El 25 de abril deber¨ªa ser una fecha para que todos aquellos amantes del f¨²tbol tengan se?alado en rojo en sus almanaques. Ese d¨ªa, en 1947, cerca de ?msterdam, naci¨® un ni?o al que bautizaron Hendrik Johannes Cruyff. Veinte a?os despu¨¦s ese joven Cruyff se convirti¨® en un espectacular jugador, primero en el Ajax, luego en el Barcelona, y en medio en la selecci¨®n holandesa. Retirado en 1984, un a?o despu¨¦s arrancar¨ªa el Cruyff entrenador. Tanto como futbolista como en su faceta en los banquillos, un adjetivo le resume: revolucionario. En AS le rendimos este particular homenaje en el d¨ªa que cumplir¨ªa 73 a?os con 14 momentos que ilustran su trayectoria. A ¨¦l le gustaba decir: ¡°?Salid y disfrutad!¡±. Nosotros les decimos: ¡°Pasen, lean y disfruten¡±.

Siempre acompa?ado con un bal¨®n

Hendrik Johannes Cruyff naci¨® en ?msterdam el 25 de abril de 1947. Sus padres regentaban una fruter¨ªa/verduler¨ªa a escasos 100 metros del estado De Meer, el campo del Ajax, en Betondorp. Su padre, Manus Cruyff, aficionado al f¨²tbol, no se sol¨ªa perder ning¨²n partido del conjunto amsterdam¨¦s. Su t¨ªo, Gerrit Draaijer, jug¨® algunos partidos con el equipo de la franja vertical: era extremo izquierdo. Pero fue su padre quien le inculc¨® el amor por el f¨²tbol. Y fue qui¨¦n le explic¨® c¨®mo jugaba Di St¨¦fano y Faas Wilkes, el gran ¨ªdolo mundial y el gran ¨ªdolo local por aquel entonces. ?l empez¨® a jugar en la calle, como todos los ni?os, apoy¨¢ndose en paredes, muros y bordillos, zapatillas para simular los postes¡­ Comenz¨® el colegio, y como todos los ni?os, llevaba su bal¨®n todos los d¨ªas a la escuela, lo golpeaba de lado a lado. De vez en cuando acompa?aba a su padre a llevar alimentos al estadio. Ah¨ª empez¨® su idilio con el conjunto ajacied. Conoci¨® a Henk Angel, el encargado del campo y amigo de su padre. Angel le coment¨® si le gustar¨ªa echar una mano arreglando el estadio cuando el Ajax iba a jugar. Y el ni?o Johan no dijo no¡­ Acud¨ªa a los entrenamientos y se quedaba detr¨¢s de las porter¨ªas: cada bal¨®n que se iba fuera, Johan lo controlaba de primeras y devolv¨ªa el bal¨®n al pie del jugador que hab¨ªa lanzado el esf¨¦rico¡­ Tiempo despu¨¦s ya se entrenaba con ellos¡­

Entra en el Ajax

Poco a poco, el peque?o Johan se fue ganando el cari?o de todos. Su aspecto, delgado y bajito, escond¨ªa un jugadorazo en formaci¨®n. Yendo al estadio De Meer conoci¨® a Arend van der Wel, un delantero del Ajax, que se hizo ¨ªntimo de la familia. Van der Wel fich¨® por el Enschede, en mitad del campo, y all¨ª se iba el peque?o Johan a pasar los veranos. Conoci¨® a Abe Lenstra, uno de los primeros grandes ¨ªdolos futbol¨ªsticos holandeses. El drama irrumpi¨® en su vida: su padre muri¨® cuando ten¨ªa 12 a?os: sufri¨® un ataque al coraz¨®n el mismo d¨ªa que Johan recib¨ªa el diploma de la escuela primaria. Henk Angel actu¨® como un segundo padre: coloc¨® a la madre de Johan como limpiadora de los vestuarios del estadio y de la casa del entrenador, Vic Buckingham (posteriormente, Angel se casar¨ªa con la madre de Cruyff) para que obtuviera m¨¢s ingresos econ¨®micos. Mientras, Johan, pasaba los veranos jugando al b¨¦isbol, ya que en De Meer se jugaba a este popular deporte americano. Puede parecer raro, pero el deporte del diamante resultar¨ªa fundamental para el posterior desarrollo de Cruyff. Jugando al b¨¦isbol aprendi¨® a dominar la velocidad de arranque, el control del espacio, a adelantarse a los movimientos del rival¡­ en definitiva a tomar decisiones correctas. Todos esos elementos posteriormente los trasladar¨ªa al mundo del f¨²tbol¡­ Ah, y Vic Buckingham le har¨ªa debutar con el primer equipo ajacied: Johan ten¨ªa 17 a?os, siete meses y 10 d¨ªas cuando jug¨® ante el GVAV, al que el Ajax venci¨® por 1-3¡­

Irrumpe en Europa

1966 fue un gran a?o para los amantes del f¨²tbol. Hab¨ªa habido Mundial, se celebr¨® en Inglaterra y ganaron los anfitriones. El Madrid volv¨ªa a conquistar la Copa de Europa ante el Partiz¨¢n: era el sexto t¨ªtulo en 11 ediciones (m¨¢s dos finales perdidas en 1962 y 1964). Espa?a era la vigente campeona de Europa¡­ Y a finales de ese a?o se produjo la irrupci¨®n de un joven talento holand¨¦s en la m¨¢xima competici¨®n europea por equipos. Tras debutar y superar al Besiktas en la primera ronda (dieciseisavos de final), Cruyff y sus compa?eros se vieron emparejados ante el Liverpool. La ida pas¨® a la historia como ¡°El partido de la niebla¡± (¡°De Mistwedstrijd¡±), porque se jug¨® bajo un intenso banco de nubes: los ajacied golearon a los reds (5-1), con goles de De Wolf, Cruyff, Nuninga (dos) y Groot. Los ingleses fueron los primeros testigos de F¨²tbol Total del cuadro holand¨¦s. Incluso Bill Shankly pidi¨® su fichaje a la directiva inglesa. En la vuelta, dos goles de Johan provocaron que Roger Hunt declarase al final del encuentro: ¡°El Ajax no es un equipo muy t¨¦cnico, pero tiene un bloque terriblemente eficaz y un jugador de gran clase: Johan Cruyff. No olviden ese nombre¡±¡­

