Un doblete de falta de Bardhi aclara el panorama abajo
Morales complet¨® una nueva humillaci¨®n al Athletic en casa y la grada core¨® un mix ¡°Urrutia-Cuco vete ya¡±
El Levante lleg¨® a San Mam¨¦s en vilo, casi salvado pero a¨²n con un par de renglones por escribir en ese libro de la permanencia. Y se puso en manos de Bardhi, el protagonista absoluto de la jornada. Un doblete en dos faltas. Las lanz¨® como si fuera un jugador de baloncesto en la l¨ªnea de tiros libres. Y el Athletic se comport¨® de forma contemplativa, esperando que lo disparase al aro, es decir, al poste, o ni tocase el mismo. Todo fue calcado: un tiro en el flanco izquierdo granota y el segundo un poco m¨¢s centrado pero ambos por el entorno del pico del ¨¢rea. Arrizabalaga coloc¨® la barrera, organiz¨® el tr¨¢fico, que empezaba a encresparse por delante, c¨¢mara¡ y acci¨®n.
Y eso que Bardhi llevaba ya dos goles de falta este a?o y estaban ojo avizor. Susaeta, C¨®rdoba y Williams formaban la barrera, con Campa?a para distraer. El levantinista empuj¨® someramente al tr¨ªo de la barricada y se agach¨® para que su compa?ero embocara como Rahm en un par uno de un campo de golf. Kepa meti¨® el pu?o firme pero muy tarde, cuando el bal¨®n estaba ya dentro. Dos minutos despu¨¦s, repetici¨®n de la jugada, esta vez con un golpeo a¨²n m¨¢s pulcro y el meta de Ondarroa haciendo la estatua. Dos obras de arte como dos gotas de agua que hacen al macedonio mirar a los ojos a un gal¨¢ctico como Messi: este lleva seis goles de falta esta temporada en Liga y el macedonio cuatro. Desde hace seis a?os nadie lograba tal locura y curiosamente asist¨ªa al partido de Bilbao, desde el banquillo: Be?at en un Sevilla-Betis.
Bardhi suma seis acapar¨® un partido de guante blanco. Lo desatasc¨® de forma magistral y encamin¨® a su equipo con todo el confeti del mundo hacia la permanencia. Pero su actuaci¨®n no deja en segundo plano a un Levante con criterio, movimiento, jugadores en constante desmarque y calidad individual frente al en¨¦simo ejemplo de Athletic apocado en su casa y ante un rival de menos post¨ªn. Para empezar, Paco L¨®pez vari¨® el paisaje habitual en su pizarra. Meti¨® dos laterales por la derecha, con Coke por delante de Pedro L¨®pez, el capit¨¢n, posiblemente para frenar el ¨ªmpetu de C¨®rdoba. Por el otro lado decidi¨® alinear a Luna. Y coloc¨® una l¨ªnea de cuatro en medio, con Bardhi, de vuelta tras aquel gran inicio de temporada con m¨¢s de un golazo de falta, por la izquierda en lugar de la mediapunta y Morales despojado de ese carril para moverse arriba con Boateng.
Si el Athletic se propuso una redenci¨®n para que la gente deje de estar de u?as, quiso abrir boca despertando un sentimiento de emoci¨®n a los ocho minutos, cuando Ra¨²l Garc¨ªa carg¨® de metralla esa diestra artillera que tiene y desde fuera del ¨¢rea incrust¨® la pelota en la red de forma supers¨®nica. Williams se echaba las manos a la cabeza. Una acci¨®n que parec¨ªa valer por todo el partido, pero Bardhi la mand¨® al ba¨²l del olvido con sus bazucazos.
No hab¨ªa mucha pasi¨®n sin bal¨®n y eso lo aprovech¨® el Levante para triangular. Iturraspe ralentizaba el juego con bal¨®n. San Mam¨¦s, en la peor entrada de su historia en Liga por ser lunes y con retransmisi¨®n en abierto, sent¨ªa aburrimiento por un juego perezoso. Ziganda trat¨® de despertar el f¨²tbol con Muniain de mediapunta y Ra¨²l arriba, y recuper¨® el c¨¦lebre rombo de Heynckes. El excolchonero envi¨® un bal¨®n al larguero y el Levante jug¨® sus cartas mirando al marcador. A centro de C¨®rdoba, que acab¨® de lateral izquierdo, Williams tuvo otra de cabeza ganando muy bien la posici¨®n pero ya se sabe que est¨¢ gafado en casa. Paco L¨®pez retir¨® a Bardhi, cansado, el artista de la noche. Un virtuoso que merec¨ªa los tres puntos. Luego quiso sumarse a la exhibici¨®n Morales, con una veloz carrera, dos recortes y bal¨®n picado para burlar a Kepa. C¨®rdoba peg¨® otro poste un poco m¨¢s tarde.?La mala uva va subiendo del verde al palco y el equipo est¨¢ echando a la gente de las tribunas. Se escuch¨® un mix de "Cuco-Urrutia vete ya" por parte de la grada. Al final quedaban no m¨¢s all¨¢ de ocho mil sufridores. Algunos aguantaron para sacar pa?uelos. Bilbao no soporta esta condena.
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