LIGA DE CAMPEONES | REAL MADRID-Z?RICH
Ni Cristiano despierta al Madrid
El Madrid despacha al Z¨²rich sin sacudirse el aburrimiento y depende de s¨ª mismo para ser primero. Cristiano tuvo 20 minutos y no se resinti¨®.
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Despojando el resultado del juego, la jornada fue redonda para el Madrid. Depende de s¨ª mismo para acabar primero, s¨®lo perdiendo por m¨¢s de dos goles de diferencia en Marsella estar¨¢ fuera de la Champions y Cristiano se prob¨® sin asomo de reca¨ªda. Pero el equipo acentu¨® su soser¨ªa ante un rival peque?o, sin peligro ni sustancia. Nada con lo que intimidar al Bar?a con el cl¨¢sico a la vuelta de la esquina.
La fase de grupos de la Champions deja que equipos como el Z¨²rich disfruten de su premio en seis cap¨ªtulos antes de ser licenciados sin gloria ni honores. El Madrid pasar¨¢ siempre sobre el modesto equipo suizo jugando bien, casi bien como en terreno helv¨¦tico o con ese aire decadente que copia de mi¨¦rcoles a domingo con preocupante regularidad, aunque hoy su abrumadora posesi¨®n le dejara mejor cuerpo.
Sin salir del aburrimiento, el Madrid manose¨® la pelota buscando la debilidad del d¨¦bil y lo abati¨® con facilidad y sin brillo. Pero, Lass al margen, en lo que ten¨ªa la pretensi¨®n de ser un ensayo general para el cl¨¢sico (repetir¨¢n casi todos, m¨¢s Cristiano, el domingo), el equipo volvi¨® a mostrar falta de vigor y energ¨ªa.
Esa ley del embudo que hace desembocar por el centro todo su juego de ataque sigue aplic¨¢ndose con terquedad, pese a la buena voluntad de Marcelo, que al menos le dio un ala al equipo. Y un ala es mejor que ninguna, pero no resulta suficiente. Aquella excusa de la ocupaci¨®n de las bandas para justificar la renuncia a los extremos se ha quedado en una frase hecha.
Sin bandas
El Madrid percute y percute por el centro, mientras Sergio Ramos se agota en la derecha sin que nadie distraiga para hacerle sorprendente. Y marca cuando acierta desde lejos o cuando el error del adversario le abre un hueco providencial. Hubo de lo uno y de lo otro. Kak¨¢, Xabi y Marcelo rondaron el tanto antes del descanso con sus piezas de artiller¨ªa (el brasile?o fue el que anduvo m¨¢s cerca con su remate al palo) e Higua¨ªn hizo caja al solventar un mano a mano, previa recuperaci¨®n de Lass y pase dulce de Kak¨¢. De Ra¨²l, titular¨ªsimo, no hubo noticias en un partido que invitaba a la reivindicaci¨®n. Tampoco de Kak¨¢, que sigue sin pesar lo que cost¨®.
El Z¨²rich, que lleg¨® de oyente, sali¨® poco, sin peligro y sin esperanza. Un zapatazo desviado de Alphone no son¨® a aviso ni sac¨® de su sesteo al Madrid. Los suizos juntaron sus tres l¨ªneas cerca de Leoni. S¨®lo fueron cemento y ladrillo.
Y con el Madrid meci¨¦ndose sobre el inquietante 1-0 lleg¨® Cristiano, la caballer¨ªa al galope, la capacidad nuclear reactivada. El cambio clim¨¢tico alcanz¨® al Bernab¨¦u desde el momento en que Pellegrini le mand¨® calentar. El p¨²blico, que empieza a descorazonarse, est¨¢ loco por atribuirle propiedades mesi¨¢nicas. Pero lleva casi dos meses sin jugar un partido y anda fuera de punto.
A¨²n as¨ª, tuvo un efecto paralizante sobre el Z¨²rich, que volvi¨® a entregar sin disimulo la posesi¨®n al Madrid, salvo en el arre¨®n final. La grada s¨®lo pudo celebrar un vicegol del luso que le salv¨® Leoni y sus sprints, que ya tienen apariencia de clavo ardiendo.