Radomir Antic ha fallecido a los 71 a?os, despu¨¦s de complicaciones por la pancreatitis que sufr¨ªa desde hace tiempo. El serbio ser¨¢ recordado por su paso por LaLiga, especialmente como el entrenador que logr¨® el doblete con el Atl¨¦tico de Madrid. Antic adem¨¢s entren¨® a los otros dos grandes del f¨²tbol espa?ol, Real Madrid y Barcelona. Pero fue en el Atl¨¦tico donde hizo historia y consigui¨® Liga y Copa en 1996. El serbio es el cuarto entrenador que m¨¢s partidos ha dirigido al Atl¨¦tico con 189 partidos en cinco temporadas divididas en tres per¨ªodos. Antic, de car¨¢cter afable, con una sonrisa perenne y con un marcado acento serbio, se gan¨® el cari?o del Calder¨®n que le cantaba "Radomir, te quiero".

Hab¨ªa nacido en Zitiste, Serbia, en 1948. Comenz¨® su carrera como jugador en el Sloboda Uzice antes de recalar en el Partizan de Belgrado con el que gan¨® una liga yugoslava. De all¨ª dio el salto al Fenerbah?e alzando una Liga turca. Su carrera en Espa?a comenz¨® en 1978 con el Zaragoza y dos a?os despu¨¦s se fue a jugar al Luton Town ingl¨¦s, equipo en el que colg¨® las botas como jugador en 1984 despu¨¦s de 17 temporadas como futbolista.

Como t¨¦cnico comenz¨® su trayectoria en el banquillo del Partiz¨¢n de Belgrado en 1985. En sus tres temporadas logr¨® dos ligas. Tras haber jugador con el Zaragoza en 1978 regres¨® como entrenador al equipo aragon¨¦s diez a?os m¨¢s tarde dejando al equipo quinto clasificado. En 1990 le llegar¨ªa la oportunidad de entrenar al Real Madrid, que le llam¨® en la primavera de 1991 para dirigir al equipo en sustituci¨®n de Di St¨¦fano. All¨ª le pas¨® algo tambi¨¦n inesperado para un t¨¦cnico: fue despedido... cuando el equipo iba l¨ªder. "Me echaron por la presi¨®n, porque dec¨ªan que no jug¨¢bamos bien. Mendoza tom¨® al decisi¨®n", recordaba en una reciente entrevista a AS.

Antic entren¨® al Oviedo dos temporadas y media entre 1992 y 1995 antes de llegar al Atl¨¦tico de Madrid. Jes¨²s Gil lo reclut¨® tras el susto del curso anterior, la 94-95, en el que los rojiblancos pelearon por evitar el descenso a Segunda hasta la ¨²ltima jornada. El serbio escribi¨® con letras de oro en la historia del club rojiblanco al proclamarse campe¨®n de Liga y Copa del Rey en la misma temporada 1995/1996. Antic construy¨® un equipo de leyenda con Molina en la porter¨ªa, la seguridad defensiva de Solaz¨¢bal y Santi Denia, un centro del campo con el liderazgo de Diego Pablo Simeone, la calidad de Caminero y Vizca¨ªno, los centro de Pantic, el gran descubrimiento de Antic y uno de los ¨ªdolos rojiblanos, y los goles en la delantera de Kiko Y Penev. Tras acabar su primera etapa en 1998 volvi¨® un a?o despu¨¦s para salvar al Atleti del descenso, un objetivo para el que volver¨ªa a ser contratado en 2000 y que no logr¨®. Antic fue cesado al acabar esa temporada. Su vuelta al Oviedo tampoco fue positiva al descender el equipo a Segunda.

En total, Antic dirigi¨® al Atl¨¦tico durante 189 partidos. "Con la p¨¦rdida de Radomir se nos va un pedacito del coraz¨®n del club", ha afirmado Miguel ?ngel Gil, consejero delegado del Atl¨¦tico. La bandera del club en el Wanda Metropolitano onde¨® en se?al de duelo a media asta durante 24 horas.

