Aviso: 'Spoilers' de la tercera temporada de 'Stranger Things' a continuaci¨®n.

En cuanto en una serie o pel¨ªcula nos muestran a dos personajes de distinto sexo que no se llevan precisamente bien pero que, con el tiempo, comienzan a conversar y a entenderse, es f¨¢cil intuir lo que va a pasar: de un modo u otro acabar¨¢n liados. Quiz¨¢s sea esa la raz¨®n por la que la tercera temporada de 'Stranger Things' nos dej¨® algo estupefactos cuando descubrimos que los simp¨¢ticos j¨®venes Steve y Robin no acabar¨ªan juntos porque en realidad ¨¦sta ¨²ltima era gay. Eso s¨ª, la escena en la que nos lo demuestran pas¨® de dejarnos un sabor amargo a sacarnos una sonrisa de aprobaci¨®n.

Lo que nos ha vuelto a sorprender es que en realidad el plan inicial para Steve y Robin era lo que todos cre¨ªamos que pasar¨ªa: que acabasen juntos. Seg¨²n ha desvelado Maya Hawke a 'Wall Street Journal', con el transcurso de los cap¨ªtulos "comenzaron a sentir que ella y Steve no deber¨ªan liarse y que ella era gay". Y ese giro final ha conquistado a los espectadores por dos razones: la primera, por variar el gui¨®n al que estamos todos m¨¢s que acostumbrados y, la segunda y m¨¢s importante, por dar visibilidad al colectivo LGTBIQ+ incluso en una serie ambientada en los 80.

La hija de los reconocidos actores Uma Thurman y Ethan Hawke confes¨® adem¨¢s a 'Variety' que con este nuevo destino entre Robin y Steve esperaban que el p¨²blico acepte cada vez m¨¢s a la comunidad gay: "A veces sentimos una empat¨ªa por las personas en pantalla que no sentimos en la vida real. Si espero algo con esto es que a las personas que quieran tanto a Robin les haya ayudado a querer tambi¨¦n a las chicas que aman a las chicas y a los chicos que quieren a los chicos".