Espanyol y Betis, de la hermandad a la gre?a
La Novena Provincia se debilita. El estira y afloja por Borja Iglesias y antes las tiranteces por Rubi han empa?ado una relaci¨®n hist¨®ricamente impecable. Lo positivo es que est¨¢n condenados a entenderse.
Un acierto absoluto, conven¨ªan desde todas las partes cuando al Espanyol se le ocurri¨® invitar, para el Trofeu Ciutat de Barcelona de 2015, el ¨²ltimo disputado hasta la fecha, a un Betis amigo. Casi hermano. Desde los tiempos de Sarri¨¤, cuando su visita casi doblaba el aforo habitual, y pasando por Montju?c, donde sus pe?as segu¨ªan desplegando enormes tifos en la grada visitante. Y no hay que alejarse tanto en el tiempo. Esta ¨²ltima temporada, hasta en cuatro ocasiones se enfrentaron pericos y verdiblancos, en LaLiga y la Copa del Rey, con una sinton¨ªa formidable. Hasta el punto de que hace solo siete meses, en el mercado de invierno, Sergio Le¨®n estuvo a punto de recalar en Cornell¨¤-El Prat.
Pero hoy es el estira y afloja por otro delantero, Borja Iglesias, el que est¨¢ deteriorando en tiempo r¨¦cord una hist¨®rica relaci¨®n, que se empez¨® a enturbiar ya a finales de mayo con la marcha de Joan Francesc Ferrer ¡®Rubi¡¯, por quien ambos clubes mantuvieron una acalorada discusi¨®n que dur¨® semanas por el pago de 900.000 euros, los de la penalizaci¨®n pactada en caso de que el entrenador dejase el club perico. El caso del ¡®Panda¡¯ ya va para dos meses: empez¨® con un acuerdo entre el Betis y el entorno del jugador, sigui¨® con un intento verdiblanco de negociaci¨®n que tuvo como respuesta perica el importe de la cl¨¢usula (28 millones) y ha llegado a d¨ªa de hoy con una negociaci¨®n que se zanjar¨¢ si desde el Benito Villamar¨ªn abonan en un primer plazo alrededor de 20 millones.
Entre una cosa y otra, advertencias, reproches y filtraciones cuando menos cuestionables, como el disfraz de panda que la semana pasada apareci¨® en el vestuario del Betis a unas horas de que el Espanyol disputase la previa de la Europa League ante el Luzern. Un intento de desestabilizaci¨®n, afirman desde Cornell¨¤. El Espanyol no cumple los t¨¦rminos que prometi¨®, alegan algunas voces desde Sevilla.
Nadie podr¨ªa imaginar estos desaires poco tiempo atr¨¢s, incluso cuando Pau L¨®pez cerr¨® su pase al Betis sin dejar ni un euro al club donde se form¨®. O tampoco cuando, en 2016, David L¨®pez tom¨® un vuelo a Barcelona cuando ya hab¨ªa pasado la revisi¨®n m¨¦dica con los verdiblancos.
Las idas y venidas de futbolistas entre uno y otro club han formado tambi¨¦n parte de la historia de LaLiga, desde Manol¨ªn Fern¨¢ndez o Jos¨¦ Pardo Montoya en los a?os 30 y 40 a Javi Chica, Joan Verd¨² o Jordi Amat, pasando por Jaume Sabat¨¦, Job S¨¢nchez o Jos¨¦ Cano ¡®Canito¡¯. Y, por supuesto, con ejemplos en las plantillas actuales, como D¨ªdac Vil¨¤, Cristian Tello, Marc Bartra o Zou Feddal. Y Javi L¨®pez, camino de convertirse en ¡®one club man¡¯ profesional en el Espanyol cuando milit¨® en la cantera b¨¦tica.
Lo m¨¢s espinoso de esta deriva es que se empieza a se?alar en rojo la fecha del Espanyol-Betis de este curso, el 15 de diciembre, con el mismo ¨¢nimo con el que se gesta un derbi. Una falta de entendimiento puede lastrar la afinidad de quienes hace d¨¦cadas que consideran el territorio catal¨¢n la Novena Provincia. Y no es una cuesti¨®n anacr¨®nica. En el bar¨®metro del Centre d¡¯Estudis d¡¯Opini¨® de 2017 (el ¨²ltimo en que se pregunt¨® sobre la cuesti¨®n), un 1,8 por ciento de los catalanes encuestados proclamaron su simpat¨ªa por el Betis, al menos como segundo equipo. La mitad exactamente de quienes se declaraban pericos, un 3,6 por ciento.
Y, a todo esto, Borja Iglesias guarda un silencio que le conviene a ¨¦l, al Espanyol y al Betis, a todas las partes, mientras hace gala de su profesionalidad en la Europa League y sigue mostr¨¢ndose impecable ante los aficionados que se le acercan. Lo mejor de todo es que, en este clima de animadversi¨®n, pericos y verdiblancos est¨¢n condenados a entenderse.