Tres meses de luto
El Madrid cierra la temporada con una derrota estruendosa. Fue un desastre en las dos ¨¢reas. Estrell¨® dos balones en el palo. Vinicius, Lucas y Bale, lesionados.
Tampoco en tierra santa, la Champions. El Madrid ech¨® el cierre a una temporada siniestra con una de esas derrotas que perdurar¨¢n en la memoria, que cierran ciclos, vuelan entrenadores, limpian plantillas, sacuden palcos y arrancan pa?uelos en la grada. Una de esas derrotas que invitan a rasgarse las vestiduras. Fue ante un Ajax sobresaliente, pero no aquel imperio de los setenta. Ni siquiera es l¨ªder de una liga de segundo orden y llevaba 13 a?os sin pisar los octavos de la Champions, dato que magnifica la tragedia del campe¨®n.
No se le escap¨® al Madrid ni un pecado ni una desdicha: un gol adverso pronto, dos palos, tres lesiones. un esperpento en las dos ¨¢reas y un abandono absoluto de sus futbolistas principales, m¨¢s all¨¢ de la verg¨¹enza torera de Modric, las correr¨ªas juveniles de Reguil¨®n y Vinicius y el prop¨®sito de enmienda de Asensio.
Las megacrisis del f¨²tbol tienden a coger carrerilla. Empiezan con un mal resultado inexplicable, luego llegan m¨¢s, que ya no lo son tanto, y poco a poco la cosa deriva en pandemia: las porter¨ªas (ajenas) empeque?ecen, los postes (ajenos) son de secuoya, los rivales se agigantan, la primera contra enemiga acaba en gol y el p¨²blico, el equipo, el palco y hasta la Cibeles, en el caso que nos ocupa, son un flan. El Madrid sigui¨® el manual del siniestro total al pie de la letra. En poco m¨¢s de media hora estrell¨® Varane un cabezazo a quemarropa en el larguero; Courtois encaj¨® un gol tras una p¨¦rdida insensata de Kroos, superviviente del recuerdo y con propensi¨®n a escurrir el bulto, y otro en internada zidanediana de Tadic (ruleta y asistencia) resuelta con tranquilidad por Neres, y se lesionaron Lucas V¨¢zquez y Vinicius, la ¨²nica inquietud para el Ajax (luego se romper¨ªa Bale). El brasile?o se march¨® sollozando. A la grada le entraron ganas de acompa?arle en el duelo. Fue el mayor apocalipsis expr¨¦s en tiempos.
En medio de esa cr¨®nica de sucesos qued¨® el ba?o del Ajax a un pelele, un equipo hist¨¦rico, desbordado a sus espaldas por los balones diagonales en profundidad y por la genialidad de Tadic; vencido extraordinariamente en los flancos, especialmente el de Carvajal; superado por el oleaje de De Jong, Sch?ne y Van de Beek en el centro; consumido por los nervios, la falta de soluciones y la presi¨®n de estarse cerrando su ¨²nica puerta de salida. Los goles de Ziyech y Neres no fueron s¨®lo la consecuencia de una primera mitad de pesadilla, sino la punta del iceberg: Neres err¨® un mano a mano con Courtois, el belga le sac¨® un disparo a Ziyech y un centro de este cruz¨® el ¨¢rea del Madrid como un misil a punto de explotar. S¨®lo al final de ese periodo el Madrid abandon¨® la retirada y cay¨® en la cuenta de que a¨²n andaba con vida, porque los dos recambios de emergencia, Bale y Asensio, pese a que ni el Bernab¨¦u ni nadie vaya a besarles los pies, tienen m¨¢s gol que los relevados. El gal¨¦s, en ese receso de cordura, mand¨® al palo un remate con la izquierda ante Onana, un portero que obraba a favor de la causa blanca. As¨ª se fue al descanso el Madrid, tiroteado y con Isco y Ramos en la platea. Una condena y una autocondena.
La puntilla
Con la soga apret¨¢ndole el cuello, el Madrid busc¨® enmendarse desde un mejor orden, con Asensio a la derecha, Bale en la izquierda y Modric dirigiendo la maniobra. El partido que esperaba el Bernab¨¦u de salida pero ya en una situaci¨®n l¨ªmite. Avanz¨® Ten Hag que a su Ajax lo agarrar¨ªan por el cuello en determinados momentos y llegaron, pero tambi¨¦n las contras de su equipo, lideradas por Tadic, en ese papel de nueve enmascarado que nunca pudieron descubrir ni Varane ni Nacho, ambos en m¨ªnimos.
Pasada la hora de juego, con el Madrid en la parrilla, el fant¨¢stico serbio hizo el tercero, en zurdazo may¨²sculo. La sentencia del Madrid, que se demor¨® cuatro minutos porque en la recuperaci¨®n del Ajax la pelota pudo ¨ªrsele a Mazraoui por la l¨ªnea de banda. No hubo toma que lo probara y el VAR acab¨® por no rebatir a Brych. Tuvo tres minutos de tibia esperanza el Madrid, con un gol de Asensio, de lo m¨¢s salvable en el naufragio, y cuando el Bernab¨¦u se preparaba para echar una mano, Sch?ne, en un magistral lanzamiento de falta, baj¨® el tel¨®n de la eliminatoria. A Cristiano puede sucederle lo mismo en una semana. Ah¨ª hubo un gran matrimonio y un mal divorcio. A este sainete s¨®lo le falta Mourinho.