Liga BBVA | Real Madrid - Betis
El Betis de Oliveira ante el Madrid de Huntelaar
Casillas sufre una elongaci¨®n abdominal, pero ser¨¢ titular
Es evidente: el partido de esta noche no se puede desligar del que se jugar¨¢ el pr¨®ximo mi¨¦rcoles entre elReal Madrid y el Liverpool. El hecho afecta a los anfi triones y por extensi¨®n a los visitantes. Juande Ramos dosificar¨¢ los esfuerzos de Robben y Guti, que regresan despu¨¦s de diferentes lesiones y tendr¨¢n minutos terap¨¦uticos en el transcurso del choque. No obstante, lo que convierte en especial el encuentro no son las alteraciones f¨ªsicas (cambios, rotaciones), sino las psicol¨®gicas. Ser¨ªa normal que el Madrid tuviera la cabeza en otra parte y ser¨ªa posible que el Betis lo aprovechara. La impresi¨®n, de confi rmarse, iguala el pron¨®stico.No dir¨¦ que el Madrid se sorprenda de pronto por la cercan¨ªa del Liverpool; la fecha siempre estuvo marcada en el calendario con los c¨ªrculos rojos que se?alan las grandes citas. La diferencia es que ahora ya se percibe el olor a barrica a la vuelta de la esquina. Y con ese redoble resulta imposibleno aceptar el partido como un ensayo general. La comparaci¨®n es odiosa, pero factible. Oliveira ser¨¢ El Ni?o Torres. Eman¨¢ asumir¨¢ el papel de Gerrard, versi¨®n verdiafricana. Mehmet Aurelio interpretar¨¢ a Xabi Alonso, la templanza. No es tan descabellado. El problema para el Madrid ser¨¢ que el Betis se encuentre c¨®modo en el disfraz y sienta que no camina solo. Se habla de rotaciones, pero Juande rotar¨¢ poco por voluntad propia. El entrenador dej¨® fuera de la lista a Van der Vaart, Faubert y Drenthe, en los que parece haber perdido la confi anza. Miguel Torres podr¨ªa suplir a Heinze y hasta ¨²ltima hora no sabremos si los minutos de Robben se repartir¨¢n como titular o suplente. El resto del equipo ser¨¢ el mismo que se mida al Liverpool con la ¨²nica excepci¨®n de Huntelaar, que no est¨¢ inscrito en Champions y ya se le empieza a echar de menos. Y la melancol¨ªa ser¨¢ incontenible como el chico vuelva a marcar.
Molestias. No se esperan m¨¢s novedades, pero tampoco se descartan otras sorpresas. Casillas sufre una elongaci¨®n en el m¨²sculo abdominal (del que carecemos bastantes mortales) y, aunque el problema no le impide entrenarse, le causa molestias. El jugador, que ser¨¢ titular hoy y el mi¨¦rcoles, pretende aplazar el descanso al partido contra el Espanyol. En el Betis los cambios son forzosos. A las bajas de Edu y Capi se han sumado esta semana los centrales Juanito y Lima; Melli y Arzu ser¨¢n su relevo.En la banda derecha laduda se resuelve en favor de Dami¨¢, futbolista interesante y profundo. Sergio Garc¨ªa, con fi ebre durante la semana, entr¨® fi nalmente en la convocatoria. El poder de Chaparro se concentra arriba. Eman¨¢ es imponente, Oliveira es imprevisible y Mark Gonz¨¢lez es zurdo. El Madrid, lo recuerdo, acumula ocho victorias consecutivas y no logra nueve desde la temporada 85-86, con el gran Molowny de entrenador, el primer jefe moderno, hagan lo que saben. Si el equipo vence, Juande habr¨¢ sumado 27 puntos en diez partidos, un punto m¨¢s de los conseguidos por Schuster en catorce encuentros. El manchego, por cierto, cumplir¨¢ hoy su partido 250. Su trayectoria como t¨¦cnicoconvalida por un curso de sociolog¨ªa balomp¨¦dica: Rayo (76 partidos), Betis (38), Espanyol (5), M¨¢laga (38), Sevilla (83) y Real Madrid (9). En total, 107 victorias. El Betis tambi¨¦n puede presumir de estad¨ªsticas, aunque modestas. S¨®lo ha perdido un partido en las ¨²ltimas cinco jornadas (1-0 en Huelva), incluido un empate con el Barcelona en la pasada jornada. Su situaci¨®n no es desahogada (cinco puntos por encima del descenso), pero conviene tener en cuenta que, de los once partidos que ha perdido, nueve han sido por un gol de diferencia. Eso indica que la suerte les debe una ronda. O dos.
Inter¨¦s. La cita tiene rango, prestigio. El Madrid defi ende la ilusi¨®n por la Liga y el cr¨¦dito en la Champions. Tambi¨¦n defi ende su racha y su porter¨ªa sin goles en 2009. El Betis est¨¢ de acuerdo. Este es un partido para dedicar a la novia o al enemigo. Para gustarse.