'El hoyo' mantiene a los espectadores con la mirada fija en la pantalla, impacta a todo aquel que se atreva a verla e incluso logra que le piquen los ojos. Lo que no hace tan bien (seguramente, queriendo) es dejar un final cerrado y comprensible.

Por ello, en Epik hemos ahondado en el asunto para calmar la curiosidad y el desconcierto de los que se hayan quedado con cara de susto tras el visionado: ?Qu¨¦ explicaciones y teor¨ªas hay sobre el final de 'El hoyo'?

'El hoyo', ciencia ficci¨®n con lectura pol¨ªtica

Para empezar, te advertimos que, naturalmente, habr¨¢ 'spoilers' a partir de aqu¨ª. Tras este aviso comenzamos a analizar lo que est¨¢ presente en todo el transcurso de la pel¨ªcula dirigida por Galder Gaztelu-Urrutia: un discurso pol¨ªtico que se camufla en una met¨¢fora.

Durante la angustiante hora y media de cinta, solo vemos un s¨®tano con un n¨²mero desconocido de niveles, una plataforma con comida para todos y una clara diferenciaci¨®n de clases. Los de arriba se deleitan cada d¨ªa con un buen manjar sin importarles en absoluto lo que dejen para los que se encuentran en niveles inferiores.

Los de abajo, por su parte, se comen los restos de los privilegiados y su voz es muda para los niveles que est¨¢n por encima de ellos. Para los que se encuentran a sus pies, sin embargo, s¨ª tienen cierto poder¨ªo (aunque a base de amenazas): pueden escupirles en la comida o incluso dejar un 'regalo' m¨¢s desagradable que la saliva. "Los de arriba nunca escuchan porque est¨¢n arriba. No escuchan a los comunistas", le explica varias veces Trimagasi (Zorion Eguileor) a Goreng (Iv¨¢n Massagu¨¦).

La administraci¨®n, la encargada de emplatar los men¨²s preferidos de los encerrados y dejarlos a su suerte, es un ente desconocido al que nadie sabe c¨®mo llegar; no hay comunicaci¨®n entre los l¨ªderes y los que luchan por sobrevivir en el s¨®tano. Eso s¨ª, si has trabajado con ellos y acabas entrando en el hoyo, tienes privilegios: Imoguiri (Antonia San Juan) pudo elegir a su compa?ero de celda.

?Qu¨¦ significa el final de la pel¨ªcula?

Trimagasi representa el individualismo, el acomodarse e intentar sobrevivir de la mejor manera posible en un sistema social cruel y el consumismo tan t¨ªpico del capitalismo (recordemos por qu¨¦ hab¨ªa comprado ese cuchillo). Pero siempre hay alguien que quiere cambiar el mundo. Goreng representa al luchador, al generoso que es capaz de sacrificar los privilegios que le ofrece la plataforma n¨²mero seis para alimentar a los de abajo y lanzar un mensaje a los de arriba.

Eso s¨ª, Goreng sab¨ªa que el transcurso no iba a ser un camino de rosas. Acompa?ado de armas improvisadas y de Baharat (Emilio Buale), reparte la comida como si del mismo mes¨ªas se tratara en un intento por convencerles (a veces mediante el di¨¢logo y otras mediante la fuerza) de que se puede producir un cambio.

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Cuando llega abajo, completamente derrotado, no encuentra lo que esperaba: en el fondo del todo hay una ni?a que, sorprendentemente, parece intacta a pesar de encontrarse en el nivel m¨¢s inferior del hoyo. Es entonces cuando la panna cotta, que hab¨ªa sobrevivido 333 plataformas, pasa de ser el mensaje principal a convertirse en alimento para la peque?a; ella es la verdadera mensajera. 

Que la ni?a estuviera perfecta a pesar de haber pasado semanas sin comer solo es otra met¨¢fora pol¨ªtica: a pesar de que el sistema est¨¦ corrompido, a¨²n hay esperanza. La nueva generaci¨®n es la que tiene capacidad de ver la realidad desde fuera y cambiar el sistema social, por lo que es ella la que tiene que subir en la plataforma y convertirse en un s¨ªmbolo del cambio.

Si te sigues preguntando por qu¨¦ Goreng prefiere quedarse en esas siniestras sombras junto a Trimagasi y el resto de alucinaciones que cada vez le atormentan m¨¢s, tambi¨¦n hay una explicaci¨®n: ¨¦l ya est¨¢ muy viejo para formar parte de ese cambio. El protagonista ha servido de ayuda, pero lleva demasiado tiempo viviendo las consecuencias de un sistema gobernado por la tiran¨ªa; los j¨®venes son la resistencia a esta humanidad, son puros, inocentes, a¨²n pueden generar ese cambio.

Ya lo dec¨ªa Cervantes en 'Don Quijote de la Mancha', el libro que el protagonista decidi¨® llevar consigo los seis meses que permanecer¨ªa en el hoyo: "El grande que fuera vicioso, ser¨¢ vicioso grande y el rico liberal ser¨¢ un avaro mendigo. Que al poseedor de las riquezas no le hace dichoso tenerles, sino gastarlas. Y no el gastarlas como quiera, sino saberlas bien gastar".