El Legan¨¦s se estrena impulsado por el efecto Cembranos
Primer triunfo para los pepineros liderado por Rivera y Braithwaite. El Mallorca sigue sin vencer lejos de Son Moix.
El Legan¨¦s exhum¨® su orgullo del sarc¨®fago en el que se sent¨ªa enterrado vivo para demostrar ante el Mallorca que cree en el milagro de la salvaci¨®n. Los pepineros vencieron (1-0) en su primer triunfo de la temporada (primer partido sin encajar) contra un rival que a¨²n no ha puntuado lejos de las islas. Triunfo de sufrimiento en el debut del interino Luis Cembranos que lideraron Rivera con sus galones y Braithwaite con su gol.
El t¨¦cnico interino se estren¨® a puerta gayola. Dej¨® fuera de la lista a dos colosos como En Nesyri y Omeruo y dio un revolc¨®n al sistema con un 4-3-3 mentiroso, porque aquello fue m¨¢s un 4-1-4-1 de corte defensivo con Rivera como eje del nuevo sistema solar pepinero. Todo rot¨® en torno a este asturiano, minero sin casco y un pico en cada pierna. ?l solito convirti¨® en diamantes a la contra el carb¨®n de cada robo. Su debut (hasta ahora no hab¨ªa jugado nada) aport¨® luz frente a un Mallorca que rapt¨® el bal¨®n, pero acab¨® con s¨ªndrome de Estocolmo. Tanto quer¨ªa la bola, que nadie lo golpeaba. Ni para despejar, ni para rematar.
Solo tuvo una ocasi¨®n (Dani Rodr¨ªguez, desde lejos en el 9¡¯) antes de que el Legan¨¦s se adelantara en su primer tiro. Braithwaite, depredador del gol, caz¨® al segundo palo un buen centro de Rosales que no remat¨® Carrillo. Rugi¨® el dan¨¦s y tron¨® Butarque, invasi¨®n improvisada de c¨¦sped incluida. Todo el banquillo esprint¨® de euforia sobre el verde en un suspiro eterno de alivio. Era la segunda vez que el Lega se adelantaba en el marcador este curso. La anterior, ante el Betis, le dur¨® tres minutos.
No se repiti¨® la maldici¨®n en este partido en el que tras la reanudaci¨®n cre¨® m¨¢s peligro el p¨¢nico al abismo de los locales, que el peligro del Mallorca. Vicente Moreno agit¨® el ¨¢rbol con la entrada de Kubo, pero siguieron los suyos sin desbordar mientras se balanceaban por el alambre de esa obsesi¨®n moderna de sacarla jugada a toda costa. Braithwaite mand¨® al larguero en el 77¡¯ el rechace de una falta provocada precisamente por arriesgar en la salida. Tuvo el Lega el segundo en una contra tres para uno que Arn¨¢iz malogr¨® poco antes de que el ¨¢rbitro se?alara siete minutos de a?adido eternos con dos claras ocasiones visitantes (Raillo y Trajkovski) que hicieron temblar a Butarque, un estadio henchido de fe con el pitido final al grito de ¡°S¨ª se puede¡±.