Tricampe¨®n de Europa¡­ y de Balones de Oro

¡­Y su nombre no se olvid¨®. Poco a poco la fama de Cruyff y el Ajax iba creciendo por todo el continente. Su primera gran campa?a europea acaba en la final de la Copa de Europa que disputa en el Bernab¨¦u ante el Mil¨¢n. Los tulipanes, que llegan como favoritos, son goleados por los rossoneri (4-1) en espl¨¦ndida noche de Prati, que marc¨® un hat-trick. Tras esa derrota, Rinus Michels decidi¨® dar un volantazo: llegaron seis, siete jugadores nuevos, entre ellos Velibor Vasovic, un yugoslavo que se hab¨ªa forjado en el Partiz¨¢n de Belgrado. Michels situ¨® a Vasovic de l¨ªbero: ser¨ªa el encargado de organizar el equipo (m¨¢s tarde ser¨ªa relevado por el alem¨¢n Horst Blankenburg). Estructur¨® las bandas: Krol, Gerrie M¨¹hren, Keizer y Cruyff por la izquierda; Suurbier, Neeskens y Swart por la derecha. Y en medio disciplina. Mucha disciplina. Ten¨ªa talento a raudales. Los logros no terminar¨ªan de llegar: ganaron la Copa de Europa tres veces de manera consecutiva (seis veces la Liga holandesa). Previamente s¨®lo lo hab¨ªa hecho el Real Madrid de las Cinco Copas consecutivas (1956-60), mientras que el Benfica (1961 y 1962) y el Inter de Mil¨¢n (1964 y 1965) lo hab¨ªan hecho por partida doble. ?l, personalmente, se convirti¨® en el primer jugador en levantar tres Balones de Oro (1971, 1973 y 1974, ya como jugador del Barcelona). El mensaje de Michels primero, y de Kovacs despu¨¦s, se puede resumir en tres factores: precisi¨®n en el pase, velocidad de ejecuci¨®n y movilidad a la hora de pedir la pelota. Todo ello desde el dominio del bal¨®n. A esa manera de jugar se le llam¨® ¡®F¨²tbol total¡¯. Y as¨ª pas¨® a la historia de la t¨¢ctica del deporte rey¡­

Montal gana a Bernab¨¦u y lo ficha para el Barcelona

A comienzos de 1967, Miguel Mu?oz, entonces entrenador del Real Madrid, recibi¨® una orden de Santiago Bernab¨¦u. Quer¨ªa que le redactase un informe de Johan Cruyff. Al presidente blanco le gustaba estar atento a los j¨®venes talentos que despuntaban para reforzar la plantilla. Quer¨ªa impulsar al equipo con un jugador que elevase al equipo como hab¨ªa hecho Di St¨¦fano desde su llegada en 1953 hasta su salida en 1964. Ese hueco se hab¨ªa taponado con la conquista de la Sexta Copa de Europa en 1966, pero Bernab¨¦u quer¨ªa seguir manteniendo muy alto el nivel de los blancos. El informe sobresaliente de Mu?oz hizo que en ese verano Bernab¨¦u se lanzase a por el joven holand¨¦s (contaba con 20 a?os de edad por entonces), pero se encontr¨® con la cerraz¨®n de la directiva ajacied. No ser¨ªa hasta seis a?os m¨¢s tarde cuando los blancos lo volvieron a intentar. Fue con motivo de una eliminatoria de Copa de Europa cuando empezaron las negociaciones en la campa?a 1972-1973. Bernab¨¦u apalabr¨® su fichaje en un viaje a Belgrado con el presidente del Ajax, pero Cruyff s¨®lo quer¨ªa jugar en el Barcelona. A la hora de la verdad, en agosto de 1973, Van Praag, en una charla con Agust¨ªn Dom¨ªnguez en A Coru?a donde estaban concentrados para jugar el Trofeo Teresa Herrera, le espet¨® al dirigente blanco: ¡°Nunca he visto un cheque de un mill¨®n de d¨®lares. Es lo que me ha ofrecido el Barcelona, pero si me lo trae usted se lleva al jugador¡±. Dom¨ªnguez replic¨®: ¡°Nosotros no podemos pagar eso¡­¡±. Johan ser¨ªa presentado tiempo despu¨¦s como nuevo jugador blaugrana¡­

