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5 series de dibujos animados que deber¨ªan ser inmortales

Algunas de las series que han marcado nuestra infancia deber¨ªan seguir emiti¨¦ndose por muchas d¨¦cadas que pasen.

Hay series que, por muchos a?os que pasen, no mueren. Es el caso de ficciones que siguen llevando a cuestas lecciones de vida v¨¢lidas para cualquier ¨¦poca y en las que cada uno de sus personajes est¨¢ tan bien construido que todos los ni?os (y adultos) pueden identificarse con ellos. Hoy en Epik te dejamos una lista de series para que les sigas poniendo a sus hijos... O para que vuelvas a ver t¨² mismo durante estos d¨ªas de cuarentena.

Heidi (1974)

Corr¨ªan los a?os setenta cuando Heidi, una ni?a hu¨¦rfana, era enviada a vivir con su abuelo a una caba?a en lo alto de los Alpes suizos. Heidi nos ense?¨® que el buen humor y la ilusi¨®n por vivir pueden cambiar incluso a un viejo gru?¨®n que no ten¨ªa pensado variar lo m¨¢s mismo sus costumbres. La serie japonesa fue todo un ¨¦xito en Espa?a cuando se estren¨® con doblaje peninsular en 1975 y dur¨® d¨¦cadas emiti¨¦ndose en las cadenas m¨¢s populares de la televisi¨®n.

Cincuenta a?os despu¨¦s sigue siendo un buen momento para revivir la ilusi¨®n de Heidi y Pedro por las peque?as cosas, para concienciarnos de lo importante que es estar con los abuelos, para aprender que hay ni?os con movilidad reducida que deber¨ªan tener la misma capacidad de integraci¨®n que cualquier otro y para seguir escuchando la m¨ªtica banda sonora incluso aunque no entendamos nada de lo que dice su letra.

La banda del patio (1997)

Si eras un ni?o a finales de los 90, seguro que no te perdiste las aventuras de T.J., Spinelli, Gretchen y compa?¨ªa en 'La banda del patio'. La serie consigui¨® que miles de ni?os se sintieran identificados con las distintas personalidades que compon¨ªan los personajes de la serie de Disney y, m¨¢s importante a¨²n, logr¨® unirlos demostrando que la amistad se basa en el respeto por muchas que sean las diferencias.

Y la historia no acaba ah¨ª. 'La banda del patio' fue incluso adelantada para la ¨¦poca y su discurso sigue siendo v¨¢lido actualmente. En la mente de los m¨¢s j¨®venes cal¨® una cr¨ªtica a los gobiernos totalitarios represivos, al 'bullying', al capitalismo y al cambio clim¨¢tico. Ya nos lo dec¨ªa una de las profesoras:

Dragon Ball (1986)

La popularidad que esta serie japonesa consigui¨® desde mediados de los ochenta es innegable, pero... ?Por qu¨¦ podr¨ªa catalogarse como una de las mejores series para ni?os de todos los tiempos? Sencillamente, por la pasi¨®n que desprend¨ªa en cada una de las tramas y personajes de los cap¨ªtulos: millones de ni?os sintieron con todas sus ganas que quer¨ªan formar parte de ese mundo en el que Gok¨¹ luchaba por proteger la Tierra frente a los villanos que quer¨ªan exterminar a sus habitantes.

En definitiva, no es una serie en la que haya mucha concordancia en la trama ni demasiadas lecciones de vida que podamos aplicar a la realidad, pero s¨ª ilusionar¨¢ a ni?os de todas las edades que sue?an con mundos paralelos al nuestro.

?rase una vez... La vida (1986)

No hace falta decir por qu¨¦ esta serie francesa es indispensable para ense?ar a trav¨¦s de la pantalla a cualquier ni?o: su misma vocaci¨®n era did¨¢ctica y divulgativa. Mientras que en los colegios a la mayor¨ªa de los peque?os les costaba horrores atender en clase, a trav¨¦s de aventuras protagonizadas por personajes que representaban ¨®rganos y c¨¦lulas era mucho m¨¢s f¨¢cil aprender sobre anatom¨ªa, enfermedades, salud o deporte.

La Pantera Rosa (1964)

No hab¨ªa ni una l¨ªnea de di¨¢logo en estos cortos protagonizados por una pantera incoherentemente rosa. Ni falta que hac¨ªa. Este personaje animado que naci¨® en los cr¨¦ditos de la pel¨ªcula hom¨®nima de Blake Edwards comenz¨® a conocerse en peque?os gags destinados a las salas cinematogr¨¢ficas.

Sin embargo, gracias a su ¨¦xito, decidieron difundirlos en la televisi¨®n y convertirse de esta manera en una gran serie que, aun sin di¨¢logo, conten¨ªa un humor inteligente que incluso los adultos disfrutaban como si fueran ni?os frente a la pantalla. Y no olvidamos su eterna melod¨ªa: