Otro fracaso de Champions

El Real Madrid acumula un nuevo fracaso esta temporada. Al de la Copa del Rey suma ahora el de la Liga de Campeones, donde por sexta temporada consecutiva ha sido eliminado en octavos de final. Un desastre para un equipo construido para conquistar la D¨¦cima en el Santiago Bernab¨¦u. En esta din¨¢mica autodestructiva en la que se ha metido el Madrid en la Champions, llegar¨¢ antes la d¨¦cima eliminaci¨®n en octavos que el d¨¦cimo t¨ªtulo. Nadie sale m¨¢s se?alado de este fracaso que el t¨¦cnico, Manuel Pellegrini, pero las miradas no se deben detener en el chileno.

Le despide otra vez un equipo que no est¨¢ entre los favoritos para ganar la Copa, lo que ya no es ni un problema, empieza a ser una enfermedad. Es un buen equipo el Lyon, pero est¨¢ lejos de ser de los mejores de Europa. Tiene dos pu?ales en ataque, como son Delgado y Lisandro, un futbolista muy recomendable, que se maneja con oficio en la Liga de Campeones. Todo lo contrario que el Madrid. En el conjunto de la eliminatoria el Lyon fue mejor y mereci¨® la clasificaci¨®n. Una vez m¨¢s, el Madrid se marcha de la que hace a?os era su competici¨®n, su casa por la puerta de atr¨¢s. Mientras jug¨® en equipo tuvo serias opciones de pasar, cuando comenzaron a buscarse soluciones individuales, naufrag¨®. No supo sentenciar cuando lo tuvo todo a favor y termin¨® pag¨¢ndolo. Se reclam¨® un penalti que no fue sobre Higua¨ªn. Si alguien quiere encontrar una excusa a este fracaso, que no la busque ah¨ª.

Pese a todo, el comienzo del Madrid fue bueno, ciertamente ilusionante. A los cinco minutos, Guti recibi¨® el bal¨®n en su campo, lo acarici¨®, levant¨® la cabeza, vio c¨®mo arrancaba Cristiano y le puso un bal¨®n perfecto que el portugu¨¦s convirti¨® en el primer gol de la noche. Se fue por velocidad de R¨¦velli¨¦re y Cris y finaliz¨® metiendo el bal¨®n entre las piernas de Lloris. Se juntaron la sutil genialidad de Guti con la genialidad arrolladora del portugu¨¦s y as¨ª deber¨ªa ser el Madrid, como esa mezcla perfecta.

El Madrid meti¨® una velocidad m¨¢s que de costumbre a sus acciones en la primera parte y lo hizo con Guti sobre el c¨¦sped, el hombre que pone pausa a los movimientos del equipo. La raz¨®n es simple, lo que se movi¨® fue el bal¨®n, que circul¨® con rapidez en horizontal y vertical. Mostr¨® en la primera parte el Madrid un juego r¨¢pido, vertical, pero tambi¨¦n elaborado. Supo aprovechar los espacios que concedi¨® el Lyon y ah¨ª se creci¨® Kak¨¢, que encontr¨® su ecosistema favorito con metros por delante.

Complet¨® un buen primer tiempo el Madrid y, pese a que su superioridad se hizo menos evidente con el paso de los minutos, mereci¨® irse a los vestuarios con una ventaja m¨¢s amplia en el marcador. No ajust¨® bien el punto de mira Higua¨ªn, que despu¨¦s de un magn¨ªfico pase de Granero eludi¨® a Lloris y con la porter¨ªa vac¨ªa envi¨® el bal¨®n al poste. Su lamento fue a m¨¢s poco despu¨¦s, cuando el portero le sac¨® un tiro abajo. Se llev¨® adem¨¢s el argentino el reproche de Cristiano, sin nadie a su alrededor y al que debi¨® ceder la pelota.

No hubo demasiadas noticias del Lyon en ataque hasta bien cerca del final, cuando Makoun medio cay¨¦ndose no acert¨® a rematar dentro del ¨¢rea. Pese a todo, la imagen del equipo franc¨¦s fue mejorando, gan¨® consistencia en defensa y tuvo m¨¢s presencia en el centro del campo.

Esa sensaci¨®n se acrecent¨® en el segundo tiempo, que lo comenz¨® el Madrid con ese aire despistado que le invade con frecuencia. Dio aire al Lyon, que ya apunt¨® buenas sensaciones en el ¨²ltimo tramo de la primera parte, presion¨® con m¨¢s intensidad la salida de bal¨®n del Madrid y le rob¨® el mando del partido. Hizo sufrir al Madrid, que pas¨® un mal rato al inicio. Avis¨® Gonalons de cabeza, perdon¨® Govou dentro del ¨¢rea y puso a prueba Lisandro a Casillas con un misil desde fuera del ¨¢rea que despej¨® como pudo Iker. El Madrid respondi¨® con una buena ocasi¨®n de Kak¨¢. Poca cosa cuando lo que se buscaba era la sentencia.

Comenz¨® a faltarle el aire a Guti, no apareci¨® tanto Kak¨¢, Higua¨ªn segu¨ªa sin tener claro d¨®nde estaba la porter¨ªa y Cristiano comenz¨® su particular batalla contra el mundo. Movi¨® sus piezas Pellegrini, que sustituy¨® al desafortunado Granero por el ¨²ltimo h¨¦roe, Van der Vaart. Los dioses no estuvieron esta vez del lado del holand¨¦s.

La consecuencia a la evidente mejor¨ªa del Lyon y al progresivo hundimiento del Madrid fue el gol de Pjanic a falta de un cuarto de hora para el cierre. Delgado combin¨® con Lisandro y entre ¨¦ste y Arbeloa le dieron el bal¨®n a Pjanic, que bati¨® a Casillas. Una combinaci¨®n tan simple como efectiva.

Se crey¨® el Lyon con el trabajo hecho y dio un paso atr¨¢s. El Madrid nunca se dio por vencido y volvi¨® a recurrir a su orgullo, a la ¨¦pica, en definitiva, a los valores que siempre le han distinguido cuando le abandona el f¨²tbol. Sucedi¨® esto ya con Ra¨²l sobre el campo. El capit¨¢n entr¨® por Kak¨¢, que hizo visible su enfado por el cambio como nunca antes lo hab¨ªa hecho. La ¨²ltima maniobra de Pellegrini para intentar reactivar una eliminatoria perdida fue meter a Diarra por Arbeloa. Lo que sucedi¨® fue que el Lisandro y Delgado perdonaron al Madrid, que todav¨ªa se pudo ir con peor cara. Si eso es posible.