Tambi¨¦n fue llamado para el rescate en el Bar?a, en la 2002-03 tras la destituci¨®n de van Gaal en la jornada 20. Cogi¨® al equipo 15? a tres puntos del descenso, con Puyol, Xavi, De Boer, Mendieta, Riquelme, Kluivert, Saviola... en el equipo. Los azulgrana escalaron en la tabla para acabar col¨¢ndose sextos, con billete a la UEFA. La llegada de Laporta le apart¨® del banquillo a pesar de haber cumplido con el cometido.

Antic continu¨® su trayectoria en los banquillos del Celta, de la selecci¨®n Serbia a la que llev¨® al Mundial de Sud¨¢frica 2010 y tras el que fue cesado, y de Shandong Luneng en 2013 y Hebei Zhonghji en 2015. En su trayectoria como entrenador en Espa?a lleg¨® a dirigir un total de 495 partidos con un saldo de 214 triunfos, 128 empates y 153 derrotas.

Radomir Antic tambi¨¦n deja un gran recuerdo por su carisma en la sala de prensa y como comentarista en "Carrusel Deportivo" de la Cadena SER y despu¨¦s en "Tiempo de Juego" de la COPE.

S¨®lo Luis, Simeone y Zamora superan los partidos de Antic

Era un sal¨®n al que se acced¨ªa cruzando un arco en su casa de Aravaca, Madrid. Con ladrillo vista y decenas de objetos, all¨¢ donde uno mirara. Fotos, banderas, balones, portadas de peri¨®dicos y hasta un Indi, mascota del Atl¨¦tico, de peluche. Radomir los iba ense?ando todos con la ternura de un padre hablando de sus hijos. En realidad lo eran. Sus v¨¢stagos de f¨²tbol. Y ¨¦ste su particular museo lleno de recuerdos que son historia del bal¨®n. Un color sobresal¨ªa entre todos los dem¨¢s, y eso que ¨¦l, Antic, tuvo muchos equipos. En Espa?a Madrid y Barcelona tambi¨¦n, y Oviedo, Zaragoza y Celta. Pero fueron dos a?os en el Atl¨¦tico, 1995 y 1996, los que le hicieron ser para siempre, ese color, el rojo y el blanco mezclados a rayas. Aquella temporada en la que el equipo rojiblanco, como escribe Kiko, "sali¨® del fango" para ser campe¨®n. S¨®lo tres entrenadores de la historia rojiblanca, Luis Aragon¨¦s (611), Simeone (467) y Zamora (206), dirigieron al Atl¨¦tico m¨¢s partidos que ¨¦l (189). Se ha ido, una pancreatitis se lo ha llevado en los tiempos del coronavirus, tan duros; sin velatorios, sin entierros de m¨¢s de tres personas, sin posibilidad de un adi¨®s a su altura, un mito. Twitter se llen¨® de luto. "Radomir Antic", "DEP M¨ªster", Radomir te quiero", "doblete", "Penev", DEP Radomir", "Pantic". Casi todos los trending topic hablaban de ¨¦l.

"Nunca fui un entrenador de gritar, jam¨¢s. Prefiero que ellos, los futbolistas, entiendan, que comprendan por qu¨¦ cada cosa. Por eso todo lo escribo en esa pizarra a la puerta del vestuario", confesaba en el libro Hasta siempre, Vicente Calder¨®n. Sus nombres siempre ligados, como con el de Pantic, Antic fue 'su inventor'. "Nuestra historia arranca en el Partiz¨¢n de Belgrado. ?l era el entrenador, 'El Maestro' como lo llamo yo. Despu¨¦s de un tiempo, ¨¦l se fue a la Liga espa?ola, con el Zaragoza, y yo a jugar a Grecia, al Panionios", describ¨ªa hace unos d¨ªas Milinko en una amplia entrevista en The Coaches' Voice. "Antic me pidi¨® alg¨²n v¨ªdeo para ver c¨®mo estaba jugando en el Panionios le dije: 'Entrenador, eso va a ser muy dif¨ªcil, aqu¨ª nadie guarda ese tipo de cosas'. D¨ªas despu¨¦s me llam¨® a casa para decirme que no firmara nada. Que estaba negociando con varios equipos y me quer¨ªa con ¨¦l", completaba. Ya era como un padre para ¨¦l. Nunca dejar¨ªa de serlo.

