LIGA DE CAMPEONES | CELEBRACI?N
Apote¨®sico fin de fiesta en el Camp Nou
La plantilla del Barcelona se fundi¨® en un emotivo y gigantesco abrazo con su afici¨®n, en un apote¨®sico final de fiesta en el Camp Nou, despu¨¦s de recorrer las calles de la ciudad en una caravana para celebrar los tres t¨ªtulos conseguidos por el conjunto de Pep Guardiola; la Copa del Rey, la Liga espa?ola y la Liga de campeones.
Despu¨¦s de una caravana de ocho kil¨®metros y tres horas ante 750.000 personas por las calles de Barcelona en un autob¨²s descapotable, los jugadores se saltaron el protocolo para irrumpir por sorpresa en el c¨¦sped del Camp Nou a las diez y media de la noche. Por uno de los c¨®rners del gol sur aparecieron Vald¨¦s, Xavi, Bojan, Jorquera y V¨ªctor S¨¢nchez, con la Copa de Europa en las manos, euf¨®ricos, protagonistas de un Camp Nou entregado.
La magia se multiplic¨® cuando todos sus compa?eros llegaron al campo: Henry, con el trofeo de la Liga. Piqu¨¦, con la Copa del Rey y una camiseta de la selecci¨®n de Camer¨²n. Messi, subido a hombros de Gudjohnsen. Keita, con un gorro de la Guardia Urbana, disfraces para un d¨ªa festivo y multicolor. Y mientras, Guardiola entr¨® al Camp Nou asombrado y sin palabras. Se ech¨® las manos a la cabeza y se qued¨® boquiabierto antes de conducir a su equipo al vestuario. La fiesta todav¨ªa no hab¨ªa terminado.
Las luces se apagaron. Saltaron miles de flashes fotogr¨¢ficos. Los videomarcadores emitieron las mejores im¨¢genes de la temporada. "Pueden pasar d¨ªas, meses y a?os. Incluso siglos, pero al equipo del triplete nunca le olvidaremos. Gracias tricampeones", se ley¨® en las pantallas. Uno a uno, todos los miembros de la plantilla desfilaron en solitario. Primero, los auxiliares, recuperadores, preparadores f¨ªsicos, fisioterapeutas, utilleros y ayudantes del cuerpo t¨¦cnico. Despu¨¦s, los jugadores. Sylvinho, aires de despedida, apareci¨® con una trompeta. Eto''o, con una bufanda del Bar?a. Henry, sobrio, se?alando con los dedos los tres t¨ªtulos. Gudjohnsen dio una voltereta y Messi apareci¨® con una barretina ''sui generis''.
Quedaron para el final del desfile los tres trofeos, escoltados por los capitanes. Iniesta y Vald¨¦s sostuvieron la Copa del Rey. Xavi y Puyol, la Liga. Y Guardiola y su escudero, Tito Vilanova, ofrecieron la Champions cuando estallaban los acordes del 'We are the Champions'. Despu¨¦s de la tradicional vuelta de honor al estadio lleg¨® el turno para los parlamentos. Primero fue Puyol, el capit¨¢n, serio y formal para ofrecer la Champions a la afici¨®n. "Esta temporada es un sue?o hecho realidad", grit¨®.
Su entrenador, Pep Guardiola, atrap¨® el micr¨®fono. Nervioso, sin dejar de caminar, agradeci¨® el apoyo de "los 20.000 cul¨¦s que enmudecieron al Manchester en Roma". Tambi¨¦n pidi¨® un aplauso para "los hombres de marr¨®n", todos los auxiliares y ayudantes, "los que cuidan de sus jugadores como si fuesen sus hijos". El desfile de parlamentos ofreci¨® discursos para todos los gustos. Piqu¨¦ record¨® con sarcasmo que "ning¨²n equipo espa?ol hab¨ªa hecho el triplete, somos los primeros", y luego se dedic¨® a repartir el micr¨®fono en el papel de maestro de ceremonias. Xavi proclam¨® su "orgullo de ser cul¨¦ y catal¨¢n".
Iniesta se arranc¨® en catal¨¢n: "Gracias a vosotros, soy el hombre m¨¢s feliz del mundo". Y acab¨® manteado por sus compa?eros. Tambi¨¦n Messi, euf¨®rico. Alves destac¨® la unidad de la plantilla y el trabajo "para que todos pod¨¢is disfrutar de esto". "A m¨ª no me quedan fuerzas ni para hablar. Durante toda la temporada, mi ¨²nica preocupaci¨®n ha sido era sacaros una sonrisa. Me alegro de haberlo conseguido", grit¨® Eto''o a la afici¨®n. Henry celebr¨® haber conseguido "la Copa que me faltaba", la Champions. "Despu¨¦s de un a?o muy malo, ahora puedo decir que soy cul¨¦", dijo el franc¨¦s. Su compatriota Abidal, uno de los grandes bromistas del vestuario, presumi¨® del ¨¦xito del equipo: "?Hemos hecho una temporada de puta madre!". Gudjohnsen, "un chico de pocas palabras de Islandia, que nadie sabe d¨®nde est¨¢", simplemente se llev¨® la mano al coraz¨®n.
Las puertas del estadio se hab¨ªan abierto poco antes de las ocho de la tarde, con acceso libre sin atender a la condici¨®n de abonado, socio, aficionado o turista. Apenas una hora despu¨¦s, las gradas luc¨ªan un aspecto impresionante. S¨®lo los partidos del Real Madrid y el Chelsea hab¨ªan reunido a tanta gente en el Camp Nou. A falta de aproximadamente una hora para la llegada de los jugadores, los operarios del club cerraron las puertas del estadio. No hab¨ªa sitio para nadie m¨¢s.
Para entretener la espera -casi tres horas para los m¨¢s madrugadores-, los aficionados, j¨®venes en su mayor¨ªa, decenas de miles de camisetas en la grada, escucharon en directo a varios grupos catalanes -Ter¨¤pia de Xoc, Miquel Abras, Gossos, Pep Poblet, Roser y Lax'n'Busto-, hicieron la ola y entonaron todos los c¨¢nticos del repertorio cul¨¦. Algunos, con recuerdo para el Real Madrid ('Boti, boti; boti madridista el que no boti'). Otros, simplemente para aclamar a los jugadores (especial atenci¨®n para Iniesta y Messi), a Guardiola y tambi¨¦n a h¨¦roes no tan lejanos, como Belletti, autor del gol de la victoria en la final de 2006.
Nunca el barcelonismo se hab¨ªa entregado a una fiesta tan emotiva y completa. La ocasi¨®n lo merec¨ªa: en el ambiente flot¨® la sensaci¨®n de vivir un hecho hist¨®rico. Por primera vez, el Bar?a ha logrado los tres grandes t¨ªtulos en una sola temporada. Lo celebr¨® a lo grande: ''Viva la vida'', traca final y fuegos artificiales para el mejor Bar?a de la historia.