?zil contin¨²a su ocaso: el gran se?alado por Joachim L?w
Fue suplente, a diferencia del primer partido, y ni siquiera entr¨® cuando Alemania estaba casi fuera del Mundial. Su falta de tensi¨®n ha desquiciado al t¨¦cnico.

Alemania salv¨® los muebles y lo hizo sin ?zil sobre el campo. El jugador del Arsenal se cay¨® de la alineaci¨®n, al igual que Khedira, y ni siquiera entr¨® en los ¨²ltimos minutos, en los que los alemanes necesitaban creatividad en la ¨²ltima parte de la cancha para poder ganar un partido vital. Sin embargo, L?w opt¨® por Brandt, que estuvo francamente bien, y anteriormente por Mario G¨®mez, un delantero centro al uso para cargar ¨¦l ¨¢rea. Ni rastro de ?zil, que con su habitual frialdad ha terminado por colmar la paciencia del seleccionador. Ante una situaci¨®n de m¨¢ximo riesgo, cualquier opci¨®n parec¨ªa m¨¢s l¨®gica que la de meter un futbolista como ?zil al que en esos momentos le falta sangre.
El zurdo del Arsenal ha estado en el ojo del hurac¨¢n estos d¨ªas y tambi¨¦n en los previos al Mundial por cuestiones pol¨ªticas. Una imagen junto al presidente turco Erdogan, en la que tambi¨¦n estuvo otro convocado por los alemanes, Gundogan, hizo que fuera muy criticado e incluso hubiera quien pudiera su renuncia al Mundial. La Federaci¨®n germana forz¨® otra foto con miembros del ejecutivo alem¨¢n, pero ya no fue lo mismo.
?zil ha pasado de lo m¨¢s alto a lo m¨¢s bajo en los Mundiales en ocho a?os. Al de Sud¨¢frica, en 2010, lleg¨® muy joven, pero sorprendi¨® tanto que el Madrid acab¨® fich¨¢ndolo. Cuatro a?os despu¨¦s se coron¨® campe¨®n del mundo en Brasil, en 2014, aunque tampoco tuvo un papel preponderante como se le exig¨ªa a un jugador de su nivel. Esta vez, en Rusia 2018, las cosas se han torcido desde el principio. Perdi¨® el puesto ante Suecia y ni siquiera tuvo minutos. Es m¨¢s, fue la primera vez que era suplente en un Mundial o una Eurocopa. Un momento duro para un futbolista al borde de la treintena.