Jes¨²s Gil la primera vez que baj¨® al vestuario y vio la pizarra en la puerta, pregunto extra?ado: "?Pero esto qu¨¦ es?". "As¨ª preparamos los partidos, presi", replic¨® Antic. "Primera vez que lo veo en mi vida", adujo Gil y se march¨® farfullando. Era el serbio el entrenador de la pizarra, de las tortillas, cervezas y barbacoas de los viernes en el bar en el palco del Calder¨®n para hacer convivencia ("Es m¨¢s f¨¢cil morir en el campo por alguien que sientes hermano que s¨®lo compa?ero") y de las fotos a los rivales. "Cuando supe que nos cruzar¨ªamos en la Champions con el Ajax (cuartos de final de la Champions, 1997) envi¨¦ a gente a su estadio a hacerles fotos en cada partido. Trajeron diapositivas. Miles, de cada jugada. Mis futbolistas las han visto todas en las charlas de esta semana", continuaba desvelando el t¨¦cnico en Hasta siempre, Vicente Calder¨®n.

De la tortilla en el palco a la corbata en el banquillo

Un entrenador que siempre, siempre, siempre, en sus 189 partidos con el Atl¨¦tico llev¨® corbata como Simeone su traje negro, en los banquillos. "Nunca nadie se fij¨® en ella, pero desde que soy entrenador la llevo. Corbata. Quiz¨¢ sea mi cultural yugoslava: si durante siete d¨ªas te preparas para una fiesta y ¨¦sta es un partido, uno debe vestir bien". Un entrenador que devolvi¨® al Atl¨¦tico a Neptuno y que, aquella tarde que celebraba el doblete, al salir del Calder¨®n se fij¨® en una anciana, camino a la fuente. Una anciana que aplaud¨ªa desde una acera, al paso del autob¨²s. "Cuanta gente hay detr¨¢s del f¨²tbol a la que hacer feliz", recordaba siempre que pens¨®. ?l lo hizo. Desde el campo, los banquillos y la radio, donde comentaba al colgar la corbata. Estaba en muchas de las fotos en el museo de su casa. Como en sus labios esa frase, "un bratzo". Ya para siempre eterna. Como su mito, como ese c¨¢ntico. Radomir te quiero, lolololo.

El d¨ªa que Mendoza ech¨® a Antic y 'regal¨®' la Liga al Bar?a

Que Radomir Antic era un buen tipo, en el sentido m¨¢s literal de la palabra, es algo que podemos decir los que le conocimos personalmente. Pero para los que llevamos impreso el est¨ªmulo del escudo del Real Madrid s¨®lo queda darle palabras de agradecimiento y de disculpas a la vez. Lo primero porque ¨¦l logr¨® reactivar el orgullo competitivo de aquel Madrid de la Quinta del Buitre, que se desplomaba tras conquistar cinco ligas consecutivas y haber fracasado reiteradamente en Europa. Tras despedir Ram¨®n Mendoza a John Toshack y experimentar con el t¨¢ndem Di St¨¦fano-Camacho, el difunto presidente contrat¨® a Radomir Antic para el banquillo blanco el 22 de marzo de 1991. Acab¨® esa Liga con dignidad y se gan¨® el derecho a seguir pese a que Mendoza hab¨ªa coqueteado con Sacchi y hab¨ªa apalabrado a Pacho Maturana. El vestuario y la afici¨®n estaban con Antic. Mendoza le lleg¨® a ofrecer un cargo en el organigrama t¨¦cnico del club (de hecho, sigui¨® en el club, pero en un despacho hasta final de temporada, porque Mendoza no quer¨ªa pagarle la indemnizaci¨®n que le correspond¨ªa), pero Antic, en una entrevista en AS Color, fue expl¨ªcito: ¡°Me he ganado mi continuidad¡±. Y as¨ª fue.

El curso 1991-92 empez¨® muy bien, con un juego s¨®lido, solidario y muy efectivo, como le gustaba al serbio. Buyo atr¨¢s era un muro, Rocha mostraba su mejor versi¨®n atr¨¢s, Hierro era un pichichi en la posici¨®n que ahora ocupa Casemiro y que le invent¨® Antic (?meti¨® 21 goles!), Hagi era un diablo arriba y Michel y Butrague?o parec¨ªan recuperar su viejo esplendor. El Bar?a lleg¨® a estar a ocho puntos de desventaja. Pero hubo una triste corriente de opini¨®n, que se empe?aba en decir que el Madrid ganaba ¡°sin jugar bien¡± y que el Bernab¨¦u ¡°se aburr¨ªa¡± pese a las victorias. Eso fue calando y Mendoza compr¨® el nocivo mensaje.

