Se llama Manuel. Naci¨® en Espa?a. En Vallecas le llaman Manolo. En Estados Unidos le llaman Mani. Mani Hern¨¢ndez. "?Mira hasta donde ha llegado un t¨ªo de Vallecas!", comenta Manuel Fonseca Hern¨¢ndez (Vallecas, 1948) despu¨¦s de contarnos su apasionante historia.
Manuel Fonseca Hern¨¢ndez naci¨® cerca del Puente de Vallecas, exactamente en la Avenida de la Albufera n¨²mero 67, un 2 de agosto de 1948. Entonces Vallecas era un municipio independiente (se anexion¨® a Madrid en 1950). Dieciseis a?os despu¨¦s, aquel vallecano se march¨® a Estados Unidos cuando se qued¨® hu¨¦rfano. Manuel, Manolo para su familia espa?ola, hab¨ªa perdido a su padre con cuatro a?os, enfermo del pulm¨®n, y sufri¨® la orfandad absoluta a los 15 cuando a su madre le fall¨® el coraz¨®n. Sus t¨ªos decidieron que se marchara a Estados Unidos para vivir con un t¨ªo de su padre que hab¨ªa emigrado en 1914 a California desde Galisteo, un pueblecito de Extremadura cecano a Plasencia. ¡°Tuve la oportunidad de venir a Estados Unidos y vine corriendo a vivir con mi t¨ªo abuelo¡±, explica a trav¨¦s de su castellano con acento americano este pionero del soccer en Estados Unidos, que fue Ni?o de San Idelfonso y cant¨® premios en la loter¨ªa de Navidad de 1959.
Manuel jugaba al f¨²tbol en el barrio y destacaba. Era un extremo zurdo peque?¨ªn y habilidoso, que dominaba las filigranas. Le fich¨® el Borondo ¨C¡°eran los m¨¢s famosos de Vallecas quitando al Rayo¡±- y al segundo partido con ese equipo vallecano, que no aparece en Google, lleg¨® un ojeador y le fich¨® para el Atleti. Lleg¨® al juvenil colchonero entrenado entonces por el hermano de Adri¨¢n Escudero. Se entrenaba en su barrio, cerca del campo del Rayo, y jugaba los partidos en Carabanchel con compa?eros de 18 a?os que le sacaban tres cuerpos. ¡°Ten¨ªa m¨¢s miedo que verg¨¹enza, porque era peque?ito¡±, recuerda. ¡°Tu corre y sigue el bal¨®n¡±, me dec¨ªa el entrenador. Jugaba de extremo izquierdo y sus ¨ªdolos eran Gento y Collar. Un poco m¨¢s el extremo del Atleti, porque se parec¨ªa a ¨¦l jugando, peque?¨ªn y habilidoso. Tambi¨¦n idolatraba a Di St¨¦fano y a Peir¨®, pero un poco m¨¢s al Galgo del Metropolitano.
Antes de emigrar a Estados Unidos, Manolo jug¨® en el juvenil del Atleti
En 1965 dej¨® en Madrid su sue?o de ser futbolista sin saber que lo iba a reenganchar como emigrante en Estados Unidos. Su t¨ªo abuelo viv¨ªa en Hayward, un pueblo entre San Francisco y San Jos¨¦, a media hora en coche de Sillicon Valley. R¨¢pidamente se enter¨® de d¨®nde se jugaba al f¨²tbol y se apunt¨® a un equipo juvenil llamado IE Bercovich. Le ficharon r¨¢pido porque destacaba por su intensidad y habilidad. El ¨²nico compa?ero estadounidense era el portero. ¡°Ganamos la Copa de California¡±, recuerda con emoci¨®n. ¡°Hab¨ªa dos h¨²ngaros, un ingl¨¦s, dos o tres escoceses y estos, los scottish, me llevaron a mi siguiente equipo de la liga semiprofesional de California¡±.