Cinco a?os de azulgrana

Tras acordarse el traspaso entre Ajax y Barcelona (el propio Johan afirm¨® que si no se solucionaba el pase del conjunto de ?msterdam al azulgrana colgar¨ªa las botas y se retirar¨ªa: no quer¨ªa seguir de ajacied al serle retirado el cargo de capit¨¢n en una votaci¨®n con sus compa?eros), Cruyff debut¨® oficialmente con la el¨¢stica barcelonista el 28 de octubre de 1973 ante el Granada (en septiembre se hab¨ªa jugado un amistoso ante el C¨ªrculo de Brujas a modo de presentaci¨®n, acabando 6-0 y con dos goles de El Profeta del gol). Cuando Cruyff debuta, el Bar?a figura en el puesto 14 de la clasificaci¨®n y suma m¨¢s derrotas (tres) que victorias (dos). Pero su irrupci¨®n cambiar¨¢ todo. El Bar?a ganar¨¢ esa Liga, con un Cruyff estelar: en su debut marc¨® dos goles al cuadro nazar¨ª y ofreci¨® un repertorio de jugada espectaculares: arranques, pases milim¨¦tricos¡­ Pero su obra maestra la produjo en el Bernab¨¦u. Un Barcelona huracanado golea a los blancos en su propio estadio: 0-5. La fecha, el 17 de febrero de 1974. Pero ese partido contiene una trampa. Simp¨¢tica y curiosa: en Madrid viv¨ªa un holand¨¦s, Theo de Groot, que era amigo de Rinus Michels, entrenador del Barcelona. De Groot hab¨ªa llegado a jugar en el Ajax, pero en partidos sueltos y nunca alcanz¨® notoriedad alguna. S¨ª lo har¨ªa su hijo, Jaap de Groot, un destacado periodista deportivo. Pues bien: Theo de Groot viv¨ªa muy cerca de Goyo Benito, defensa del Madrid, y del que era un gran amigo. D¨ªas antes del partido hab¨ªan coincidido y Benito le hab¨ªa comentado a De Groot la t¨¢ctica que iban a adoptar los blancos. De Groot telefone¨® a Michels y le cont¨® lo que le hab¨ªa dicho Benito. El d¨ªa del partido, Michels situ¨® a Cruyff como falso delantero centro, es decir en tierra de nadie. Los zagueros blancos no sab¨ªan si salir a cubrirle o dejar esa funci¨®n a los centrocampistas. Si lo hac¨ªan los medios, el centro del campo ser¨ªa del Barcelona, como as¨ª fue. Esta idea la utiliz¨® Guardiola en su tambi¨¦n hist¨®rico triunfo por 2-6, con Messi actuando como si fuese Cruyff. La goleada supuso un golpe en la mesa en un campeonato que no ve¨ªa un t¨ªtulo del Bar?a desde finales de los 50. Pero curiosamente su impacto fue esa ¨²nica temporada. Ganar¨ªa una Copa del Rey en 1978, y dej¨® un pu?ado de goles hist¨®ricos, como el taconazo sobre Reina en un partido ante el Atl¨¦tico de Madrid. Eso s¨ª, ech¨® ra¨ªces en la Ciudad Condal: bautiz¨® a su hijo con el nombre de Johan Jordi (San Jordi es el patr¨®n de Catalunya). Un Jordi Cruyff que tambi¨¦n har¨ªa carrera en el mundo del f¨²tbol: primero como jugador, luego trabajando como director deportivo en varios equipos.

El coche Cruyff

Cruyff se compr¨® una casa en El Muntany¨¤, al lado de otra cuyo due?o era Armand Caraben (1931-2001), economista y gerente del Barcelona de 1970 hasta 1973, y hombre clave en la gesti¨®n de su fichaje, que explic¨® detalles menos conocidos en un documental de Televisi¨®n Espa?ola: ¡°La operaci¨®n financiera se concret¨® finalmente en un total de 120 millones de pesetas (720.000 euros de ahora). Eran un mill¨®n de d¨®lares para el jugador por tres a?os y un mill¨®n cien mil d¨®lares de traspaso para el Ajax. En aquel tiempo el d¨®lar estaba a 58 pesetas, si no recuerdo mal. O sea que se fue a los 120 millones de los que hablo. Por los millones que ten¨ªa que cobrar Cruyff aqu¨ª no hab¨ªa problemas, pero s¨ª por el traspaso, por la cantidad que ten¨ªa que recibir el Ajax. La importaci¨®n de un jugador, de una persona extranjera, no estaba prevista en la legislaci¨®n espa?ola. Los buenos oficios de Manuel Ort¨ªnez, entonces director general del Instituto Espa?ol de moneda extranjera, que ya no existe, pero que entonces era un departamento del Ministerio de Comercio, que cuidaba de las divisas, nos ayudaron. ?l fue el que nos facilit¨® la f¨®rmula para hacer la importaci¨®n como si fuera un cami¨®n, que en terminolog¨ªa del Ministerio era un semoviente. Entonces Cruyff entr¨® aqu¨ª en Espa?a como si fuera un coche. S¨ª, as¨ª se resolvi¨®. Y muy bien¡±.

Expulsado ante el mismo equipo

Durante su etapa en el f¨²tbol espa?ol, Cruyff fue expulsado en dos ocasiones. Curiosamente ante el mismo equipo: el ya desaparecido CD M¨¢laga, y ambas en el mes de febrero. En la primera ocasi¨®n, el colegiado Orrantia Capelastegui concedi¨® un gol del M¨¢laga con el linier levantando el bander¨ªn por un posible fuera de juego. Pero el colegiado bilba¨ªno valid¨® el tanto por v¨¢lido. Cruyff se encendi¨® y empez¨® a protestar, y a seguir quej¨¢ndose. El ¨¢rbitro, cansado le sac¨® una cartulina para que parase, pero eso enfad¨® m¨¢s a Johan, que sigui¨® y sigui¨®¡­ hasta que Orrantia le sac¨® la segunda tarjeta tres o cuatro minutos m¨¢s tarde. ?Expulsado! El holand¨¦s se negaba a dejar el c¨¦sped. Incluso el delegado de campo trat¨® de convencer al ofuscado astro holand¨¦s. Pero no hab¨ªa manera. Al final tuvo que sacado por la Polic¨ªa y escoltado hasta el vestuario¡­ Lo peor fue al d¨ªa siguiente: ¨¢rbitros y expedici¨®n azulgrana coincidieron en el mismo vuelo de M¨¢laga a Madrid. Orrantia ni se movi¨® de su sitio¡­ Y eso que hab¨ªa sido sancionado la temporada anterior por decir que Cruyff era todo un caballero por su comportamiento: hab¨ªa pitado el 0-5 ante el Madrid¡­

