Draxler debuta con victoria en su primer partido con el PSG
El alem¨¢n entr¨® en el descanso y dej¨® muy buen sabor de boca en el triunfo por 3-0 ante el Club African de T¨²nez. Tambi¨¦n debut¨® con los parisinos Lo Celso.
El Par¨ªs Saint Germain de Unai Emery venci¨® hoy por 0-3 al Club African de T¨²nez y se adjudic¨® la copa "Oreedoo" en un partido trabado que el t¨¦cnico vasco utiliz¨® para probar dos recetas de cara a la eliminatoria con el Barcelona.
Emery plante¨® dos partidos: uno m¨¢s inclinado al f¨²tbol control en la primera parte, con la defensa que se presume titular (solo Kimpembe entr¨® en el puesto de Marquinhos) y un centro del campo muy poblado con Thiago Motta y Verrati en el centro.
A su lado, el t¨¦cnico vasco tendi¨® una l¨ªnea de tres con Matuidi en el centro y Lucas Moura y Nkunku en las bandas que apenas surtieron de balones a un Ben Arfa convertido en una isla errante entre los centrales tunecinos.
Mucho f¨²tbol de toque, sin apenas profundidad, para tratar de frenar el entusiasmo de los locales, que salieron arropados por un p¨²blico muy chill¨®n con todos los vicios ya casi erradicados: adem¨¢s de las bengalas, que causaron un herido, utilizaron los l¨¢ser para tratar de desconcentrar el rival.
As¨ª, al "tran tan" los parisinos hilaron un par de jugadas de ataque, especialmente gracias a un incisivo Nkunku, quien en la segunda de ellas, avanzado el minuto 20, anot¨® el primer gol en la fr¨ªa y h¨²meda noche tunecina.
Sin mucho m¨¢s que rese?ar, el equipo de Emery inicio la segunda con seis cambios y un dibujo diferente, mucho m¨¢s ofensivo y m¨¢s imaginativo, gracias a la entrada de sus dos nuevas adquisiciones: el alem¨¢n Draxler y el argentino Lo Celso, que ingres¨® en el campo mediado el segundo tiempo.
En defensa, Maxwell y Marquinhos entraron por Thiago Silva y Georgen, que hab¨ªan mostrado su fortaleza, y mientras que Ben Arfa sigui¨® como referencia en punta.
El resto cambi¨®: Emery dio las bandas a Di Mar¨ªa y a Draxler, que cambiaron la imagen del PSG y le dieron la verticalidad, la profundidad y la peligrosidad de la que careci¨® a lo largo de todo el primer tiempo.
Coloc¨® a Krychowiak, un hombre de su confianza que todav¨ªa no ha mostrado en Par¨ªs las grandes prestaciones que present¨® en Sevilla, como ancla por delante de la defensa.
Y dio libertad de movimientos a la pareja de mediocentro: primero formada por Rabiot, que entr¨® por Verrati, y el goleador Nkunku; y a partir del minuto 60 con Rabiot y Lo Celso, que aport¨® una mayor fluidez e imaginaci¨®n.
Anudados al buen toque y la visi¨®n de juego del franc¨¦s, y a la intuici¨®n del argentino, el PSG se convirti¨® en un equipo mucho m¨¢s ¨¢gil e intimidador.
Drexler fue esa lanza que Emery buscaba y no encontr¨® en Jes¨¦, que se qued¨® en Par¨ªs alimentado as¨ª los rumores sobre una inminente salida, y Di Mar¨ªa fue ese hombre indescifrable que domina como nadie las diagonales.
A¨²n as¨ª, se not¨® la baja de Edison Cavanni, al que a d¨ªa de hoy ni un Ben Arfa lejos de su mejor momento, ni un Kevin Augustin a¨²n muy verde -que apenas jugo 20 minutos-, parecen preparados para discutirle la punta de ataque del PSG.
Sin una referencia clara arriba, las jugadas quedaban a medias, sin apenas inquietar al portero local, un seguro llamado Ben Mustapha.
Solo al final se anim¨® el partido. En el 42', un error garrafal de Rabiot dej¨® solo a Miniaoui, una de las estrellas locales, que no supo resolver y mando el bal¨®n al lateral de la red para disgusto de la grada, que le silb¨® con pasi¨®n.
Cumplidos 90 minutos, Di Mar¨ªa, que minutos antes hab¨ªa probado a Ben Mustapah en una falta al borde del ¨¢rea, puso el 0-2 en una jugada coral con Rabiot y Draxler en la banda derecha.
Y en el 98', otra buena aceleraci¨®n del joven centrocampista franc¨¦s fue culminada con una vaselina por Kevin Augustin, dando por finalizado un partido que sirvi¨® a Emery para probar dos recetas de cara a ese partido que tiene marcado en rojo: los octavos de final de la Champions, frente al Barcelona.