Como dominaban los escoceses, el nuevo equipo se llamaba San Francisco Scots, aunque tambi¨¦n jugaban peruanos, salvadore?os o alemanes. En esa liga estaba el Uni¨®n Espa?ola, formado por emigrantes espa?oles que le daban ca?a a Manuel: ¡°Me dec¨ªan que jugara con ellos y no con los escoceses, pero ya estaba en ese equipo y no me pod¨ªa cambiar. Ganamos la Copa de California¡±. Dos a?os en Estados Unidos y dos t¨ªtulos.
En Estados Unidos en los a?os 60 se jugaba muy distinto de Europa. ¡°Era un f¨²tbol mucho m¨¢s violento. Se daban unos palos que no veas. En muchos partidos volaban las patadas, entonces corr¨ªamos al centro del campo y nos proteg¨ªamos entre todos haciendo un corro porque ven¨ªa la pelea. El equipo de los griegos no veas c¨®mo pegaba. A la gente le gustaba los deportes de contacto¡±.
¡°En los a?os 60, el f¨²tbol en Estados Unidos era mucho m¨¢s violento que en Europa, volaban las patadas¡±
Mani Hern¨¢ndez, pionero del f¨²tbol en Estados Unidos
Manuel se arremang¨® para aprender ingl¨¦s y decidi¨® estudiar en la Universidad de San Jos¨¦ donde sac¨® una beca de f¨²tbol. El entrenador de la universidad cambiar¨ªa su vida. Se trataba de un antiguo preparador de boxeo que se hab¨ªa reciclado en t¨¦cnico de soccer (f¨²tbol en Estados Unidos). Se llamaba Julius Men¨¦ndez, era hijo de asturianos, y fue el entrenador del equipo estadounidense de boxeo en los Juegos Ol¨ªmpicos de 1960 celebrados en Roma en los que un tal Cassius Clay gan¨® la medalla de oro. El entrenador del que luego fue universalmente conocido como Muhammad Ali se recicl¨® al f¨²tbol, tuvo a sus ¨®rdenes y fue el mentor de la carrera futbol¨ªstica de Manuel Hern¨¢ndez.
En la universidad, el joven espa?ol destacaba igual que el primer d¨ªa que le hicieron una prueba a su llegada a California y marc¨® siete goles. ¡°Hab¨ªa gente de Persia, de Turqu¨ªa, latinoamericanos y mientras me formaba en literatura espa?ola segu¨ªa jugando al f¨²tbol¡±. En la San Jos¨¦ State University marc¨® 68 goles y dio 29 asistencias en tres temporadas, llegando a marcar seis tantos en un partido contra Stanford. Y gan¨® tres veces el campeonato de la NCAA.
Mani Hern¨¢ndez fue elegido mejor futbolista de Estados Unidos en 1968
Fue elegido mejor futbolista de Estados Unidos en 1968. Ese galard¨®n se llamaba Premio Hermann y premiaba al mejor futbolista universitario, o sea, el mejor jugador porque no exist¨ªa todav¨ªa otra liga (ese a?o arranc¨® la North American Soccer League, conocida como NASL, en la que Manuel Hern¨¢ndez triunfar¨ªa m¨¢s tarde). Fue el mejor jugador de Norteam¨¦rica con Julius Men¨¦ndez de entrenador (Manuel le llama ¡°Julio¡±).
Ese ¡°Julio¡±, su entrenador en la universidad, el hombre que prepar¨® a Ali para la medalla de oro en Roma 60, era el ayudante del seleccionador de Estados Unidos. ¡°Julio¡±, Julius Men¨¦ndez, avis¨® a Manuel, al que empezaban ya a llamar Mani, para que hiciera las pruebas para la selecci¨®n de USA que iba a intentar clasificarse para los Juegos Ol¨ªmpicos de Munich en 1972. Era febrero de 1970. Mani no pod¨ªa adquirir la nacionalidad norteamericana hasta mayo, cuando se cumplir¨ªan cinco a?os de su llegada de Espa?a. Sin ser ciudadano estadounidense super¨® las pruebas. Solo hab¨ªa que esperar a mayo.
