El milagro del Anzhi | Cap¨ªtulo 1. La vida lejos del estadio
Lujo y comodidades en el complejo de Kratovo
Los jugadores tienen suites y atenci¨®n individualizada.
Los jugadores del Anzhi, por lo general, viven aislados de la vor¨¢gine que supone Mosc¨². Sus casi 12 millones de habitantes la convierten en la s¨¦ptima ciudad m¨¢s poblada del mundo y eso se traduce en atascos, aglomeraciones y largu¨ªsimas distancias. Para que esto no afecte a sus futbolistas, el Anzhi tom¨® la determinaci¨®n de alquilar las instalaciones del complejo de Kratovo y levantar all¨ª su cuartel general. Est¨¢n situadas a 49 kil¨®metros de la capital y llegar desde el centro de Mosc¨² cuesta alrededor de una hora. Hasta hace poco pertenec¨ªan al Saturn, un conjunto de la primera divisi¨®n rusa que desapareci¨® recientemente a causa de las numerosas deudas.
En la ciudad deportiva de Kratovo se palpan las comodidades que los Roberto Carlos, Etoo y compa?¨ªa requirieron a la hora de firmar sus contratos. Cada futbolista tiene una habitaci¨®n privada en la que puede descansar o pasar el tiempo. Nunca son compartidas, sino individuales, para preservar la privacidad de los jugadores. En el mismo complejo desayunan y comen. Las principales estrellas tambi¨¦n tienen seguridad y traductor personalizados.
Por norma general, los futbolistas del Anzhi viven cerca del complejo en el que se entrenan. La zona es residencial y hay casas de mayor calidad que en el resto de barrios. Sin embargo, hay casos como el de Roberto Carlos, que prefiri¨® establecer su vivienda en el centro de Mosc¨² por la cercan¨ªa con los colegios internacionales a los que lleva a sus hijos.
Seguridad. La alternativa contraria es la de algunos j¨®venes y reci¨¦n llegados del equipo filial. Ellos han decidido no buscar un piso y hacen uso de sus habitaciones particulares en la ciudad deportiva como vivienda habitual. Otra de las cosas que llama la atenci¨®n son las fuertes medidas de seguridad. Todo el recinto est¨¢ vallado y vigilado y los procesos para poder acreditarse y entrar son complejos. Un mundo aparte y diferente al que despu¨¦s se encuentran en Makhashkala. Lujo y comodidades al alcance de la mano.