De hecho, el domingo 26 de enero de 1992 el Madrid derrotaba, lo que es la vida, al Tenerife en Chamart¨ªn (2-1). Pese al triunfo se escuch¨® alg¨²n pito aislado de ese famoso Tendido del 7 del Bernab¨¦u. En una decisi¨®n terrible que el Madrid pagar¨ªa muy caro, un d¨ªa despu¨¦s Ram¨®n Mendoza se empe?¨® en consumar su torpe estrategia: echar a Antic y reponer a Beenhakker (por entonces director deportivo) en el banquillo. Para un servidor y el resto del gremio de la prensa deportiva el asunto tuvo un escarnio mayor. Ese lunes 27 de enero se celebraba la Gala Anual de la Prensa, por lo que todos los compa?eros est¨¢bamos en el acto, que finaliz¨® en la discoteca Joy Eslava. De pronto un colega con una radio pegada al o¨ªdo entre la m¨²sica dance de la ¨¦poca dijo: ¡°?Mendoza ha echado a Antic!¡±.

En esa ¨¦poca no hab¨ªa internet como ahora y el medio de comunicar las noticias, aparte de la radio y la televisi¨®n, era en la prensa escrita. Todos corriendo a la redacci¨®n (por entonces yo estaba en El Mundo) y hubo que cambiar todas las ediciones de madrugada llegando a la tirada entera de Madrid y de algunas capitales m¨¢s. Antic, hundido, nos cont¨® que fue la decisi¨®n que m¨¢s le hab¨ªa dolido en su vida. ?l iba a hacer campe¨®n a ese Madrid. Seguro. El destino castig¨® a Mendoza y acab¨® perdiendo esa Liga en la ¨²ltima jornada... precisamente contra el Tenerife. As¨ª se escribe la historia de la Liga que debi¨® aparecer en el curr¨ªculo de Radomir Antic. Descansa en paz, amigo.

Antic hizo historia en el Calder¨®n

Radomir Antic hizo historia en el Atl¨¦tico. El equipo que gan¨® el doblete devolvi¨® la ilusi¨®n a una hinchada que estaba deprimida por las ag¨®nicas temporadas anteriores. Pero lleg¨® Radomir y conjunt¨® un equipo que se convirti¨® en leyenda del Atl¨¦tico. Un equipo de futbolistas fichados de uno y otro lado, sin apenas nombre. Liderado por Pantic, un aut¨¦ntico desconocido para todos. Hizo un f¨²tbol bonito, vistoso, alegre, le gustaba que la gente elogiara la manera de jugar de su Atleti. Ese equipo empez¨® a la sombra de los grandes, comenz¨® a ganar, sigui¨® ganando y al final se llev¨® el t¨ªtulo liguero. Molina, Geli, Santi, Soloz¨¢bal, Toni; Vizca¨ªno, Caminero, Pantic, Simeone; Penev y Kiko. Pocos olvidan ese once que dio tantas alegr¨ªas al Atl¨¦tico, que volvi¨® a ganar el campeonato despu¨¦s de muchos a?os.Y tambi¨¦n la Copa, en una final de infarto en Zaragoza.

En cierta medida, Antic fue un pionero en el Atl¨¦tico. Se hicieron famosas sus jornadas de convivencia en el club, donde todos se juntaban un d¨ªa a la semana alrededor de unos refrescos y unas cervezas en el restaurante rojiblanco, que estaba en la zona noble del estadio madrile?o. Era otro tiempo, otro f¨²tbol, otras costumbres. El propio Antic invitaba a los periodistas a participar en aquellos encuentros, donde de verdad se form¨® el equipo del doblete. All¨ª Radomir expon¨ªa sus f¨²tbol, sin escondrijos. Nadie podr¨¢ olvidar a esos jugadores subidos a Neptuno celebrando el t¨ªtulo. Y Radomir disfrut¨® como el que m¨¢s. Luego vivi¨® otra etapa en el club. Pero donde de verdad se gan¨® el coraz¨®n de la gente del Atl¨¦tico fue con su m¨¢gico equipo del doblete. Adi¨®s Radomir. Nunca te olvidaremos.