La segunda vez fue en el Camp Nou, y tambi¨¦n ante el CD M¨¢laga. En esta ocasi¨®n, los azulgrana ganaron 2-1 a los malacitanos, pero el esc¨¢ndalo era may¨²sculo al descanso (1-1). El gol de los andaluces lo hab¨ªa marcado Boquer¨®n Esteban¡­ con la mano. El jugador lo asegura al t¨¦rmino de la primera parte: hab¨ªa fichado por el club barcelonista para la temporada siguiente. El rumor llega al grader¨ªo y al vestuario. Los jugadores azulgrana, que est¨¢n en lucha con el Atl¨¦tico de Madrid por alzar la Liga, salen nerviosos. Y ese nerviosismo va in crescendo con diversas acciones dentro del ¨¢rea malaguista que el colegiado madrile?o Melero no convierte en penaltis: una ca¨ªda de Cruyff, unas manos por all¨¢, un gol anulado por falta previa de Johan que nadie ve¡­ Con el Camp Nou a punto de explotar Melero expulsa a Cruyff, que como en M¨¢laga, se niega a salir del terreno de juego. Saltan espont¨¢neos y uno de ellos agrede al colegiado: le abre la ceja con un pu?etazo. Llevado al vestuario, Melero se desmaya all¨ª¡­ Fuera del campo, la afici¨®n, iracunda, intenta volcar una ambulancia pensando que sacaban al ¨¢rbitro de ah¨ª (en realidad iba un aficionado aquejado de una angina de pecho) y queman una Unidad M¨®vil de TVE. Melero justificar¨¢ su decisi¨®n: en el acta pone que le ha insultado: ¡°Marica, que eres un marica¡±, a lo que el club responde que lo que hab¨ªa dicho Cruyff es ¡°?Manolo marca ya!¡±, indicando que Clares ocupase una determinada zona de juego. A Cruyff le caer¨¢n tres partidos sin jugar. Melero se retir¨® del arbitraje.

Intento de Secuestro

En 1977, las cosas se empezaron a torcer para Johan y su familia. En septiembre de ese a?o y cuando todo parec¨ªa indicar que Johan iba a ser pieza clave en la fase clasificatoria de Holanda para el Mundial de Argentina-78, la familia Cruyff sufri¨® un golpe psicol¨®gico tremendo: intentaron secuestrar a Johan en la misma casa donde viv¨ªan a punta de pistola. Corr¨ªa el mes de septiembre cuando una tarde, estando toda la familia en casa, alguien llam¨® a la puerta. Entonces viv¨ªan en un bloque de apartamentos. Johan abri¨® la puerta y se encontr¨® con que un hombre le apuntaba con una pistola y le instigaba a tirarse al suelo bocabajo. Al o¨ªr ruido, su mujer, Danny, sali¨® a ver qu¨¦ pasaba. En un momento de descuido, cuando estaba amarrando a Johan a un mueble, tuvo que dejar la pistola, momento que aprovech¨® la mujer para coger la pistola y salir corriendo del edificio a la vez que gritaba pidiendo auxilio. Johan se liber¨® y junto con otros vecinos redujeron al criminal. Ese shock emocional le marcar¨ªa de por vida y le hizo renunciar a acudir al Mundial-78.

Selecci¨®n Holandesa y el Juego Total del Mundial de 1974

Su aparici¨®n en el f¨²tbol holand¨¦s provoc¨® que fuese convocado para la selecci¨®n oranje siendo muy joven. Con apenas 19 a?os luci¨® la camiseta naranja por primera vez ante Hungr¨ªa. El partido se jug¨® en Rotterdam, en el estadio De Kuip, conocido con el apodo de ¡®La Ba?era¡¯ por su forma. Fue un encuentro clasificatorio para la Eurocopa de 1968. Johan fue el autor de los dos goles de los holandeses. Fue el comienzo de una etapa en la que jugar¨ªa 48 encuentros con la selecci¨®n holandesa, en la que marc¨® 33 goles. Sus dos primeros goles le convirtieron en todo un s¨ªmbolo del F¨²tbol Total que comenzaba a aparecer en el pa¨ªs de los tulipanes. Pero tambi¨¦n apareci¨® su primer rev¨¦s: en su segundo encuentro internacional, un amistoso ante Checoslovaquia, fue expulsado con roja directa en el descanso por el colegiado alem¨¢n Rudolf Gl?ckner. ?ste le acus¨®: ¡°Me mir¨® con intenci¨®n de agredirme¡±. Cruyff se defendi¨®: ¡°No tiene sentido del juego. Me han dado muchas patadas y no ha parado el partido¡±: se convert¨ªa as¨ª en el primer jugador holand¨¦s en ser expulsado en un partido internacional. Pero con la selecci¨®n oranje dej¨® momentos estelares: s¨®lo acudi¨® a un gran torneo, el Mundial de Alemania-1974 (al que curiosamente estuvo a punto de no ir por un motivo relacionado con los patrocinios de las marcas comerciales: Johan ten¨ªa contrato con la marca Puma, mientras que para este Campeonato, la Federaci¨®n holandesa hab¨ªa firmado con Adidas, por lo que no pod¨ªa utilizar los s¨ªmbolos de la marca alemana. Al final hubo una decisi¨®n salom¨®nica: le quit¨® una banda de las tres a Adidas. Pero su nivel en la cita germana fue colosal: tanto en el campo como fuera. Antes del encuentro, y para evitar rifirrafes entre los jugadores del Ajax y del Feyenoord, (que sumaban una gran mayor¨ªa: 13 de los 22 jugadores), Cruyff (ya como jugador del Barcelona) los reuni¨® a todos y les espet¨®: ¡°Aqu¨ª hay jugadores de varios equipos. Pero ahora somos una selecci¨®n. Si alguno quiere ir en contra de otro, que lo sepa: no va contra el Ajax o contra el Feyenoord. Ir¨¢ en contra de Holanda¡±. No hay que decir que no hubo ni un solo incidente en la concentraci¨®n germana. Por su parte, ¨¦l dej¨® un regate para la historia: ¡°El regate de Cruyff¡± o ¡°El giro de Cruyff¡±. El jugador que lo sufri¨® fue el sueco Jan Olsson, que bastantes a?os despu¨¦s escribi¨® una carta al diario The Times, en donde explicaba sus sensaciones tras aquella acci¨®n: ¡°Me dio mi peque?o momento de historia, le dio a la gente una raz¨®n, incluso pasados tantos a?os, de recordar mi nombre. Fue un honor estar en el mismo campo que ¨¦l cuando ¨¦l hizo ese giro que lleva su nombre. El d¨ªa en el que hizo re¨ªr a 20.000 fans holandeses para m¨ª es un recuerdo que siempre apreciar¨¦¡±.

