GRUPO J | SEVILLA 3-KRASNODAR 0
Ben Yedder se dio prisa: el Sevilla acaba como l¨ªder de su grupo
Los de Mach¨ªn despacharon r¨¢pido al Krasnodar, que jug¨® 40 minutos con diez, y acaban l¨ªderes con un espectacular balance de local: 14 goles a favor.
El Sevilla le ense?¨® el pasaporte de pentacampe¨®n al Krasnodar y los rusos le pusieron la alfombra a Ben Yedder. El franc¨¦s, el m¨¢s listo de la clase y con mil recursos para definir en el ¨¢rea, aprovech¨® primero un regalo de Kabor¨¦ y luego un pelotazo de Sergi G¨®mez para clasificar por la v¨ªa r¨¢pida a los de Mach¨ªn. A los diez minutos ya no hab¨ªa partido ni suspense. Con la misma facilidad que se hab¨ªa complicado la vida en Lieja, sali¨® del apuro con la determinaci¨®n que le da el dominio que tiene de una competici¨®n que genera una atm¨®sfera especial en Nervi¨®n y le convierte en un equipo seguro y temible. En los tres partidos de la primera fase que ha jugado en su guarida de Nervi¨®n, ha marcado 14 goles.
Los goles tempraneros del Sevilla le cortaron la digesti¨®n al Krasnodar, un equipo con buenas ideas pero poco filo. En lo que Ignatyev se entreten¨ªa en el ¨¢rea en las dos primeras ocasiones de los rusos, Ben Yedder ya estaba picando el billete para los dieciseisavos de final. Los rusos quedaron en shock desde el minuto 10. El Sevilla, que ni siquiera necesit¨® que fluyese el f¨²tbol para ponerse 2-0 gracias al gatillo r¨¢pido del menudo exjugador del Toulouse, empez¨® a poner la maquinita en marcha. Sin Sarabia, Mudo V¨¢zquez jug¨® liberado y dej¨® dos detalles primorosos. En una de esas cabalgadas elegantes en las que parece correr a c¨¢mara lenta pero no lo coge nadie, lleg¨® la jugada del penalti. El 3-0, de Banega de penalti, dej¨® en una situaci¨®n l¨ªmite al Krasnodar, que lleg¨® con la idea de ser primero de grupo y a cuarenta minutos estaba en el alambre y a un gol de la eliminaci¨®n si marcaba el Standard. Al menos, evitaron la cat¨¢strofe.
Lo que amenazaba con noche de cuchillos largos acab¨® siendo un partido pl¨¢cido en Sevilla. Tanto que, con todo resuelto, y plenamente consciente de que ya no afectar¨ªa al equipo, el final del partido se convirti¨® en una sucesi¨®n de c¨¢nticos contra la venta del club, que parece cantada. Con estos accionistas (insultados desde la grada en la noche sevillana), o con otros due?os, lo que le interesa al centenario Sevilla F¨²tbol Club es seguir siendo una potencia en Europa.
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