¡°Todos jugaban al pelotazo, cuando yo cog¨ªa el bal¨®n la bajaba y regateaba. Yo era el chup¨®n del equipo¡±
Mani Hern¨¢ndez, pionero del soccer en Estados Unidos
Ya estaba dentro de la selecci¨®n de Estados Unidos. Y con el pasaporte americano. Lo que supon¨ªa que tambi¨¦n le pod¨ªan llamar a filas para combatir en la guerra de Vietnam. Las manifestaciones se suced¨ªan por todo el pa¨ªs en contra de la guerra a la que se neg¨® a ir Muhammad Ali. Y Mani decidi¨® volver a Espa?a para probar con el Rayo Vallecano. ¡°Estuve entren¨¢ndome semana y media y jugu¨¦ un partido en el campo de Vallecas contra el Atl¨¦tico en un homenaje a Calleja. No me sali¨® muy all¨¢, pero lo pas¨¦ genial jugando con los profesionales. Pe?alva, el entrenador del Rayo, me dio un buen consejo: 'Mejor acaba la carrera y haz tu vida en Estados Unidos', me dijo¡±. Lo mismo le aconsejaron sus t¨ªos. Y se volvi¨® para Estados Unidos para cumplir el sue?o americano.
All¨ª le esperaba la selecci¨®n, jugar los Juegos Panamericanos en Cali, que eran el preol¨ªmpico y fue decisivo porque marc¨® uno de los goles con los que Estados Unidos se clasific¨® para M¨²nich 72 haciendo historia como primer equipo de f¨²tbol estadounidense que disputaba unos Juegos Ol¨ªmpicos. Mani Hern¨¢ndez era la figura. ¡°Todos eran grandotes y jugaban con pelotazos largos. Cuando me llegaba a m¨ª el bal¨®n yo regateaba, era el chup¨®n del equipo¡±. Estados Unidos empez¨® aquellos Juegos empatando a cero con Marruecos. El segundo partido lo perdi¨® 3-0 ante Malasia. Y en el tercer partido, ante Alemania, ¡°el entrenador quit¨® a ocho titulares y nos metieron siete¡±.
As¨ª recuerda Mani lo que supuso su participaci¨®n en Munich 72: ¡°Fue emocionante representar a mi nuevo pa¨ªs. Los alemanes organizaron unos grandes Juegos Ol¨ªmpicos. El ambiente era muy bonito y las instalaciones eran magn¨ªficas. Mir¨¢bamos al resto de atletas como si fueran dioses¡±. Hasta que unos terroristas conmocionaron al mundo al asesinar a once miembros de la delegaci¨®n de Israel. ¡°Aquello fue una experiencia horrible¡±.
¡°Fue emocionante representar a mi nuevo pa¨ªs en los Juego Ol¨ªmpicos de Munich en 1972¡±
Mani Hern¨¢ndez, fue la estrella de la selecci¨®n ol¨ªmpica de f¨²tbol Estados Unidos en Munich 72
A su regreso a Estados Unidos todos los integrantes de aquel equipo ol¨ªmpico eran famosos. ¡°D¨¢bamos cl¨ªnics, exhibiciones, conferencias por todo el pa¨ªs. D¨¢bamos clases de soccer¡±. Fue el primer boom del f¨²tbol hasta tal punto que el gobierno estadounidense legisl¨® que se ense?ara en los colegios. ¡°Julio (Julius) Men¨¦ndez fue la persona m¨¢s importante en esta ¨¢rea. Lleg¨® a escribir un libro, ¡®?C¨®mo empezar a jugar al f¨²tbol?¡¯ se llamaba. Y eso que nunca hab¨ªa jugado al f¨²tbol¡±. En ese auge del balompi¨¦ lleg¨® de seleccionador el alem¨¢n Dettmar Cramer, un hombre FIFA que hab¨ªa exportado el f¨²tbol a Jap¨®n y llegaba a USA con la misma intenci¨®n. Cramer llev¨® a Mani a la absoluta dos partidos en 1976. Y no fue m¨¢s porque ten¨ªan que hacer gira y compatibilizaba su actividad de futbolista con la de profesor de espa?ol.