Pero no s¨®lo fue esa jugada. En la segunda fase, los holandeses fundieron a Argentina (4-0), a Brasil (2-0) y a la RDA (2-0). El encuentro ante los brasile?os est¨¢ considerado como uno de los mejores en la historia de los Mundiales por el baile de los tulipanes a los brasile?os. (¡°Los holandeses nos tuvieron respeto en la primera parte porque ¨¦ramos la campeona del mundo. Fue un choque muy duro. Pero en la segunda mitad nos superaron con un carrusel de movimientos que no hab¨ªamos visto nunca. Con este partido se revolucion¨® totalmente el concepto de f¨²tbol. ?Ni ve¨ªamos la pelota!", dir¨ªa Luiz Pereira, expulsado en aquel partido por una dura entrada a Neeskens). S¨®lo les falt¨® suerte y trabajo en la final. Y eso que en el ¨²ltimo partido, los holandeses arrancaron cono un tiro seco: una jugada de 16 toques seguidos (sin que ning¨²n jugador rival tocara el bal¨®n) que acab¨® en un penalti de Berti Vogts sobre el propio Johan; ¨¦ste hab¨ªa arrancado casi en el centro del campo, y fue cambiando de ritmo hasta que el defensor le derrib¨®. Luego los teutones le dieron la vuelta al marcador.

Tambi¨¦n dejar¨ªa otra perla con la camiseta oranje en B¨¦lgica: en una carrera por la banda izquierda, y con tan s¨®lo tres toques, elev¨® una vaselina perfecta que bati¨® a un sorprendido Pfaff. Poco despu¨¦s dejar¨ªa la camiseta naranja¡­

Su etapa final

En 1978, Johan Cruyff decidi¨® retirarse. Se ve¨ªa cansado y estaba en guerra con N¨²?ez, que acababa de llegar a la presidencia. Pens¨® en colgar las botas y lo propuso. Pero cuando quiso hacer cuentas se dio cuenta de que estaba casi arruinado. Sin saber c¨®mo, hab¨ªa invertido en un negocio de cerdos del que ¨¦l hab¨ªa puesto todo el montante econ¨®mico, pero no era due?o de absolutamente nada. As¨ª que tras seis meses de guerras, ideas, pensamientos, decidi¨® empezar de cero en a Liga americana. Fich¨® por Los Angeles Aztecs de la NASL. El d¨ªa de su presentaci¨®n acudieron Pel¨¦, Beckenbauer y Carlos Alberto, otros grandes jugadores. ?Por qu¨¦ Los ?ngeles? Porque su entrenador era Rinus Michels, su entrenador en el Ajax, en el Barcelona y en la selecci¨®n holandesa. En su primer a?o fue elegido Mejor Jugador de la Temporada. Todo le iba perfectamente. Al a?o siguiente jug¨® para los Washington Diplomats, pero la experiencia americana no acab¨® de gustarle: ten¨ªa que jugar en c¨¦sped artificial, acud¨ªa a programas para explicar las novedades, era m¨¢s un showman que un deportista. Lo mejor que extrajo fue la idea del funcionamiento de las Fundaciones. Partiendo de ah¨ª cre¨® su fundaci¨®n, la Johan Cruyff Foundation: un proyecto que, a trav¨¦s del deporte, ayuda a ni?os con discapacidades y a j¨®venes de todo el mundo que viven en zonas de riesgo de exclusi¨®n social  . Regres¨® al Ajax como asesor t¨¦cnico. Pero en 1981 volvi¨® a calzarse las botas en las filas del Levante: apenas jugar¨ªa 10 partidos (dos goles). Seg¨²n se cont¨®, esa decena de partidos le cost¨® al club granota seis millones de las antiguas pesetas. Regres¨® al Ajax, con un convincente plan econ¨®mico: como no le pod¨ªan pagar mucho dinero por los impuestos, se traz¨® que se repartir¨ªan las entradas que se vendieran a partir de las 10.000 localidades. En el estadio del Ajax cab¨ªan 20.000 personas. La idea era que, a partir de esas 10.000 entradas vendidas, el resto se divid¨ªa a partes iguales entre el club y el jugador, que ir¨ªa a un plan de pensiones. Sin embargo, todo eran problemas y cr¨ªticas, as¨ª que, harto y despechado, acept¨® una oferta del Feyenoord. En el conjunto de Rotterdam actu¨® de l¨ªbero¡­ y acab¨® ganando la Liga con un equipo en el que estaba Ruud Gullit. Pero al t¨¦rmino de esa temporada y debido a los achaques f¨ªsicos, se retir¨®. Colg¨® las botas¡­

