Michael Robinson, fallecido ayer en Madrid, fue un entra?able y admirado mutante universal. Naci¨® en Leicester por equivocaci¨®n, porque siempre se vio a s¨ª mismo como gaditano del barrio de La Vi?a y hasta busc¨® explicaci¨®n geneal¨®gica que lo justificase. Fue hincha del Liverpool antes de ponerse su camiseta. Anfield le despert¨® tanta admiraci¨®n como p¨¢nico por sobrecarga de responsabilidad. Crey¨® que Osasuna era una ciudad y su t¨¦cnico, Zabalza, un director de hotel cuando le llamaron para salvar a un equipo que andaba con tantos problemas como sus rodillas y en el que se rezaba antes de los partidos. Y cuando su f¨ªsico no dio para m¨¢s, inici¨® un segundo despegue en el mundo de la comunicaci¨®n, que acabar¨ªa d¨¢ndole a¨²n m¨¢s que el f¨²tbol: dos Ondas acabaron pesando m¨¢s que una Copa de Europa. Fue un hombre de dos vidas y dos pa¨ªses. Desde el nuestro combati¨® el Brexit en primera l¨ªnea.

Robinson muri¨® a los 61 a?os tras una larga lucha contra el melanoma con met¨¢stasis que padec¨ªa desde octubre de 2018. A pesar de que la enfermedad se revel¨® como incurable desde el inicio, sigui¨® trabajando como comentarista en Movistar+ y en la Cadena SER casi hasta el ¨²ltimo minuto del ¨²ltimo partido. Y ese ¨²ltimo partido fue, caprichosamente, en Anfield, el pasado 11 de marzo, en duelo de Champions ante el Atl¨¦tico de Madrid. Los reds, sus reds, cayeron eliminados en un partido inolvidable. Un gol de Morata fue el ¨²ltimo que vio desde la cabina. La peor noticia en el mejor escenario.

La muerte de Robinson se anunci¨® en su propio perfil de Twitter: ¡°Con tremenda tristeza os comunicamos el fallecimiento de Michael. Nos deja un gran vac¨ªo, pero tambi¨¦n innumerables recuerdos, llenos del mismo amor que le hab¨¦is demostrado. Os estaremos eternamente agradecidos por haber hecho a este hombre tan feliz, nunca camin¨® solo. Gracias¡±. Un mensaje agradecido para un hombre con dos carreras, la de futbolista y la de comunicador, brillant¨ªsimas.

A partir de ah¨ª, una catarata de condolencias que probaron que nunca camin¨® solo: UEFA (que record¨® la Copa de Europa que gan¨® en 1984), Federaci¨®n, Liga, AFE, CSD, COE, ACB¡­ Y tras las siglas, los nombres: Gasol, Nadal, Casillas, Dalglish, Carolina Mar¨ªn, la totalidad de equipos profesionalesa, propios y ajenos...

Robinson, nacido en Leicester, estuvo siempre vinculado a la historia del Liverpool, aunque debut¨® en 1975 en las filas del Preston North End. De ah¨ª pas¨® al Manchester City, que le convirti¨® en el Sub-21 m¨¢s caro de la Liga, y despu¨¦s al Brighton antes de recalar, en 1983, en los reds, definitivamente el equipo de su vida pese a que s¨®lo jug¨® dos temporadas. Aun as¨ª le dio tiempo a conquistar una Liga, una Copa de la Liga y la Copa de Europa de 1984, en la tanda de penaltis ante la Roma y en Roma. ¡°Siempre celebr¨¦ no tener que lanzar uno aquel d¨ªa. Era el encargado del sexto. Muchos tem¨ªamos cagarla¡±. A ¨¦l le encomendaron llevar la Copa hasta el avi¨®n, pero la olvid¨® en la duty free del aeropuerto. ¡°Al volver a por ella hice el sprint m¨¢s r¨¢pido de mi carrera¡±.

