El Madrid toca fondo


Las crisis son caprichosas. Empiezan a menudo en la ley de Murphy y acaban en la ley de la gravedad, que ahora atrae al Madrid hacia el abismo. No le falt¨® al equipo voluntad ni mereci¨® la derrota, pero se le han esfumado Cristiano, la fortuna e incluso el buen ojo de los ¨¢rbitros. A tres minutos del final, el Villarreal exprimi¨® su desesperaci¨®n. Hoy puede estar a 19 puntos del Bar?a en 19 partidos de Liga, con la plaza Champions en peligro. Y el Submarino dej¨® para la historia su primer triunfo en el Bernab¨¦u.
Pese al rev¨¦s, el Madrid tuvo el comportamiento l¨®gico de un equipo tan fuertemente endeudado con su afici¨®n. Empezando por Zidane, que puso al completo lo que anda sano de la primera unidad para probar que no hay plan de evacuaci¨®n en la Liga. Y le sigui¨® el equipo, que presion¨® con codicia, en una especie de efecto rebote.
Ese empuje obligado, acompa?ado esta vez de un mejor m¨¦todo, y el plan de prevenci¨®n del Villarreal, que abandon¨® su rombo por un 4-2-3-1 m¨¢s cauto, arroj¨® un abrumador dominio blanco, s¨®lo empa?ado por esos intervalos sin movilidad que le hacen pasar largas temporadas a espaldas del ¨¢rea rival y por la p¨¦rdida de ¨¢ngel de Cristiano, al que se le han cerrado s¨²bitamente las puertas del cielo. Tres oportunidades clar¨ªsimas le salieron al paso y las tres se le fueron aplicando soluciones diversas: un remate picado fuera ante la salida de Asenjo, un martillazo al lateral de la red y un error con la puntilla en env¨ªo de Isco, al que lleg¨® trastabillado por un toque de Mario Gaspar. Fueron discutibles la posici¨®n del malague?o y la acci¨®n del lateral. Para entonces ya le hab¨ªa quitado Undiano un penalti al Madrid, por mano invasiva e invasora de ?lvaro.
Heroico Asenjo
Pero, aun sin gol, el Madrid fue lo que se espera de ¨¦l, con Isco como propulsor, con Kroos y Modric menos encogidos y con una zaga menos fr¨ªvola y quebradiza. Nada se requiri¨® de Keylor hasta el descanso, al que el Villarreal lleg¨® entre s¨²plicas. Asenjo, con dos grandes paradas, fue su clavo ardiendo. Pero Cristiano y Bale son delanteros de campo abierto y en partidos a 30 metros entran en hibernaci¨®n.
Del descanso regres¨® un partido m¨¢s abierto, anunciado con un disparo fallido de Cheryshev. Y esta vez Zidane tambi¨¦n se aviv¨®. En cuanto el partido se hizo de dos direcciones meti¨® a Lucas V¨¢zquez y Asensio. Se fueron Isco, siempre Isco, y Bale. Y el Madrid vir¨® hacia el 4-3-3. Ninguna de las medidas, casi de emergencia, cambi¨® los indicadores del partido. El asedio del Madrid fue cayendo en la monton¨ªa, con Cristiano confundido entre aquella multitud amarilla y con Castillejo en magn¨ªfica labor de desgaste. La falta de gol conduce al abatimiento. Y cuando el Madrid confundi¨® el sentido del deber con la carga descamisada, le cazaron en una contra, resuelta en segunda instancia (a la primera fall¨® ?nal, que pudo arrancar en fuera de juego), de vaselina, por Fornals. Esperar al PSG se va a hacer eterno.