REAL MADRID 6 - BETIS 1
El Madrid huele la remontada y se desata
Hizo un set al Betis en un tiempo. Dos goles soberbios de Ra¨²l y otros de rematador puro de Huntelaar. El Betis no existi¨® y De la Pe?a ofreci¨® el fin de fiesta perfecto.
Y de repente, con el Liverpool llamando a la puerta del Bernabe¨², el gran Madrid. Un equipo que se ha dado la vuelta a s¨ª mismo hasta alcanzar la excelencia perdida. Cada futbolista, nuclear o de acompa?amiento, fue ayer la mejor versi¨®n de s¨ª mismo. Ra¨²l, Pr¨ªncipe de Asturias, dej¨® dos goles m¨¢s que merecer¨ªan figurar entre los diez mejores de su carrera. Huntelaar aflor¨® como el rematador que entusiasmaba en el Ajax y el elemento de distracci¨®n que abre la puerta a los dem¨¢s. Higua¨ªn se manej¨® como extremo y como goleador, ahora ya con la frialdad de los especialistas. Lass, el hombre que ha dado el golpe de tim¨®n desde donde no se esperaba, escondi¨® la pelota, la movi¨® con paciencia, conserv¨® el sentido de la orientaci¨®n. Gago se atrevi¨® con los pases entre l¨ªneas. Sergio Ramos estir¨® la banda derecha en una exhibici¨®n de potencia y destreza. Marcelo repunt¨® como interior, un puesto del que sopecho que no se mover¨¢. El Betis a¨²n anda pregunt¨¢ndose por qu¨¦ fue ¨¦l quien despert¨® a la fiera, que ahora de verdad s¨ª tiene la remontada en la cabeza. El Bar?a ya est¨¢ a s¨®lo siete puntos.
No hay manual ¨²nico. Al Madrid le ha ido bien la heterodoxia de empezar por los resultados para llegar al juego. Primero aprendi¨® a no perder, despu¨¦s a meter uno m¨¢s que el adversario y amarrar hasta percibir el fin de la convalecencia. Hoy gobern¨® el partido de pit¨®n a rabo y ahorr¨® energ¨ªas para el mi¨¦rcoles. Un plan redondo. Un festival para el Bernab¨¦u que inici¨® Higua¨ªn en un mano a mano con Ricardo que le ofreci¨® Ra¨²l. Amag¨® con cruzar, maniobra que desmay¨® a Ricardo, y marc¨® por el primer palo. Un muletazo de goleador que desat¨® el vendaval sobre la porter¨ªa del Betis. En el minuto 23 ya ca¨ªa por 3-0, con dos goles de Huntelaar, otro que ha llegado para remolcar al resucitado. Dos goles a un toque. Uno de oportunista, otro de avezado cabeceador. Pinta que ah¨ª hay delantero centro para tiempo. El Bernab¨¦u compr¨® su eficacia y unos movimientos que liberan a los dem¨¢s. El Madrid estaba m¨¢s cerca que nunca del Bar?a en esta Liga, futbol¨ªstica y num¨¦ricamente. Hac¨ªa circular el bal¨®n a buen ritmo, mareaba al Betis y golpeaba una y otra vez ante la meta rival.
En ese toreo desmayado le perdi¨® en alg¨²n momento la confianza. Oliveira, de zapatazo lejano e inteligente, redujo distancias y estrell¨® en el palo un regalo de Casillas, que ofreci¨® un tono menor quiz¨¢ por sus problemas f¨ªsicos. Una fea equivocaci¨®n que borr¨® de la memoria el doblete de Ra¨²l, empe?ado en meter en un l¨ªo a Del Bosque, en cambiar un homenaje por una oportunidad merecida. Soberbios los dos tantos del capit¨¢n. El primero, en un bote pronto instintivo, de primeras, desde fuera del ¨¢rea y pegado al palo. El segundo, con patente: sin demasiado ¨¢ngulo y metiendo la cuchara de izquierda al palo contrario para dar el m¨¢ximo valor a un servicio preciso y profundo de Gago. Queda para el museo. A esa verbena de ataque total se apuntaron los defensas. Heinze bot¨® una falta desde la derecha para envenenar la rosca y Sergio Ramos complet¨® el set antes del descanso con un cabezazo impetuoso y racial ante un Bernab¨¦u enloquecido, que recobraba la fe en el equipo y en la aritm¨¦tica.
Completado el trabajo en la mitad del tiempo previsto, Juande pens¨® en el Liverpool. Retir¨® a tres pilares, Cannavaro, Ra¨²l e Higua¨ªn, y coloc¨® a tres que salen de la enfermer¨ªa y necesitan rodaje: Sneijder, Guti y Robben. Estas tres ausencias hubieran hecho temblar al equipo hace dos meses. Ahora, la segunda unidad casi es la primera. Los cambios alborotaron el equipo. Lass, que combina bien con cualquier plato, se convirti¨® en lateral derecho; Sergio Ramos se reconvirti¨® en central, y Guti y Sneijder manejaron el equipo con la misma autoridad pero con menos intensidad. Porque el Betis sigui¨® sin abrir la boca. Chaparro movi¨® piezas en un movimiento tard¨ªo de autoprotecci¨®n, quiz¨¢ para evitar que el entusiasmo del reci¨¦n llegado que trajo Robben en los primeros minutos de la reanudaci¨®n le llevara a un marcador de esc¨¢ndalo. Pero el Madrid no estaba por consumir m¨¢s de lo estrictamente necesario. Robben, Sneijder y Marcelo se plantaron ante Ricardo, esta vez sin la precisi¨®n de cirujano de la primera mitad, y Huntelaar estrell¨® en el palo un obsequio de Guti, pero el equipo dej¨® que el s¨¦ptimo y el octavo los marcara De la Pe?a en el Camp Nou. 'Lo Pelat' fue el futbolista de la segunda mitad, la media naranja que necesitaba el Madrid para creer. En el retrovisor del Bar?a asoman ya el gran rival, la fe ajena y los fantasmas propios. Ahora s¨ª que hay Liga.