Las relaciones de Jes¨²s Gil con el Real Madrid eran dif¨ªciles de definir. Podr¨ªa decirse que fueron buenas, aunque con el car¨¢cter volc¨¢nico del expresidente se hace inevitable pensar que durante tantos a?os no hubiera roces. Adem¨¢s, fueron muchos derbis, con resultados de todo tipo. En general los n¨²meros no le sonrieron (8 triunfos, 11 empates y 25 de derrotas), aunque dos de las victorias del Atleti tuvieron un impacto importante: el 0-4 del primer derbi de Gil y el 0-2 de la final de Copa en el 92, ambas en el Bernab¨¦u. Este cap¨ªtulo va sobre esas tensiones vecinales¡­

Gil coincidi¨® con tres mandatarios blancos: Ram¨®n Mendoza, Lorenzo Sanz y Florentino P¨¦rez. Y los tres ten¨ªan claro lo que hab¨ªa, sin dobleces: ¡°Soy antimadridista por naturaleza, por convencimiento y por razones obvias de lo que he visto, lo que nos han robado...¡±, ¡°disfruto siendo antimadridista¡±.

Con los dos primeros, la relaci¨®n ¡ªno siempre¡ª lleg¨® a ser de amistad, pero eso no quita para que cada derbi fuera un partido de algo riesgo alrededor de Gil, y la Prensa y los aficionados lo sab¨ªan bien. Sus declaraciones antes y despu¨¦s pod¨ªan apuntar en cualquier sentido. ¡°Los atl¨¦ticos no nos vamos a dejar robar este partido. ?Muerte al invasor! ?Basta ya de que nos roben!¡±, esta es de una previa de 1998.

De los tres, con quien m¨¢s choques tuvo fue Ram¨®n Mendoza, que tambi¨¦n era quien m¨¢s r¨¦plica le daba. Ya en el d¨ªa 1 de su presidencia en el Atl¨¦tico, Gil le lanz¨® un aviso: ¡°El del pelo blanco que se prepare. Si se le ocurre volver a tocar a alg¨²n jugador de mi equipo puedo prometer y prometo que desestabilizar¨¦ al Real Madrid¡±.

En 1988 se dio uno de los enganchones m¨¢s calientes. El punto de partida fue un asalto nocturno a la finca Valdeolivas. Jes¨²s Gil acus¨® a Mendoza de alentar a los ultras: "No tengo pruebas de que hayan sido los Ultra Sur, pero me han amenazado varias veces con que iban a quemar mi Chevrolet nuevo conmigo dentro por meterme con el Madrid". Y prosigui¨®: "La forma de actuar del presidente y del gerente, Fern¨¢ndez Trigo, es similar a la de la KGB, primero se sienten ultrajados y luego alertan a los Ultra Sur (...) La forma de proceder del Madrid es de Uganda, como si Mendoza fuera Idi Amin. Me da n¨¢useas. Todo estaba planificado. Yo ya me tem¨ªa algo as¨ª". Mendoza ironiz¨® ante tal acusaci¨®n: "Tengo coartada, estuve cenando con Alfons¨ªn (presidente de Argentina). Aunque el gerente ha venido con un bocadillo de jam¨®n que...", en referencia a los cuatro jamones robados a Gil de la finca. El presidente atl¨¦tico fue castigado con una multa por calumnias.

Como presidente atl¨¦tico, Gil critic¨® a menudo al Madrid con ataques a diversas actitudes que seg¨²n ¨¦l llevaba a cabo. Por ejemplo, con respecto a otros equipos: ¡°Tienen que ganar como sea. El Madrid lo ha hecho muy bien, tiene un colonialismo a base de que te cede y no te cobra un duro, te los vende y no los cobra: Pardeza, Ochotorena¡­ El otro hab¨ªa un voto de censura y estaban cuatro presidentes esperando a que hablara Don Ram¨®n, porque les ten¨ªa que dar jugadores. Es el colonialismo deportivo y los pobrecitos est¨¢n obligados a callar¡±.

¡°No parar¨¦ hasta quitarle alg¨²n jugador al Real Madrid¡±, era otro de sus desaf¨ªos tras las chispas que saltaron en 1989. Las tensiones Gil-Mendoza se avivaron con el fichaje de Hierro por el Madrid, que dio para una an¨¦cdota curiosa. El entonces jugador del Valladolid iba a fichar por el Atleti y lleg¨® incluso a posar con la camiseta rojiblanca, pero acab¨® en el Bernab¨¦u tras una oferta de ¨²ltima hora. El Madrid tuvo que indemnizar al Atl¨¦tico y con ese dinero Jes¨²s Gil encarg¨® unos relojes para los socios que llevaban la inscripci¨®n "Regalo de Don Ram¨®n".

