"Para mi ha sido m¨¢s importante vencer en 125 c.c. que en 50", dijo en una entrevista para AS Color en los 70', despu¨¦s de proclamarse campe¨®n del mundo por tercera vez.
Est¨¢ muy ilusionado. Hace bastantes a?os que conocemos a ?ngel Nieto y nunca le hemos visto como ahora. Es natural, su triunfo del pasado domingo ha llegado como nunca a los espa?olas. Y es que su victoria ha significado mucho, no s¨®lo para ¨¦l -por supuesto-, sino para los millones de espectadores que en ese d¨ªa festivo del Jarama miraban el televisor sin perderse el m¨¢s m¨ªnimo detalle.
Hoy, ?ngel Nieto es un h¨¦roe espa?ol. Un hombre que ha luchado con pundonor para consuistar un t¨ªtulo mundial y ofrec¨¦rselo a los espa?oles. Un hombre que, pese al dolor f¨ªsico y ps¨ªquico sufrido en la carrera de 125 c.c., supo conquistar la victoria, merecida victoria teniendo al p¨²blico enardecido al l¨ªmite. Indudablemente, el Jarama fue, hace dos domingos, escenario del acontecimiento deportivo del a?o.
Hemos pasado varios dias completos con ¨¦l. Hemos rodado de aqu¨ª para all¨¢, hemos sido testigos de constantes entrevistas que le han hecho compa?eros de diferentes medios informativos. Hemos sido testigos, incluso de una prueba con un F¨®rmula 1.430. Y tambi¨¦n hemos presenciado su desprecio al dinero y su amor al deporte que le ha dado fama: el motociclismo.
Con ¨¦l, su novia: Mar¨ªa Jos¨¦ Aguilar, Pepi para los amigos. Una chica moderna, de ojos azules, callada, t¨ªmida. Se adapta a los gustos de su novio. Le admira.
Ha sido una jornada maravillosa. Jornada que ha servido para que usted, amigo lector, conozca mejor a nuestro personaje.
Accidente
Una pregunta que est¨¢ en la calle:
- ?C¨®mo sucedi¨® el accidente, ?ngel?
- Me di cuenta de todo. Mira: en las llamadas curvas de Le Mans, Saarinen intentaba meter la rueda. Por ello, forc¨¦ mi marcha al l¨ªmite. Al entrar en la curva del t¨²nel, no lo hice como otras veces; es decir, meti¨¦ndome m¨¢s dentro. Por ello, me sal¨ª. Intent¨¦ poner la m¨¢quina derecha pero me fue imposible. Ya no pod¨ªa hacerme con ella. Despu¨¦s, quise volver a ponerla en marcha; pero los desperfectos eran graves.
- ?Es verdad que perdiste el conocimiento?
- Tu lo viste, ?no? Estuviste conmigo en la enfermer¨ªa...
Efectivamente, ?ngel se dio cuenta de todo. ?nicamente su estado nervioso estaba alterado. Una herida, a la que tuvieron que darle tres puntos, y un dedo del pie fracturado han sido las lesiones. Aunque la m¨¢s importante sea su dolor moral.
- ?Pero, est¨¢s contento?
- Eso ni se pregunta. Contento, no; ?content¨ªsimo! Para m¨ª ha sido m¨¢s importante ganar en la de 125 c.c., aunque hubiese preferido conquistar los dos t¨ªtulos. Sin embargo, no puedo quejarme. Lo que yo quer¨ªa era no defraudar a Espa?a, y creo que lo he conseguido, ?no?
Naturalmente que lo ha conseguido. Nieto ha hecho una proeza que los espa?oles agradecer¨¢n siempre.
- ?Proyectos inmediatos?
- De momento, el domingo corro en Jerez. T¨² bien sabes que si gano en las categor¨ªas de 50, 125 y 250 c.c., me proclamar¨¦ campe¨®n de Espa?a de las tres categor¨ªas. Adem¨¢s, es una carrera muy importante, pues toman parte los mismos pilotos que en el Gran Premio de Espa?a.
- ?Tambi¨¦n De Vries?
- No, ese no...
Nos vamos al circuito del Jarama. All¨ª le est¨¢n esperando para que pruebe un monoplaza de F¨®rmula 1.430. Todo est¨¢ preparado, pero tambi¨¦n le est¨¢n esperando varios compa?eros para hacerle entrevistas. Nieto atiende a todos como de costumbre, con simpat¨ªa. El coche se est¨¢ preparando, siendo Otermin, mec¨¢nico lince, quien se encarga de dar los ¨²ltimos toques. Nieto se monta, da una vuelta e indica al mec¨¢nico los reglajes que debe hacer. Vuelve a montar y para; el asiento se mueve. As¨ª, en cuatro ocasiones. Por fin, pasa a la recta de boxes indicando que le marquen en la pizarra el tiempo realizado: 1-48, 1-46, 1-45, 1-45, 1-45..., as¨ª hasta doce vueltas. El r¨¦cord de la carrera pasada lo hab¨ªa bajado. El constructor y los mec¨¢nicos del coche dicen:
- ?Es un fen¨®meno! ?Es un genio! Ante un hombre as¨ª, hay que quitarse el sombrero.
Nieto para. El constructor habla con ¨¦l. Una conversaci¨®n privada cuyo resultado conocemos: Nieto no correr¨¢, de momento, en coche.
- ?Por qu¨¦? - le preguntamos.
- Muy sencillo. No puedo defraudar a la afici¨®n, que me ha apoyado siempre. Pierdo mucho dinero, lo s¨¦. Pero puedo perder m¨¢s de la otra forma. Si soy ?ngel Nieto es por el motociclismo. No quiero traicionarle.
O¨ªmos la cifra que el ofrec¨ªan por correr el pr¨®ximo s¨¢bado. Y de verdad que es muy tentadora, pero que muy tentadora. As¨ª es ?ngel Nieto, un deportista de los pies a la cabeza.