Por aquel entonces Mani Hern¨¢ndez era ya futbolista profesional, mejor dicho, cobraba del f¨²tbol, aunque lo compaginaba con sus inicios como entrenador en colegios y como profesor de espa?ol. Y era la estrella del San Jose Earthquakes. Mani marc¨® el primer (y el segundo) gol en la historia de la franquicia, encuadrada en la NASL (North American Soccer League), la liga que hab¨ªa arrancado en 1967 y que en 1975 trajo a Pel¨¦ para el New York Cosmos. ¡°Ganaba unos 1.000 d¨®lares al mes. El dinero en la NASL lo ganaron los Pel¨¦, Bobby Moore, George Best y las figuras que ficharon¡±.
¡°En los ¡®Quakes¡¯ ganaba 1.000 d¨®lares al mes, el dinero de la NASL lo ganaron Pel¨¦, Bobby More y Cruyff¡±
Mani Hern¨¢ndez, exjugador del San Jos¨¦ Earthquakes
Jug¨® tres temporadas en los Quakes que le convirtieron en la leyenda de la franquicia. Han pasado 9 lustros del primer gol de Mani y de la historia del San Jos¨¦ Earthquakes y Mani es su leyenda y su embajador. Aquel gol fue el 5 de mayo de 1974 y lo marc¨® en Canad¨¢ contra los Vancouver Whitecaps ante los 17.343 presentes en Empiere Stadium. Mani afirma que tuvo suerte: "Fue un bal¨®n largo y yo dud¨¦ si ir a por ¨¦l, cuando lo iba a enganchar tambi¨¦n dude si controlarla o tirar, pero eleg¨ª tirar. Lo siguiente que recuerdo es a todos mis compa?eros abraz¨¢ndonos. No la vi entrar". Aquel d¨ªa, tras el primer partido de los Quakes y el primer gol de Mani Hern¨¢ndez tuvieron que ir escoltados al aeropuerto ante la avalancha de aficionados que no les dejaban salir del estadio. Mani tambi¨¦n recuerda con cari?o al entrenador yugoslavo que les dirigi¨® en su debut en la NASL con los Quakes. ¡°Iv¨¢n Toplak era un entrador buen¨ªsimo. Hab¨ªa jugado en el Estrella Roja. La influencia de Toplak y luego de la Cramer, adem¨¢s de la de Julio Men¨¦ndez, claro, me hicieron convertirme en entrenador¡±.
Para ser entrenador a¨²n le quedaban unos a?os. Le quedaba enfrentarse a Pel¨¦ con el Cosmos y jugar junto a Johnny More y Jimmy Johnstone, aquel extremo escoc¨¦s que se hizo famoso en Espa?a por la eliminatoria de Copa de Europa Atleti-Celtic de Glasgow, en la que se las vio con Panadero D¨ªaz. ¡°Jimmy Johnstone jugaba muy bien. Y beb¨ªa mucho. Y borracho se regateaba a todos. ?Menudo futbolista!¡±, evoca Mani entusiasmado.
Mani Hern¨¢ndez fue dos veces internacional con la selecci¨®n absoluta de Estados Unidos
Mani Hern¨¢ndez siempre compagin¨® sus partidos con el San Jos¨¦ Earthaquakes con su profesi¨®n de profesor de espa?ol, as¨ª como la de entrenador en las academias que iban proliferando por todo el pa¨ªs, y como proselitista del f¨²tbol.
Cuando dej¨® los San Jos¨¦ Earthquakes (dej¨® de jugar, pero nunca se fue de los Quakes), se centr¨® en la expansi¨®n del f¨²tbol con exhibiciones y conferencias por todo el pa¨ªs y en 1979, Mani se embarc¨® en una nueva aventura balomp¨¦dica. Empez¨® a jugar en la Major Indoor Soccer League (la MILS se jug¨® de 1978 a 1992) donde se practicaba una especie de f¨²tbol sala que se jugaba en canchas de hockey y se pod¨ªa utilizar las paredes de la cancha.
