Bacca castiga al Cholo
Levante - Villarreal en directo: LaLiga Santander en vivo
El bum bum de los baffles se escuch車 de fondo durante todo el d赤a alrededor de la Glorieta de Grecia, calle Luis Aragon谷s. Sonaban a fiesta, a ese reggaet車n, m迆sica siglo XXI, como el Wanda Metropolitano, que celebraba su primer D赤a de las pe?as y no quer赤a sobre el cielo nubes Vicente Calder車n. Se presentar赤an, sin embargo, por mucho que la tarde de casi noviembre pareciese un d赤a robado a la primavera. Si hay un rival que para el Atleti siempre es lunes, ese es el Villarreal. En todos sus enfrentamientos se lo muestra.
Naci車 el partido con la espesura rojiblanca de los 迆ltimos y con un costur車n en la izquierda, Filipe, irreconocible y err芍tico. Enfrente un Villarreal que esperaba, expectante, versi車n Hacendado del mejor Atleti: ordenado atr芍s y con sus delanteros echando una carrera hasta Oblak, a ver qui谷n llegaba primero, en cada bal車n cazado. Ambos tienen las u?as afiladas. Bacca ser赤a el primero en rematar entre los tres palos.
Lo que se anunciaba partido alegre, con ese rombo del nuevo Villarreal de Calleja, parec赤a un concurso de a ver qui谷n daba un pase m芍s horizontal. Da igual que el Atleti tratara de mover el bal車n con m芍s vigor que en 迆ltimos episodios: ahora mismo es poco m芍s que las paradas de Oblak y los chispazos de Correa. Y el 迆ltimo estaba vigilado y bien vigilado por V赤ctor, Jaume y a veces Trigueros. S車lo una vez se despistaron y el argentino lo celebr車 colando un bal車n entre todas las piernas rumbo a Barbosa. Primer disparo rojiblanco entre los tres palos. El siguiente fue inmediatamente despu谷s. Rob車 el Atleti el bal車n en el centro (Correa) y lo convirti車 (Gameiro) en chut a Barbosa. Se fue alt赤simo.
El Villarreal segu赤a tranquilo, esperando su momento, fiado a las seis velocidades que tiene Bakambu. Cada vez que pisaba 芍rea, el Wanda Metropolitano conten赤a respiraci車n. Menos mal que Savic no: en un mano a mano se lanz車 al suelo para quitarle el bal車n limpio, cuando se dispon赤a a fusilar a Oblak. Eso aceler車 el partido. O al Atleti, que creci車 sobre un Juanfran muy bien en la derecha y un Thomas imponente en el centro: se ir赤a al descanso con el uyyy en la boca. Se lo puso un cabezazo de God赤n que oblig車 a Barbosa a sacar manopla. Antes habr赤a otro de Griezmann (fuera) y una volea de Thomas (tambi谷n).
Cuando comenz車 la segunda parte, el Atleti sigui車 dominando el juego ante un Villarreal que se agarraba a la br迆jula de Trigueros y a los posibles zarpazos de sus delanteros. Fue despu谷s de una estirada de Oblak ante un disparo de Rodri desde fuera del 芍rea que Grizi, al fin, pareci車 despertar. Necesitaba el partido un h谷roe y el franc谷s se lo dio, con un pase de primeras a Correa que mel車n parec赤a y en arte se convirti車. Porque el argentino lo baj車 al suelo como si en la bota tuviera un pincel, regate車 y, casi sin hueco, se lo col車 a Barbosa. Escrito estaba. Sus chispas iluminar赤an el camino.
Pero entonces lo de todos los partidos: el Atleti dio un paso atr芍s, o m芍s bien todos, buscando el cobijo siempre seguro de los guantes de Oblak mientras Calleja gastaba sus tres comodines del banquillo. Veinte minutos despu谷s Bacca hac赤a el empate. De cabeza y tras c車rner, adem芍s: se alz車 ante God赤n como si fuese Goliat ante un David. El antiguo martillo rojiblanco ahora es losa.
Al partido le quedar赤an a迆n diez minutos pero en ellos Simeone movi車 m芍s los brazos que su banquillo. Su cambio ser赤a uno y ya estaba sobre el c谷sped. Vietto por Gameiro, que nada cambiar赤a: a los dos se les est芍 poniendo cara de Jackson. El partido se hab赤a detenido en ese momento de Bacca y hasta la genialidad de Correa ya parec赤a lejos, muy lejos. Y con esa sensaci車n se vaciar赤a el estadio cuando el 芍rbitro pit車 el final. Se escuch車 alg迆n pito, aislado. Y el himno en los altavoces, atronando, con el cielo recortado en la c迆pula lleno de las mismas nubes negras que a veces cubr赤an los D赤as de las pe?as en el Calder車n.