Vallecas vuelve a sonre¨ªr: el Rayo est¨¢ otra vez en Primera

El Rayo toc¨® el cielo dos temporadas despu¨¦s de caer al infierno. Esta vez las l¨¢grimas dejaron de ser amargas para tornarse dulces y las 14.698 almas franjirrojas que llenaron Vallecas buscaron las miradas c¨®mplices, los abrazos sentidos, la alegr¨ªa perdida en aquel descenso a la oscuridad. Sus c¨¢nticos atronaron desde el pitido inicial. Vamos Rayito, juegas en casa. Esta vez el equipo no dej¨® pasar el tren. Ni suspiros ni lamentos. Era su momento.

La Franja sali¨® en tromba, con las ideas claras y el bal¨®n como gu¨ªa. De Tom¨¢s pronto dej¨® claro que quer¨ªa ser el dolor de cabeza de Roberto. El guardameta primero detuvo un cabezazo, despu¨¦s vio c¨®mo otro disparo del ¡®killer¡¯ se marchaba fuera por apenas unos metros y demasiado alto se escap¨® otro testarazo. No hab¨ªa tregua. El Lugo era un juguete en manos de los vallecanos. S¨®lo se rebel¨® con un remate picado de Kravets, que atrap¨® con seguridad Alberto.

Pas¨® la ola y los lucenses segu¨ªan secos. Era cuesti¨®n de tiempo que el Rayo enganchara otra¡­ ?Vaya si lo hizo! Trejo sac¨® r¨¢pido de banda, con el rival descolocado, y ?lex Moreno mand¨® una volea cruzada directa a la escuadra. El gol se pudo escuchar en todo Vallecas, en la Fuente de la Asamblea, en cada rinc¨®n de un barrio que presume de equipo y se llena de orgullo al ver c¨®mo el Rayo volver¨¢ a representar sus valores entre los grandes.

Los gallegos apretaron en el tramo final de la primera parte y Jaime meti¨® el miedo en el cuerpo a la grada con un libre directo que sac¨® astillas al palo. No bajaron los brazos los visitantes tras el descanso. Iriome mand¨® un bal¨®n a las nubes. Y al poco, alegr¨ªa en la grada, transistores a todo volumen. ¡°?Qu¨¦ ha pasado? ?Le ha empatado el Granada al Sporting?¡±, se preguntaban unos a otros. Mientras, el Rayo, a lo suyo: ganar sin mirar a Gij¨®n. Trejo firm¨® una jugada personal que le dej¨® solo ante Roberto, pero termin¨® disparando a las manos. Segu¨ªan dale que dale. Embarba, agua. Beb¨¦, agua tambi¨¦n. Armenteros, gol anulado por fuera de juego.

Lleg¨® el momento de morderse las u?as. Movi¨® ficha M¨ªchel. Todas las gestas tienen un l¨ªder y ¨¦l es el hombre milagro, el faro que gui¨® al equipo en la m¨¢s absoluta tiniebla. Aquel que cogi¨® al Rayo un punto por encima del descenso y en su primer proyecto al frente lo ha devuelto al Olimpo. El pinchazo del Huesca le deja l¨ªder otra vez y poco importaba ya la victoria del Sporting.

Son¨® el pitido final. Todos abrieron los ojos. El sue?o no se diluy¨® al despertar. El Rayo saludar¨ªa de nuevo a una vieja conocida, la Primera, despu¨¦s de levantarse con valent¨ªa de los golpes, de afrontar con coraje su dura realidad y demostrando nobleza una vez m¨¢s al abrazar y felicitar a un digno contendiente como el Lugo. Porque s¨ª se?ores, as¨ª es el Rayo y ya est¨¢ de vuelta.

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