¡°No veas las patadas que daban en la Major Indoor Soccer League junto al muro de hockey, ten¨ªa que saltar para que no me cazaran¡±
Mani Hern¨¢ndez, jugador de Detroit Lightning y el San Francisco Fog en la MLS Indoor
Ese soccer indoor era un juego r¨¢pido y muy violento. Al habilidoso Mani se le daba bien, pero ten¨ªa que protegerse. ¡°No veas las patadas que hab¨ªa junto al muro del hockey, ten¨ªas que saltar para que no te cazaran. Yo ya ten¨ªa 30 a?os, pero estaba en forma. Ese tipo de f¨²tbol ya lo conoc¨ªa de haber jugado 5 partidos con los Quakes en 1975 que la NASL tambi¨¦n prob¨® este formato¡±. En esos 5 partidos marc¨® 3 goles.
En su etapa en el soccer indoor de la MILS, Mani milit¨® en el Detroit Lightning y el San Francisco Fog. Marc¨® 17 goles y dio 14 asistencias en 61 partidos. En toda su carrera luci¨® el dorsal 6, menos la campa?a 79-80, la que jug¨® en Detroit, que visti¨® el n¨²mero 22.
En la Major Indoor League Soccer viv¨ªa del f¨²tbol. ¡°Gan¨¢bamos unos 3.000 d¨®lares al mes y con ese sueldo a finales de los 70 s¨ª se pod¨ªa vivir bien. Se llenaban todas las canchas. Fue un resurgir como el que hubo en el inicio de los Quakes en el que llen¨¢bamos los estadios. ?ramos famosos y hubo en campos que ten¨ªamos que salir escoltados por la polic¨ªa ante la avalancha de fans¡±.
¡°Jugu¨¦ un partido con Best y le dec¨ªa "?Pasamela!" Y ¨¦l me dec¨ªa: "T¨² sigue corriendo". ?No me pas¨® ni un bal¨®n! ?Era m¨¢s chup¨®n que yo!"
Mani Hern¨¢ndez, leyenda de los San Jos¨¦ Earthquakes
Cuando ya se hab¨ªa retirado y hab¨ªa iniciado su exitosa carrera como entrenador, Mani jug¨® un partido con George Best. El crack irland¨¦s tambi¨¦n jug¨® en el San Jos¨¦ Earthquakes en la campa?a 80-81 un total de 53 partidos en los que marc¨® 21 goles, uno de ellos el mejor de la historia de la NASL. Con motivo del d¨¦cimo aniversario de los Quakes se hizo un partido de las mayores figuras. Mani Hern¨¢ndez jug¨® de extremo izquierdo y Best por detr¨¢s de ¨¦l, de interior. ¡°?P¨¢same la pelota, Georgi! Le gritaba yo. Y Best me dice: tu sigue corriendo. No par¨¦ de correr y no me pas¨® ni un bal¨®n. No se la pasaba a nadie. Solo regateaba. ?Era m¨¢s chup¨®n que yo!¡±, cuenta Mani ech¨¢ndose unas risas.
Por qu¨¦ el f¨²tbol no ha conseguido conquistar a los estadounidenses es una pregunta recurrente. Ha habido varias fases en las que se ha intentado que el deporte preferido de la mayor¨ªa de los habitantes de la tierra triunfe en la primera potencia mundial. Y Mani Hern¨¢ndez las ha vivido todas. La primera vez fue despu¨¦s del ¨¦xito de la clasificaci¨®n de Estados Unidos para los Juegos de M¨²nich 72, en los que particip¨® Mani.
Mani recuerda como, al regreso de los Juegos Ol¨ªmpicos, daban exhibiciones por todo el pa¨ªs y pusieron el soccer como asignatura obligatoria en los colegios. Estados Unidos siempre cont¨® con un hombre muy futbolero en su administraci¨®n: Henry Kissinger. A la vez que daba apoyo log¨ªstico para instaurar dictaduras por Sudam¨¦rica, era un activista balomp¨¦dico y el empe?o de su vida, adem¨¢s de combatir el comunismo arrasando democracias, era que en Estados Unidos se viviera con la pasi¨®n de Europa, Argentina o Brasil los partidos de f¨²tbol. Para ello, en una segunda fase, aunque los Pel¨¦, Cruyff y Best no lograron que los yankees se enamoraran del f¨²tbol, se montaron academias de f¨²tbol por todo el pa¨ªs.
