Yeferson Soteldo, bajo la presi¨®n popular y las dudas de Arango
Su reciente fichaje por el Huachipato despu¨¦s de destacar en el sudamericano sub-20 ha creado gran expectaci¨®n en torno a la joven promesa del f¨²tbol venezolano.
Yeferson Soteldo es el jugador de moda en el panorama futbol¨ªstico venezolano. Tras destacar en la Vinotinto en el sudamericano sub-20 en el que los de Dudamel logaron clasificarse para el Mundial de Corea del Sur, el ¡®10¡¯ debut¨® con el Huachipato este fin de semana, entrando al campo en el minuto 75 frente a Universidad de Chile.
El elevado precio de su traspaso (el conjunto chileno pag¨® algo menos de dos millones de euros al Zamora FC) y la relevancia que ha tenido su esperanzador comienzo ha provocado un terremoto en las redes sociales, creando una expectaci¨®n en torno a su fichaje pese a haber jugado poco m¨¢s de quince minutos hasta el momento.
A sus 19 a?os, Soteldo ya ha sido comparado incluso con el propio Leo Messi por sus caracter¨ªsticas f¨ªsicas y su juego, convirti¨¦ndose en el jugador a seguir para miles de venezolanos. Adem¨¢s, el ¡®10¡¯ del Huachipato lo ha heredado de su compatriota R¨®mulo Otero, otro ¨ªdolo de la Vinotinto que se ha marchado a probar suerte al Atl¨¦tico Mineiro brasile?o.
Junto a toda esta presi¨®n, el centrocampista tendr¨¢ que lidiar tambi¨¦n con las dudas que expres¨® Juan Arango, mito en el f¨²tbol venezolano, que critic¨® su llegada a la liga chilena: ¡°No estoy de acuerdo que haya ido al Huachipato, creo que pudo haber salido a un equipo m¨¢s grande¡±, refiri¨¦ndose a la posibilidad de haber dado el salto a Europa, en donde a Soteldo no le faltaban ofertas.
Respecto a eso, Soteldo explic¨® que su ¨²nico deseo a la hora de fichar fue tener minutos: ¡°S¨ª, tuve ofertas de Europa, pero le dije a mi representante, Sebasti¨¢n Cano, que decidiera ¨¦l, que lo que quer¨ªa era un equipo en el que poder jugar¡±.
El tiempo dir¨¢ hasta d¨®nde puede llegar la nueva joya venezolana y la adaptaci¨®n que tiene en la liga chilena pero su exponencial crecimiento estar¨¢ a la par de los miles de ojos que estar¨¢n puestos en ¨¦l a partir de ahora.
