BETIS
Cinco a?os del 15-J y el Betis parece m¨¢s ca¨®tico que nunca
El 15 de junio de 2009 miles de aficionados tomaron las calles de Sevilla para pedir un club m¨¢s digno y la marcha de Lopera. Poco ha cambiado el club sin el empresario.
Cinco a?os se cumplen hoy del d¨ªa en que unos 60.000 aficionados b¨¦ticos tomaron las calles del centro de Sevilla para pedir un Betis m¨¢s digno. Aquella tarde del 15 de junio de 2009 acababa de producirse el pen¨²ltimo descenso verdiblanco, y los principales l¨ªderes de las plataformas para el cambio e incluso mitos de la entidad como Rafael Gordillo solicitaron que Manuel Ruiz de Lopera abandonase el club, con ¨¦xito en su intento pues un a?o despu¨¦s, sin haber logrado retornar a Primera, el empresario de la calle Jabugo vend¨ªa o intentaba vender sus acciones a un grupo comandado por Luis Oliver. Seis meses despu¨¦s de la llegada del navarro, la jueza Mercedes Alaya pon¨ªa la mayor¨ªa accionarial y el club en manos de un administrador, Jos¨¦ Antonio Bosch.
En un lustro, el Betis no ha avanzado pr¨¢cticamente nada. El recorte de la deuda y cierta limpieza de imagen parecen trivialidades comparadas con a ca¨®tica situaci¨®n del club, descabezado institucionalmente y a la deriva por culpa del proceso judicial en el que sigue sumido y al que a¨²n quedan muchos cap¨ªtulos tras el procesamiento de Ruiz de Lopera.
Tras un espejismo de buenos tiempos deportivos propiciado por la presencia de un entrenador que conectaba con sus jugadores, Pepe Mel, la mala planificaci¨®n desemboc¨® en un nuevo Segundazo del que nadie asegura se vaya a retornar inmediatamente. Un mes despu¨¦s de la llegada de Alexis Trujillo, nuevo secretario t¨¦cnico, el club no ha presentado a¨²n al entrenador (es?Julio Vel¨¢zquez, pero s¨®lo llegar¨¢ cuando acabe la campa?a con el Murcia), ni al director deportivo (se espera a Serra, pendiente de sus acciones en el Mallorca), ni tampoco se ha resuelto casi nada en el asunto de salidas y de fichajes. Rub¨¦n Castro y Jorge Molina, los hombres que con sus goles trajeron m¨¢s alegr¨ªa a la hinchada en estos ¨²ltimos cinco a?os, tienen un pie m¨¢s fuera que dentro y nadie apostar¨ªa por el ¨¦xito de su sucesor o sucesores. El 15-J, visto desde la distancia, es hoy m¨¢s que nunca una utop¨ªa para Heli¨®polis.