¡°El f¨²tbol ha tardado en extenderse en Estados Unidos por la distribuci¨®n del d¨®lar deportivo: se va en f¨²tbol americano, baloncesto, b¨¦isbol y hockey¡±
Mani Hern¨¢ndez, pionero y leyenda del soccer en Estados Unidos
Mani Hern¨¢ndez compagin¨® su carrera de futbolista y profesor como monitor y entrenador en esas academias. ¡°Hay muchos medios. Los padres pagaban la cuota para que sus hijos aprendieran a jugar al f¨²tbol y ya se jugaba mejor al f¨²tbol que en los 60, con menos violencia¡±, Pero a¨²n as¨ª, el f¨²tbol no hac¨ªa la afici¨®n que se pretend¨ªa.
Mani Hern¨¢ndez lo explica desde la econom¨ªa: ¡°El problema es la distribuci¨®n del d¨®lar deportivo. El aficionado al deporte se gasta el dinero en f¨²tbol americano, en baloncesto, en b¨¦isbol y en hockey, entonces no le queda para el f¨²tbol. Pero la MLS ya va adquiriendo inter¨¦s y seguimiento¡±.
¡°El f¨²tbol necesita un ¨¦xito internacional de la selecci¨®n estadounidense como el que han tenido las mujeres: ahora todas las ni?as quieren jugar al soccer en Estados Unidos¡±
Mani Hern¨¢ndez, exfutoblista internacional ol¨ªmpico y absoluto de Estados Unidos
Kissinger consigui¨® que la FIFA diera a Estados Unidos la celebraci¨®n del Mundial 94. Aquella Copa del Mundo sirvi¨® para atrer a m¨¢s aficionados, pero no a tantos como le hubiera gustado a Henry. Seg¨²n Mani Hern¨¢ndez, mejor futbolista de Estados Unidos en 1968 y protagonista en primera persona de toda la evoluci¨®n del soccer en Norteam¨¦rica, ¡°el f¨²tbol de Estados Unidos necesita un ¨¦xito de la selecci¨®n a nivel mundial, un triunfo internacional. La selecci¨®n femenina lo ha tenido y todas las ni?as quieren jugar al f¨²tbol en Estados Unidos¡±. Mani ha entrenado a ni?as y ha ganado muchos t¨ªtulos. Mientras tanto, la MLS va creciendo como liga y Estados Unidos organizar¨¢ otro mundial, junto a Canad¨¢ y M¨¦xico, en 2026. Y esta Copa del Mundo puede ser el espaldarazo definitivo que buscaba Herny Kissinger para el f¨²tbol en los USA. Y que Mani Hern¨¢ndez, pionero del f¨²tbol norteamericano, lo vea.
Una vez retirado, Mani se dedic¨® a ser entrenador y a ganar campeonatos. Siempre compagin¨® su faceta de educador, monitor y t¨¦cnico con la de jugador y fue a partir de 1982 cuando se centr¨® en los banquillos, desde donde tambi¨¦n fue pionero en Estados Unidos como lo fue de futbolista porque inici¨® el boom del f¨²tbol femenino. Y con la Presentation High School de San Jos¨¦ gan¨® 17 campeonatos de liga y ocho t¨ªtulos de la secci¨®n Costa Central en los 24 a?os que dirigi¨® a este equipo. Las ense?anzas durante su etapa de jugador de Julius Men¨¦ndez, Iv¨¢n Toplak y Dettmar Cramer fueron decisivas en su vocaci¨®n de entrenador. Varias chicas de las que entren¨® llegaron a ser internacionales: Danielle Slaton y Aly Wagner, por Estados Unidos, y Mikka Hansen, por Dinamarca.
