La gran bronca de la afici¨®n al Sevilla de Lopetegui
La grada del S¨¢nchez Pizju¨¢n reprob¨® con vehemencia a su equipo por lo que hubo que sufrir para pasar ante un modesto como el Cluj
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Al S¨¢nchez Pizju¨¢n parece que se le ha agotado la paciencia con su equipo y, sobre todo, con su entrenador. Si a las nefastas sensaciones que se transmitieron desde el c¨¦sped a la grada ante el Cluj se le suma el timorato planteamiento de un t¨¦cnico al que se le ech¨® la cruz por gran parte de la afici¨®n desde antes de que ni siquiera sonara para ponerse el ch¨¢ndal del Sevilla, se obtiene el resultado de lo visto la noche del jueves en Nervi¨®n. Y dicho resultado no es otro que el que el equipo fuera despedido con una sonora bronca y con algunos gritos pidiendo la dimisi¨®n del t¨¦cnico que tiene al Sevilla cuarto, con los mismos puntos que el tercero, y en los octavos de la Europa League.
Fuera de Nervi¨®n se considera exagerada la exigencia de la afici¨®n del Sevilla y se pide una paciencia con Lopetegui que, parad¨®jicamente, no se tuvo en la capital de Espa?a hace poco m¨¢s de un a?o. Mientras, en Sevilla tambi¨¦n deber¨ªan hacer autocr¨ªtica quienes esperan ver a su equipo como cuando Alves y un Navas veintea?ero galopaban por la banda derecha o como cuando Bacca y Gameiro convert¨ªan en gol cualquier bal¨®n que se aproximara al ¨¢rea.
En el t¨¦rmino medio esta la virtud. Este es un Sevilla en reconstrucci¨®n con evidentes carencias al que el t¨¦cnico trata de sacar partido apostando m¨¢s por el que no pase nada que por el nervio. Porque el plan para asaltar el feudo de un Getafe de Champions no puede ser el mismo que para sentenciar una eliminatoria con el campe¨®n rumano. Al entrenador y a su afici¨®n les urge enterarse de una vez por todas de lo que ha sido, es y debe ser el Sevilla.