REAL MADRID - ESPANYOL | ROBERTO MART?NEZ
¡°El Espanyol es mi casa y el Real Madrid fueron los t¨ªtulos¡±
Desde su Argentina natal, a la que volvi¨® hace m¨¢s de tres d¨¦cadas porque sufr¨ªa demasiado en Sarri¨¤ como espectador, Roberto Mart¨ªnez (Mendoza, 25-09-1945) atiende a AS. Gole¨® en el Espanyol que m¨¢s se acerc¨® a ganar la Liga, y se resarci¨® en el Real Madrid, con cinco t¨ªtulos.
Jug¨® 11 a?os en la Liga entre el Espanyol y el Real Madrid y, sin embargo, hab¨ªa estado a punto de dejar el f¨²tbol...
S¨ª, fue jugando en Nueva Chicago, y para centrarme en los estudios que ya cursaba. Por un lado, hab¨ªa pagos que no llegaban. Por otro, rechazaban ofertas y no quer¨ªan darme la libertad. Hasta que pregunt¨® por m¨ª un club de Mendoza (Hurac¨¢n Las Heras) y me permitieron irme all¨ª porque creyeron que ya nunca volver¨ªa al primer nivel. Pero dos a?os despu¨¦s me fich¨® Uni¨®n de Santa Fe, y despu¨¦s Banfield, donde apenas estuve cuatro meses: fue un buen arranque de campeonato y desde Espa?a se interesaron ya por m¨ª.
?C¨®mo recal¨® en el Espanyol?
Me llev¨® un empresario (Arturo Bogossian). Cuando me habl¨® de la posibilidad, estaba convaleciente de una lesi¨®n, con un brazo enyesado, y tuve el impulso de quit¨¢rmelo inmediatamente. Lo que s¨ª hice fue ir a Mendoza a recuperarme con un preparador f¨ªsico al que conoc¨ªa, para estar en forma en 20 d¨ªas. Era una batalla a contrarreloj, porque el mercado iba a cerrar en Espa?a. Llegu¨¦ f¨ªsicamente bien, pero me faltaba f¨²tbol.
?Y c¨®mo logr¨® convencer a Jos¨¦ Emilio Santamar¨ªa?
A falta de horas para el cierre del mercado, Santamar¨ªa me hizo probar en un partido amistoso. Y decidi¨® ficharme. A?os despu¨¦s me lo explic¨®: ¡°Te vi hacer un desborde, c¨®mo acomodaste el bal¨®n con el pecho y la forma en que tirabas a puerta, eso me convenci¨®¡±.
Todo mete¨®rico, porque en su segundo a?o fue Pichichi perico y casi ganan la Liga.
Se arm¨® un equipo de mucho car¨¢cter, competitivo, con mucho genio y ganador: Glar¨ªa, Borja, De Felipe, Jos¨¦ Mar¨ªa, Solsona¡ Mucha experiencia y juventud. La clave fue que, pese a que fich¨¦ como ¡®nueve¡¯, Santamar¨ªa me liber¨®. Entraba desde la banda y me mov¨ªa con libertad, con el complemento perfecto del ariete, que era Amiano. Estuvimos muy cerca del t¨ªtulo pero nos falt¨® el toque final. Aun as¨ª, es un orgullo haber estado en el mejor Espanyol de la historia de la Liga.
?Cree que la clave de aquel equipo radic¨®, como intenta ahora el Espanyol, en la mezcla entre veteran¨ªa y cantera?
Mezclar a gente que est¨¢ acostumbrada a ganar con jugadores que salen de la cantera es una conjunci¨®n perfecta, a nosotros nos sali¨® casi redonda y ahora es verdad que se est¨¢ intentando algo similar.
?Usted sedujo al Real Madrid gracias a su partido ante Yugoslavia?
Seguramente fue por aquel encuentro con la Espa?a de Kubala, en Belgrado. Miljanic era el seleccionador yugoslavo, y me fich¨® en cuanto lleg¨® al club blanco. Pero ya me hab¨ªan pretendido antes. Santamar¨ªa les dijo, con sinceridad: ¡°Fichadlo ya, porque conforme pase el tiempo os saldr¨¢ m¨¢s caro¡±.
Por cierto, pese a que fue internacional por Espa?a hab¨ªa tenido alg¨²n problema por la pol¨¦mica de los falsos oriundos. ?C¨®mo fue su caso?
Yo cumpl¨ªa con los requisitos para obtener la nacionalidad. Mis cuatro abuelos eran espa?oles y no hab¨ªa llegado a jugar con Argentina justo por la lesi¨®n que sufr¨ª antes de venir. Hubo dudas, pero con el tiempo se solucion¨® todo.
