, por lo que una victoria les garantizaba el acceso a Europa.
"El Madrid no sabe lo que le espera"
V¨ªctor Fern¨¢ndez, t¨¦cnico del Real Zaragoza, lo advirti¨® el d¨ªa antes
Tal cual lo hab¨ªan reflejado en los d¨ªas previos los jugadores. Alberto Zapater advert¨ªa de que "la mejor prima para nosotros ser¨¢ entrar en la UEFA", preguntado sobre el recurrente asunto de los maletines. "Nos jugamos todo el a?o", enfatizaba Chus Herrero. En plan vengativo se mostraba directamente el exmadridista Carlos Diogo, al asegurar: "No tengo amigos en el Madrid. Vamos a ganarles y el Barcelona va a conquistar LaLiga".
Y V¨ªctor Fern¨¢ndez lanzaba un aviso, casi un augurio, en su conferencia de prensa de ese viernes: "El Madrid no sabe lo que le espera". Dicho y hecho. Le aguardaba sufrir lo indecible para conquistar el t¨ªtulo.
Aunque no quedaron relegados de la batalla de la grandilocuencia los jugadores de un Madrid que agonizaba y tend¨ªa a la ¨¦pica conforme se asomaban los minutos finales de la jornada. Seguro que Ra¨²l recordaba ya, arrodillado ante el banquillo, su frase de dos d¨ªas antes: "Para cerrar bocas tenemos que ganar LaLiga".
En la porter¨ªa, maldiciendo muy probablemente su suerte, Casillas le dar¨ªa vueltas a su propia predicci¨®n. "Si perdemos, dir¨¢n que somos una banda", espet¨® el viernes. El propio Guti, procurando servir alg¨²n pase que diera lugar al milagro, recordar¨ªa c¨®mo hab¨ªa vaticinado que el Zaragoza-Madrid ser¨ªa "como una final de Champions". Y, en ese sentido, ten¨ªa raz¨®n. Las finales duran hasta el pitido final. Y el partido de La Romareda se encontraba en el 88'.
?Y qui¨¦n elabor¨® el 2-2? Efectivamente, maduraba Guti en el centro del campo, astuto para delinear un pase vertical al desmarque de Roberto Carlos, quien pr¨¢cticamente desde la l¨ªnea de fondo serv¨ªa una asistencia atr¨¢s para Higua¨ªn, quien disparaba. Y Van Nistelrooy, con todo el ¨ªmpetu, aprovechaba el rechace para empujar a gol. Aun as¨ª, segu¨ªa el Barcelona como l¨ªder con dos puntos m¨¢s. Y apenas quedaba tiempo para meter el tercero y recuperar la primera plaza. Una aut¨¦ntica agon¨ªa blanca.
Viajaba la noticia a trav¨¦s de las ondas, los transistores, los auriculares. Hasta Ibarz. Hasta el Camp Nou entero, que murmuraba. Algunos incluso apartaban la mirada del terreno de juego para comentar con su compa?ero en el patio de butacas el gol de Van Nistelrooy que engrasaba de nuevo el juego a cara y cruz por LaLiga. Ahora se trasladaba todo a La Romareda, pensaban, a que el Madrid no meta otro tanto. Nada m¨¢s lejos de la realidad.
Quienes hab¨ªan desviado su atenci¨®n del c¨¦sped se perdieron uno de los hitos de la historia del campeonato. Exactamente 17 segundos despu¨¦s de que Van Nistelrooy marcar en La Romareda, Tamudo lo hac¨ªa en el Camp Nou, que se fund¨ªa en un sepulcral silencio. A pase interior de Francisco Joaqu¨ªn P¨¦rez Rufete. Con la diestra, cruz¨¢ndole el esf¨¦rico a un superado Victor Vald¨¦s. Cada fotograma perdudar¨¢ para siempre en quienes lo vivieron. 73 puntos para el Madrid, 73 para el Bar?a. El liderato volv¨ªa a vestir de blanco.
Se echaba las manos a la cabeza el seguidor del Barcelona, at¨®nito. Golpeaba la mesa alg¨²n locutor de radio. Impert¨¦rrito como una estatua de granito reaccionaba m¨¢s de un directivo en el palco. Maldec¨ªan su suerte miles y miles de cul¨¦s. Y todo lo que en Can Bar?a era pavor se transform¨® en euforia a la que los hercios llegaron a Zaragoza. El banquillo del Madrid, con Ra¨²l en pie informado al instante por la afici¨®n que se sentaba en primera fila, se convirti¨® en una inesperada fiesta. Y el ¨²nico sentimiento que se compart¨ªa en ambos estadios, en las casas de medio mundo, era el de incredulidad. 17 segundos en los que todo cambi¨®.