Moldeador del Ajax ganador de los 90

En 1984 decidi¨® retirarse. Pr¨¢cticamente hab¨ªa estado 20 a?os jugando al f¨²tbol. Colg¨® las botas en el Feyenoord. Entr¨® en el organigrama del Ajax como director deportivo. Enseguida traz¨® un plan a largo plazo, pero que deb¨ªan de seguir fielmente todos los equipos del conjunto de ?msterdam. Adapt¨® y enfoc¨® toda la estructura deportiva hacia la cantera. Volvi¨® a utilizar los preceptos que Jack Reynolds hab¨ªa instaurado en el equipo de ?msterdam a comienzos del siglo XX: filosof¨ªa de juego ofensiva, un sistema t¨¢ctico basado en el 1-3-4-3, en la que la figura del portero pasaba a tener una importancia vital: el juego de sus equipos deb¨ªa empezar por ¨¦l, orden¨® situar como recogepelotas a los jugadores que al a?o siguiente iban a engrosar ese equipo y les ordenaba seguir y estudiar al jugador al que deb¨ªan relevar en las futuras campa?as: as¨ª podr¨ªan corregir sus errores sobre el mismo terreno de juego. Un a?o despu¨¦s era nombrado entrenador del primer equipo. All¨ª coincidir¨ªa con una espl¨¦ndida generaci¨®n con jugadores como Rijkaard, Van Basten, Menzo, Van¡¯t Schip¡­ Con ese equipo ganar¨ªa la Copa holandesa de manera consecutiva. Su gran ¨¦xito fue la conquista de la Recopa de Europa ante el Lokomotiv de Leipzig (1-0, gol de Van Basten e hizo debutar a Bergkamp en los ¨²ltimos instantes del encuentro)¡­ porque fue una especie de bofet¨®n en la cara a la Federaci¨®n holandesa: a la Federaci¨®n no le gust¨® que, pese a que era Cruyff, no tuviera el t¨ªtulo de entrenador. Cruyff, que ten¨ªa un cuerpo t¨¦cnico titulado, entrenaba como uno m¨¢s y la Federaci¨®n mandaba esp¨ªas a que le controlasen en los entrenamientos. Ah, y su trabajo como director deportivo tambi¨¦n tuvo su ¨¦xito: la nueva hornada ajacied, dirigida primero por Beenhakker y luego por Van Gaal, ganaron tres Ligas consecutivas, la Copa de la UEFA en 1992 (al Torino en doble enfrentamiento), la Champions en 1995 (al Mil¨¢n, 1-0 gol de Kluivert) y perdieron otra final de la Champions en 1996 (ante la Juventus en la tanda de penaltis). Luego la Ley Bosman provoc¨® la estampida de esa gloriosa generaci¨®n¡­

Entrenador del Bar?a y final Copa Rey 1990

En 1988, los jugadores del Bar?a se rebelaron contra N¨²?ez y la directiva azulgrana. El motivo fue una disputa por el tipo de contratos que ten¨ªan y los impuestos a pagar a Hacienda. N¨²?ez hab¨ªa ideado un plan para que los jugadores cobraran m¨¢s y le costara menos al club. Consist¨ªa en dividir el contrato en dos partes: contrato federativo y por derechos de imagen. Un 60% por lo primero, que tributaba al 53%, y un 40% por lo segundo, que tributaba a un 35%. As¨ª se hicieron los contratos, pero el problema fue que Hacienda dijo no. Llegaron las inspecciones y les exig¨ªa el 53% por el total. Los jugadores acudieron a Gaspart, vicepresidente deportivo, exigiendo al club que convenciera a Hacienda de la validez del montaje o, en caso contrario, que pusiera la diferencia. Pero la directiva fue alargando el tema hasta que los jugadores se plantaron. Alquilaron un sal¨®n del Hotel Hesperia, cuyo due?o era el mismo Gaspart, llamaron a la prensa y all¨ª los capitanes, con Luis Aragon¨¦s como entrenador, y resto de jugadores, salvo las ausencias de Lineker (estaba con su selecci¨®n en Hungr¨ªa), Schuster (ya iba por libre sabiendo que se iba al Madrid) y L¨®pez L¨®pez, operado de est¨®mago d¨ªas antes, rajaron de lo lindo; sacaron una lista con puntos y peticiones, provocando un gran revuelo en la Ciudad Condal. Cuatro d¨ªas despu¨¦s, el Bar?a recib¨ªa al Madrid en medio de una crisis entre la directiva (y parte de la afici¨®n) y los jugadores. Pero la crisis dur¨® apenas una semana: N¨²?ez se carg¨® a Aragon¨¦s, y en un golpe de mano, fich¨® a Cruyff como entrenador. Era a?o de elecciones y el holand¨¦s era el candidato de la oposici¨®n. De esa manera, descabezaba a sus rivales en las urnas y ganaba apoyo entre la afici¨®n.

Desde el primer momento, Cruyff sab¨ªa que se le hab¨ªa tra¨ªdo para ganar. Para acabar con la Quinta de Buitre y del Real Madrid que acumulaba Ligas y Ligas. Esa era su m¨¢xima exigencia. Pero ¨¦l ten¨ªa otros planes: s¨ª, le serv¨ªa la idea de ganar. Pero ¨¦l quer¨ªa dejar su huella en el Barcelona. No le serv¨ªa ganar por ganar. Hab¨ªa que derrotar al enemigo, pero con un estilo propio, atractivo, siendo dominador desde el trato al bal¨®n, una de sus m¨¢ximas. Su primera campa?a acab¨® con la conquista de la Recopa de Europa (se gan¨® a la Sampdoria). La continuidad se la gan¨® en la segunda: perdida la opci¨®n de alzar la Liga, gan¨® al Madrid en la final de Copa, celebrada en Valencia. Los azulgrana ganaron 2-0 en un encuentro brusco, que acab¨® con la expulsi¨®n de Hierro, mientras que a Amor se le perdonaba una segunda cartulina. De eso se quejar¨ªan los jugadores madridistas. Chendo fue contundente. ¡°El partido lo han ganado unos que no se sienten espa?oles¡±. Gordillo fue directo: "El ¨¢rbitro se ha cagado". M¨ªchel tambi¨¦n tuvo claro a qui¨¦n se?alar: "Creo que el principal culpable de nuestra derrota ha sido el ¨¢rbitro, que ha estado francamente mal¡±. Por su parte, el colegiado, Garc¨ªa de Loza, se defend¨ªa: ¡°La verdad es que tengo la conciencia muy tranquila y mi ¨²nica duda estriba en si no me equivoqu¨¦ al no ense?ar la segunda tarjeta a Amor¡±. Sea como fuere, Cruyff sigui¨®: comenzaba la ¨¦poca dorada del llamado Dream Team¡­