Radomir, un adelantado que nos sac¨® del fango y nos hizo campeones

Esto es un art¨ªculo, pero si alguien escribiese mi biograf¨ªa, no tengo ninguna duda de que un cap¨ªtulo ir¨ªa dedicado a la persona de Radomir Antic. Un entrenador que nos cogi¨® en el fango despu¨¦s de dos a?os atr¨¢s salv¨¢ndonos en la ¨²ltima jornada. Un innovador que provocaba que el mism¨ªsimo Guardiola me preguntase en la Selecci¨®n por qu¨¦ presion¨¢bamos en campo contrario. Pep quer¨ªa saber c¨®mo trabaj¨¢bamos con Santi y Soloz¨¢bal a la hora de achicar dejando a Molina de l¨ªbero. En definitiva, Radomir fue una persona que nos quit¨® los miedos y los complejos para jugar de una manera antag¨®nica a lo que siempre ha sido el Atl¨¦tico de Madrid. Pon¨ªa arriba a dos tanques de casi 1,90 (como Penev y yo) que facilit¨¢bamos las llegadas de Caminero y Simeone en segunda l¨ªnea. Aquella temporada 95-96 todo era especial, hasta la llegada de un tal Milinko Pantic por 88 millones de pesetas (ahora unos 500 mil euros). Aquel centrocampista serbio desconocido nos dio la vida y muchos puntos en jugadas a bal¨®n parado.

Siempre te agradecer¨¦ M¨ªster que sacases de m¨ª cosas que yo cre¨ªa que no ten¨ªa. Con esa manera de acortar palabras (?buenos dos nos junt¨¢bamos en el manejo del castellano, uno con acento serbio y otro jerezano!). "Kiko, no te recrees en el pase, ese trabajo est¨¢ a medio hacer si no contin¨²as las jugadas, atacar palo sentido contrario donde venga bal¨®n. Desmarque contras sentido de jugada¡±. Me repet¨ªa una y otra vez.

Lleg¨® cuando m¨¢s dudas ten¨ªa yo si el Atl¨¦tico de Madrid me quedaba grande y usted hurg¨® dentro de mi hasta que esas dudas terminaran saliendo de m¨ª. Que sepas, Radomir, que te has ido hoy, pero siempre estar¨¢s presente en las charlas futboleras de como nos sacaste del fango y nos hic¨ªsteis campeones a base de un trabajo que ahora se le llama coaching. Pues eso, un adelantado.

Luto en el zaragocismo por Antic

El Real Zaragoza y el zaragocismo est¨¢n de luto por el fallecimiento de Radomir Antic en el Hospital Ruber Internacional de Madrid, donde llevaba ingresado desde Navidad a consecuencia de un fallo multiorg¨¢nico producto de una pancreatitis. Antic, un l¨ªbero de una elegancia extraordinaria y luego un entrenador de ¨¦xito, visti¨® la camiseta del Real Zaragoza durante dos temporadas (1978-80) y luego fue su entrenador otros dos a?os (1988-90), clasific¨¢ndolo para la Copa de la UEFA de 1989.

Internacional en cinco ocasiones con la extinta Yugoslavia, Radomir Antic recal¨® en el Real Zaragoza en 1978 de la mano de su compatriota Vujadin Boskov. En La Romareda dej¨® un recuerdo imborrable. Diestro, pero con una pierna izquierda espl¨¦ndida, era elegante y de clase sobresaliente. Y resultaba un espect¨¢culo verlo salir jugando desde atr¨¢s con la cabeza levantada. Siempre bien colocado, brillaba en la anticipaci¨®n y especialmente en el desplazamiento en largo, porque ten¨ªa un gran golpeo con ambas piernas.

En el Zaragoza comparti¨® condici¨®n de extranjero primero con el paraguayo Nino Arr¨²a y despu¨¦s con el delantero argentino Jorge Valdano, pero, en una ¨¦poca con s¨®lo dos for¨¢neos por equipo, con el fichaje del centrocampista organizador tambi¨¦n argentino Marcelo Trobbiani, Antic acab¨® firmando por el Luton Town ingl¨¦s, donde apur¨® su ¨²ltimo f¨²tbol hasta los 36 a?os.