?Y c¨®mo reaccion¨® Tamudo, rival ac¨¦rrimo del Barcelona? ?Extasiado? ?Dio la vuelta ol¨ªmpica? ?Se encar¨® con la platea del Camp Nou? Nada de eso. Simplemente, corr¨ªa al trote, se besaba el escudo una, dos, tres y hasta cuatro veces, hasta encontrarse con sus compa?eros. Iv¨¢n de la Pe?a y ?ngel Mart¨ªnez en primera instancia. Luis Garc¨ªa, Marc Torrej¨®n y Chica, unos metros m¨¢s adelante. Y as¨ª, hasta volver a agarrarse el escudo de la pechera y dirigirlo al cielo.
Tamudo a¨²n no sab¨ªa que le acababa de arrebatar LaLiga al Bar?a, mucho menos que hab¨ªa nacido el Tamudazo. Pero s¨ª que entraba en la historia. En su cabeza, sab¨ªa que acababa de convertirse en el m¨¢ximo goleador del Espanyol de siempre en el campeonato liguero con 112 goles, por los 111 de Rafa Mara?¨®n.
As¨ª titul¨® Tom¨¢s Guasch -quien premonitoriamente hab¨ªa presentado esa semana la biograf¨ªa de Tamudo- la cr¨®nica del As. Y en ingl¨¦s lo tradujo Sid Lowe, 'The Fuck of the Century', para que los lectores de The Guardian y The Observer tambi¨¦n pudieran inmortalizar esa porci¨®n de leyenda.
Concluyeron los partidos en el Camp Nou y en La Romareda, con 2-2 en ambos escenarios y el panorama de LaLiga igual que dos horas antes, pero con un sinf¨ªn de emociones en la mochila de los momentos inolvidables. Para bien o para mal.
"Estamos desolados", reconoc¨ªa Messi. "Ten¨ªamos la victoria y el liderato en la mano (nunca mejor dicho) y en un minuto todo se perdi¨®", lamentaba el argentino. Y el Barcelona no era el ¨²nico damnificado, o el ¨²nico que no hab¨ªa hecho los deberes.
A todo esto, el Sevilla tambi¨¦n hab¨ªa iniciado la jornada con opciones de conquistar el t¨ªtulo, a dos puntos de Madrid y Bar?a. Un triple empate no beneficiaba a los de Juande Ramos sino al equipo de Capello, pero s¨ª uno doble con los blancos.
As¨ª que ya se especulaba incluso con lo que pod¨ªa suceder en la ¨²ltima jornada si los tres conjuntos alcanzaban los ¨²ltimos minutos igualados a puntos: un descuido del Bar?a era la enso?aci¨®n para arrebatar LaLiga al eterno rival y, como mal menor para los cul¨¦s, dejarla en manos del Sevilla.
Pero nada de esto sucedi¨®, porque en esa pen¨²ltima jornada, la noche del Tamudazo, no pasaron los hispalenses del empate sin goles en el Ono Estadi. Desecharon una oportunidad de oro, en parte por un claro penalti de H¨¦ctor Berenguel sobre el tristemente desaparecido Antonio Puerta que pas¨® por alto Eduardo Iturralde Gonz¨¢lez, si bien semanas m¨¢s tarde recibir¨ªan como premio de consolaci¨®n la Copa del Rey, que a?adir a la Copa UEFA conquistada antes contra el Espanyol y la Supercopa de Europa cosechada a inicios de curso. Ah¨ª es nada.
Precisamente esa Supercopa europea, disputada en M¨®naco el 25 de agosto de 2006 (3-0), fue el primer trofeo que se le escap¨® a un Barcelona que iba a por siete t¨ªtulos de la mano de Joan Laporta y de Frank Rijkaard, presidente y entrenador, y que se tuvo que conformar con la Supercopa de Espa?a, ganada precisamente al Espanyol no sin la pol¨¦mica alineaci¨®n en el partido de ida de Xavi y Puyol, ya que ambos pudieron jugar el encuentro de ida porque hab¨ªan desaparecido de la convocatoria de un Espa?a-Islandia al alegar sendas lesiones.
No obstante, LaLiga 2006-07 no termin¨® con el Tamudazo. Quedaba por disputarse otra jornada, en la que el Barcelona se deshizo sin problemas del ya descendido N¨¤stic de Tarragona (1-5) y en la que el Madrid sud¨® m¨¢s de lo que es capaz de retener la memoria, en el Bernab¨¦u, frente al mismo Mallorca que ven¨ªa de arrancarle dos puntos al Sevilla.
De hecho, Fernando Varela avanz¨® a los de Gregorio Manzano en el minuto 16 y no fue hasta el 67' cuando el a?orado Jos¨¦ Antonio Reyes obr¨® el gol del empate. Y hasta el tramo final no consiguieron Mahamadou Diarra y el propio utrerano enderezar el rumbo para los blancos, que vencieron por 3-1 y pudieron festejar el campeonato liguero. En Cibeles no falt¨® alguna bandera del Espanyol, en agradecimiento a Tamudo, por haber protagonizado -en el primero de sus Tamudazos, pues en 2012 escribir¨ªa otro para salvar del descenso al Rayo Vallecano- los que probablemente hayan sido los 17 segundos m¨¢s endiablados de la historia de LaLiga.
