Ya han pasado doce a?os desde la ¨²ltima emisi¨®n de 'Aqu¨ª no hay quien viva', pero en Epik seguimos recordando las risas que vivimos en las cinco temporadas que nos dej¨® la serie. Los personajes en la comunidad de vecinos de Desenga?o 21 interpretaron un gui¨®n trabajado al m¨¢ximo y deleitaron a los espectadores con una de las series humor¨ªsticas de m¨¢s ¨¦xito en Espa?a. Estos son algunos de los mejores momentos que nos han dejado para el recuerdo y con los que no podr¨¢s evitar volver a re¨ªr.

Emilio jugando con el Bel¨¦n de Navidad

Todos los personajes eran c¨®micos a su manera, pero Emilio se llev¨® la palma. Fernando Tejero protagoniz¨® a un portero harto de su trabajo que intentaba tener una vida com¨²n y tranquila, pero la comunidad de vecinos no le dejaba otra cosa que hacer que repetir constantemente "un poquito de por favor".

Las nenas de Paquito

Paquito y Emilio instalan c¨¢maras en el piso de Bel¨¦n y Alicia para publicar su vida en Internet... Y cuando se entera Alicia, siempre ¨¢vida a la dramatizaci¨®n, decide hacerse la actriz.

La fiesta de Luc¨ªa

Juan Cuesta, siempre intentando hacer buenas labores como presidente de la comunidad, intenta convencer a Luc¨ªa para que no haga una fiesta en su casa. El cordial (y absurdo) debate que mantienen hace que el di¨¢logo se convierta en pura comedia.

Emilio y "el mont¨®n"

Una de las escenas m¨¢s m¨ªticas de 'Aqu¨ª no hay quien viva'. Emilio no era precisamente h¨¢bil haciendo cumplidos.

Emilio rezando

Una de las locuras de la comunidad de vecinos fue adoptar a un beb¨¦ que hab¨ªan encontrado en la calle. Cuando la polic¨ªa fue a buscarlo, Emilio ped¨ªa que le pasaran al beb¨¦ por el patio ("?b¨¢jemelo!"), y cuando uno de los agentes le pill¨® con las manos en la masa, tuvo la gran ocurrencia de hacerse pasar por musulm¨¢n.

El d¨ªa en el que Carlos se hizo gay

Ante su aut¨¦ntica desesperaci¨®n por no encontrar el amor a pesar de "su belleza y su dinero" (tal y como ¨¦l siempre recalcaba), Carlos decide que el problema es que no le gustan las mujeres, sino los hombres. Lo mejor es cuando acude a pedir consejos a Mauri, el "cintur¨®n negro" de los homosexuales.

Juan Cuesta borracho

Jos¨¦ Luis Gil bord¨® el papel de un presidente de la comunidad exhausto de los vecinos (y con raz¨®n) que daba rienda suelta a su sinceridad cuando beb¨ªa.

Los intentos (pat¨¦ticos) de Juan Cuesta para excitar a Paloma

Sin comentarios.

Una de las surrealistas juntas de vecinos

Marisa, Concha y Vicenta eran las especialistas en convertir las juntas de vecinos en un aut¨¦ntico zool¨®gico, pero todos pon¨ªan de su parte.

Natalia, experta en poner nervioso a Roberto

La hija de los Cuesta, la eminencia sexual en la comunidad de vecinos, ten¨ªa los ojos puestos en Roberto desde que pis¨® su nuevo hogar. A ¨¦l no se le daba demasiado bien esquivarla.

Emilio y Bel¨¦n pasan de la discusi¨®n al sexo (una vez m¨¢s)

Las m¨ªticas peleas entre la pareja de la serie siempre acababan en la cama.

'Caoeche', 'caoeche'

Para conseguir deshacerse de un billete de cincuenta euros falso, Emilio intenta col¨¢rselo al repartidor de un restaurante chino. La escena pas¨® a la historia con el m¨ªtico 'caoeche, caoeche...' (que aproveche).

La Hierbas, drogada y mafiosa

Isabel fue adquiriendo el papel de 'La Hierbas' cuanto m¨¢s avanzaba la serie. Uno de sus momentos culmen fue cuando amenaz¨® a Iago si se atrev¨ªa a dejar a Natalia.

La monja alcoh¨®lica

"En mi ¨¦poca, si no ligabas, pues monja". As¨ª empezaba la entrevista que Mariano le hizo a Sor Esperanza para Radio Patio. Marisa Porcel, que falleci¨® en agosto de este a?o, apareci¨® en pocos cap¨ªtulos de 'Aqu¨ª no hay quien viva', pero conquist¨® a todos con su gran interpretaci¨®n de una monja con cierta predilecci¨®n por el alcohol.

Unas cuentas matem¨¢ticas y un atraco

Emilio se da cuenta de que la cultura general no es lo suyo, as¨ª que decide presentarse a las pruebas de acceso a la universidad. Juan Cuesta decide ayudarle... Hasta que se desespera. Y todo esto, para m¨¢s inri, lo hacen mientras esperan como "patrulla ciudadana" a frenar a un atracador.

Las bromas telef¨®nicas de Emilio

Como no pod¨ªa ser de otra forma, comenzamos y acabamos la lista con el grande Emilio. Os dejamos con dos de las bromas telef¨®nicas que le hizo a Bel¨¦n durante su trabajo.