Dos penaltis, mil bostezos

Sin vistosidad ni lujo, gracias a dos penaltis que no arrojaron sospechas, el Madrid enfri¨® sin gracia ni emotividad la fiesta del Fuenlabrada. El partido careci¨® de solemnidad. El nacional y canterano grupo de Zidane evit¨® un partido abierto, fuera de sus cabales. Lo acept¨® el Fuenlabrada, que ofreci¨® sudor y compromiso, aunque no le alcanzar¨¢ para cumplir la segunda parte del sue?o: mantener con vida la eliminatoria hasta el Bernab¨¦u.

En otro tiempo, partidos as¨ª serv¨ªan de escaparate para la parte menos agraciada de la plantilla del Madrid. Ahora, gran parte de los que Zidane puso de salida ante el Fuenlabrada, el plan B llevado hasta el extremo (ning¨²n titular, diez espa?oles, cinco del filial en el banquillo), acabar¨¢n el curso con veinte partidos. Esa pol¨ªtica del caf¨¦ para todos le ha quitado el hambre a la segunda unidad, para la que la Copa ya no es un tren que no pasa dos veces. Fue evidente en el Fernando Torres.

Antes del descanso el Madrid tir¨® tres veces a puerta, tras tragarse dos ocasiones del Fuenlabrada. Fue el suyo un dominio teatral, sin nervio. El Madrid se conform¨® con amaestrar aburridamente a un Fuenlabrada que est¨¢ a otra cosa, pero que expon¨ªa su imagen de marca como nunca antes en la historia.

Todo, salvo Ceballos, estuvo por debajo de lo esperado en el Madrid. Theo se sinti¨® enjaulado como interior; necesita m¨¢s pista para despegar. A Vallejo no le exigieron nada y acab¨® expulsado. Achraf anduvo impreciso en el control. Marco Asensio se sinti¨® extra?o en el partido. Lucas V¨¢zquez no fue el jugador revoltoso de otro tiempo. Mayoral anduvo de espaldas al juego. Cierto es que el banquillo del Madrid ha sufrido recortes severos (recuerden que Pepe, Isco, James o Morata contribu¨ªan al look alternativo del equipo el a?o pasado), pero tambi¨¦n lo es que algunos de los que se mantienen han perdido frescura y vigor.

Los penaltis

As¨ª que qued¨® un partido encapotado, en el que este Madrid de canteranos y espor¨¢dicos se explic¨® tan mal como en algunas tardes del Bernab¨¦u este curso. Despach¨® la primera parte con un latigazo al larguero de Llorente y un tiro sin veneno de Mayoral. Y s¨®lo despu¨¦s de una hora tom¨® ventaja, en penalti de Fran Garc¨ªa a Achraf transformado por Asensio. Lo que sucedi¨® despu¨¦s fue a mayor gloria de Codina, una pared para Mayoral. Un segundo penalti, esta vez convertido por Lucas V¨¢zquez y que adem¨¢s dej¨® al Fuenlabrada con diez, evapor¨® la resistencia del Fuenlabrada, que dej¨® un aire de equipo bien hecho, fondeado en torno a Milla, notablemente m¨¢s f¨ªsico y din¨¢mico que su padre, y Cata D¨ªaz, que ha hecho ciencia de la experiencia. En ataque fue una ficci¨®n.

Aparte comieron Ceballos, un jugador absorbente, con finura y personalidad, un titular en ciernes, y Llorente, que de mayor quiere (y puede) ser Xabi Alonso. Se les augura un recorrido largo.