Messi y el sufrimiento
Messi lidera a un Bar?a que contemporiz¨® demasiado y acab¨® sufriendo. Su gol y el de Su¨¢rez sirvi¨® a los de Valverde para estar en semifinales.
El Barcelona se gan¨® la clasificaci¨®n para las semifinales de la Copa tras derrotar por 2-0 al Espanyol a base de sudar y sufrir. Pero con Messi, siempre las penas son menos. El equipo blaugrana, muy superior en f¨²tbol a lo largo del partido a su rival, no tuvo sin embargo esta vez la autoridad necesaria para llegar a un final de partido sin agobios y dej¨® que la estrategia de Quique situara al Espanyol donde precisamente quer¨ªa. A un gol de la clasificaci¨®n en el tramo final del partido. El Bar?a tuvo que apretar los dientes para lograr el pasaporte.
De entrada, cada uno de los t¨¦cnicos sorprendi¨® al rival con una variaci¨®n inesperada en la alineaci¨®n. En el Barcelona, Aleix Vidal sali¨® de titular para abrir el campo, en el Espanyol, Quique aline¨® a Pau en vez de a Diego L¨®pez. Probablemente, el catal¨¢n jug¨® ayer su ¨²ltimo partido partido como espa?olista. No lo hizo mal, pero la apuesta del t¨¦cnico perico fue un brindis al sol que le puede crear m¨¢s problemas que soluciones a corto plazo.
Quique se tem¨ªa una salida en tromba de un Barcelona que quisiera decidir por la v¨ªa r¨¢pida, pero el equipo barcelonista se mostr¨® cauto en lo primeros compases de partidos. Como si fueran dos boxeadores, los equipos se tantearon y no quisieron ense?ar sus armas. Lo que qued¨® claro, es que el Espanyol se sent¨ªa muy c¨®modo atr¨¢s y que para nada ten¨ªa en mente buscar un gol en los primeros minutos.
El partido corr¨ªa el riesgo de caer en un tedio general hasta que alguien lo agitara. Y ese fue Leo Messi, como no, que estuvo de nuevo may¨²sculo en todas las facetas del juego. Cre¨®, remat¨®, lider¨® y recibi¨® m¨¢s palos que nadie ante la condescendencia de un Mateu Lahoz tan atorrante para ambos equipos como de costumbre. No es que sea mal ¨¢rbitro, es que el d¨ªa que sus m¨²ltiples personalidades coincidan en una sola y dejen de pelearse durante 90 minutos seguidos podr¨¢ ser tenido en consideraci¨®n.
De una recuperaci¨®n de Messi parti¨® el primer gol barcelonista. El argentino recuper¨® la pelota, habilit¨® a Aleix y este centr¨® para que Su¨¢rez, que acababa de ver una tarjeta amarilla por protestar marcara ante Pau. La eliminatoria estaba igualada.
Un minuto despu¨¦s, en plena contemplaci¨®n blaugrana de la obra lograda, el Espanyol le record¨® a los locales que no ven¨ªa de visita. Gerard Moreno le gan¨® la espalda a la defensa barcelonista y Cillessen par¨® su disparo.
Tras el susto, el Barcelona tom¨® las riendas del encuentro, que solo se aceleraba a golpe de Messi. Y a golpes a Messi. Ya se sabe que es mala idea enfadar al argentino. Y si se conjuga en el terreno de juego un Espanyol que marc¨® muy encima a Leo y un ¨¢rbitro como Mateu que est¨¢ m¨¢s pendiente de las quejas de los jugadores para castigarlas con tarjeta que de las patadas que se dan, se crea un escenario perfecto para que el mejor desate su ira. As¨ª pas¨® entre el minuto 23 y el 24. En el 23 Messi fue objeto de una falta como una casa por parte del Espanyol justo delante de Mateu, que ignor¨® la jugada. Messi se levant¨® enfadado. Algo iba a pasar. Un minuto despu¨¦s recuperaba un bal¨®n en un despiste de la defensa espa?olista encaraba la defensa y bat¨ªa a Pau. Eliminatoria remontada.
Pero el Barcelona fue de m¨¢s a menos en la segunda parte y el equipo blaugrana no acababa de rematar una faena que parec¨ªa hecha. El Espanyol se crec¨ªa a medida que pasaban los minutos y el Barcelona desaprovechaba sus ocasiones. La sensaci¨®n de estar a un accidente de la eliminaci¨®n o del milagro se apoder¨® del Camp Nou. Ni la entrada de Coutinho calm¨® los ¨¢nimos en un final de partido en el que el Espanyol reclam¨® un penalti de Alba sobre Gerard y que Messi cabece¨® al palo. Aferrados al c¨®rner y haciendo la de Carrasco, el Bar?a dej¨® pasar el tiempo para llegar a unas semifinales que se pusieron muy cuesta arriba.