En 2015 ingres¨® en el sal¨®n de la fama de San Jos¨¦ por toda su trayectoria deportiva. Y tambi¨¦n cuenta con un campo que lleva su nombre, el Mani Hern¨¢ndez Soccer Field. Desde que se retir¨® como entrenador, ejerce de embajador del San Jos¨¦ Earthquakes y representa al equipo de su vida en actos. ¡°Sigo firmando aut¨®grafos¡±, comenta orgulloso Mani. Las botas con las que marc¨® el primer gol de los Quakes se encuentran en el museo del club. Nadie olvida tampoco que Mani lider¨® al equipo cuando los Quakes vencieron al megacrack Pel¨¦, quien visit¨® con su New York Cosmos un Spartan Stadium abarrotado por 30 mil hinchas euf¨®ricos.
Como entrenador tambi¨¦n fue un pionero y gan¨® m¨¢s de 30 t¨ªtulos con equipos masculinos y feneminos
Cuando repasa su vida se considera afortunado por su carrera deportiva y por haberse encontrado en su trayectoria vital a personas que siempre le aconsejaron bien, empezando por Julius Men¨¦ndez, el entrenador de Cassius Clay en Roma 60 que luego se recicl¨® al f¨²tbol, as¨ª como Manolo Pe?alva, el entrenador del Rayo que le dijo en 1970 cuando fue hacer una prueba a Vallecas, que mejor se quedara en Estados Unidos, acabara la carrera y jugase al f¨²tbol en Am¨¦rica. Mani se considera satisfecho por haberse formado en Norteam¨¦rica. ¡°En James Logan tuve excelentes maestros. Siempre estar¨¦ agradecido a Estados Unidos por brindarme la oportunidad de aprender y obtener una educaci¨®n. Adem¨¢s del f¨²tbol, Estados Unidos me lo ha dado todo ". Le dio hasta su hijo Elliot Hern¨¢ndez, que no fue futbolista, aunque jugaba bien. Elliot se hizo Marine y estuvo en tres guerras con el ej¨¦rcito de los Estados Unidos de Am¨¦rica. En Espa?a tiene familia. Y le siguen llamando Manolo. Uno de sus primos, Carlos Fonseca, que es tambi¨¦n entrenador, se ha empe?ado en que la historia de Mani Hern¨¢ndez se conozca en Vallecas, en Madrid y en Espa?a.
Mani es en la actualidad embajador de los Quakes; sigue firmando aut¨®grafos y juega al golf con su excompa?ero Johnny Moore
Mani tiene un buen retiro. Administr¨® bien lo que gan¨® como profesor de espa?ol, como futbolista y como entrenador. Y con el auge tecnol¨®gico en los ¨²ltimos a?os de Sillicon Valley vendi¨® una propiedad familiar y lo que gan¨® lo invirti¨® en una casa con campo de golf donde casi todos los d¨ªas se hace unos hoyos con su compa?ero Johnny Moore, que se qued¨® a vivir en los Estados Unidos. Mani y Johnny recuerdan batallitas de los Quakes como cuando marc¨® el primer gol de la historia de la franquicia de San Jos¨¦ que compite en la actual MLS. Mientras el sol de California le dora la piel y patea en el green del hoyo 18, Mani vive despierto aquel sue?o americano que inici¨® a los 16 a?os. Mani hace un birdie. Esboza la media sonrisa de aquel Ni?o de San Ildefonso que cant¨® la loter¨ªa de Navidad de 1959 y, con su espa?ol con acento ingl¨¦s, pero que a¨²n mantiene ese deje cheli vallecano, exclama suavemente en voz alta: ¡°?Mira hasta d¨®nde ha llegado un t¨ªo de Vallecas!¡±. Ese t¨ªo de Vallecas fue futbolista. El mejor jugador de los Estados Unidos en 1968, internacional con USA en M¨²nich 72 y estrella de los Quakes. Ese t¨ªo de Vallecas es un pionero en la conquista americana del soccer. All¨ª no le llaman Manuel. Ni Manolo. Le llaman Mani. Mani Hern¨¢ndez. Naci¨® en Vallecas y triunf¨® en Am¨¦rica. Y esta es su historia. Y se despide tras contarla. "?Nos tenemos que tomar unas ca?as y seguir hablando de f¨²tbol!". ?Por supuesto, Manolo!