El Madrid vuelve al pasado
El equipo blanco, de menos a m¨¢s, se dej¨® dos puntos ante un abnegado Valladolid. Benzema estuvo mal acompa?ado. James fue titular y gust¨®.
Este Madrid tiene un pasado. Ante el Valladolid reapareci¨® fantasmalmente. En un partido de m¨¢s a menos se dej¨® un empate muy inesperado despu¨¦s de que Benzema le pusiera en ventaja en el 82¡¯. El Valladolid, monumento a la paciencia, aguant¨® al principio y asom¨® al final para alcanzar un premio mayor.
El f¨²tbol no soporta cadenas perpetuas. Ni siquiera la de James en el Madrid de Zidane, lo que prueba que no hay material m¨¢s el¨¢stico en este negocio que las opiniones. Jug¨® el colombiano de salida sin que se disipase la duda de si Zidane le puso en ¨®rbita o en el escaparate. Una duda que permanecer¨¢ hasta el 2 de septiembre, d¨ªa en que el Madrid dejar¨¢ de ser Mercamadrid. Con ¨¦l en el centro, con Isco vencido a la izquierda, con Bale, que tambi¨¦n ha condonado su deuda con el t¨¦cnico, en la derecha, amaneci¨® un partido monocolor. El Valladolid fue un modelo de abnegaci¨®n. Quien resiste gana. O al menos no pierde. Ese fue su horizonte, casi recortado a su propio campo. Y supo acomodarse a pasar el rato sin la pelota en un partido amodorrado por el calor al que el Madrid no le meti¨® la agitaci¨®n que marcara la diferencia. Tardes as¨ª llaman a Vinicius, pero Zidane a¨²n le ve demasiado atolondrado. Quiz¨¢ Sergio Gonz¨¢lez le esperaba y por eso dobl¨® la guardia en esa banda, con dos laterales, Javi Moyano y Pedro Porro.
El Madrid, en cualquier caso, se meti¨® pronto el partido en el bolsillo y en ello tuvo mucho que ver James, que antes de la primera media hora le regal¨® un buen pase a Bale, con pifia en el remate de este, dispar¨® tres veces sin encontrar puerta y mand¨® un cabezazo cerca de la escuadra. Un salto de la edad media al renacimiento con m¨¢s voluntad que tino. Al colombiano siempre le puso m¨¢s pegas el entrenador que el Bernab¨¦u. Ante el Valladolid estuvo muy por encima de Isco, otra vez demacrado, sin desborde. A esa banda s¨®lo le dio aire Marcelo, que ha afinado la silueta y el juego.
La din¨¢mica del partido fue amurallando al Valladolid, un equipo con el cintur¨®n econ¨®mico tan apretado que casi no puede respirar. M¨¢s sin Alcaraz, el centrocampista que mejor templa su juego. Al descanso lleg¨® encerrad¨ªsimo y encomendado a Masip, que le salv¨® con los pies un remate a Benzema, quien sigue d¨¢ndole limpieza a cada pelota que pasa por ¨¦l. Su ¨²nica respuesta antes del descanso fue un zurdazo alto de ?scar Plano. Y es que el Madrid, como en Vigo, se hab¨ªa puesto serio atr¨¢s. Y mandaba el mensaje de que duerme notablemente m¨¢s tranquilo con Carvajal como lateral derecho.
La segunda mitad fue otra cosa. Volvi¨® el Madrid perezoso en la recuperaci¨®n y descuidado sin la pelota, un equipo expuesto ante cualquiera, incluso ante ese Valladolid tan amagado, que perdi¨® alguna buena oportunidad de castigarle en contras con superioridad.
Los cambios que no cambiaron nada
Cambi¨® entonces Zidane a James cuando el que parec¨ªa caer a plomo era Isco. El partido ped¨ªa un alborotador, Vinicius. Su entrada coincidi¨® con la lesi¨®n de Javi Moyano, su centinela, lo que oblig¨® a Sergio a retrasar a Pedro Porro para aminorar la amenaza.
Para entonces el Madrid se hab¨ªa olvidado de la derecha y de Bale. Tambi¨¦n de rematar, pese a que Marcelo repet¨ªa una y otra vez por su banda. As¨ª que Zidane, apremiado ya por el tiempo, le dio la vuelta al dibujo: Bale a la izquierda, Vinicius a la derecha, Isco a la ducha y Jovic a la punta. Para eso lleg¨® el serbio, para iluminar partidos que oscurecen. Meti¨® un cabezazo al larguero en el primer env¨ªo que le lleg¨®.
El reordenamiento del Madrid s¨®lo cre¨® desorden. Vinicius se perdi¨® en la derecha y el Valladolid fue anim¨¢ndose. Tuvo incluso una ocasi¨®n clar¨ªsima. Sergi Guardiola le quit¨® el gol a Enes ?nal, que llegaba tras ¨¦l, por falta de coordinaci¨®n. Y de pronto, de la nada, Benzema le dio un gol al Madrid. Recibi¨® un pase al tunt¨²n de Varane, lo dom¨® con la derecha y lo mand¨® a la red a la media vuelta. As¨ª malvivi¨® el equipo el a?o pasado. Hay un mundo entre el franc¨¦s y el resto. Pero sirvi¨® de poco, porque el Madrid se durmi¨® en su ventaja y Sergi Guardiola le castig¨® con el empate casi de inmediato. No lo duden, quedan diez d¨ªas de Mercamadrid.
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