El reinado del ¡®Dream Team¡¯

As¨ª las cosas, y tras el triunfo en la Copa, Johan se vio liberado para establecer las mismas directrices que hab¨ªa impuesto en el Ajax unos a?os antes. Aunque tuvo que lidiar con jugadores cuyo OK hab¨ªa dado Javier Clemente, primer objetivo de N¨²?ez para dirigir al Barcelona, les supo sacar el m¨¢ximo provecho. Jugadores como Bakero, Begiristain, m¨¢s Alexanko (Cruyff le salv¨® de la quema del Mot¨ªn del Hesperia debido a su capacidad de liderazgo en el vestuario) y fichajes como Koeman (fichado por medio de leasing: una empresa le compr¨® por 1.000 millones de pesetas y a su vez lo alquilaba al Barcelona), Laudrup¡­ fueron reestructurando la plantilla. En 1990 Milla, el llamado a ser el pivote organizador del juego, daba la espantada y fichaba por el Madrid, pero Johan ya hab¨ªa visto en Pep Guardiola a su sucesor. Luch¨® por el fichaje de un b¨²lgaro que le hab¨ªa encantado en un duelo europeo llamado Hristo Stoitchkov, que hab¨ªa igualado los 38 goles de Hugo S¨¢nchez en la lucha por la Bota de Oro, y se lanz¨® a la lucha por el t¨ªtulo de Liga. Con un juego vertical y ofensivo, el Barcelona reconquist¨® el t¨ªtulo de Liga. Gan¨® 25 partidos (de 38), sumando 57 puntos (entonces las victorias val¨ªan dos puntos) y empat¨® otros siete. El segundo fue el Atl¨¦tico de Madrid, mientras que el Madrid ech¨® mucho de menos la salida de Mart¨ªn V¨¢zquez, uno de los grandes protagonistas de la Liga 1989-90, que se fue al Torino. En medio tuvo un fuerte susto: a comienzos de 1991,  un ataque cardiaco le dej¨® KO varias semanas: decidi¨® dejar de fumar. Sustituy¨® los cigarrillos por chupa-chus.

Mucha m¨¢s suerte tuvo en las otras tres Ligas: se las arrebat¨® al Madrid en dos ocasiones en el ¨²ltimo partido de la temporada (sendas derrotas de los blancos ante el Tenerife) y ante el Deportivo (Gonz¨¢lez, del Valencia, detuvo un lanzamiento de penalti al deportivista Djukic que le priv¨® del t¨ªtulo al cuadro gallego). Pero no ser¨ªa justo centrarse en eso. Durante esas cuatro temporadas, el juego de los azulgrana (velocidad, verticalidad, juego ofensivo, con una mecanismo que parec¨ªa asequible para superar a los rivales pero que era de una extremada complejidad al fin y al cabo) mereci¨® ser reconocido en todos los ¨¢mbitos. Por eso Joan Gaspart, en un alarde de osad¨ªa bautiz¨® a esa ¨¦poca dorada del Barcelona como ¡°El verdadero Dream Team¡±. Luego se ba?¨® en el T¨¢mesis: El Bar?a hab¨ªa ganado la primera Copa de Europa de su historia...

Cara y cruz en la Champions

Tras haber ganado la Liga despu¨¦s de un largo quinquenio de triunfos ligueros madridistas, el Barcelona ten¨ªa puesta la mirada en la Copa de Europa: era la campa?a 1991-92. En Espa?a se iban a celebrar los Juego Ol¨ªmpicos, precisamente en la Ciudad Condal, aparte de la Exposici¨®n Universal en Sevilla, los 500 a?os del Descubrimiento de Am¨¦rica¡­ Y en eso se centr¨® gran parte de sus intereses aparte de intentar volver a reconquistar la Liga: desde las temporadas 1958-59 y 1959-60 no consegu¨ªan dos consecutivas. En Champions, el primer sorteo fue favorable. Qued¨® emparejado con el Hansa Rostock alem¨¢n (fue el ¨²ltimo campe¨®n de la extinta RDA), al que super¨® sin problemas. Peor fue en los octavos de final: tras ganar al Kaiserslautern en el Camp Nou (2-0), ca¨ªa por 3-0 cuando en el ¨²ltimo instante, Koeman bombe¨® el bal¨®n, y Bakero, en el segundo palo, remat¨® con la espalda, la cabeza, el hombro¡­ pero el bal¨®n acab¨® dentro de la meta germana, provocando que los azulgrana entrasen en los cuartos de final. Ah¨ª qued¨® emparejado en un grupo con Sparta de Praga, Benfica y Dinamo de Kiev. En ese momento aparecieron Laudrup y Stoitchkov, que lideraron a los blaugrana hasta la final. Y en Wembley, ante 70.000 espectadores, y frente a la Sampdoria, los jugadores hicieron caso a su entrenador, que en el vestuario les dijo: ¡°?Est¨¢is en Wembley y vais a jugar una final de la Copa de Europa. Salid y disfrutad!¡±. Y salieron y disfrutaron, pero el gol no lleg¨® hasta el minuto 112 de partido. Una falta sobre Eusebio cerca de la frontal del ¨¢rea acab¨® con un potente lanzamiento de Koeman. Pagliuca no pudo hacer nada. A la tercera iba la vencida. Tras las derrotas ante el Benfica (1961) y el Steaua (Sevilla, 1986), los barcelonistas se coronaban por primera vez en su historia como m¨¢ximos campeones de Europa.

