LIGA DE CAMPEONES | Real Madrid 0 - Liverpool 1
El Liverpool desespera al Madrid
Partido perfecto t¨¢cticamente del Liverpool, que ahog¨® el juego de un Real Madrid que nunca estuvo c¨®modo. Se protest¨® un gol anulado a Higua¨ªn por presunto fuera de juego. Benayoun logr¨® el ¨²nico tanto del encuentro.
Hay entrenadores que sostienen que el partido perfecto es el que termina 0-0. Son t¨¦cnicos nacidos habitualmente en Italia, donde se ensalza la t¨¢ctica y se demoniza la fantas¨ªa. Pero esta escuela tiene aventajados seguidores lejos de esas fronteras. Uno de los m¨¢s destacados es Rafa Ben¨ªtez, un estudioso del f¨²tbol, especialista en aumentar las virtudes de su equipo y en exagerar las debilidades del rival. En el Santiago Bernab¨¦u volvi¨® a dar una lecci¨®n t¨¢ctica, y ya son muchas, hasta reducir al Real Madrid a la m¨ªnima expresi¨®n. Le lleg¨® la hora a Juande Ramos y a su equipo de medir su fiabilidad en Europa y las sensaciones fueron, cuanto menos, inquietantes. El Liverpool control¨® la situaci¨®n, el Madrid nunca estuvo c¨®modo, fue demasiado previsible y un gol Benayoun sit¨²a a los ingleses a un paso de los cuartos de final. No termin¨® 0-0 el choque, pero t¨¢cticamente, su equipo fue perfecto. Aburridamente perfecto. El Madrid se pas¨® 90 minutos estrell¨¢ndose contra un muro.
La Liga de Campeones, una competici¨®n que no admite errores, separa a los buenos de los d¨¦biles sin ninguna piedad. Y en este juego pocos conjuntos se manejan con la soltura de este Liverpool construido por Ben¨ªtez. Se vivi¨® un encuentro muy trabado, demasiado t¨¢ctico, muy ¨¢spero y dif¨ªcil de digerir para los espectadores. La t¨¢ctica ahog¨® al f¨²tbol y el Liverpool termin¨® aburriendo con su planteamiento al Madrid.
Se presum¨ªa que la eliminatoria se decidir¨ªa por peque?os detalles y este encuentro s¨®lo sirvi¨® para ratificar lo que ya se sab¨ªa. Nadie mand¨® con autoridad, pero el ritmo lo control¨® m¨¢s el Liverpool, que llev¨® al Madrid a su terreno. Al Madrid le falt¨® la fluidez y la velocidad de los dos ¨²ltimos partidos y vivi¨® asfixiado por la presi¨®n que plante¨® el Liverpool. Una presi¨®n ejecutada a la perfecci¨®n, con una maestr¨ªa que refleja muchas horas de trabajo detr¨¢s. Al Liverpool no le importa no jugar si con ello consigue que el rival tampoco lo haga. Y en el Bernab¨¦u hizo su trabajo a la perfecci¨®n. Hace de la paciencia y del esfuerzo dos de sus principales virtudes y es capaz de vivir 90 minutos, o 180 si es necesario, esperando s¨®lo un error del rival. No es extra?o ver a los once futbolistas vestidos de rojo por detr¨¢s del bal¨®n. En una eliminatoria es m¨¢s f¨¢cil que se descomponga el rival a que lo haga el Liverpool, sostenido en el centro por Xabi Alonso, el verdadero eje sobre el que se mueve todo el equipo, y Mascherano, un entrenador que se disfraza de centrocampista. T¨¢cticamente es perfecto.
Se podr¨ªa quejar el Madrid de un gol anulado a Higua¨ªn en la primera parte, por un fuera de juego que pareci¨® m¨¢s presunto que real. Pero lo cierto es que nunca se sinti¨® c¨®modo el equipo. El Liverpool se plant¨® de inicio con un 4-4-2 y las l¨ªneas muy juntas y cerca de Reina, que pas¨® una noche con pocos sobresaltos. Lass no tuvo el desparpajo y la presencia que hab¨ªa mostrado en la Liga; Gago no consigui¨® ser el due?o del bal¨®n; Marcelo no fue ese extremo el¨¦ctrico que se hab¨ªa inventado Juande y Ra¨²l e Higua¨ªn no asustaron, porque recibieron pocos balones y los que les llegaron no lo hac¨ªan en buenas condiciones. M¨¦rito del Liverpool, que tap¨® todos los espacios y al que no se le apreci¨® ni una grieta en su sistema defensivo. Tampoco fue una soluci¨®n la entrada de Guti, que repareci¨® tras el descanso despu¨¦s de varios meses lesionado y termin¨® engullido por la voracidad defensiva del Liverpool.
La ¨²nica alternativa fiable parec¨ªa Robben, que pas¨® de la derecha a la izquierda y volvi¨® a la derecha buscando esos espacios que nunca aparecieron. Es en estos partidos espesos cuando m¨¢s necesarios son jugadores como Robben. Su verticalidad, rapidez y hasta su ego¨ªsmo con el bal¨®n se convierten en la ¨²nica posibilidad para romper un sistema defensivo tan perfecto. Si no se tienen futbolistas con esas cualidades, y el Madrid s¨®lo tiene a Robben, las posibilidades de ¨¦xito se reducen de forma considerable. Lo intent¨® el holand¨¦s, que busc¨® con desesperaci¨®n las diagonales que con tanta facilidad encuentra en la Liga y que esta vez apenas aparecieron. Prob¨® suerte un par de veces desde fuera del ¨¢rea, en lo que fueron las oportunidades de gol m¨¢s claras del Madrid.
Prob¨® suerte tambi¨¦n Marcelo desde fuera del ¨¢rea, pero nada fue suficiente para asustar al Liverpool ni para despertar al Bernab¨¦u, que vivi¨® el partido con inquietud, nervioso, temeroso de lo que sucedi¨® casi al final, a falta de ocho minutos para el cierre. Heinze cometi¨® falta sobre Kuyt, Fabio Aurelio ejecut¨® el lanzamiento desde la derecha y Benayoun aprovech¨® un despiste defensivo para batir a Casillas de cabeza y acercar a su equipo a cuartos.
Ya hab¨ªa avisado con peligro el Liverpool, sobre todo en el primer tiempo. Entonces, Casillas cerr¨® el camino hacia el gol a Fernando Torres, Benayoun y Xabi Alonso, que intent¨® sorprender a Iker desde el centro del campo cerca del descanso.
Dedicado a la defensa, el Liverpool no necesit¨® del mejor Fernando Torres, que se retir¨® lesionado y estuvo muy discreto, ni del concurso de su capit¨¢n, Gerrard, que tuvo una contribuci¨®n testimonial al final del choque.