Lanzado al derbi
Victoria c¨®moda del Atl¨¦tico frente al Huesca: 30 minutos le bastaron. Marcaron Griezmann, Thomas y Koke. Jug¨® Carlos Isaac. Se fue tocado Gim¨¦nez.
Encara el Atleti el derbi con el est¨®mago lleno de goles y a dos puntos de Madrid y Bar?a, dos al menos anoche, despu¨¦s de una de las tardes m¨¢s pl¨¢cidas que la corta historia del Metropolitano puede recordar. Dos asaltos dur¨® el Huesca de Leo Franco antes de deshacerse como l¨¢grima en la lluvia.
Comenz¨® el partido en los pies del Atl¨¦tico tras una mirada al cielo y minuto de silencio emocionado en honor al socio 1.215, el padre Daniel. Su recuerdo llen¨® pantallas, pancartas y un sentido aplauso s¨®lo roto por un rodar, el de la pelota. Las miradas se repart¨ªan entre el tercer anfiteatro, aqu¨ª y all¨¢. All¨¢, donde se alzaba esa figura tan conocida, Leo Franco, banquillo visitante. Aqu¨ª, sobre Carlos Isaac, lateral derecho del B que volv¨ªa a jugar con el primer equipo, con nota. Sali¨® valiente y ofensivo. Como su equipo. Era el plan del Cholo. Vertical y con circulaci¨®n de bal¨®n F-1, se lanzaba hacia la porter¨ªa de Werner, que jugaba, porque no ten¨ªa cl¨¢usula del miedo pero no cont¨® con algo: nadie como esos de enfrente, compa?eros hasta agosto, pod¨ªan conocer mejor c¨®mo descoser sus guantes.
Koke era el pase, Thomas la conducci¨®n, Griezmann y Lemar aceleraban el juego y Correa, por dentro, desmontaba al Huesca en cada trote. Lo hab¨ªa avisado el Cholo: ¡°Es el mejor para hacer da?o al rival¡±. Y por eso no dejaba de buscar la espalda a Musto y Melero. Y por eso supo c¨®mo encontrar a Costa cuando, en esa jugada, en¨¦simo toc-toc en la puerta de Werner, recibi¨® de espaldas y vio como Semedo y Luisinho le cercaban. Pero al talento un resquicio le basta: bal¨®n al hueco para el desmarque de Costa que, en vez de cruzar o picar ante Werner, vio una sombra moverse y supo que era de Griezmann. A franc¨¦s le cedi¨® para que rematara a puerta vac¨ªa.
El Huesca, como respuesta, lo intent¨® una vez, carrera de Gallar, pero al llegar al ¨¢rea se top¨® con God¨ªn y no volver¨ªa por all¨ª. Tampoco al Atleti le har¨ªa mucha falta pisar el ¨¢rea: fue Lemar quien lanz¨® la primera piedra desde fuera. Su disparo se desvi¨® demasiado pero traz¨® un camino: copiar¨ªa Correa, otro latigazo desde fuera del ¨¢rea, muy alto; calcar¨ªa Thomas para hacer el 2-0, de disparo tremendo, raso, por si alguien se hab¨ªa olvidado que tiene un kalashnikov por bota. El gol de Koke, tres minutos despu¨¦s, tambi¨¦n llegar¨ªa desde fuera del ¨¢rea. Con suspense de VAR.
Porque no molestaba ni el c¨¦sped. Disparaba el Atleti desde cualquier lugar. Lo de Koke en realidad naci¨® como centro a Correa. Recibi¨® en la frontal y elev¨® la pelota sobre la defensa, buscando al argentino, pero ¨¦ste no lleg¨® a tocar y Werner tampoco a tapar. El ¨¢rbitro no lo dio, por fuera de juego de Correa: el VAR le sac¨® de su error. Ni estaba en fuera de juego ni hab¨ªa rozado el bal¨®n. El gol era de Koke, sin querer, para redondear otro partido con reloj. Pero ninguna felicidad es completa. Cinco minutos despu¨¦s un rojiblanco ca¨ªa al suelo, quit¨¢ndose la bota. Era Gim¨¦nez: hab¨ªa sentido un mordisco en el s¨®leo y abandonaba el campo. Por precauci¨®n, y los ojos acuosos.
Sali¨® mejor el Huesca tras el reposo, pero en ese momento el Cholo ya jugaba otro partido. Hubo minutos para Kalinic, tambi¨¦n para Gelson, ni una falta rojiblanca, un posible penalti del Atleti por mano negado por el VAR y la mano de cada partido de Oblak, ante Aguilera. Pero todo despu¨¦s del 53¡¯, cuando el Cholo ya hab¨ªa quitado a Grizi. Despu¨¦s del 64¡¯, cuando ya no jugaba Costa. El Atleti ya estaba en el derbi del s¨¢bado, aunque su cuerpo siguiera en el Metropolitano. Ya jugaba en el Bernab¨¦u, con cuatro d¨ªas de adelanto. Y el est¨®mago lleno de goles.