Y triunf¨® tambi¨¦n en el Madrid: cinco Ligas y dos Copas.
El Madrid siempre sale a ganar, por eso algunos grandes jugadores no han triunfado all¨ª. La exigencia y la presi¨®n son muy grandes, pero tambi¨¦n es algo que se contagia. Yo estaba rodeado de estrellas internacionales, desde Santillana a Netzer, Camacho, Pirri, Breitner, Del Bosque, Cunningham, Juanito... Les admiraba por todo lo que pod¨ªan generar en la cancha. Disfrut¨¦ mucho.
?Recuerda aquel f¨²tbol como algo irrecuperable?
No soy de los que dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor. El f¨²tbol avanza y mejora. Nosotros, por ejemplo, ¨ªbamos a jugar a ciudades donde el sol llevaba semanas luciendo, pero cuando llegabas al campo estaba anegado como si hubiera diluviado esa misma ma?ana. Eso ahora no sucede, se respeta y se busca el espect¨¢culo.
Lo que s¨ª tuvieron fue una hegemon¨ªa incuestionable.
En mi primer a?o en el Espanyol, el Bar?a hab¨ªa sido campe¨®n con Johan (Cruyff) y Sotil. Todo el mundo daba por hecho que se ven¨ªa una d¨¦cada de triunfos cul¨¦s, pero el Madrid se reforz¨® y todo fue al rev¨¦s. El Bar?a todav¨ªa no hab¨ªa encontrado ese patr¨®n para sentirse grande y disputarle al Madrid la primac¨ªa. Y, con el paso del tiempo, el poder¨ªo de ambos se ha multiplicado tanto por los presupuestos que nadie les puede hacer sombra en la Liga. Por eso est¨¢ muy bien cuando alg¨²n rival les pierde el respeto y da la sorpresa de vez en cuando.
Su etapa en el Madrid acaba con aquella final de Copa ante el Castilla. ?Qu¨¦ pas¨®?
Yo cre¨ª que saldr¨ªa el a?o anterior, porque me hab¨ªa llegado que Boskov no contar¨ªa conmigo. Pero hice una gran semifinal de Copa contra el Sevilla y me qued¨¦. Al a?o siguiente, y con el Castilla llegando a la final, se dio un movimiento natural: optaron por rejuvenecer la plantilla. Yo ten¨ªa 33 a?os y acababa contrato, as¨ª que me fui¡ Eso s¨ª, fue la primera vez en que el Madrid no renov¨® autom¨¢ticamente a la plantilla despu¨¦s de proclamarse campe¨®n de alg¨²n t¨ªtulo. Tuve una linda despedida, jugando unos minutos contra el Castilla, y adem¨¢s me sent¨ªa feliz porque sab¨ªa que volv¨ªa a Sarri¨¤. El Espanyol es mi casa y el Madrid, los t¨ªtulos y las competiciones internacionales.
?C¨®mo fue el reencuentro?
Maguregui me dijo que me quer¨ªa para los partidos en casa, pero acab¨¦ jugando en Sarri¨¤ y fuera. Hice un buen primer a?o, as¨ª que me ofrecieron renovar. Fue la vez que m¨¢s dinero exig¨ª en toda mi carrera. Y me lo aceptaron.
Hasta que, en verano de 1981, se lesiona...
En un partido de entrenamiento, contra el Sabadell, me romp¨ª el menisco y me tuvieron que operar. Aun as¨ª, reaparec¨ª marcando dos goles. Parec¨ªa que todo volv¨ªa a la normalidad. Hasta el d¨ªa antes de un encuentro en Bilbao. Recib¨ª una pelota de espaldas a la porter¨ªa y al girarme sent¨ª un dolor profundo. Acab¨® siendo un grave problema de cart¨ªlago. Me oper¨¦, quise recuperarme, pero ya no daba. S¨®lo me falt¨® un partido para despedirme de la afici¨®n.
?Por qu¨¦ decidi¨® regresar tan pronto a Argentina?
Me volv¨ª antes de lo previsto porque, despu¨¦s de retirarme, iba a ver los partidos a Sarri¨¤ y sufr¨ªa mucho. Por el equipo y porque la gente me preguntaba si volver¨ªa a jugar. Puse tierra de por medio. Al cabo de unos meses, me llamaron para proponerme ser ayudante del nuevo entrenador (Milorad Pavic), pero decid¨ª que era demasiado pronto para regresar. Y ese tren ya pas¨® para siempre.
Roberto Mart¨ªnez: cuando ¡®Pipi Calzaslargas¡¯ fue oriundo
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