¡°Ir a ver al Liverpool en Anfield era como si Papa Noel viniera cada quince d¨ªas. Jugar all¨ª era hacerlo para una causa, tener un valor a?adido. Intentabas que la gente se sintiera orgullosa. Aquellos eran gladiadores de la sociedad que perdieron su trabajo con Margaret Thatcher¡±, record¨® en una entrevista a Esquire.

De ah¨ª salt¨® al Queens Park Rangers, en el que jugar¨ªa tres temporadas, hasta su llegada a Osasuna, en 1986, ya con 28 a?os y demasiadas lesiones en la rodilla a cuestas. ¡°Vine por el f¨²tbol y me enamor¨¦ de Espa?a¡±, ha declarado en varias ocasiones. En el equipo navarro jugar¨ªa tres a?os m¨¢s, en los que marcar¨ªa doce goles en 59 partidos. ¡°Al principio no sab¨ªa ni donde estaba, cre¨ª que la ciudad se llamaba Osasuna. Al ver al equipo pen¨²ltimo le dije a mi mujer que yo no pod¨ªa salvarlo, que deber¨ªan haber fichado a Spiderman o David Copperfield. Ten¨ªa otras ofertas, pero fichar por Osasuna me pareci¨® muy rom¨¢ntico. Antes del primer partido vi que se recitaba una oraci¨®n antes de saltar al campo. Le dije a mi padre que se confirmaban mis sospechas, que ¨¦ramos tan malos que deb¨ªamos rezar antes de jugar ¡°.

Ingl¨¦s de nacimiento, disputar¨ªa 24 partidos con la selecci¨®n irlandesa debido a la ascendencia de su familia materna.

Nada m¨¢s retirarse comenz¨® a trabajar en Eurosport (¡°Mi primer jefe quiso ense?arme en un a?o todas las facetas de la televisi¨®n comercial, viajando pero sin trabajar, y me pagaba casi lo mismo que ganaba en Osasuna s¨®lo por aprender¡±) y a colaborar con Televisi¨®n Espa?ola como comentarista de los partidos de la Liga inglesa y, posteriormente, del Mundial de f¨²tbol de 1990. Su peculiar estilo, su sentido del humor y su acento llamaron la atenci¨®n de Alfredo Rela?o, entonces responsable de deportes de Canal+. A partir de ah¨ª inici¨® una larga carrera period¨ªstica que le llev¨® a presentar espacios como ¡®El D¨ªa Despu¨¦s¡¯, de la misma cadena y que recibi¨® el Premio Ondas en 1992, y a comentar el partido m¨¢s interesante de cada jornada junto a su inseparable Carlos Mart¨ªnez. ¡°El D¨ªa Despu¨¦s es lo que siempre quise ver y nunca hab¨ªa visto. Es la obra de mi vida. Me siento m¨¢s orgulloso de ese programa que de la Copa de Europa¡±.

En 2007 estren¨® el programa Informe Robinson, con reportajes de fondo sobre el mundo del deporte: ¡°El programa no va de ganadores y perdedores. Tiene que dejar una moraleja. El deporte es el pretexto para contar historias¡±. En 2009 recibir¨ªa su segundo Ondas por ese trabajo. Posteriormente extender¨ªa la f¨®rmula a la radio, con el programa ¡®Acento Robinson¡¯, de la Cadena SER, donde pon¨ªa especial ¨¦nfasis en la cara humana del deporte. En su carrera como comunicador ha colaborado en diversos espacios de la SER y tambi¨¦n, durante un tiempo, en el diario AS. En 2017 recibi¨® el Premio Internacional V¨¢zquez Montalb¨¢n, en la categor¨ªa de periodismo deportivo.

Robinson result¨® siempre un personaje polifac¨¦tico. Fue la imagen de un videojuego muy popular en los noventa, PC F¨²tbol, y ejerci¨® de actor de doblaje en las pel¨ªculas de animaci¨®n Shrek y Shrek 2. Devoto del rugby, impuls¨® el proyecto Super Ib¨¦rica, una liga profesional en Espa?a que no cuaj¨®. Tambi¨¦n fue consejero del C¨¢diz, el otro equipo de su vida: ¡°Soy gaditano y probablemente del barrio de la Vi?a. Hace a?os busqu¨¦ a mis antepasados y llegu¨¦ hasta 1735, all¨¢ en el condado de Cork. Todo el que nace all¨ª es pelirrojo, blanco y con pecas, excepto un dos por ciento, que es moreno. Yo pertenezco a ese grupo, que sin duda desciende de la Armada Invencible, de los espa?oles que naufragaron y sobrevivieron¡±. C¨¢diz le hizo hijo adoptivo de la ciudad y su Ayuntamiento decret¨® ayer un d¨ªa de luto por su muerte.

