Un grupo de antrop¨®logos de la Universidad de Tulane se llev¨® una gran sorpresa cuando se pasearon por el Sector Santa Rosa del ?rea de conservaci¨®n en Guanacaste, en Costa Rica. Persiguiendo a un grupo de monos capuchinos, estaban observando el comportamiento juguet¨®n de todo el grupo cuando un chillido revel¨® que una cr¨ªa hab¨ªa sido capturada por una enorme boa constrictor, y lo captaron todo en la c¨¢mara.

Sorprendentemente, ante un depredador tan intimidante, la tropa opt¨® por luchar en lugar de huir y se unieron para recuperar a su compa?ero de las fatales garras de la serpiente. Las im¨¢genes se publican como parte de un estudio en la revista Scientific Reports.

La profesora de antropolog¨ªa Dra. Katharine M. Jack y sus colegas estaban persiguiendo a un grupo de 25 capuchinos de cara blanca cuando se desarroll¨® la dram¨¢tica escena, all¨¢ por el verano de 2019. Algunos de los miembros m¨¢s j¨®venes estaban participando en el juego cuando un desafortunado individuo se cruz¨® con la boa constrictor de 2 metros. El ataque lanz¨® una inmediata y colaboradora misi¨®n de rescate del resto del grupo, que descendi¨® sobre la boa con fuerza mientras intentaban extraer a las cr¨ªas de su agarre mortal.

La tensa misi¨®n comienza a los 28 segundos del v¨ªdeo anterior y dura s¨®lo 19 segundos. El joven de 6 a?os es agarrado por la boa, que comienza a envolverlo y a apretarlo, como es el habitual m¨¦todo de caza de estos depredadores inmensamente fuertes. Segundos m¨¢s tarde un macho adulto entra en acci¨®n, haciendo sonar la alarma para lanzar un contraataque. El macho alfa del grupo carga entonces a la serpiente y, con dos hembras como respaldo, comienza a atacar furiosamente a la boa.

Finalmente recuperan al joven traumatizado y hacen una salida apresurada a los 47 segundos del video, terminando el partido a 1:0 para el Equipo Capuchino.

Una situaci¨®n de comunidad no tan rara

Los contraataques impulsados por el trabajo en equipo a depredadores como la boa constrictor no son raros en las especies de primates, pero es raro que sean observados por los cient¨ªficos y a¨²n m¨¢s raro atrapados en c¨¢mara de esta manera. La naturaleza ¨²nica de ser testigo de tal espect¨¢culo es capturada acertadamente por el audio del clip que se corta repetidamente cuando los investigadores necesitan censurar todas las blasfemias que naturalmente salen a la luz durante el tenso encuentro.

Los autores del estudio afirman que sus im¨¢genes "apoyan claramente la hip¨®tesis de que la depredaci¨®n ha sido una fuerte fuerza selectiva que ha impulsado la socialidad en los primates", ya que muestra lo estrechos que pueden ser los lazos sociales en grupos como este ante la diferencia entre la vida y la muerte cuando se trata de actuar r¨¢pidamente en una crisis. Tambi¨¦n muestra que esta protecci¨®n no s¨®lo se ofrece a los parientes, ya que el macho alfa del v¨ªdeo que arriesg¨® su vida al atacar la boa no estaba realmente relacionado con el joven mono a su alcance.