Dos a?os despu¨¦s, la cara de Wembley se convirti¨® en la cruz de Atenas. Tras superar al Dinamo de Kiev con una ¨¦pica remontada en el Camp Nou (hab¨ªan ca¨ªdo 3-1 en Kiev y le dieron la vuelta a la eliminatoria ganando 4-1). En octavos eliminaron al Austria de Viena, mientras que en cuartos no tuvieron rival ni en el Galatasaray, M¨®naco y Spartak de Mosc¨², ni ante el Oporto en semifinales. Tras ganar su cuarta Liga consecutiva, los azulgrana iban lanzados a por su segunda Champions en tres a?os. Pero se toparon con el Mil¨¢n, que desarbol¨® a los de Cruyff con un Desailly estelar: el franc¨¦s se adue?¨® del centro del campo, un letal Massaro, un brillante Savicevic... mientras el Bar?a ech¨® en falta a Laudrup, castigado por Cruyff al saber que no renovaba y se iba al Madrid, y a una condici¨®n de favorito que les perjudic¨® notablemente. La Segunda deb¨ªa esperar¡­

El ¡®duelo al sol¡¯ constante con N¨²?ez

Hombres de acusada personalidad, las figuras de Johan Cruyff y el presidente Jos¨¦ Luis N¨²?ez estaban destinadas a encontrarse como si fuese un duelo al sol entre dos pistoleros. Son constantes sus cr¨ªticas, quejas, reproches a lo largo de las ocho temporadas en las que Johan estuvo al frente del banquillo azulgrana. Daba la sensaci¨®n de que la soga de Johan pend¨ªa de los resultados que obten¨ªan los azulgrana. Y ¨¦stos no fallaban. Tras ganar la Copa de 1990 al Madrid, el Barcelona entr¨® en una din¨¢mica esplendorosa y llena de triunfos. Pero cuando estos empezaron a agotarse, las crisis volvieron. El Bar?a perdi¨® las Ligas de 1994-95 (Real Madrid) y 1995-96 (Atl¨¦tico de Madrid). Fue eliminado de la Copa por el Atl¨¦tico de Madrid en 1995 (se impuso 1-4 en el Camp Nou en la ida, aunque los barcelonistas vendieron cara su derrota: ganaron 1-3 en la vuelta) y en sus ¨²ltimos siete encuentros (desde que perdi¨® la final de Copa ante precisamente el Atl¨¦tico de Madrid, 1-0) s¨®lo pudo ganar al Sporting a domicilio. Su salida fue traum¨¢tica: fue avisado de su cese a falta de dos jornadas del final del campeonato, aunque todo parti¨® de diez d¨ªas duros en abril cuando qued¨® descolgado de la lucha por la Liga, perdi¨® la final de Copa y fue eliminado de la Copa de la UEFA por parte del Bayern de M¨²nich. Entre el desasosiego, Johan recibi¨® el c¨¢lido y cari?oso apoyo de su hijo, Jordi, que tambi¨¦n se marchar¨ªa del club azulgrana ese mismo verano rumbo al Manchester United. Fue relevado por su amigo y ayudante Carles Rexach tras cerrar al t¨¦cnico ingl¨¦s Bobby Robson como futuro entrenador. A N¨²?ez se le agot¨® la paciencia tras haber ganado s¨®lo una Supercopa de Espa?a en dos temporadas. Seg¨²n el diario Sport tampoco fue para nada amistosa: el mencionado peri¨®dico public¨® un tenso di¨¢logo entre Joan Gaspart, vicepresidente, y el propio Cruyff:

¡°-Cruyff: Hola, Joan.
-Gaspart: Buenos d¨ªas, Johan
-Cruyff: ?Por qu¨¦ me das la mano, Judas?
-Gaspart: Hombre, Johan, no me digas eso, es un momento complicado para m¨ª.
-Cruyff: Ya s¨¦ que vienes a cumplir tu trabajo, pero ?por qu¨¦ no viene el enano de tu jefe?¡±.

D¨ªas despu¨¦s, era el propio N¨²?ez, quien en una tremenda rueda de prensa explicaba los motivos para su cese: ¡°Un empleado no puede negarse a hablar con el presidente¡±, dijo, para asegurar ¡°no me daba la lista de fichajes y vend¨ªa la informaci¨®n a la prensa¡±. Y tambi¨¦n ventil¨® que ¡°no quiso a Suker ni Mijatovic porque pagar 1.200 millones era una barbaridad¡± (ese verano fich¨® a Ronaldo por 2.500 millones de pesetas). Cruyff dejaba el Bar?a, pero su legado no terminar¨ªa ah¨ª¡­ Su gran continuador es Pep Guardiola mientras que en el futuro aparece Xavi Hern¨¢ndez en el horizonte... 

Un dorsal hist¨®rico

Johan Cruyff es recordado por el dorsal 14 que luci¨® con la camiseta de Holanda. Y la verdad es que hay varias leyendas: la primera vez que visti¨® una camiseta con el dorsal 14 fue el 30 de octubre del 1970, antes de un partido ante el PSV. Existen varias versiones sobre el porqu¨¦ lo eligi¨®: la primera apunta a un enfado porque le dejaron sin el '9' tras una lesi¨®n y se lo dieron a Gerrie M¨¹hren. La otra, contada por el propio M¨¹hren, dice que Johan entr¨® el ¨²ltimo al vestuario y sus compa?eros ya se hab¨ªan repartido las camisetas del uno al once, as¨ª que agarr¨® el '14' del cesto de las camisetas de los suplentes. Como el Ajax gan¨® por la m¨ªnima y M¨¹hren marc¨® ese d¨ªa, Cruyff, supersticioso donde los hubiera, le dej¨® al partido siguiente el '9' ¡°porque nos fue bien el otro d¨ªa¡±. Sea como fuere, su decisi¨®n de mantener para siempre el n¨²mero que le acompa?ar¨ªa en su camino hacia la gloria lleg¨® tres semanas despu¨¦s cuando Johan marc¨® seis goles en una espl¨¦ndida actuaci¨®n ante el AZ¡¯67 : los aficionados le sacaron a hombros del viejo De Meer. El propio Johan, aficionado a numerolog¨ªa, cuenta en su biograf¨ªa que le gustaba el 14 porque se cas¨® con su mujer el segundo d¨ªa del duod¨¦cimo mes del a?o (2 de diciembre): 2+12 suman 14. El a?o era 1968: si se suman las dos ¨²ltimas cifras (6+8), tambi¨¦n da 14. Un n¨²mero m¨¢gico. Un dorsal hist¨®rico. Un futbolista genial. Johan Cruyff.