"Hasta que Mendoza no pida perd¨®n por lo de Hierro har¨¦ ofertas a todos sus jugadores", lanz¨® el presidente rojiblanco. Lo intent¨® con Losada, que se qued¨® en el Madrid finalmente, y amenaz¨® con hacerlo con varios m¨¢s. A finales de agosto, el Madrid fich¨® a Parra, a quien el Atleti hab¨ªa dado la carta de libertad dos d¨ªas antes. Gil lo tom¨® como "una venganza": "Espero que al Madrid le valga lo que Clemente desprecia". Y alguna le solt¨® tambi¨¦n a Hugo S¨¢nchez (¡°Es un mercenario y est¨¢ acabado¡±). Aun as¨ª, a?os despu¨¦s hubo conversaciones porque era el Madrid quien intentaba pescar en el Manzanares, aunque ninguna operaci¨®n cuaj¨®: Vizca¨ªno, Soloz¨¢bal, Toni, Aguilera¡­

En las malas, hubo ¨¦pocas en las que Gil ni pisaba el Bernab¨¦u (¡°Yo no voy m¨¢s a ese palco, es como las cacer¨ªas del Caudillo¡±), y otras en las que Mendoza decidi¨® no invitarle al palco (y Gil respond¨ªa amenazando con jugar con el equipo juvenil). Pese a todo, les unieron muchas cosas, arrimaron el hombro cuando tuvieron que pelear juntos y, aunque parezca imposible, tambi¨¦n hubo muy buen rollo entre ambos presidentes. Ah¨ª est¨¢ la famos¨ªsima (y ¨²ltimamente viral) foto de los dos trotando ¡ªGil con ch¨¢ndal¡ª en un acto ben¨¦fico en 1994. Pelillos a la mar. Y con el sucesor de Mendoza, Lorenzo Sanz, todav¨ªa m¨¢s uni¨®n.

Las familias Gil y Sanz cuajaron una muy buena amistad, aunque tambi¨¦n tuvieron sus momentos de tensi¨®n. Por ejemplo, con el fichaje de Solari, que salt¨® del Atleti al Madrid en 2000. "Cuando se enter¨® Jes¨²s, me solt¨® todo tipo de lindezas: ¡®Que si era un hijo de tal, un cabr¨®n...", reconoci¨® a?os despu¨¦s Sanz. No son pocas las an¨¦cdotas entre ellos, como las repetidas y famos¨ªsimas partidas de tute antes de los derbis, con Onieva, Cerezo... O cuando Gil dio plant¨®n en una comida porque ¡°estaba ba?¨¢ndose con las mama chicho en su finca¡±. Pero Lorenzo Sanz siempre le consider¨® un buen amigo.

El tercer presidente madridista con quien convivi¨® fue Florentino P¨¦rez, desde que ¨¦ste lleg¨® en 2000 al cargo hasta que Gil dimiti¨® en 2003. Adem¨¢s, se sucedieron los dos a?os atl¨¦ticos en el infierno, por lo que coincidieron en pocos derbis. Aun as¨ª, tambi¨¦n tuvieron sus momentos. Gil llam¨® al Madrid ¡°equipo del Gobierno¡± varias veces y denunci¨® trato de favor hacia Florentino P¨¦rez en repetidas ocasiones. Por ejemplo, con la venta de la Ciudad Deportiva blanca: "Si yo hubiera hecho la operaci¨®n urban¨ªstica del Madrid ahora mismo estar¨ªa en la c¨¢rcel. Es lo m¨¢s brutal que he visto nunca". ¡°El ¨²nico que puede comprar lo que quiera es el Madrid. Eso no se lo hubieran dado nunca ni a Mendoza ni a Lorenzo Sanz", coment¨® en otro momento.

"Yo no me meto contigo nunca, no te metas conmigo...", le dijo Florentino una vez que se vieron, pero Gil no titube¨®: ¡°Pero si yo no me meto contigo...¡±. E incluso brome¨®: ¡°Le voy a pedir (a Florentino) la f¨®rmula del ¨¦xito¡±. Con todo, el presidente sent¨ªa respeto hacia el mandatario blanco. Y a pesar de todos los conflictos, normalmente puntuales y que c¨®mo ve¨ªan se iban, Gil ayud¨® a mejorar las relaciones entre instituciones. Y dej¨® por el camino momentos para la historia delante de los micr¨®fonos.