Walt Disney muri¨® en el a?o 1966 dejando a sus espaldas la productora m¨¢s c¨¦lebre del campo de animaci¨®n hasta la fecha. Durante su trayectoria profesional cre¨® grandes obras maestras del cine como 'Blancanieves' (1937) o 'La Cenicienta' (1950), pel¨ªculas inocentes a nuestros ojos infantiles hasta que m¨¢s tarde hemos descubierto lo que tienen en com¨²n: una clara inclinaci¨®n al machismo.

Viv¨ªamos otros tiempos, una ¨¦poca dominada por estructuras sociales en las que el hombre era el fuerte y la mujer, esa bella esposa a la que proteger. Eso s¨ª, es ahora cuando debemos identificar el sexismo que estas pel¨ªculas inculcaron en los ni?os para reeducarnos hacia una sociedad m¨¢s igualitaria. 

1. El pr¨ªncipe valiente que salva a la princesa indefensa

?Cu¨¢ntas veces habremos visto escenas en las que un fuerte pr¨ªncipe tiene que salvar a la princesa de un castillo o de un envenenamiento? Pensemos en ¡®Blancanieves¡¯ o en ¡®La bella durmiente¡¯. La mayor¨ªa de las veces la funci¨®n de ellas era mantenerse bellas, ser educadas y delicadas y esperar a que un pr¨ªncipe decidiera casarse con ellas llegada la edad. As¨ª lo cantaba Blancanieves antes de que el pr¨ªncipe la salvara de la manzana envenenada: "Un d¨ªa encantador mi pr¨ªncipe vendr¨¢ y dichosa en sus brazos ir¨¦ (...) Por fin mi sue?o se realizar¨¢"

El pr¨ªncipe, por el contrario, hab¨ªa pasado una vida llena de aventuras, hab¨ªa combatido contra dragones y empu?ado espadas para conseguir ser fuerte e inteligente y as¨ª, finalmente, llegar hasta la recompensa de todo su esfuerzo: conquistar a una hermosa y fiel mujer.

2. La belleza, la cualidad m¨¢s importante de una mujer

Unos rasgos finos y delicados, un pelo sedoso, un gran vestido y una bonita voz para cantar. As¨ª nos ense?¨® Disney c¨®mo ten¨ªan que ser las mujeres. Lo vivimos cuando la bruja (tambi¨¦n conocida como la Reina Malvada) de Blancanieves quer¨ªa cumplir su sue?o: ser la mujer m¨¢s hermosa del reino. Y para ello no tuvo reparo en envenenar a Blancanieves cuando descubri¨® que le hab¨ªa quitado el primer puesto de la belleza. "Espejito, espejito..."

'La bella durmiente' tampoco se qued¨® corta. Aurora cumpl¨ªa todos esos requisitos de belleza Disney gracias a los hechizos de sus hadas cuando todav¨ªa era un beb¨¦. Las hadas le dieron las cualidades de "la belleza", "una melodiosa voz" y conseguir "despertarse" con el calor del primer beso.

3. El amor, su m¨¢xima aspiraci¨®n

Muchas de las protagonistas de los cl¨¢sicos de Disney no pod¨ªan valerse por s¨ª mismas, necesitaban a un hombre que les dijera que val¨ªan, un pr¨ªncipe azul que les salvara de las tinieblas.

¡®La Sirenita¡¯ es el ejemplo perfecto del amor como la ¨²nica vida feliz de una mujer. Ariel renuncia a su voz y a su familia para tener piernas y poder estar con el pr¨ªncipe (al que ha visto una vez) del que est¨¢ perdidamente enamorada. Porque, como dec¨ªa ?rsula, ¡°No olvides que tan solo tu belleza es m¨¢s que suficiente (¡­) Los hombres no te buscan si les hablas (¡­) Admirada t¨² ser¨¢s si callada siempre estas¡±.

4. Enemistad entre mujeres con otras mujeres  

¡®La Cenicienta¡¯ lo resume a la perfecci¨®n. La pel¨ªcula daba vida a una ni?a bondadosa y dulce que hab¨ªa convivido toda su vida con tres chicas perversas: sus dos hermanastras y su madrastra, que har¨ªa todo lo posible por mantener a La Cenicienta fuera del alcance del pr¨ªncipe para que una de sus hijas fuera la afortunada.

No solo nos inspiran el odio hacia las tres malvadas personajes, tambi¨¦n muestran que el objetivo es rivalizar en una continua pelea con un claro objetivo: conquistar el coraz¨®n del pr¨ªncipe (que consist¨ªa, b¨¢sicamente, en que ¨¦ste se enamorara de la belleza de la futura princesa).

5. ?Limpiar? Tarea de ellas

Son innumerables las veces que las mujeres aparecen haciendo las labores del hogar en las pel¨ªculas Disney. Vimos a Bella limpiando y cocinando para Bestia, a una imprescindible Blancanieves que fuera capaz de limpiar y ordenar la casa de los 7 enanitos y a Wendy haci¨¦ndose cargo de los Ni?os Perdidos en el Pa¨ªs de Nunca Jam¨¢s.

Si seguimos con La Cenicienta, la protagonista se convierte en el ejemplo perfecto. ?Por qu¨¦ dio el braguetazo con un pr¨ªncipe? Muy sencillo: dedic¨® su vida a limpiar, a cocinar, a estar callada sin rechistar y a hacerse amiga de pajaritos y ratones. De esta manera consigui¨® el m¨¢ximo objetivo que pod¨ªa tener una mujer: casarse con un hombre. As¨ª lo cantaba ella cada ma?ana: "por mucho que ahora sufra el alma, si no pierdes la calma podr¨¢s encontrar el amor".