Tambi¨¦n fue un declarado defensor de la permanencia del Reino Unido en la Uni¨®n Europea: ¡°Siento verg¨¹enza del pa¨ªs donde nac¨ª. Mi padre estuvo seis a?os luchando por Europa en la II Guerra Mundial y ahora el mundo va a recordar al Reino Unido como el pa¨ªs que le dio la espalda a Europa. Nuestros mayores acaban de fastidiar la vida y el futuro de mis hijos. Ha sido una abdicaci¨®n de responsabilidad¡±.

¡°Yo tengo el privilegio de invadir los hogares de la gente, de llegar hasta sus salas de estar, y si un d¨ªa les llego a mentir no servir¨¦ ya para nada¡±, resumi¨® una vez. Descanse en paz.

Me dec¨ªa todo serio: "Alfre, esos pavos saben algo que los dem¨¢s no sabemos". Se refer¨ªa al C¨¢diz de aquella temporada en la que ¨¦l lleg¨® a Osasuna y tuvo que estar jugando 'playoffs' hasta que el C¨¢diz, que fue el ¨²ltimo de cabo a rabo toda la temporada, se salv¨® a costa del Racing. Tanto le fascin¨® aquella impostura de Irigoyen que quiso ser gaditano y hasta busc¨® en sus venas sangre 'ga¨ªta'. Para ello urdi¨® una teor¨ªa de improbable demostraci¨®n seg¨²n la cual descend¨ªa de alg¨²n n¨¢ufrago de La Invencible en su paso por la costa Oeste de Irlanda, de donde eran sus abuelos maternos. Y hasta lleg¨® a invertir en el club y a ser su consejero t¨¦cnico.

Pero no s¨®lo C¨¢diz, todo lo espa?ol le fascin¨®, empezando por Pamplona, a donde lleg¨® inquieto tras buscar en el mapa la ciudad de Osasuna sin encontrarla, lo que le hizo temer que fuera muy peque?a. All¨ª se enamor¨® de los sanfermines y decidi¨® celebrar sus goles con un muletazo. Luego, en tantos viajes de aqu¨ª para all¨¢ con Canal +, nunca vi lugar de Espa?a en el que no le gustaran el paisaje, el paisanaje, la comida y la bebida. Todo lo pasaba por el matiz de su mirada ocurrente y original. Un d¨ªa, atravesando los enormes vac¨ªos de Castilla, me dijo: "Y con todo este terreno vac¨ªo que ten¨¦is por aqu¨ª, ?para qu¨¦ quer¨¦is Gibraltar?".

Sus equipos en Espa?a fueron esos, C¨¢diz y Osasuna, pero llevaba el Liverpool en el cuerpo. El sue?o de su infancia. Escuch¨® el 'You¡¯ll never walk alone' de ni?o y cuando salt¨® all¨ª por primera vez, quinto en la fila, no lo pod¨ªa creer. En Anfield reforz¨® las ense?anzas de su padre, que le dijo: "Mira, Michael. Esa gente que te va a ver gasta un dinero dif¨ªcilmente ganado para ir al f¨²tbol. Has de hacer todo lo posible por complacerles". Casaba con el mensaje de Joe Fagan, su entrenador: "Chicos, esa gente os ama. Ten¨¦is que amarles. No pod¨¦is defraudarles". El destino quiso que su ¨²ltimo partido, la ¨²ltima vez que apareci¨® en la tele, fuera en Anfield, en aquel Liverpool-Atl¨¦tico que hoy nos parece tan lejano.

