Parejo y Alves meten al Valencia en Champions a costa del Sevilla

En Mestalla se presenci¨® uno de esos partidos que dan la raz¨®n a quienes proclaman la Liga como la mejor del mundo. Por ambiente, por intensidad, por tensi¨®n y tes¨®n. Hab¨ªa morbo, rencillas y viejos enemigos. Valencia y Sevilla ofrecieron un espect¨¢culo de f¨²tbol en may¨²sculas, digno de dos equipos que aspiran a la Champions y que lo gan¨® el que le puso un poco m¨¢s de todo al cocido. A la cita no falt¨® ni la pol¨¦mica. Jaime Latre sab¨ªa que se enfrentaba a un Miura y ¨¦ste encima le sali¨® bravo. Tres penaltis.

Por haber hubo hasta dos r¨¦cords, uno el de imbatibilidad de Beto, que dej¨® Parejo en 517 minutos (el luso super¨® por siete a Palop), y otro de Diego Alves, que sigue parando penaltis como Jordi Hurtado presenta ¡®Saber y ganar¡¯, por rutina. Bacca ret¨® al destino. Le meti¨® uno, le par¨® el segundo. Quiz¨¢s ah¨ª estuvo el partido, porque hubiera sido el 2-2. Con el que le adivin¨® al colombiano, Alves lleva 18 de los 39 que le han lanzado desde que lleg¨® a Espa?a (m¨¢s dos que fueron al palo y fuera).

El orden de los factores fue el siguiente. Cada bal¨®n se peleaba como el ¨²ltimo, en cada falta le iba la vida y las costillas a los delanteros. Golpe¨® primero el Valencia. Con Parejo en plan killer. De penalti cometido sobre Negredo y a lo Baraja, llegando desde atr¨¢s en un contragolpe gestado por Rodrigo, uno de tantos del Valencia que se dej¨® el alma en la velada. Pero el Sevilla reaccion¨®. Mejor dicho, el Valencia le hizo reaccionar con dos penaltis dudosos e inocentes a la vez. Y ya saben lo que pas¨®. Que en uno Bacca gan¨® la batalla psicol¨®gica y en otro Diego Alves. Pero donde ganaron la partida los de Nuno fue en la medular. Entre Enzo y Fuego ataron en corto a los hispalenses, a los que solo la inspiraci¨®n de Deulofeu les pod¨ªa meter en un partido que hab¨ªa encarrilado Fuego con el tercero.

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