Diego Costa ya est¨¢ aqu¨ª
Espanyol - Atl¨¦tico en directo: LaLiga Santander en vivo
Es el minuto 64 cuando, Diego, dejas de ser sue?o para volver a ser realidad. Y pisas el c¨¦sped, para entrar en el partido, y todo lo de antes ya no importa, s¨®lo lo haces t¨², que de pronto est¨¢s ah¨ª, al lado del Cholo, y es como si nada hubiese pasado. Ni el tiempo. Tampoco estos 1.320 d¨ªas separados (qu¨¦ largos), ni tus a?os en Londres o el verano que no volviste. Est¨¢s aqu¨ª y todo eso ya da igual. Porque has vuelto despu¨¦s de tanto a?orarte. Al fin. La Bestia, El chico de Lagarto. Haces del invierno una primavera por venir. ?Sabes? En este tiempo otros pasaron por tu sitio. Mandzukic, Jackson, Vietto. Da igual. Ninguno supo leer la pizarra del Cholo como t¨² lo haces. T¨² eres su tiza en el campo, el juego directo. Cinco minutos tardaste ayer en mostrarlo. Gol, susto y rifirrafe. S¨ª, est¨¢s aqu¨ª, de vuelta.
Diego Costa ya est¨¢ aqu¨ª
Nada m¨¢s pisar el c¨¦sped, los ojos, no pudieron evitarlo, se fueron a tu barriga y se toparon con la nada. ?sta se fue. Aquellas fotos del verano en Lagarto las desmenuz¨® el Profe seg¨²n pisaste Madrid. Dieta, boxeo y entrenamientos. S¨®lo te faltaba esto, el juego. Cuando el partido comenz¨®, contigo en el banco, entre Griezmann y Vitolo, el Lleida tom¨® el bal¨®n con ganas de seguir siendo David contra Goliat en esta Copa. Y lo fue durante treinta y tres minutos.
Pero, mientras Manu Molina y Radulovic iban volcando el campo hacia Moy¨¢ y poni¨¦ndole su nombre a las ocasiones, a Agudo le faltaba malicia en el remate. Perd¨ªa Lucas un cuerpo a cuerpo y obligaba a su portero a un mano a mano. Ganar¨ªa Moy¨¢, fenomenal, pero en el aire quedaba el aviso del Lleida hasta que Carrasco se frot¨® la bota. Porque inspirabas t¨², Diego, y tambi¨¦n Vitolo, que segu¨ªais en el banquillo.
Fue a bal¨®n parado, esa arma tan cholista que tampoco quiso perderse tu regreso: falta del belga al ¨¢rea para que God¨ªn peine a la red. El Fara¨®n te da la bienvenida. Y Carrasco tambi¨¦n participar¨ªa en el segundo gol con un pase cirujano, de tan preciso, a Gameiro. El franc¨¦s asiste a Torres y ¨¦ste marca en fuera de juego. El asistente, mal colocado, no lo ve. En cinco minutos eliminatoria resuelta y el gran momento a¨²n por llegar. El vuestro, el tuyo, Diego, el tuyo.
Sa¨²l luc¨ªa zancada, Carrasco regates y Aguado sumaba otra ocasi¨®n de cabeza a su particular cuenta para entretener la espera tras la caseta. Porque el momento se acercaba, s¨ª. S¨®lo hab¨ªa que mirar a la banda. Ah¨ª estabais ya Griezmann, Vitolo y t¨², calentando. El primero en salir fue Vitolo, minuto 59. Cuatro m¨¢s le dej¨® Simeone a la intriga antes de llamarte, llamaros, a los dos, a Grizi y a ti. Minuto 63, segundo 48, cartel¨®n al aire: tu n¨²mero, 18. Tres minutos despu¨¦s ya le has puesto tu nombre al marcador.
Qu¨¦ ganas ten¨ªas de volver al juego, al gol. Inicias t¨² la jugada, te desmarcas mientras Gameiro hace un quiebro y abre para Juanfran, que centra raso al punto de penalti, donde est¨¢s t¨² que rematas, tir¨¢ndote al suelo, a la red. Lo celebras, dedos al cielo, un instante antes de volver a caer. Hay un dolor: los tacos de Trilles en tu pierna derecha al marcar. El tiempo que se para. T¨² que te quejas, el doctor que mira, a Simeone que se le cubre el rostro de sombras. Se piensa ¡°ligamento¡±, se teme ¡°rodilla¡±, pero pronto lo espantas: porque vuelves. Lo de la pierna es s¨®lo herida de guerra, por encima est¨¢ jugar. Eres Costa en esencia.
Acechas cada bal¨®n medio cojo y tiembla la hierba del Camp d¡¯Esports ante tus pisadas: todas las batallas siguen pasando por ti. Grizi te busca, juega para ti, y este partido ya muestra que Cholo tiene pareja en el gol. Griezmann cierra la goleada, con una falta que desv¨ªa la barrera, y t¨² sonr¨ªes: gol llama a gol. Y, Diego, han pasado m¨¢s de tres a?os, pero ninguno olvidamos que la vida contigo puede ser maravillosa. Simeone el primero. Qu¨¦ regreso.