El referente ¨¦tico presidi¨® tambi¨¦n su vida como periodista: "La gente nos abre el sal¨®n de su casa para mostrarles algo. Tenemos que estar a la altura". Detr¨¢s de su aura de bromista revoltoso que se dio a conocer en El D¨ªa Despu¨¦s, detr¨¢s de ese esp¨ªritu de ni?o que miraba el deporte con los ojos ilusionados de un Peter Pan que se negaba a crecer (llevaba uno de plata en el bolsillo) hab¨ªa un tipo formal, que contemplaba el deporte como algo muy serio, algo para transmitir los mejores valores f¨ªsicos y morales de la especie. Eso extendi¨® su carrera, m¨¢s all¨¢ de los partidos, a trav¨¦s de formatos propios como 'Acento Robinson', en la SER, o sus 'Informe Robinson', que ah¨ª est¨¢n, en Movistar, para acompa?arnos ahora en estas horas de encierro, en las que as¨ª podremos seguir disfrutando su compa?¨ªa.

Fue feliz entre nosotros y nos hizo serlo a quienes disfrutamos su compa?¨ªa. Ocurrente, inteligente, genio de la comunicaci¨®n, con un sentido de la amistad y del espect¨¢culo que le hac¨ªan singular. Aqu¨ª se qued¨®, con su familia, encantado con su nuevo pa¨ªs aunque sin aguantar bromas con Inglaterra. Ah¨ª no pasaba una. La ¨²nica vez que le vi triste fue cuando sus compatriotas votaron el Brexit. Se sinti¨® traicionado. Sin embargo, su enfermedad no le afect¨®: "Mira, esto me matar¨¢ m¨¢s pronto que tarde, pero no me va a matar cuando estoy vivo". As¨ª que nunca cont¨® penas, sigui¨® alegrando a su entorno hasta el fin. Gracias, Robin, por todo.

Liam Robinson, hijo del exfutbolista y comentarista Michael Robinson, fallecido este martes, record¨® la figura de su padre en los micr¨®fonos de El Larguero de la Cadena SER. Asegur¨® que su padre "se ha ido sinti¨¦ndose espa?ol", que "est¨¢ tremendamente orgulloso de ¨¦l". Adem¨¢s, reconoci¨® que "es acojonante" el carino mostrado por la gente hacia su padre y que "llev¨® su enfermedad como quiso".

 

Define lo que est¨¢s viendo: "Es acojonante. Ahora entiendo que mi padre dijera siempre que se sent¨ªa espa?ol. Entiendo por qu¨¦ Espa?a es tan grande. Se ha ido sinti¨¦ndose espa?ol. Todo es un orgullo tremendo. En el d¨ªa a d¨ªa estas cosas no las aprecias tanto. Estoy tremendamente orgulloso de ¨¦l. Me quedo con todo lo positivo. Su enfermedad la llev¨® como quiso. Dijo que no le iba a matar en vida. Era un hombre que viv¨ªa una vida muy rom¨¢ntica y que la contaba a su manera".

?Antes ya notabas el cari?o hacia tu padre?: "Mi padre era mi mejor amigo. Siempre cuando hac¨ªamos el programa nos tom¨¢bamos una cerveza. Era una persona que cuando trabajaba con ¨¦l no me di cuenta, pero cuando ven¨ªa de Londres s¨ª notaba el cari?o, porque no estaba acostumbrado a ello. Esto no lo hubiese imaginado nunca".

??l era consciente de la cosa pintaba fea?: "Nunca me lo dijo y nunca me lo iba a decir. El a?o entero estuvo de puta madre, todo el mundo le ve¨ªa bien y ¨¦l se ve¨ªa bien. En marzo tuvo un desvanecimiento y descubrimos que ten¨ªa veinte tumores. La ¨²nica opci¨®n fue la radioterapia y se le cay¨® el pelo. Ya no pintaba bien. Hace una semana todos est¨¢bamos en casa cenando normal. Luego le fallaron partes del cuerpo y hasta d¨ªa de hoy. No ha sufrido. Solo ha sufrido porque sab¨ªa que se iba poco a poco. De estar muy bien a que fuera tan r¨¢pido... nos ha pillado...".

