Un gol de Querol mantiene vivo al Reus una semana m¨¢s
El Numancia, que fue superior, se adelant¨® con gol en propia de Catena tras un centro de Oyarzun. Querol salv¨® un punto para el Reus justo antes del final del encuentro.
EI partido de este s¨¢bado resume, en buena medida, la situaci¨®n del Reus. Siempre en el ¨²ltimo momento, siempre al l¨ªmite, pero siempre viviendo para luchar otro d¨ªa. Ya sea para pagar las n¨®minas y evitar las fugas, para cerrar una venta necesaria o para empatar un partido. Este s¨¢bado fue Querol quien igual¨® un duelo en el que el Numancia fue superior, mientras que debe ser Oliver quien venda el club antes del martes. En el ¨²ltimo suspiro.
Los primeros minutos del partido transcurrieron sin mayores sobresaltos que un centro lateral del Reus que por poco acaba en gol, pero sin que ninguno de los dos equipos apretara el acelerador. No lo hizo el Numancia por necesidad, pues poco a poco se fue adue?ando del partido y controlando el bal¨®n. Tampoco un Reus sin alma, al que le fue imposible abstraerse de los problemas y concentrarse en el partido: pases err¨®neos, dudas en el centro del campo o cesiones arriesgadas se repitieron durante los primeros 45 minutos. Una primera parte que acab¨® con ventaja visitante m¨¢s por insistencia que por m¨¦ritos, pues Catena desvi¨® a la red un centro lateral de Oyarzun.
Sin ning¨²n jugador del primer equipo en el banquillo y con el Numancia cada vez m¨¢s c¨®modo, el Reus pr¨¢cticamente desapareci¨® del partido. Alg¨²n c¨®rner, alguna transici¨®n pero siempre con m¨¢s intenci¨®n que peligro. Los visitantes, de hecho, pudieron sentenciar el partido y si no lo hicieron fue por la mala punter¨ªa de Guillermo: primero err¨® un remate de cabeza franco, sin oposici¨®n y tras un centro perfecto, mientras que luego fall¨® el remate de un centro lateral. Dos acciones muy claras que hubiesen finiquitado el partido y de las que se lament¨® el Numancia. Entre el empuje de los j¨®venes del Reus y el paso atr¨¢s que dieron los visitantes, los de Xavi Bartolo asediaron a Juan Carlos. Y la insistencia acab¨® en gol: Querol no perdon¨®desde dentro del ¨¢rea.