Los transistores dieron paso a las redes sociales. Los errores arbitrales en goles con la mano se convirtieron en debates sobre el videoarbitraje y Real Madrid y Barcelona, ah¨ª s¨ª, siguen peleando como anta?o por el t¨ªtulo de Liga. Pero hay instantes que el aficionado conserva para siempre, y bien lo sabe el protagonista de esta historia, Ra¨²l Tamudo, quien a sus 42 a?os sigue igual o m¨¢s vinculado al Espanyol como integrante de la direcci¨®n deportiva. Y que desgrana en conversaci¨®n telef¨®nica con AS aquella m¨¢gica velada.
El Espanyol ya no se jugaba nada, desde el punto de vista deportivo. ?Cu¨¢l era su est¨ªmulo ese 9 de junio? ?Pensaba en que pod¨ªa arrebatarle LaLiga al eterno rival?
Cualquier jugador que va a un estadio como el Camp Nou o el Bernab¨¦u sale siempre motivado, porque desde peque?o siempre sue?as con jugar en esos campos y, sobre todo, con ser protagonista. Yo ese d¨ªa tuve la suerte de conseguirlo con mis dos goles. Pero no tanto por la repercusi¨®n que tuvo a nivel mundial, porque eso es algo externo que a m¨ª se me escapa, sino por lo individual. Sal¨ª al Camp Nou a ser profesional, a jugar el partido y a intentar ganarlo. Lo que pas¨® en otros estadios yo no pod¨ªa controlarlo.
?Qu¨¦ recuerda del instante de la jugada?
Que empezaba a sentir alguna rampa y que incluso me hab¨ªa bajado un poco las medias. Pero Rufete me filtra ese pase al espacio y pienso que es mi ¨²ltimo esprint, la ¨²ltima que carrera que podr¨¦ hacer. As¨ª que me lanzo, busco el bal¨®n, controlo y se lo cruzo a V¨ªctor Vald¨¦s. Gol.
?Pasa un solo d¨ªa sin que alguien le recuerde el Tamudazo?
Al final sali¨® as¨ª, dio esa casualidad, y s¨ª es cierto que no pasa un d¨ªa de mi vida sin que la gente me lo recuerde. Pero con mucho cari?o. No me puedo quejar, porque con el paso de los a?os me tratan con mucho respeto, cari?o y admiraci¨®n tanto los seguidores del Madrid como los del Bar?a. Al final, ese son el tipo de cosas que te quedan despu¨¦s de una carrera de tantos a?os, que haya gente de todos los equipos que valoren lo que he hecho en mi profesi¨®n, adem¨¢s de lo bien que me lo he pasado desempe?¨¢ndola.
"Yo celebraba que me acababa de convertir en el m¨¢ximo goleador liguero en la historia del Espanyol"
Tamudo
En el momento de su segundo gol, usted no sab¨ªa lo que entra?aba. Pero despu¨¦s, ?hubo festejo en el vestuario del Camp Nou?
Cuando entramos al vestuario y me dijeron lo que hab¨ªa pasado, yo siempre he sido en ese sentido un futbolista de perfil un poco bajo. Lo que ten¨ªa que celebrar es que me hab¨ªa convertido con esos dos goles en el m¨¢ximo goleador liguero de la historia del club, por eso fueron especiales. Habr¨¢ quien me crea y quien no, pero yo iba al Camp Nou sabiendo que estaba a punto de alcanzar el r¨¦cord y pasar a la historia del club donde hab¨ªa estado toda mi vida. Celebr¨¦ los goles por eso, no suelo recrearme en cosas que no me incumben. Obviamente, lo que sucedi¨® fue una alegr¨ªa, sobre todo para la afici¨®n por la rivalidad deportiva que tenemos siempre, y nada m¨¢s.
Ahora, curiosamente, trabaja codo con codo junto a su asistente de ese 2-2, Francisco Joaqu¨ªn P¨¦rez Rufete, que es el director de f¨²tbol profesional del Espanyol. ?Recuerdan mucho aquello?
S¨ª, lo recordamos, pero no crea que nos recreamos mucho. Es una casualidad que ahora estemos trabajando siempre juntos y hay veces que viene gente al despacho y dice "Rufete, Tamudo, gol". Es lo que se recuerda de ese momento. Es m¨¢s eso, que nos lo recuerden personas que vienen por la oficina.
?Qu¨¦ sentimiento le evoca el Tamudazo?
Me enorgullece haber pasado a la historia de LaLiga, sobre todo por no pertenecer a un club grande, que son los que siempre se llevan los m¨¦ritos, las portadas y los t¨ªtulos. Es mucho m¨¢s complicado pasar a la historia del campeonato espa?ol si no juegas en uno de esos dos. Fue una noche feliz, s¨ª lo fue.