Situaci¨®n actual: "Hay much¨ªsima gente que no se ha podido despedir de los suyos, pero nosotros nos sentimos afortunados porque hemos podido estar todos juntos. Hemos tenido suerte dentro de las circunstancias".

Su ¨²ltimo partido fue en Liverpool: "Fue de lo resultados m¨¢s inesperados para mi padre. El himno lo escuch¨® por ¨²ltima vez en Champions".

Hablaba ingl¨¦s con palabras espa?olas, pero lleg¨® a dominar refranes y dichos como si hubiera nacido en Navarra. La primera vez que dijo en una transmisi¨®n "ha rematado m¨¢s solo que la una" conquist¨® a todos los futboleros espa?oles y tambi¨¦n a quienes en ese momento pasaban distra¨ªdos por delante del televisor.

Eso era compatible con que despu¨¦s soltara "yo no me acuerdo habi¨¦ndolo dicho" en vez de "no recuerdo haberlo dicho", o con que exclamara "?mescachis!" en vez de "mecachis"; pero luego hablaba de su gusto por "no dar un palo al agua" y se refer¨ªa a su compa?ero Carlos Mart¨ªnez como "mi tronco".

Se notaba a leguas su inter¨¦s por empaparse de nuestra cultura, tanto en los registros m¨¢s elevados como en los m¨¢s populares. Ten¨ªa problemas con el subjuntivo, s¨ª, una asignatura siempre dif¨ªcil para los anglohablantes. Y tambi¨¦n con alguna concordancia si le faltaban los morfemas finales de la a o la o para orientarse ("veremos reportajes ins¨®litas"). No importaba mucho eso, porque su capacidad de comunicaci¨®n vadeaba cualquier problema gramatical.

El propio Robinson reconoc¨ªa que no hab¨ªa conseguido hablar bien ni el espa?ol ni el ingl¨¦s. Se re¨ªa de s¨ª mismo pero nunca de los dem¨¢s. Cuando Alfredo Rela?o dirig¨ªa los programas deportivos de Canal + y le contrat¨® para comentar los partidos de la Liga, le anim¨® a usar frases hechas, que suelen revelar un buen dominio del idioma, y hasta intent¨® que el exfutbolista se aprendiera latinajos como "sic transit gloria mundi" ("as¨ª pasa la gloria mundana", m¨¢s o menos). No tuvo mucho ¨¦xito en ese aspecto, aunque Robinson s¨ª consigui¨® referirse por ejemplo a su "modus vivendi" en Espa?a.

En realidad, ¨¦l no necesitaba estudiar lat¨ªn ni espa?ol, aprendi¨® su nuevo idioma en el vestuario, en la calle, en los bares, dialogando con cualquiera que quisiera pegar la hebra.

Y los espa?oles solemos recibir con el alma llena de gratitud que un extranjero, y especialmente un ingl¨¦s, intente hablar nuestra lengua y no solamente lo consiga sino que adem¨¢s nos haga re¨ªr, con ese efecto doble de la idea divertida y la palabra equivocada.

El propio Rela?o recordaba que lo eligi¨® para su canal de televisi¨®n despu¨¦s de que Robinson expresara sus dudas acerca de la autentica nacionalidad de un juez de l¨ªnea japon¨¦s porque nunca hab¨ªa visto ning¨²n japon¨¦s sin una c¨¢mara al hombro. Su capacidad para la met¨¢fora salt¨® por encima de las barreras l¨¦xicas. Explicaba que, de ni?o, ir a los partidos del Liverpool en Anfield "era como vivir la Nochebuena cada quince d¨ªas", y en una ocasi¨®n dijo que, por culpa del juego al puntapi¨¦ de determinado equipo, "acabar¨¢n sacando al bal¨®n en camilla".

Sin esos chascarrillos, sin ese buen humor y sin su dicci¨®n especial, nos quedamos ahora nosotros m¨¢s solos que la una.

Fue un acierto llamar a su espacio en la SER Acento Robinson. El acento lo delataba y a la vez lo engrandec¨ªa.

