Mundial

La Francia de Deschamps colecciona un sinf¨ªn de j¨®venes jugadores que brillan en sus clubes y se espera se lo puedan hacer tambi¨¦n en la selecci¨®n. La decepci¨®n de perder la Eurocopa jugando como anfitriones en la pr¨®rroga ante Portugal dej¨® una sensaci¨®n de desencanto que se ha mantenido en una fase de clasificaci¨®n mundialista bastante discreta. Hasta la victoria en Bulgaria decisiva no se allan¨® el camino en un grupo en el que Suecia puso muchos m¨¢s problemas de los previstos.

Est¨¢ Francia en la b¨²squeda de la identidad que le haga funcionar mucho mejor como equipo de lo que hace hasta hora. Por eso lleg¨® Deschamps al cargo, un l¨ªder como lo fue en su d¨ªa con la mejor generaci¨®n francesa de la historia, la campeona del mundo y de Europa, y cuya misi¨®n es que todo el caudal de buenos jugadores que sale de Francia cosecha tras cosecha se traduzca en t¨ªtulos internacionales de nuevo.

ALINEACI?N DE FRANCIA

No lleg¨® en la Euro de 2016, como tampoco en el Mundial de 2014, situaciones en las que se adujo cierta inexperiencia y exceso de responsabilidad para un equipo con bastantes j¨®venes en sus filas. Hoy, esos j¨®venes han evolucionado y se han convertido en estrellas mundiales, al tiempo que vienen otras pisando fuerte por detr¨¢s que complementan todav¨ªa m¨¢s al equipo.

La percepci¨®n francesa de que la selecci¨®n y en general los futbolistas est¨¢n vistos como un grupo de j¨®venes mimados al margen de la sociedad puede suavizarse si Francia logra lo que para muchos es un anhelo que buscar en com¨²n. Ese ha sido, quiz¨¢, el d¨¦ficit de esta Francia excesivamente individualista y no tanto colectiva.

Toda una instituci¨®n en el f¨²tbol franc¨¦s, capit¨¢n en su ¨¦poca de jugador de la Francia campeona del mundo, fue el elegido por la FFF para hacer de los franceses nuevamente el mejor equipo del mundo. Se le han dado tiempo y galones. Deschamps ha tomado medidas dr¨¢sticas como no convocar a Benzema o utilizar futbolistas j¨®venes como Mbapp¨¦ y Demb¨¦l¨¦ mucho antes de que hubieran hecho m¨¦ritos suficientes como para ser integrantes de una selecci¨®n importante.

El tiempo poco a poco le est¨¢ dando la raz¨®n. Los talentos han ganado fuerza en el equipo y pocos se acuerdan de jugadores con los que ¨¦l no cuenta ni han sido parte de sus planes desde hace ya tiempo. No es un t¨¦cnico excesivamente moderno, m¨¢s bien es de la vieja escuela, esa que le ha hecho triunfar en muchos de los sitios en los que ha estado. Le queda el m¨¢s complicado: hacer ganar un t¨ªtulo a Francia como entrenador igual que hiciera como jugador.

Llevaba una trayectoria impoluta con la selecci¨®n y el Atl¨¦tico hasta que esta temporada las cosas se han complicado un poco m¨¢s. Le ha costado llegar a las cifras de los ¨²ltimos a?os, aunque, a nivel de Francia, sigue siendo un jugador absolutamente decisivo y capital. Ya fue el mejor jugador de la pasada Eurocopa, aunque no pudo coronar aquello con el t¨ªtulo. En esa posici¨®n m¨¢s liberada que se invent¨® Simeone para ¨¦l y que Deschamps ha adoptado tambi¨¦n en la selecci¨®n, Griezmann est¨¢ en ese punto de madurez en el que ahora mismo se le puede exigir ser el l¨ªder del conjunto galo.

La presencia de jugadores de talento a su alrededor hace que active sus condiciones, pues tiene socios con los que compenetrarse. Es un Mundial para que pueda confirmar toda su categor¨ªa en el punto id¨®neo de carrera. Si alguien puede derribar la puerta abajo en la cita mundialista en su intento por tratar de ser el pr¨®ximo dominador del f¨²tbol mundial, ese es Griezmann. Francia le espera y el mundo tambi¨¦n. Falta saber si estar¨¢ la suficientemente centrado como para responder a esas expectativas.