Antes de nada, advertimos que a continuaci¨®n habr¨¢ spoilers del cap¨ªtulo 'C¨¢llate y baila' de 'Black Mirror'. Por tanto, si eres de los pocos que a¨²n no ha visto la serie, te recomendamos no seguir leyendo.

Cuando la serie m¨¢s perturbadora de Netflix ya nos hab¨ªa dejado medio traumatizados con ese m¨ªtico cap¨ªtulo en el que el primer ministro brit¨¢nico ten¨ªa que acostarse con un cerdo o con aquel en el que una persona muerta era capaz de 'revivir' en forma de robot, Charlie Brooker (creador y director) introdujo un tema que no esper¨¢bamos: la pedofilia.

As¨ª fue como 'C¨¢llate y baila', tercer cap¨ªtulo de la tercera temporada de 'Black Mirror', se consolid¨® como uno de los episodios m¨¢s impactantes de la serie. Pero lo cierto es que el momento m¨¢s turbio no estaba planeado desde un primer momento. Kenny (interpretado por un impecable Alex Lawther), no iba a ser ped¨®filo.

Si no recuerdas el argumento del cap¨ªtulo, te refrescamos la memoria. Kenny era pillado por unos 'hackers' masturb¨¢ndose frente a la c¨¢mara de su port¨¢til y estos comenzaban a enviarle mensajes an¨®nimos en los que le obligaban a realizar diversas tareas si no quer¨ªa que el v¨ªdeo viera la luz.

La ficci¨®n solo iba a tratar el tema de que cada vez estamos m¨¢s controlados por las tecnolog¨ªas y que los 'hackers' son capaces de vigilarnos e incluso de amenazarnos en cualquier momento. Sin embargo, al final descubrimos que el miedo de Kenny no era que todos sus amigos y familia le vieran en pleno acto sexual consigo mismo, si no que se enteraran de que el adolescente estaba viendo pornograf¨ªa infantil.

El giro final del cap¨ªtulo, que seg¨²n ha desvelado Screenrant no fue planeado hasta el ¨²ltimo momento, hizo que los espectadores se quedaran con un amargo sabor de boca tras descubrir la perturbadora realidad del joven por el que hab¨ªan sentido pena y empat¨ªa.