Regres¨® a Belgrado, obtuvo el t¨ªtulo de entrenador y comenz¨® su carrera en los banquillos en el juvenil del Partiz¨¢n. Tres a?os despu¨¦s, en 1988, el presidente Miguel Beltr¨¢n, uno de sus mejores amigos, lo fich¨® como entrenador del Real Zaragoza, donde tuvo como ayudante a un jovenc¨ªsimo V¨ªctor Fern¨¢ndez, que, enterado de la triste noticia, no pod¨ªa ocultar esta tarde su dolor: ¡°Desde aqu¨ª quiero mandar un fuerte abrazo a su familia. Me invade una profunda tristeza, porque Radomir fue para m¨ª un maestro. Con ¨¦l conoc¨ª el mundo profesional del f¨²tbol y me otorg¨® siempre su m¨¢xima confianza. Fue primero un gran jugador y luego un extraordinario entrenador. Y ah¨ª est¨¢ su palmar¨¦s¡±.

Tambi¨¦n Miguel Pardeza no duda en ponderar la categor¨ªa de Antic: ¡°Fue uno de los pilares del Zaragoza moderno. Y lo digo sin ning¨²n tipo de exageraciones. Logr¨® la clasificaci¨®n para la UEFA, que no era nada sencilla en aquellos a?os, y apost¨® con ¨¦xito por jugadores muy j¨®venes¡±.

Antic dirigi¨® al Real Zaragoza en 86 partidos oficiales: 76 de Primera Divisi¨®n, 6 de la Copa del Rey y 4 de la Copa de la UEFA.

Antic, entre el triunfo y el despecho

El primer recuerdo en Espa?a de Antic es el de un l¨ªbero estupendo, fuerte por alto y muy buena salida de bal¨®n. Jug¨® en el Zaragoza la ¨²ltima temporada de Arr¨²a y la primera de Valdano, y luego se nos march¨® a Inglaterra. Cuando regres¨® lo hizo como entrenador, v¨ªa el propio Zaragoza, avalado por Boskov y por el buen recuerdo que dej¨®. Entren¨® a los tres grandes de Espa?a, y le qued¨® el resquemor de que ni en el Madrid ni el Bar?a le dejaron culminar la tarea. Eso le dej¨® un poso personal de amargura y despecho, porque en ambos casos sufri¨® trato injusto. Era inevitable que en las conversaciones con ¨¦l surgiera aquel doble dolor.

Al Madrid lleg¨® en la 90-91, con el equipo en muy mala posici¨®n y lo enmend¨®. El curso siguiente Mendoza le ech¨® en el ecuador de la Liga, siendo l¨ªder, para colocar a Beenhakker, que en la segunda vuelta hizo ocho puntos menos y perdi¨® la primera de las ligas de Tenerife. Al Bar?a le llev¨® Gaspart en la 2002-2003, con el equipo a tres puntos del descenso y le meti¨® en la UEFA. Entonces lleg¨® Laporta, con Rijkaard (y Ronaldinho), y le toc¨® salir por la puerta trasera. Entre ambas cosas, el Atl¨¦tico, donde se atrevi¨® a ir cuando Gil devoraba entrenadores. All¨ª alcanz¨® la gloria del doblete, un rel¨¢mpago de felicidad en una ¨¦poca turbulenta del Atl¨¦tico.

Fue el ¨²ltimo Atl¨¦tico con alineaci¨®n 'de memoria'. Un equipo elegante, con presi¨®n adelantada, portero-l¨ªbero, la distinci¨®n de Kiko y el bal¨®n parado de Pantic, al que sac¨® de la nada. Tampoco con Gil acab¨® bien. Tras perder una final de Copa con el Valencia, y mientras la hinchada a¨²n coreaba "?Radomir, te quiero!" Gil le despidi¨® abruptamente en las duchas. A¨²n volver¨ªa, el a?o en que Rub¨ª, un funcionario colocado para llevar las cuentas, jug¨® a presidente, ces¨® a Ranieri y le repesc¨®. No fue ning¨²n favor. Le toc¨® sufrir el descenso en una temporada hist¨¦rica. Con todo, el Atl¨¦tico le reserva un sitial en su historia. Descanse en paz.