El fallecimiento de Michael Robinson ha ca¨ªdo como una bomba en todo el mundo. Sobre todo en su pa¨ªs de origen, Reino Unido. Las muestras de afecto hac¨ªa la figura emblem¨¢tica de Robinson han copado toda la prensa brit¨¢nica. Desde su excompa?ero Graeme Souness, hasta Gary Lineker, Jamie Carragher o Xabi Alonso ("You'll never walk alone Michael", as¨ª le ha despedido). Para el Reino Unido se marcha una leyenda de Manchester City, Brighton, Liverpool y Queen' s Park Rangers.

The Times: "Michael Robinson, ganador de la Copa de Europa con el Liverpool y experto en televisi¨®n espa?ol muere a los 61. Los poderes de reinvenci¨®n de Michael Robinson fueron probablemente tan grandes, si no mayores, que sus habilidades como futbolista. El ni?o de Leicester, que muri¨® a los 61 a?os despu¨¦s de sufrir c¨¢ncer de piel, creci¨® so?ando con jugar para Inglaterra, luego hizo todo lo posible para representar a Irlanda, antes de mudarse a Espa?a donde se convirti¨® en un presentador de televisi¨®n muy respetado y muy querido, figura exuberante, aunque estaba pendiente sobre lo que estaba sucediendo en su tierra natal".

Daily Mirror y Sky Sport: Graeme Souness rindi¨® homenaje a su ex compa?ero de equipo en el Liverpool. "Era un gran amigo m¨ªo, tengo tantos buenos recuerdos de estar en su compa?¨ªa. Si fuera a salir por la noche, Michael ser¨ªa el primero que invitar¨ªa. Un verdadero hombre encantador. Pod¨ªa contar grandes historias. Estoy realmente triste por (su esposa) Chris y sus hijos. S¨¦ que hab¨ªa estado luchando contra esto desde hace un par de a?os y que ha sido dif¨ªcil para ¨¦l. He tratado de llamarlo un par de veces en las ¨²ltimas semanas y Michael es un hombre muy emocional y ya no me contestaba el tel¨¦fono. Ya no podr¨¦ hablar con ¨¦l".

The Sun: "Muere una leyenda. El h¨¦roe del Liverpool y estrella de la televisi¨®n espa?ola muere de c¨¢ncer a los 61 a?os. Robinson anot¨® cuatro goles en sus 24 partidos con Irlanda entre 1980 y 1986 antes de convertirse en una figura muy querida en la televisi¨®n e incluso en el cine".

Daily Mail: "El ex delantero del Liverpool y la Rep¨²blica de Irlanda, Michael Robinson, de 61 a?os, muere despu¨¦s de una larga batalla contra el c¨¢ncer. Form¨® parte del Liverpool que gan¨® un memorable triplete: Premier; FA Cup y Copa de Europa en 1984".

The Telegraph: "Michael Robinson gan¨® la Copa de Europa con el Liverpool en 1984 y se convirti¨® en uno de los presentadores de televisi¨®n m¨¢s respetados del f¨²tbol espa?ol. En el campo, Robinson es recordado m¨¢s com¨²nmente por su breve per¨ªodo en Merseyside entre 1983-84, cuando se uni¨® a uno de los mejores equipos que Europa haya visto. Aunque fue principalmente un delantero de respaldo para Kenny Dalglish e Ian Rush, hizo 30 participaciones impresionantes en su ¨²nica temporada completa en Anfield mientras ayudaba al equipo con tres trofeos: el t¨ªtulo de liga, la Copa de la Liga y la mayor¨ªa famosa la Copa de Europa contra Roma, en la que apareci¨® como suplente".

Daily Express: "Fallece el exdelantero de Liverpool, Manchester City y Brighton. Robinson firm¨® con el Liverpool en el verano de 1983 despu¨¦s de aparecer en la final de la Copa FA con Brighton por ? 250,000. El delantero desafiaba a Ian Rush y Kenny Dalglish por la titularidad en Anfield. En la final de la Copa de Europa de 1984 contra Roma, Robinson reemplaz¨® a Dalglish".